28. Háblame

Por más que intentó concentrarme, sólo estoy haciéndome tonto porque no dejo de contar las mismas diez gasas que he contado durante la última hora sin que tenga que empezar de nuevo, y eso al parecer le causa gracia al doctor, porque ni siquiera me pide que preste atención, cuando es obvio que mi mente está en aquella oficina.

La verdad... No sé qué me asusta más... Qué todo esté tan tranquilo como si nada pasara, o que de un momento a otro mi padre empiece a dar de gritos.

Por muy tentado que estoy en salir de aquí y ver que rayos es lo que está pasando, lo cierto es que en esta ocasión no me atrevo ni a asomar las narices afuera del consultorio, por muy nervioso que esté en estos momentos, sé que no debo tentar mi suerte.

Algo que no deja de inquietarme es que mi papá no me ha dicho ni media palabra desde que supo lo que hay entre Off y yo, sólo por eso me contengo, porque lo que menos quiero es causarle a Off más problemas, pero no sé cuánto más van a soportar mis nervios sin colapsar.

—Gun ¿Podemos hablar un momento? —de inmediato volteo al escuchar su grave voz.

—Si quieren pueden hablar aquí —dice el doctor antes de salir del consultorio.

No sé qué rayos pasó en la junta, pero me preocupa ver el semblante que tiene, es una mezcla entre abatido y confuso, totalmente distinto a como llego.

—¿Todo bien? —le pregunto porque me preocupa que él no diga nada, sólo se acerca y me toma de la cara para darme un pequeño beso, y es algo totalmente diferente a los que me ha dado.

Su beso es tierno y muy cálido, a su lado soy tan pequeño que me tengo que poner de puntillas tratando de alcanzar aún más sus bonitos labios, esta posición es muy cansada, pero no importa, él es muy alto y yo soy súper bajito pero no quiero que termine éste contacto.

—¿Éstas bien? —vuelvo a preguntarle, pero él no responde y sólo pasa su enorme mano sobre mi cabello para despeinarme más de lo que ya estoy.

—¿Quieres ir a desayunar? —pregunta evadiendo mi pregunta cómo ya es su costumbre y sólo puedo asentir sin reprocharle nada, porque por muy curioso que esté, debo dejar que él me hable cuando esté listo y quiera hacerlo, aunque a veces me ponga a pensar si en algún momento él llegara a abrirse conmigo y me tendrá la confianza para decirme que es aquello que le atormenta.

—Si me gustaría —respondo tratando de verme lo más normal posible, aunque su gran misticismo no deja de desconcertarme.

—Entonces andando mi Sol —ahora me levanta por el trasero para darme otro pequeño beso al ver que sonrió por la forma tan tierna en la que me ha llamado.

Cuando ambos empezamos a caminar hacia la salida lo hacemos ante la mirada curiosa de todos, y aunque no estamos haciendo nada malo, la mayoría no puede dejar de mirar la forma en la que Jumpol me lleva tomado de la mano y por primera vez no me importa lo que la gente pueda llegar a pensar, él sólo tomó mi mano para hacerme caminar a su lado y esa sencilla acción hizo latir mi corazón a toda marcha.

Cuando pasamos cerca de la oficina de mi papá, veo que ahora está hablando con Ohm, y por el semblante que tienen ambos, intuyo que no están hablando de nada bueno... Y un doloroso pinchazo se instala en mi pecho al sentirme culpable por todo lo que ha pasado con Ohm, él es un chico muy noble y sé que no se merece nada de esto, así que sólo doy un largo suspiro y aceleró mi paso para salir de aquí lo más pronto posible.

»Al llegar al carro de Off, como ya se le está haciendo costumbre me ayuda a subir, y es un gesto que le agradezco porque es un lío tener que subir y bajar de esta cosa sin que tema romperme los dientes si doy un mal paso.

Durante el camino, Off ha estado muy serio mirando hacia el frente y sigue sin decir una sola palabra y su actitud empieza a aumentar mi nerviosismo, ni siquiera ha puesto música y el silencio dentro del jeep empieza a sentirse incómodo, pero de nuevo no quiero presionarlo, así que una vez más prefiero callar.

Al llegar al pequeño restaurante, de inmediato se baja para ayudarme a bajar, y lo hace pegándome a su cuerpo para terminar dándome un beso ahora más necesitado y por un momento pienso si ir a desayunar es una buena idea.

—¿Sabes que puedes hablar conmigo? —suelto antes de pensar y veo que el asiente.

—Lo sé... —lo dice mientras me acaricia con sus ásperos nudillos—. Ahora andando que debes de recuperar peso —dice mientras me vuelve a despeinar.

Al entrar, vamos hacia la primera mesa que encontramos disponible y esperamos a que llegue la camarera para que tome la orden, en cuanto la mujer llega, ésta no puede dejar de admirar a mi atractivo chico tatuado y de inmediato hace todo lo posible por llamar su atención empezando a coquetearle de la manera más descarada que haya visto, y su actitud empieza a incomodarme... demasiado diría yo. Y al parecer Off se da cuenta de mi súbito cambio de ánimo y no duda en entrelazar su mano con la mía ignorando por completo a la mujer que está parada frente a nosotros pestañeando sin parar.

—¿Puedo tomar tu orden? —pregunta la chica ignorándome por completo y poniéndole a Off su operado busto en la cara.

Mi guapo chico tatuado me mira y me guiña el ojo con complicidad ante la mirada expectante de la joven que espera ansiosa su respuesta, pero Jumpol no deja de mirarme en ningún momento y me regala esa hermosa sonrisa que tiene.

—Deberías de preguntarle a mi chico que es lo que él desea desayunar y lo que pida él, será también para mí. —dice tan seguro y sin dejar de mirarme que hace que mis mejillas se empiecen a teñir de mil colores y su actitud me forma una tímida sonrisa.

Las palabras de Off parecen descolocar un poco a la coqueta mujer, quien ahora no sabe cómo actuar, pero muy a su pesar toma mi orden.

Cuando por fin tiene nuestro pedido, ella simplemente se marcha con el ceño fruncido, no sin antes darle una última mirada al precioso monumento lleno de tinta que está sentado frente a mí.

—¿Quieres hablar sobre lo que pasó ahí adentro? —no puedo evitar preguntar curioso esperando a ver si desea hablar, pero el simplemente no dice nada... Él no suelta mi mano, al contrario empieza a jugar con ella y de pronto mira a través de la ventana, tras un largo suspiro voltea a verme regalándome una tímida sonrisa y por fin creo que va a empezar a hablar.

—Aquí están sus órdenes... —interrumpe la camarera y Off se recarga sobre el respaldo teniendo que soltar mi mano. Definitivamente está mujer está en mi lista de las personas menos favoritas.

—Te ves muy adorable frunciendo el ceño —dice tocando mi nariz—pero debes de comer, estás muy delgado —dice mientras se cruza de brazos.

—¿No piensas comer? —le preguntó porque todo este tiempo sólo ha jugado con él alimento.

—No tengo mucha hambre —genial ya somos dos.

De nuevo se empieza a formar un incómodo silencio en la mesa haciendo que el poco hambre que tenía desaparezca por arte de magia.

—¿Qué pasa Sol? ¿Por qué no comes?

—Se me fue el apetito... —ahora Jumpol me mira tratando de descifrarme.

—Vente... Vámonos de aquí —saca unos cuantos billetes y los deja sobre la mesa, y para mí sorpresa de nuevo entrelaza su mano con la mía para salir del restaurante.

Al llegar hasta su carro antes de ayudarme a subir me mira acariciándome la mejilla para besarme de nuevo, sé que algo le pasa, estoy seguro de que algo le preocupa y sé que le está costando mucho el intentar abrirse y eso me entristece porque no sé de qué manera ayudarle.

—Creo que llegó el momento de hablar —dice pegando su frente con la mía como si leyera mis pensamientos.

—Está bien... hablaremos si estás seguro de que eso es lo que quieres, no porque te sientas forzado en hacerlo —digo acariciando su rostro y el asiente.

—Necesito hacerlo Sol...

—¿Sabes que puedes confiar en mí, verdad? —el asiente mientras se aferra a mi cuerpo con fuerza y ahora si empiezo a preocuparme.

—Vamos antes de que me arrepienta —dice mientras me ayuda a subir de nuevo a su carro.

Durante el camino va serio, se le ve abatido, como si estuviera un gran debate mental, cómo si esto que está por hacer no fuera lo correcto... o si... ahora sé que siente necesidad de hablar conmigo, pero también me doy cuenta de que esa necesidad de contar aquello que le está atormentando, le cuesta un mundo y me parte el corazón.

No sé qué tan malo pueda ser para que esté así, pero pase lo que pase y me diga lo que tenga que decir, no lo juzgaré, no lo criticaré y trataré de hacer todo lo posible para que se sienta mejor.

No sé qué tanto tiempo ahora yo he estado pensativo, pero cuando me doy cuenta, ya ha estacionado el carro y me sorprendo porque no es en su casa, mis nervios aumentan un poco al ver que me ha traído a un hotel y no puedo evitar sonrojarme.

—Tranquilo Sol, estamos aquí porque sé que no te sientes cómodo en mi casa. —de nuevo siento que puede leerme el pensamiento.

—Yo... Gracias —lo digo en serio porque tal parece que presta atención a todo lo que hemos hablado y sobre las cosas que no me agradan y aunque suene absurdo, sabe lo que pienso de su departamento, es una idiotez de mi parte y definitivamente tengo que trabajar en ello, pero le agradezco el gesto.

En cuanto llegamos a la recepción, la señorita no pierde detalle en lo guapo que es Off y voltea a darme una tímida sonrisa muy diferente a como actúo la chica del restaurante, más vale que me vaya haciendo a la idea de las reacciones que despierta Jumpol en todo el mundo... Incluyéndome.

Mientras caminamos hacia el elevador, Off me abraza por la espalda y caminamos juntos ante la mirada curiosa de la gente, pero no me importa que nos vean, y al parecer eso tampoco parece importarle a él, ya que no deja de jugar con mi cuello mientras vamos dentro del elevador.

Al llegar a la habitación, mi corazón está trabajando a una velocidad increíble y Off empieza a morderse el labio nervioso y por inercia imitó su acción. Una vez dentro, cierra la puerta con el pestillo y para su asombro soy yo quien me lanzó como un pequeño mono araña sobre él, ahora soy yo quien necesitaba besarlo y a cómo puede me sujeta del trasero para que no me caiga.

Siento cómo sonríe contra mis labios divertido por mi impulsivo ataque y eso a su vez me hace sonreír como un bobo. Aún conmigo en brazos, vamos hasta donde está la cama y con cuidado me deposita sobre ella mientras se quita la polera dejándome admirar su perfecto cuerpo lleno de tinta.

—¿Estás listo para escucharme?

—Sólo si tú estás seguro de querer contarme.

—Nunca antes estuve tan seguro de querer hacerlo, con nadie más que no seas tú podría hablar sobre mi vida. —confiesa y de nuevo veo la sinceridad en sus ojos y esas enormes ganas de abrirse finalmente.

—Off, antes de que empieces a hablar... Debes de saber que pase lo que pase te voy a apoyar siempre y que esto que estoy sintiendo por ti no va a cambiar.

—Eso es lo único que espero, Mi Sol... Si estás listo para escucharme entonces creo que llegó el momento —Suelta y ahora yo estoy sumamente nervioso, porque sea lo que tenga que decirme me tiene con el alma en un hilo.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top