Único

Dedicado a my favorite blonde : rhewii

Una vez escuché una frase que decia:

"Uno mismo se rompe el corazón
Con falsas ilusiones".

Y es tan real....

Lo veía todos los días, siempre llegaba a la misma hora, entraba y le daba una sonrisa a la chica del mostrador, a veces incluso se sonrojaba.

Era un joven apuesto, unos años mayor que él, pero sus sonrisas eran como las de un niño, pero sus ojos.

Los ojos son las ventanas del alma.

Sus ojos transmitían un poco de miedo, miedo que no era perceptible para muchos, solo para aquellos que han sentido igual.

Pero...

Aunque hubiera miedo en ellos, sus ojos también demostraban una pizca, un destello de felicidad, cada vez que sus miradas se cruzaban, podía verlo, ver como esos hermosos ojos cobraban vida, no sabe el porqué, simplemente decidió ir al mismo lugar y a la misma hora, con tal de ver ese destello por unos segundos.

Después de todo, el también lo necesitaba.

–Hola.–Su porte es la de alguien seguro, pero su voz sale con una tímides.

Pablo no responde, no es como si pudiera, lleva años sin escuchar su propia voz.

Así que sólo le da su mejor sonrisa, espera que el hombre frente a él no piense que es un maleducado.

–¿Puedo sentarme? El lugar está un poco lleno.–Mentiras, habían unas cuantas mesas y sillones vacíos, pero él no es nadie para negarse a la compañía del chico de ojos bonitos.

Una vez más, sonríe y asiente con la cabeza, Dios, nunca había deseado tanto su voz como ahora.

–Oh...– Mierda, ya se dio cuenta, bien es lo normal, lo mismo de siempre, dirá "lo siento, no sabía, yo... Tengo algo pendiente, nos vemos" Sí, ya esta acostumbrado a eso.

–Perdón, se me había olvidado, ¿He? Pablo ¿No? Un gusto, soy Aymeric, olvida lo de hace un momento, Dios que vergonzoso.–Aymeric... Es un bonito nombre, y también es bonito el sonrojo que se apodera del rostro del mayor.

–Realmente no fue con mala intención, soy olvidadizo y algunas veces solo digo las cosas sin pensar, es una maldición realmente es eso, es un calvario decir tantas cosas y las personas piensan que voy a desmayarme por falta de oxígeno.... ¿Lo estoy haciendo de nuevo verdad?–Si antes su rostro estaba rosadito, ahora parecía un tomate.

–¡Perdón! No es por ofenderte, pero me pongo nervioso, e-es normal ¿No? P-Ponerse nervioso cuando hablas con la persona que te gusta.–Aymeric quiere que la tierra se abra, lo trague y lo escupa en Marte.

–¡AHhh!–No soporto, salió corriendo de la cafetería, no es posible que haya quedado como un idiota frente al chico.

Gavi solo se quedó ahí, sentado y sin saber como reaccionar.

–Eso fue... Wow, sabía que le gustabas, pero no creí que le daría pánico, Gavi el pobre parecía apunto de explotar ¿Viste su cara?–Pedri, su mejor amigo, no pierde la oportunidad para reír.

No es gracioso Pedri, yo quería... ¿El sabrá el lenguaje de señas? No pude ni saludarlo.–Pablo explicó con sus manos, para Pedri no era problema el poder entender lo que decía, después de todo era su mejor amigo, las noches que paso en vela estudiando el lenguaje le dio la oportunidad de acercarse al arisco de Pablo.

–Ya, ya, lo siento no volveré a reírme de tu amorsito, pero ustedes dos son tal para cual, vamos todo el campus ya los Shippea y ustedes nos hacen sufrir, ya besense.

–No seas tonto, él... Espera, dijo que le gustó... ¡¿Yo le gusto?!

–Bravo, descubriste América, ahora levanta esas bonitas nalgas, tenemos clases, y tu loco estará allí.

–Soy un desastre, debe pensar que soy un rarito, pero no lo culpo, primero olvide que no podía hablar, luego le solté mi verborrea como si me estuviera burlando, ¡Y luego le digo que me gusta! Ay, Dios.–Aymeric se quejaba como niño chiquito.

–Ya, deja de el lloriqueo, no es el fin del mundo ¿Sabes que es el fin del mundo?–Unai pregunto con una cara de tristeza infinita, ya denle un Oscar.

–No.– Dijo meneando la cabeza, Dios es un hombre adulto, pero parece un pequeño cachorrito.

–Que la próxima clase te toca con él.–Dramatizo con una lágrima.

–¡AHHH! ¡Dios, iluminame o eliminame, pero ya no puedo más! –Dando saltidos nerviosos, Aymeric no se percato de la presencia de cierto castaño.

–¿Cómo voy a mirarlo? Debe creer que soy un loco, ahhh yo solo quería invitarlo por un helado, es que es tan lindo, si lo vieras, y espero que no, porque eso no es de amigos, él es tan único, aun cuando las cosas se le dificultan él logra esquivar eso y seguir, es tan hermoso cuando sonríe, y sus ojos, sus ojos son tan bellos.

–¿Algo más? No sé, ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando lo viste?–Unai... ¿Héroe o Villano?

–Que era simplemente imposible que una criatura pudiera ser tan hermosa, aún recuerdo cuando llegó con su amigo, ese perico no cerraba la boca, así que en un principio creí que eran novios, y no me anime a acercarme, me era suficiente verlo todos los días en la cafetería, es como si el universo estuviera a mi favor, él siempre estaba en el momento y lugar indicado.–Aymeric se escuchaba como un niño enamorado, era tan tierno a los ojos de Pablo, y tan cursi ante los de Pedri.

–Ay, que bonito, ¿Algo más?– Unai merecía una recompensa después de esto, ningún amigo se podía comparar con él, no señores, Unai era único.

–Cuando me di cuenta de que no podía hablar, bueno yo... Aprendí el lenguaje de señas, creí que tal vez así podía entablar una conversación, pero lo arruine todo, soy una mierda, quisiera poder hablar con él, igual como lo hace el perico de su amigo.

Un bufido, ofendidisimo de Pedri, hizo que Aymeric quisiera llamarse Jun José, un ciudadano mexicano.

–¿Perico yo?

–A-Ah, y-Yo.

–Pedri ¿Tienes tiempo esta tarde? Vamos por un café.–Ya en serio, denle un premio a Unai.

Unai, alias el mejor amigo que pudes pedirle a Santa, se llevó a Pedri, medio arrastrado, pero se lo llevo.

Aymeric no sabía dónde meterse, su rostro parecía lava, así que intento emplear lo mismo de hace unas horas, osea huir.

Pero el firme agarre de Pabo en su brazo lo detuvo.

–Mi helado favorito es el de vainilla, y conozco el lugar perfecto donde tienen el mejor.

Las manos de Gavi temblaban un poco, pero eso no lo detuvo de seguir expresando sus palabras.

–Y... También me gustas, chico de ojos bonitos.

Aymeric Laporte, por primera vez, no soltó ninguna palabra, simplemente le dio la sonrisa más hermosa que Pablo haya visto, para después ofrecerle su mano.

–No creo que al profesor le importe si faltamos esta clase, vamos a ese lugar de helados.

Una vez escuché una frase que decia:

"Uno mismo se rompe el corazón
Con falsas ilusiones".

Y es tan real....

Sí, bueno eso ya no aplica en Pablo, ya no.

Fin.

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