42. ¿Todo está bien?
Hoy por fin es el famoso torneo, anoche después de que todo el mundo se fue... ni siquiera pude despedirme de Papii cómo me hubiera gustado hacerlo...
Moría por besarlo y decirle que sin importar lo que pasara durante el torneo... todo estaría bien, y que para mí... Él ya es un campeón.
Pero con mi padre de espectador principal, la verdad es que dudo mucho que tuviera el valor para besarlo cómo realmente deseaba.
Lo único que Off hizo fue regalarme una bonita sonrisa, mientras me tocaba el rostro con delicadeza con sus aperos nudillos, como si fuera una pieza del más fino cristal y fuera a romperme con el menor toque, mientras sus enormes ojos grises me miraban con intensidad, era cómo si él intentará decirme todo aquello que no podía decir en voz alta.
Su íntima cercanía, su intensa y penetrante mirada, la delicadeza de su toque, el poder aspirar su cálido aliento mentolado, fueron suficiente para no poder pegar el ojo en toda la noche.
Aunque no tuvimos el tiempo de hablar cómo ambos deseábamos, los dos pudimos decirnos con la mirada aquello que sentimos y en cómo hemos cambiado desde que estamos juntos.
No puedo creer que ya llevamos varios meses juntos, pareciera que fue ayer la vez que nos vimos en el Sakura.
Es increíble cómo en tan poco tiempo nos hemos acostumbrado tanto a la presencia del otro, y a pasar tiempo juntos, estás dos semanas que no he podido ver a Papii, sin besarlo, poder disfrutar de su compañía ha sido muy difícil. Nunca imaginé ni en mil sueños que algún día tendría novio y lo llegaría a amar de la manera en que lo amo, lo mejor de todo... Es que estoy seguro de que él me ama de la misma manera.
Sé por mi papá que ha entrenado demasiado, casi se ha destrozado los puños por entrenar sin parar día y noche, sé que ha a pesar de su cansancio nunca ha faltado a ningún entrenamiento, al contrario... Ahora hasta entrena con Ohm, no son los grandes amigos... Pero entre ellos se apoyan.
Es increíble como poco a poco ha ido dejado atrás un estilo de vida que no era bueno para él. Gulf y Flukie dicen que Off ha cambiado por mí, pero no estoy de acuerdo con eso... Nadie cambia si no tiene la intención de hacerlo, y si mi guapo chico tatuado ha decidido cambiar es porque él así lo ha querido, yo simplemente me he dedicado a apoyar cada una de sus decisiones.
La verdad es que me siento muy orgulloso de él, por todo lo que ha logrado, el que haya decidido terminar la universidad, el que haya dejado atrás su vida llena de excesos, pero sobre todo.
Estoy orgulloso de su buen corazón, de que es un hombre cariñoso con enormes ganas de superarse y salir adelante haciendo algo que le apasiona.
A veces tengo miedo que algún día se dé cuenta de que esto no es lo que realmente desea y de pronto quiera volver a ser el chico rudo y altanero que conocí hace algunos meses. Sé que estoy mal por pensar de esa manera, pero a veces me es inevitable, tal vez porque yo sigo siendo ese chico soso y flaco como un fideo con aspecto de zanahoria y él es el guapo chico al que todos desean.
Terrible dilema... ¿Cierto?
Puede que hoy también esté así de inquieto porque estoy súper nervioso, digo... hoy es un día muy importante para Off, y mi padre tajantemente me ha prohibido que asista y lo peor de todo es que Off estuvo de acuerdo con esa decisión. Ambos exageran un poco al pensar que estando ahí rodeado por tanta gente se me lanzarán encima. Temen que puedan golpearme o algo peor... que sea un distractor, francamente... Yo no lo creo.
A veces me pregunto ¿Cuándo llegará el día en que todos se den cuenta de no soy un chico frágil que puede romperse ante el mínimo contacto?
Sé defenderme... Aunque no me gusta pelear y si puedo evitarlo mejor, pero no dudaré en hacerlo si alguien llega a pasarse de listo conmigo.
A veces me siento frustrado por la forma en que mi padre me sobreprotege, sé que no lo hace de mala fe, estoy consciente de eso, lo hace porque no quiere que nada malo me pase y lo puedo entender, sólo que a veces exagera... Dijo no soy de papel.
No es justo que todos mis amigos estarán allá en el campeonato gritando y apoyando a los chicos, en cambio yo... Me quedaré en casa y estaré con los nervios de punta con un pésimo humor por no tener noticias.
¿Acaso pido demasiado?... La verdad no creo.
¿Debería escaparme e ir allá?... Estoy más que tentado en hacerlo, aunque sé que eso me traería muchos problemas. ¿Por qué no puedo tener una vida como la de cualquier joven de mi edad?... La verdad... Es algo que no logro entender por más que lo intento.
—Baby, ¿podemos hablar? —se escucha la voz de mi padre atrás de la puerta.
Miró el reloj y me sorprende que este aún aquí cuando a esta hora ya debería estar en el gimnasio hablando con sus muchachos.
—Gun, ¿Estás despierto? —pregunta nuevamente, si supiera que no he podido dormir.
—Pasa papá.
Mi padre entra con cautela, y me sorprende verlo un poco ojeroso ¿acaso él tampoco ha dormido?, observó cómo se va acercando lentamente hasta sentarse en la cama.
—¿Cómo dormiste? —pregunta tranquilo
—No muy bien ¿y tú?
—Entonces estamos igual —dice con un atisbo de sonrisa.
—¿Ya estas listó para el gran día? —le preguntó mientras intento acomodarme el cabello despeinado.
—No, aún no —responde con seriedad y eso me inquieta un poco.
—¿Por qué? ¿Todo está bien?
—Nada de qué preocuparte —responde de nuevo con clásicas evasivas.
Suspiro y miró hacia la ventana, hace un día hermoso y los rayos del sol se cuelan por mi ventana llenando la habitación de calidez.
—¿Cómo te has sentido?¿Has tenido alguna molestia?, no sé ¿algo que quieras decirme? —pregunta mientras me acomoda un mechón de pelos rebeldes.
—La verdad es que me he sentido bien, —respondo con sinceridad—ya quiero quitarme el mugre collarín, me gustaría poder hacer las cosas que hacía antes.
Aunque no sé ni porque he dicho eso, ya que no soy un chico que tenga una rutina diaria de ejercicios o practique alguna actividad importante, pero... quiero que sepa que deseo tener mi vida cómo era antes del incidente con Jane.
Mi padre asiente y se le forma una delgada línea en los labios que se aprietan con firmeza, su cabeza está trabajando a mil por hora, como si quisiera poner en orden sus ideas.
—¿Por qué no te arreglas y bajas a desayunar conmigo?
—Pensé que ya tenías que irte al CARP...
—Aún tengo un poco de tiempo libre, así que espero y te apures porque quiero que me acompañes a otra parte antes de ir al CARP.
¿Eh? ¿A otra parte?
Creo que mi cara es de confusión total porque él hace un atisbo de sonrisa y me revuelven más el cabello.
—¿Pasa algo malo papá?
—¿Qué habría de pasar?
—No lo sé... Tú dime —mueve la cabeza de lado a lado en negación y eso me confunde más
—Qué tal si dejas de hacer tantas preguntas, y mejor te bañas, te arreglas y ya que estés listo bajas a desayunar para irnos. Apúrate, no quiero que se haga tarde —Antes de salir de la habitación se gira y me dice—: El tiempo avanza Gun, así que empieza a moverte hijo, —entonces la puerta se cierra justo detrás de él mientras yo quedo hecho un lio.
No han pasado ni veinte minutos cuando bajo al comedor y veo que ya está servido mi desayuno y mi padre se ve imponente y sobrio aunque se vista de manera informal.
—Termina todo para que podamos irnos —me reprende cómo si tuviera cinco años yo sólo bufo, por lo que como a toda prisa más por curiosidad de saber que está pasando, que por hambre.
Al terminar subo a toda prisa a mi habitación y me lavo rápido los dientes, reviso mi ropa que ahora que me doy cuenta, me queda enorme, no me da tiempo de cambiarme y bajo casi corriendo entre maldiciones por parte de mi padre.
—¿Quieres tener cuidado? No quiero que caigas y te termines de romper el cuello. —gruñe molesto.
Sólo puedo rodar los ojos ante su excesiva sobreprotección, pero decido callar, no es buen momento para hacerlo enfadar y no estoy de humor para regaños.
Al salir de la casa él está muy serio, no ha dicho nada sólo maneja a toda prisa, y veo que toma una ruta muy diferente al CARP.
—¿Me dirás a dónde vamos?
—Al doctor. —responde cortante y su repuesta me asusta.
—¿Te sientes mal? ¿Estás enfermo?
—No —esboza una sonrisa.
—¿Entonces? ¿Qué pasa?
—Vamos para que te revise y vea cómo has evolucionado de tu lesión, si el autoriza quitarte ese collarín —da un largo suspiro— Si dice que ya estás bien... Entonces irás conmigo al campeonato.
Abro los ojos como platos al escuchar aquello.
—¿Lo dices en serio?
—Sí,pero no te emociones aún. —dice con la mirada al frente, pero es muy tarde, loúnico en lo que puedo pensar es en quitarme ya el molesto collarín e ir aapoyar a mi guapo chico de los tatuajes en su día especial.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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