7. Pelear o morir
No puedo evitar mirar a Baby y Dios... quisiera ir corriendo hacia él y poder abrazarlo para decirle que todo estará bien, que no debe de preocuparse, su pequeño y pálido rostro demuestra que está más que aterrado ya que su jodido padre no ha hecho otra cosa más que gritarle.
Cuando lo vi afuera de la comisaría mi corazón latió intensamente, mi pecho se sintió tan cálido al ver que se preocupaba por mí, pero en cuanto el maldito de su padre le gritó afuera de la delegación, por primera vez sentí que podría despedazarlo con mis propias manos.
Es cierto que el entrenador Atthaphan es su padre y sabrá que educación es la adecuada para su hijo, pero eso no le da derecho de avergonzarlo de la manera en que lo hizo delante de nosotros, no debió de desquitar su coraje con él.
Conozco a Baby más de lo que él mismo se conoce y sé que lo está pasando terrible, se siente mal por desafiar a su padre y sé que también se siente culpable por la pelea entre el imbécil de Jumpol y yo.
Nunca desde que entre a este lugar había sido testigo de que Baby le llevará la contraria a su padre, o que le contestara de la manera en que lo ha hecho el día de hoy, eso ha puesto de peor humor al entrenador... Y ahora nosotros seremos quien pague los platos rotos.
Esa pizca de valentía en él, ese intento de alzar la voz ante su padre, me dio una pequeña esperanza... Ojalá y por fin decida independizarse un poco y espero que su controlador padre por fin entienda de que Baby ya no es un crió, aunque parezca como tal.
Sé que Gun también quiere que su padre por fin entienda que se ha convertido en todo un hombre, ¡Dios! Sé que si Baby me escuchara en este momento se reiría de mí por afirmar que es un apuesto y hermoso chico.
Aunque...
Por otra parte aunque su padre se empeñe en protegerlo en algún momento debe volar del nido y por más que intente retenerlo, no podrá evitar que se marche.
Cuando por fin entramos al cuadrilátero, lo ojos de Jumpol son dos bolas llenas de furia y determinación, aunque quiere aparentar dureza con ese disfraz de chico rudo, la verdad es que parece estar cagado de miedo... y debería estarlo.
Ya imagino lo que el entrenador nos hará hacer, y estoy seguro de que luzco igual que la mierda de aterrado, sólo me preocupa lo que pase después de lo que creo que pasará.
—Deberán pelear hasta que uno de los dos termine inconsciente —dijo el entrenador y ahí estaba el puto carnicero que aún lleva dentro.
Sabía que saldría con esa mamada. Sabía que ni de coña estaba bromeando, el maldito bastardo ya me ha hecho pasar por esto antes, casi al principio cuando recién ingresé y estoy seguro de que me dolerá como la mierda.
No porque le tema al imbécil de Jumpol, sino porque por primera vez desde que estoy en el CARP estará presente Baby, y no puedo darme el lujo de perder, no frente a él, y estoy seguro que hasta podría apostar cortarme los putos huevos de que Jumpol tampoco querrá perder.
Esta será una dura pelea, sé que voy a terminar jodido y severamente lastimado, pero no tengo otra opción.
No es el momento para demostrar debilidad, aquí ahora se trata de dar una buena pelea y demostrar de que estoy hecho, voy a mostrarle al entrenador que estoy listo para dar lo mejor de mí, que estos años de entrenamiento han dado frutos, quiero demostrar que estoy dispuesto a pelear para salir vencedor o voy a morir intentándolo.
—Cuándo quieran iniciar con el espectáculo... —yo y mi puta boca que tiene voluntad propia y no procesa antes de soltar cualquier idiotez que sale de ella.
Me siento de todo tipo menos bien, y de pronto siento que transpiro como un cerdo a las brasas, volteo hacia el Novato y le miró con detenimiento, sé que dará todo su esfuerzo y estoy casi seguro de que no lo hace por querer ganarme, lo hace porque quiere llevarse a cierta zanahoria humana como trofeo, como si eso fuera a ser posible, pero después veo el semblante del pelirrojo y mis pulsaciones aumentan.
Y ese jodido pensamiento me inquieta.
¿Será que de verdad hay algo entre el Novato y la pequeña zanahoria? ¿Será que he descifrado mal todas las señales entre ellos?
—Concéntrate maldito bastardo —me digo en voz baja y creo que no fue lo suficientemente bajo ya que el novato voltea a verme confundido.
"Pendejo de mierda", me regaño mentalmente, eso es precisamente lo que no necesito. Tener distracciones y menos mostrar debilidad.
—¡Vamos, no tengo todo el puto día! —Nos grita el entrenador y ahora ambos estamos en medio del cuadrilátero.
Es obvio que no habrá un referí, ya que es una pelea hasta que uno de los dos quede inconsciente, y veo como poco a poco el resto de la gente que está en el CARP se empieza a poner alrededor del cuadrilátero.
Es oficial...
Estoy dando una puta exhibición para un ex peleador profesional, en un centro profesional, con personas que entrenan de manera profesional que buscan conquistar el gran sueño dorado.
Y no puedo evitar preguntarme si el novato es tan bueno para aspirar a ejercer de manera profesional o si sólo está aquí para estar cerca de cierto cervatillo con hermosos ojos color miel.
De pronto retrocedo un poco al sentir un duro puñetazo en la mandíbula izquierda... ¡Mierda. Concéntrate Fury! me vuelvo a regañar mentalmente ante mi falta de concentración.
Inició con algunos trotes tratando de conseguir una distancia prudente para intentar conectar un Jab, pero el Novato logra hacer un buen bloqueo y consigue darme un gancho al hígado.
He perdido la cuenta de cuánto tiempo hemos estado peleando, mis piernas están cansadas y mis brazos se sienten pesados y soy consciente de que el Novato está en la misma condición que yo.
—¡Vamos, par de niñas! parece que están jugando a las muñecas —grita el entrenador Atthaphan y aquel puto comentario me toca las pelotas.
Veo que ese comentario ha tenido otro efecto en el Novato porque lanza un fuerte grito mientras se golpea a un lado de la máscara de protección, y es como si ese comentario le trajera algún tipo de recuerdo desagradable.
No me equivoco, su ataque se ha vuelto más agresivo y hasta siento su puta frustración emanar de todos lados, si mi culo no estuviera en riesgo tal vez pudiera hacer diferente la situación.
Pero no puedo mostrar debilidad, no puedo sentir compasión alguna, y respondo a su ataque, sus uppercut y sus jabs son potentes, cargados de furia, logro esquivar unos cuantos, pero otros logran hacerme daño.
Estoy lastimado y estoy cansado pero él está igual que yo, escucho el ruido de afuera, como la gente ha tomado partido.
Veo gotas de sangre en la lona del ring, pero hay una voz que a pesar de que es casi inaudible sobresale del resto, y por instinto mi mirada busca a una inconfundible cabellera y de pronto nada...
Negro.
No sé qué ha pasado, o cuánto tiempo he estado tirado en el suelo, cuando me incorporó veo que el Novato está en un rincón tratando de recuperarse y creo que tiene un puto calambre en la pierna derecha.
—¿Es todo? ¿Ya te rindes? —escucho aquella voz de mierda que tanto odio en este momento.
—No. —gruñó mientras trato de incorporarme.
Ohm mueve la cabeza en negación, no puede creer que aún quiera que continuemos con esta masacre.
Pero por muy jodido que esté, no puedo renunciar.
Un momento. Reflexiono. ¿He dicho Ohm?
Y ahora que lo pienso, el cabrón ha hecho lo que nadie. Me ha enviado a la lona y sólo por eso se ha ganado mi respeto.
Pero... Ni de puta broma se lo haré saber o ahora yo me convertiré en su maldita perra y perderé el respeto de quien me conoce.
»Una vez más volvemos a la pelea, los movimientos ahora son más lentos y más torpes, he logrado lastimarlo un poco... Veo que se tambalea y está por perder el equilibrio.
Pero en un reflejo que tiene logra colgarse un poco en un abrazo tratando de recuperarse, en ese contacto ambos logramos conectar algunos ganchos haciéndonos más daño.
—Ya ríndete y sal de aquí —me dice en un susurro.
—Vete a la mierda —le espeto y rompo el contacto.
Ambos tenemos severas cortadas en los pómulos y párpados... Es obvio que una vez más subestime al novato, no piensa rendirse y menos yo.
Así tengamos que salir en una bolsa para cadáveres... No pienso renunciar.
Todas las peleas están estipuladas por lo general en doce asaltos con duración de tres minutos cada uno, y un minuto entre cada asalto para hidratarse o recuperar un poco de fuerzas.
Llevamos casi dos horas desde que mi padre los metió en aquel cuadrilátero, casi el doble de tiempo de lo que dura una pelea profesional.
—¿Quieres quedarte sin peleadores? —le dice a mi padre el señor Kanawut.
Mi padre reniega un poco y se niega a intervenir, no quiere parar la pelea, dice que así aprenderán a no quedarles ganas de hacer un espectáculo como el que dieron en el Sakura.
Escucho cómo el señor Kanawut alaba el esfuerzo de Jumpol y de cómo le ha dado una buena paliza a uno de los mejores peleadores que tiene mi padre.
Lo cierto es que la escena dentro del cuadrilátero es una verdadera masacre...
Ambos tienen abierto el pómulo, ambos tienen ya cerrado el parpado la heridas en ambos es atroz, jamás había visto así a Ohm y siento unas inmensas ganas de llorar. Veo el coraje y la determinación en Jumpol y sé que ha estado esperando una oportunidad como ésta.
De pronto veo como ambos sacan fuerza de no sé dónde y logran conectar casi al mismo tiempo dos jabs perfectos haciendo que ambos caigan a la lona.
—¡Ya basta! ¿Esto es lo que querías? —logró gritar aterrado.
La cara de todos se desfigura al ver mi expresión de pánico al ver a los dos cuerpos desplomados con severas heridas.
—¡Maldita sea!... ¿Alguien de ustedes que los ayude? ¡Pueden tener una conmoción cerebral y ustedes celebrando! ¿Qué diablos les pasa? —grito más histérico.
La cara de mi padre es un poema y la del Señor Kanawut ni se diga. Jamás había levantado la voz como lo acabo de hacer.
—Ve a casa inmediatamente —gruñe mi padre.
—No me moveré de aquí hasta ver que ambos están bien, y te juro que si algo malo les pasa... —lo miro con rabia—. No te lo voy a perdonar —digo finalmente, limpiando mis patéticas lágrimas mientras me dirijo al interior del cuadrilátero.
Esto es una maldita zona de guerra donde ambos salieron terriblemente heridos, y me preocupa que ninguno de los dos ha recobrado el sentido.
—Estarán bien Baby —me dice Nicky —Sólo están exhaustos. Ya que recobren el sentido curaremos sus heridas y estarán listos para seguir entrenando.
—Gracias... —Le digo en un hilo de voz mientras me desplomó en medio de ambos cuerpos.
—Tenemos que hablar Gun —dice mi padre.
—Lo lamento, pero creo que fui muy claro cuando dije que no me movería de aquí hasta que estuvieran bien y mira el estado en que ambos están. Espero que ya estés conforme.
Mi padre está furioso conmigo y yo estoy muerto de miedo, y de pronto me veo reconfortado cuándo dos diferentes manos buscan hacer contacto conmigo.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
----
Awww... lo buscan.
Comenten, voten y compartan...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top