Papii ha permanecido en la terraza desde que llegamos. En todo este rato no ha querido hablar y aunque me duela verlo así, completamente abatido... Debo respetarlo.

Entiendo que toda esta situación realmente ha sido abrumadora, porque vamos... Ni en un millón de años, me hubiera imaginado que él y Ohm pudieran tener algún tipo de lazo, mucho menos de índole familiar.

Cuándo me platicó los miedos e inseguridades que tenía sobre su origen, juro que me partió el alma. Nunca entendí porque se negaban a hablar sobre el tema. Mil ideas pasaron por mi cabeza, pero debo admitir, que nunca imaginé la posibilidad que la madre de Off pudiera haber tenido una relación con el padre de Ohm.

Vi la imagen con detenimiento, y el parecido de ese hombre con Ohm es en verdad impresionante, estoy seguro, no puede haber ninguna duda, todo encaja a la perfección y ahora que lo pienso con calma... Es realmente perturbador.

Pienso en la imagen y en efecto, ellos lucían como una pareja de enamorados, esas sonrisas y ese brillo especial en los ojos. No imagino lo doloroso que fue para ellos el tener que separarse habiendo tanto amor de por medio.

Si tan sólo hubieran tomado la decisión correcta, todo hubiera sido muy diferente. Pero la realidad, es que si Dararat y Sompob hubieran continuado juntos, probablemente Ohm no estuviera con nosotros.

Todo esto es una completa y alucinante locura.

Conozco a Papii, más de lo que él se imagina. Sé lo difícil que es para él abrirse emocionalmente y expresar lo que siente o pasa por su mente. Mi corazón pide que vaya con él y lo abrace muy fuerte, pero la voz de mi cabeza grita que debería respetar su espacio.

¿Debería hacerlo? si la situación fuera opuesta ¿Qué me gustaría?

Mi corazón late a toda prisa, no necesito pensarlo mucho, cuando me doy cuenta, mis pies se dirigen automáticamente hacía la terraza. Él me mira con una débil sonrisa al escucharme abrir la puerta de vidrio.

Dios... Me parte el corazón verlo así.

—¿Estás bien? —me siento idiota por preguntarle eso.

Parece que Off también me conoce bien, porque no duda en estirar su gran brazo tatuado a la espera de que lo tome.

—Ven aquí, pequeño. —me hace ese gesto con la cabeza para que me acerque a él, cosa que hago en cuestión de segundos.

Me da un leve jalón haciendo que termine a horcajadas suyo, e inmediatamente su nariz me recorre el rostro hasta llegar al cuello, logrando que se me erice toda la piel.

—Ahora lo estoy —susurra contra mi oreja y automáticamente un sutil jadeo sale de mis labios.

Él se aleja un poco para mirarme y el tonto sonríe triunfante por mi reacción. ¿Cómo es posible que una caricia pueda hacerme jadear? definitivamente, estoy empezando a creer que tengo serios problemas.

—Gracias —suelta de pronto y ahora soy el que se aleja para mirarle sorprendido.

—¿Por qué agradeces?

—Por todo —responde alzando los hombros tranquilamente, cómo si su respuesta fuera tan obvia, y yo un completo idiota por no entender. Lo peor de todo, es que tiene toda la razón, mi ceño se contrae. Por la hermosa sonrisa que me regala, asumo que mi cara es de confusión total—. Por todo Sol —besa mi fruncida nariz— por haber aceptado venir, y estar conmigo en estos momentos —hace una pequeña pausa— por haber tenido el valor de preguntarle a Dararat, lo que yo no me animaba a preguntar. —Mi corazón se estruja, y mis ojos pican por las lágrimas que estoy conteniendo, pero debo ser fuerte para mi guapo chico tatuado. Sus ásperas manos me recorren el rostro con sutileza, mientras observa cada una de mis pecas y yo aprovecho para perderme en esos dos enormes pozos grises tan expresivos—. Gracias por estar en mi vida, Gun. —Sus ojos siguen analizando cada ápice de mi cara, mientras una mano me sujeta por la cintura, la otra me acomoda el rebelde cabello enmarañado—. ¿Tienes idea de cuánto te amo? —¡Hay Dios!¡Hay mi Dios!, siento mi rostro arder y mi corazón late con tanta rapidez que me asusta, mis manos tiemblan mientras él espera escuchar mi respuesta.

—Me gustaría que tú me lo dijeras. —esboza una sonrisa.

—Te amo demasiado, Sol. Tanto que me da miedo, ¿me crees? —asiento frenéticamente y él sonríe con ternura.

—Me pasa lo mismo contigo —admito con timidez.

Muerdo mi labio inferior, porque exactamente es cómo me siento. Hay ocasiones dónde pienso que todo esto es un bonito sueño. Otras en las que sólo es producto de mi imaginación. Pero... Luego me doy cuenta que todo es real. Lo nuestro es real, a pesar que nuestra historia no ha sido fácil, y comenzamos con el pie izquierdo, con el paso del tiempo, creo que hemos podido encontrar el equilibrio perfecto para que lo nuestro funcione.

Si hace un año me hubieran dicho que en un futuro me iba a encontrar justo así como lo estoy en este momento, con el guapo chico tatuado y rebelde de la universidad, probablemente me hubiera reído y creo que luego hubiera salido corriendo.

El hecho es que estamos aquí, contra cualquier pronóstico. Bien dicen que los polos opuestos se atraen, sólo que nunca pensé que lo viviría en carne propia.

—¿En qué piensas?

—En nada...

Sonríe, imagino que intuye que me he perdido una vez más en mi pequeño mundo pensando y procesando nuestra relación.

—¿Has hablado con tu padre? —su pregunta me saca de mi bonito ensueño.

Veo el reloj, ya pasan de las diez de la noche. Me sorprende no tener llamadas de mi padre. Tal vez sea una especie de prueba y está esperando mi llamada.

—No

—Deberías llamarle —espeta cómo si una vez más me leyera el pensamiento.

No lo dudo y decido marcarle, pero para mi sorpresa, no contesta. Es extraño, más porque me encuentro muy lejos de casa.

¿Habrá pasado algo?

Estoy a punto de hablar, pero el celular de Off se ilumina con la llegada de lo que parece ser un nuevo mensaje, su cara se transforma. Con cuidado me baja en medio de mi confusión, me da una leve sonrisa y se marcha para hablar por teléfono.

Definitivamente, algo está pasando.

Justo ahí está la persona que ha estado metida en mi cabeza sin darme un poco de respiro en las últimas horas, enviándome mensajes de texto.

Rápido lo reviso, y mis ojos se abren cómo platos al leer el contenido. Mi pulso se acelera al ser consciente de lo que está pasando, cuando vuelvo a releer esas tres simples palabras:

"Los han atrapado"

Bajo a Gun de mi regazo, quién me mira confundido, ahora que lo pienso, ya entiendo porque el entrenador tampoco ha llamado.

Esto es una jodida locura...

Mis nervios están hechos lío, hay una gigantesca maraña de ideas en mi jodida cabeza, pareciera que la vida tiene como única misión reunirnos a Ohm y a mí a como dé lugar.

¿Debería decirle la verdad?

Esa simple pregunta ha estado devanándome los sesos desde que descubrí la verdad. Mierda... Tengo que llamar a mi tío y preguntarle cómo se encuentra. Temo que por mi arrebató ella haya tenido una recaída, juro que no me lo perdonaría.

De soslayo miro a Gun, quién está en el mismo lugar dónde lo dejé. Joder, mi pecho duele al verlo todo hecho bolita en la silla. Está pensativo, si él no estuviera aquí conmigo, tal vez, ya hubiera cometido una estupidez.

Por fin se ha dado cuenta que lo observó, y no duda en regalarme esa preciosa mirada tratando de transmitirme tanto sin decirme una palabra.

Si no tuviera toda esta mierda encima, no dudaría en ir junto a él, mientras me aferro con auténtica desesperación a esa luz que emana por cada poro de su ser.

Por lo pronto, he de llamarle a Ohm, creo que es hora de que empiece a enfrentarlo, confieso que estoy terriblemente cagado de los nervios, porque no sé qué debo decirle, mucho menos tengo idea de cómo va a reaccionar.

Tras haberlo pensado con calma, he llegado a la conclusión que si hubiera sido él quién descubriera la verdad de nuestro parentesco, definitivamente me gustaría que me lo dijera.

Siendo honesto, es muy probable que no lleguemos a tener la mejor relación de hermanos, porque tanto él como yo, somos víctimas de las malas decisiones de nuestras familias, pero a fin de cuentas, es lo que tenemos, esto es lo que somos.

Poruna jodida y extraña razón, saber que tengo un hermano se siente bien. Lo malo,es que no tengo ni puta idea de si él me acepte como su hermano mayor.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ