49. Culpables

Después de la breve e intensa conversación con el señor Kanawut, decidí que ya no tengo nada más que hacer en este lugar.

Estoy a punto de largarme, pero ahora veo al señor Natouch de pie obstruyendo la salida de los vestidores y para variar... trae un serio semblante como muy pocas veces se le ve.

—¿Piensas ir a algún lado?

Su voz me frena en seco, porque en efecto no pienso quedarme para la premiación y menos para la clausura, no después de todo lo que ha pasado el día de hoy.

—De hecho sí... —respondo muy a mi estilo y él frunce más el ceño.

—Jumpol, imagino cómo te sientes en estos momentos, pero por una vez en tu vida deja de pensar en ti —no puedo evitar gruñir por sus duras palabras.

¿Es en serio...?

¿Qué mierda sabe él de mis problemas para que hable con tanta libertad?

En ningún momento he andado llorando por los putos rincones quejándome sobre la vida de mierda que me ha tocado vivir, cómo para que él venga y me juzgue de ésta manera.

—No sabe de lo que está hablando —refutó en medio de un gruñido.

—Déjame ver... ¿Acaso tienes problemas? ¿Adivina qué? Todos tenemos problemas, sin excepción, unos más fuertes que otros, pero... Al final del día lo que nos hace diferente al resto es la manera de afrontarlos.

—Lo hace sonar tan fácil...

—Hay muchacho... Se te olvida que nosotros alguna vez tuvimos tu edad —no puedo evitar mirarlo molesto, seguramente él nació en una puta cuna de oro— mira que tanto Leo, Mikie y yo hemos llevado una vida llena de ajetreos a niveles extremos, pero aquí seguimos... De pie y más fuertes que nunca, tratando de ayudar y apoyar a jóvenes talentosos con gran potencial y determinación en la vida, con sueños y hambre de superación, es precisamente por eso que hoy tú estás aquí.

Sus palabras logran captar mi atención, está siendo sincero lo puedo ver en sus ojos y en su rostro sereno pero determinante.

—Lo siento... —bufo exasperado— no puedo quedarme por más tiempo... —por fin rompo el silencio.

—¿Se puede saber el motivo?

—Necesito saber que fue de Ohm, me preocupa mucho su salud —finalmente lo admito.

Le veo endurecer nuevamente el rostro para después dar una leve sonrisa, como si él estuviera satisfecho por mi preocupación hacía Thitiwat.

—Él está estable... Nos acaba de llamar Leo para decirnos que se quedará en observación

—Pero... ¿Él se encuentra bien?

Se rasca la barbilla para después cruzarse de brazos, mientas se recarga en el marco de la puerta y exhala profundamente cómo si le hubieran quitado un enorme peso de encima.

—Tiene un par de cosillas rotas, además recibió varias puntadas en la cabeza, los golpes que le dieron fueron bastante fuertes, era evidente que tenían toda la intención de hacerle el mayor daño posible, y por poco lo consiguen.

—Hijos de puta... —no puedo evitar gruñir entre dientes.

—El médico decidió dejarlo en observación al menos por esta noche, ya después le dará de alta para que pueda recuperarse en casa.

En una parte me siento aliviado al saber que no pasó a mayores, pero por otro lado me hierve la sangre por no haber castigado más a Sing.

—¿Qué fue exactamente lo que le pasó?

—He hablado con la gente del comité y están haciendo hasta lo imposible para dar con el o los culpables.

Por un momento estoy tentado en decir el nombre de aquel par de mal nacidos, pero no tengo ninguna prueba en su contra, y al final sería su palabra contra la mía.

—Tú sabes quien fue... ¿No es así? —pregunta con su intensa mirada quisquillosa.

—Y eso de qué me sirve... No hay nada que lo compruebe.

Me mira detenidamente y le veo asentir, sabe que una acusación de esa magnitud es algo muy delicado.

—Dime una cosa... La pelea con el tipo de la final... ¿Tiene algo que ver? ¿No es así?

—¿Por qué lo pregunta?

—Jumpol... Estamos hablando de un intento de homicidio —abro los ojos horrorizado— no estamos hablando de una simple pelea callejera, esto que le pasó a Thitiwat en verdad fue algo muy grave y no vamos a descansar hasta dar con los responsables, cualquier información que puedas darnos será de gran utilidad. —Suspiro frustrado... Si hablo seré catalogado de soplón, pero si no digo nada, lo que le pasó a Ohm quedara impune y eso no puedo permitirlo—. Aunque sea prométeme que lo vas a pensar, nunca olvides que somos familia y entre todos nos debemos de cuidar —asiento mordiéndome el labio.

—Lo haré. —admito no muy convencido.

—Con eso me doy por bien servido de momento, ahora nueve tu trasero junto al resto de tus compañeros.

—¿Pero...?

—Juntos llegamos, juntos nos vamos, así que andando, ve y deja en alto el nombre del CARP al recoger ese premio.

Bufo nuevamente, porque mis ánimos no están para ningún tipo de celebración, aunque el saber que Thitiwat está bien me ha quitado un peso de encima, todavía está pendiente la cagada monumental que cometí contra Gun.

Recordar su mirada triste y decepcionada me hace pensar que no lo merezco en mi vida, no debí haberle gritado como lo hice... Joder ¿por qué nunca puedo controlar mis impulsos?

Sólo espero que esto acabe lo más pronto posible, necesito salir de aquí corriendo para empezar a enmendar todos y cada uno de los errores de mi vida.

Necesito buscarlo para pedirle disculpas, necesito tenerlo a mi lado para hacer todo lo que tengo en mente. Sin él y sin su apoyo... no creo ser capaz de hacer todo lo que tengo en mente.

—Vamos Baby, quita esa cara por el amor de Dios, sabes que tengo la razón

—No, no la tienes —respondo en un hilo de voz.

—Vamos Gun... sabes lo que pienso del imbécil ese —le miró furioso, no me gusta que Gulf se exprese así de él.

Desde que salimos del centro de convenciones... Bueno, mejor dicho, desde que él y Flukie me sacaron casi arrastras de ahí, Gulf no ha hecho otra cosa más que maldecir a Off en todas las formas posibles.

—Gulf, Por favor...

—No... Ningún Gulf por favor, ese tipo está loco y lo sabes. En serio necesita ir algún tipo de terapia ¡Y urgente!

—Estás siendo un exagerado.

—Sabes que no exagero, ¿Acaso ya olvidaste que no es la primera vez que te grita de esa manera?

No puedo evitar abrir la boca con incredulidad.

—Gulf...

—No Gun... Acuérdate cuando fuimos a su departamento y lo que pasó después.

—Por supuesto que me acuerdo, además... Él tenía motivo para estar enojado, Dios... Tú y yo invadimos su privacidad.

—No lo justifiques... —levanta la voz, mientras empieza a manejar cómo loco.

—No lo estoy justificando, mucho menos lo estoy defiendo... —empiezo a levantar la voz— Pero debes reconocer que esa vez nosotros hicimos mal.

Maldice entre dientes porque sabe que tengo razón.

—Y lo que pasó ahora ¿Qué? ahora ¿Cuál va a ser tu excusa?

Siento mi cara arder, me siento molesto y avergonzado por todo, sé que Gulf tiene razón hasta cierto punto... Pero también creo que está siendo bastante duro e irracional.

—Él me pidió espacio, dijo que de momento no deseaba hablar, y yo no respeté su decisión... Al contrario... Lo presioné hasta hacerlo explotar.

—No puedo creerlo... Él te grita y tú simplemente lo justificas.

Flukie me mira horrorizado cómo si de verdad fuera una víctima de algún tipo de maltrato, pero él no es así, si de algo estoy seguro es que nunca me haría daño.

—Él jamás me lastimaría y lo sabes perfectamente —digo en voz más baja y mis intentos por defenderlo son en vano, porque le escucho bufar incrédulo.

—Pues... Yo insisto que debería ir a Neuróticos Anónimos y no es una broma. Puede ser que en verdad nunca intente lastimarte, pero no puedes negar que pierde el control con facilidad y no le importa qué o quién esté a su alrededor.

—Creo que está vez Gulf tiene razón, —se escucha la voz aún apagada de Flukie— no me gustó para nada como te grito delante de todos, si eso lo hizo contigo que te adora... Ni siquiera quiero ni imaginar cómo reaccionaría con otra persona.

Guardo silencio y me hago bolita en mi asiento, recordar aquella escena me dan unas inmensas ganas de llorar por décima vez, admitir que me dolió fue poco, sentí una fuerte punzada en mi interior, no por lo que la gente pueda pensar de mí o de él, sino porque vi el coraje y frustración en sus preciosos ojos y yo no hice nada para apoyarlo, al contrario...

Lo presioné, lo llevé al límite, no respeté su espacio cuándo él me lo pidió de favor, él no deseaba hablar con nadie, y en cambio yo... Simplemente no lo respeté.

Pero... también debo reconocer que tampoco soy merecedor de que él haya desquitado toda esa rabia que llevaba cuando bajó del cuadrilátero.

—¿Gun?

—¿Uhm?

—¿Me escuchaste?

Obvio que no preste atención a nada...

—¿Qué cosa?

—Promete que no volverás a dejar que te trate de esa manera por muy enojado que esté, y por mucho que tú hayas tenido la culpa... Tú no mereces que nadie te trate así ¿Me entendiste?

—Te entendí

—Entonces promételo.

—Lo prometo —respondo en un hilo de voz un poco avergonzado.

—Bien... Porque no quiero ser yo quién le arranque de un tirón eso que le cuelga entre las piernas si te vuelve tratar como lo hizo.

Escucho un gesto de asombro por parte de Flukie opacando el mío casi por completo, y tanto él como yo hemos de vernos ridículos por la risa nerviosa de Gulf, francamente lo que ha dicho a mí no me causa nada de gracia.

»Hemos pasado casi toda la tarde juntos, me obligaron ir a comer y a perder el tiempo en un centro comercial, con tal de que me olvide de lo sucedido, pero... es evidente que no ha funcionado para nada.

Ya casi está anocheciendo y no he recibido ninguna llamada ni por error o de un número equivocado y si mi estado de ánimo estaba por los suelos... Ahora está en el fondo de un abismo.

Estamos por llegar a la casa de Gulf cuándo finalmente me llama mi padre, por lo que contestó a la brevedad.

—¿Dónde estás Pá?

—En el hospital...

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Dime que tienes? ¿Estás bien? ¿En qué hospital estás?...

—¡GUN!

Su grito hace que guarde silencio de manera inmediata, y apenas soy consciente de que el auto ha dejado de moverse, y siento las miradas preocupadas de mis amigos.

—Yo estoy bien —responde en un suspiro.

—¿Entonces?

—Se trata de Ohm...

—¡Lo sabía!... Papá... ¡Por favor dime que él está bien!

Flukie me da leves palmadas en el hombro para que le diga lo que está pasando, pero ni siquiera estoy prestando atención a mi padre por tratar de calamar a Flukie.

—¿Quieres calmarte? —le digo a mi histérico amigo en medio de un susurro.

—¿Eh? ¿Me dices a mí?

—No papá, claro que no... Le dije a Flukie. —Exhala cansado— Dime por favor que está pasando.

—Alguien atacó a Thitiwat durante el torneo, así que está en el hospital central...

Ignorando lo que dice mi padre cuelgo la llamada y le pido a mi mejor amigo que nos lleve al hospital lo más pronto posible, y él de inmediato arranca el auto.

—¿Me puedes decir que está pasando?

—Ohm está en el hospital

—¿Qué pasó?

—No sé, no escuché...

Quiero seguir hablando, pero un sollozo en la parte trasera hace que me calle, volteo y miro a Flukie quién ya no puede seguir ocultando su preocupación.

—Ya verás que él estará bien —digo no muy seguro, pero él me regala una débil sonrisa.

—No quiero que nada malo le pase, no me importa si él decide no estar conmigo... Lo que más quiero es que él esté bien y sea feliz. —en cuanto dice eso rompe en llanto.

Quisiera quitarme el cinturón de seguridad y pasarme al asiento trasero para abrazarlo con todas mis fuerzas, pero eso sería muy imprudente y peligroso de mi parte.

Por lo que agradezco a Gulf que hayamos llegado en menos de diez minutos, en cuánto logra estacionarse no dudo en bajarme rápido para abrazar fuertemente a mi mejor amigo.

—Arriba ese ánimo Flukie... todos sabemos cómo las cosas entre Tú y Ohm han cambiado para bien. —trato de alentarlo un poco.

Le veo sonrojarse mientras se muerde el labio con bastante timidez, cómo si se hubiese acordado de algo que solo desea guardarse para él.

—Este bobo tiene toda la razón —dice Gulf— he visto cómo te mira y hasta puedo jurar que en serio le gustas y mucho.

El rostro de Fluke es un poema, abre los ojos enormemente y su cara ahora es tan roja como una enorme y bonita fresa.

—¿Entramos? —pregunta ansioso por estar junto al chico por el cual se la pasa suspirando, Gulf me da una sonrisita cómplice y por un momento olvido lo sucedido con Papii, para enfocarme sólo en mi Flukie y Ohm.

Aunquebueno... Existe el dicho que uno propone y Dios dispone, o algo por el estilo... ytal parece que la vida o el destino el día de hoy se empeña en querer jugar enmi contra.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

----

Hasta aquí mis corazones, quizá luego pueda seguir con un par de caps más sino, ya lo haré mañana esta bien?...

Gracias por leer. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top