33. Miedo
A pesar de que estuve suspendido una semana del CARP, cualquiera que en verdad me conoce pensaría que ha sido una semana de mierda, pero... Extrañamente fue todo lo contrario.
La verdad es que he aprovechado al máximo estos días para entrenar duro como perro de pelea sin descanso alguno, y de paso hice algunos cambios que eran más que necesarios.
He estado tan ocupado entrenando y haciendo mil cosas que los días se me han ido como agua, al grado que al final del día llego a casa y sólo me doy una ducha para dormir como piedra por el exceso de cansancio y al día siguiente me despierto con ganas de patearme yo mismo el trasero por no haberme tomado ni cinco minutos para llamarle a mi pequeño sol para decirle cuanto lo he extrañado.
Es irónico cómo con sólo pensar en él, ya me hace sonreír como un imbécil y quién iba a imaginar que Yo en algún momento me encontraría tomado de las pelotas por alguien, cómo me tiene Gun, y lo más curioso de todo es que él ni siquiera lo sabe.
Sólo espero que entienda que esto que estoy haciendo es por una buena razón y ojalá que me siga apoyando tal y como ha estado haciendo hasta ahora, y definitivamente esa es una de las cosas que más amo de él. Gun siempre me da mi espacio, nunca me cuestiona, ni me presiona y jamás me ha juzgado, al contrario, siempre me hace saber que confía plenamente en mí, y eso hace que mi puto pecho se sienta cálido.
Después de haber estado juntos aquel día y tras haberlo dejado en su casa, me puse a pensar en todo lo que ha pasado en mi vida desde que Gun apareció en ella, y he llegado a la conclusión de que él ha sido lo más bonito que me ha pasado y ahora sé que estoy hasta el culo por él, y la sola idea me hace sonreír.
Lo he estado pensado por días y llegué a la conclusión de que voy a terminar la universidad, ya estoy a sólo un año aunque mis notas son una mierda, sé que si me aplicó puedo lograrlo, de paso... Así puedo pasar más tiempo con Gun, no me importa que vayamos en diferentes facultades, sólo con verlo entre clases es más que suficiente para alegrar mis días de mierda.
Tal vez haya influenciado que ahora que estoy con él, pero después de pensar y pensar por días, sé que a pesar de que amo el boxeo no es una carrera para toda la vida, como tampoco el ser tatuador profesional de tiempo completo, porque eso lo veo más como un pasatiempo, pero en realidad es algo que me da para sobrevivir. Pero lo que en verdad deseo es poder dar lo mejor de mi para que mi Gun me vea siempre con sus hermosos ojos color miel lleno de orgullo, tal como lo hace cada vez que me mira.
Aunque mierda, se supone que a ésta hora ya debería de estar tomando clases, he estado tan ocupado que no me di cuenta de cuán rápido pasó el tiempo tratando de tener todo listo.
Ni siquiera he llamado a mi Sol para ver que tal ha sido su primer día, tal vez debería ir por él al campus para traerlo a casa, así podemos comer y pasar un rato juntos.
¿Pero qué diablos?
Mi puto teléfono no ha dejado de sonar desde hace media hora, si me pongo a hablar por teléfono menos voy a tener tiempo de terminar lo que tengo en mente, así que dejo de hacer lo que estoy haciendo para ir por el mugre aparato.
¿Pero qué mierda?
Me sorprende ver la notificación de los cientos de llamadas y mensajes que tengo tanto de Tay cómo de Mew, es como si ambos se hubieran puesto de acuerdo para saturarme el celular.
Cuando estoy por llamarle a Tay para saber que mosca les ha picado, de nuevo entra una llamada de Mew.
—Hey... —saludo tratando de sonar tranquilo.
—¿Dónde mierda estás? —los gritos de Mew me ponen en alerta.
—¿Se puede saber a ti que rayos te pasa? —preguntó en un tono más duro del que pretendía sonar.
—¿Dónde mierda estas Off?... —grita incluso más preocupado que antes.
—Puedes dejar de gritarme y decirme que rayos está pasando. —vuelvo a preguntar y mi maldita ansiedad ha empezado crecer a la velocidad de la luz, pero el idiota de mi amigo no dice nada, sólo se queda callado y eso me está poniendo más nervioso de lo que ya estoy, sólo alcanzo a escuchar algunos gritos lejanos y estoy a punto de mandar a la mierda la llamada.
—Off... Se van a llevar a Gun al hospital... —ahora dice Tay que al parecer le ha arrebatado el teléfono al idiota de Mew.
Momento...
¿Escuché bien?
¿Qué puta mierda significa eso de que se van a llevar a Gun al Hospital?
—Repite eso Tay —pregunto mientras siento como el puto miedo me va invadiendo por completo, y más cuando este otro idiota tampoco me responde y en su lugar se pone a discutir con Mew.
—Mierda Mew.... Allá va tu novio con Baby, será mejor que empieces a seguirlos casi puedo jurar que Gulf te cortará las pelotas.
—Yo se las cortaré a ambos si no me dicen que mierda que está pasando...
—Qué esperas para arrancar idiota, que no vea que los perdemos... —dice el maldito de Tay.
Puta mierda... Dame paciencia.
—No sé qué pasó Off, todo fue muy rápido, sólo sé que llegaron Sing y Jane y de la nada atacaron a Gun y a Ohm.
Mi corazón ha empezado a latir de manera alarmante, al escuchar que mi Gun fue atacado por ese pendejo de mierda.
—¿A qué hospital van? —pero una vez más soy vilmente ignorado por éste par de idiotas, por lo que sin dudarlo un minuto más le marcó de manera insistente a mi sol pero éste no me contesta.
Mierda...
Estoy que me cago en todos, por no saber que rayos está pasando, así que no me queda más que volverle a llamar a Tay, quien de inmediato contesta.
—Estamos llegando al hospital del centro —termino la llamada en cuánto lo dice, y así como estoy tomo las llaves de mi jeep y salgo como alma que lleva el diablo.
En cuanto llego me encuentro con Gulf quien está discutiendo con Mew en el estacionamiento, así que me acerco a toda prisa.
—¡TÚ, MALDITO ANIMAL! ... —Gulf me señala con el dedo— Sabía que era mala idea que Baby anduviera contigo, —escupe, y Mew me mira preocupado— La mujerzuela con la que andabas casi le rompe el cuello a mi mejor amigo.
¿Pero Que mierda?...
—Quieres calmarte por favor y dejar de decir idioteces... —Mew trata de calmar a su chico bestia quien ahora lo mira asombrado.
—Nada de cálmate Gulf, desde que este tipo apareció en la vida de Gun no ha hecho otra cosa más que meterlo en problema tras problemas.
Aunque trate de aparentar que sus palabras me importan una mierda, lo cierto es que tiene toda la razón... Gun no tiene por qué pasar por esto y eso sólo me hace sentir una mierda porque yo no estaba ahí para cuidarlo.
—¿Dónde está? —preguntó mientras me trago mi puto orgullo que está hecho mierda, lo único que me importa es ver a mi chico.
—Le están haciendo estudios, esa maldita zorra le lastimó algunas vértebras del cuello.
Siento que la rabia y la impotencia se van apoderando de mí y será mejor que entre al hospital o de lo contrario voy a perder los estribos contra el mejor amigo de Gun y eso es lo que menos quiero.
Sé que yo no le agrado una mierda, lo supe desde el día que me encontró en pelotas en mi departamento, y lo confirmé cuándo me lleve a Gun de la fiesta sin decirle una palabra. Pero ni él ni nadie tiene una puta idea de lo que en realidad tenemos Gun y Yo, para que venga a juzgarme tan cruelmente como lo acaba de hacer.
Y aunque no deberían de afectarme sus palabras, lograron hacerme daño porque por mi culpa Gun está ahí dentro de ese maldito hospital y por eso me odio en estos momentos.
»Ya estando dentro miró en la sala de espera y veo a Tay platicando con una chica de pelo rubio, y frente a ellos están el Novato junto al amigo de Gun, no tengo idea de cómo se llama, pero es el más simpático.
—¿Qué mierda pasó? —le preguntó al estar frente al novato quien sólo me voltea a ver y aún tiene la mirada cargada de rabia.
—Yo iré por unos cafés así pueden hablar —dice el amigo de Gun de manera amable y Ohm sólo asiente.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó por milésima vez.
—El hijo de puta de Sing apareció de la nada junto a una tal Jane y entre ellos hicieron un desmadre.
—¿Estás bien? —y Ohm sólo me mira haciéndome sentir un estúpido con mi pregunta.
—Si, a mí no me lastimó, a él no le fue tan bien... pero te juro que tenía ganas de matarlo.
Comparto ese sentimiento en este momento.
—No sé qué mierda tengas que ver con él o con la tipa esa, pero ten cuidado Jumpol, el tipo dice que le debes una pelea y si no aceptas se irá sobre Baby, si hubieras escuchado todo lo que el tipo le dijo.
Escucharlo hace que me hierva la sangre, si ese maldito hijo de puta le llega a tocar un sólo cabello a mi sol juro por lo más sagrado que no vivirá para contarlo.
—¿Cómo lastimaron a Gun? —parezco un maldito toro en plena faena.
—Sing lo ofendió de todas las maneras que te puedas imaginar y yo sin pensarlo me le eché encima, sólo quería que se disculpara con él y cuándo me di cuenta, la tipa esa lo había tomado del cabello y de un jalón lo tiro al suelo, así fue como le lastimó el cuello.
Maldita hija de puta...
—Gracias —Ohm me mira como si me hubieran salido tres cabezas.
—¿De qué estás hablando?
—Por defenderlo y por cuidarlo cuando yo no estuve ahí para hacerlo.
—No lo hice por ti.
—Eso no importa, de nuevo gracias por cuidarlo.
—Familiares de Gun Atthaphan. —se escucha la voz de una enfermera y de inmediato nos levantamos todos.
La mujer mira a toda la bola de idiotas que se ha acercado con rostros preocupados esperando escuchar las noticias sobre Gun.
—¿Algún familiar directo? —pregunta la enfermera haciendo una mueca.
—Yo soy su pareja —digo sin pensarlo y todos me miran incrédulos.
Cómo si eso me importara.
—Sígame por favor.
Lo hago de inmediato y entre más avanzó mis músculos se convierten en una puta gelatina, y en cuanto llegamos a una pequeña habitación mi corazón está a mil por hora, al entrar... un puto nudo se instala en mi garganta al verlo con un collarín y una sonda intravenosa.
—Hey pequeño...
—¿Qué haces aquí Papii? —debe ser una jodida broma que pregunte eso cuándo casi me muero al saber que estaba en el hospital.
—Los dejo solos, en cuanto termine el suero podrá irse a casa. —dice la enfermera.
—Gracias —digo sin dejar de mirar a mi Sol.
—Si tienes alguna molestia, sólo avisa.
—Uhum... —responde cerrando los ojos.
—¿Cómo te sientes? —parezco estúpido al preguntar eso.
—Ya mejor... —dice dando un suspiro— el suero tiene desinflamatorios y algunos sedantes, así que casi no me duele.
—Lamento no haber estado ahí para haberte cuidado —lo digo de corazón esto no me lo voy a perdonar.
—No te preocupes, imagino que has estado ocupado, es más tú me tenías preocupado porque no tenía noticias tuyas.
—Lo siento de verdad, Solecito... Pero podrías haberme llamado.
—No, porque imagino que si tú no lo hiciste fue porque estabas muy ocupado y no quería abrumarte.
Dios cómo no voy a quererlo...
—Nunca podrías hacerlo.
Una vez más me sorprende que no me cuestiona, ni me presiona para que le diga que he hecho en estos días y si tan sólo el supiera el motivo.
Lo único que deseo en este momento es que se termine el suero para poder llevármelo a casa, sólo espero que lo que tengo preparado le guste, ya veré la forma de ajustar cuentas con ese par de imbéciles y para eso necesito hablar con Pod.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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