24. Cruzaste la línea

Él aceptó.

Él ha aceptado intentarlo.

¿Ahora que puta mierda debo hacer? La verdad es que no tengo ni idea, pero... el tenerlo así conmigo, justo como lo tengo abrazado y sobre mí en este preciso momento, sintiendo el calor que emana su pequeño cuerpo, es la mejor puta sensación que jamás haya tenido.

Cuando Gun me gritó furioso que no le volviera a llamar "nene" sabía que tenía toda la razón, la había cagado en grande, ahí supe que no podía llamarlo como he llamado a otras personas.

Aunque suene estúpido y hasta difícil de creer, viniendo de mí, una vez más me di cuenta de que él es un chico en verdad especial en todos los sentidos.

Él es como mi puto sol personal que vino a alumbrar mi maldita oscuridad y me hace sentir esa calidez que hace mucho tiempo no sentía, así que no dude en llamarle Mi Sol, porque estoy seguro que a partir de ahora mi puto mundo va a girar alrededor de él, de eso ya no me queda la menor duda, aunque a él le cueste creerme.

Pero estoy seguro de que poco a poco me ganaré su confianza, y si él me ha aceptado así sin saber nada de mí y con toda mi mierda, lo mínimo que debo hacer es esforzarme lo más que pueda para no cagarla otra vez.

Ahora que lo tengo de nuevo así sobre mi mientras le beso y acarició a mi antojo, me doy cuenta de que esto es lo que necesito y el admitirlo me da un puto pavor.

Gun, a pesar de que aprendió a besar rápido, aún me deja disfrutar de su inocencia. No tiene ni puta idea de lo que su boca y todo él me provoca y más cuando hace esos pequeños sonidos a la hora de besar.

Todavía no puedo creer lo mucho que llegué a juzgar al maldito novato por su estúpida y extraña fascinación por Gun... porque hoy me doy cuenta de que yo estoy igual o peor que él. Y lo más increíble de todo esto, es que mi pequeño sol vive en su propio mundo sin siquiera estar consciente del peligroso poder que tiene sobre mí, y no puedo negar que eso me aterra un poco.

Estoy disfrutando como nunca de este contacto, que no quisiera que se marchase, pero... ya es tarde y debo llevarlo a su casa, pero necesito que sepa cómo me hace sentir y por instinto empujó mi dura erección hacia su trasero y me recompensa con un delicioso jadeo.

—Ya debo ir a casa —habla en voz baja y me pierdo en sus hinchados labios.

Vuelvo a empujar mi cadera y él se aferra a mis hombros mientras se muerde el labio inferior y cierra sus hermosos ojos color miel y yo sonrió como el mayor bastardo con suerte que soy en estos momentos.

Aunque quisiera desnudarlo y poder fundirme en él, debo ir lento y con cuidado, no quiero que piense que es sólo una aventura más o que es alguien con quien sólo deseo pasar el rato, porque aunque está mal que lo diga, de ante mano sé que no hace falta que busque quien esté dispuesto a follar, porque definitivamente ahora que estoy con Gun, sé que eso no es lo que quiero.

Si he de llegar a hacerlo con él, será cuando Gun esté listo, no quiero que piense que es parte de una calentura, quiero que su primera vez sea algo placentero y significativo.

—Otra vez... —suelta entre jadeos y yo me cago en la puta mierda ante su petición.

—¿Así?... —ahora soy yo quien jadea al mover las caderas con un leve vaivén y él asiente para volver a besarme con más intensidad.

Con toda la torpeza del mundo mueve sus pequeñas caderas buscando algo más de fricción y maldita sea... su puta inexperiencia me hace gruñir calentándome la sangre y mis manos van hacia su trasero y adentro mis manos al interior de su pantalón para poder tocarlo a mi antojo, y soy recompensado con otro delicioso sonido.

De inmediato yo gruñó al sentir que está igual de duro que yo, y por un puto instante se me viene algo a la mente y tal vez decida mandarme a la mierda, pero nada pierdo con preguntarle.

—¿Quieres que te ayude a correrte? —no puedo evitar darle unos mordiscos en el cuello y él asiente.

—Si... Por favor... —dice entre susurros y con sólo esas tres malditas palabras termina de convertir mi sangre en lava pura.

Con cuidado lo bajo de mi regazo y le quito rápido el pantalón mientras él hace intento de despojarme de la camisa para después quitarse la suya, quedando ambos en sólo calzoncillos, aunque quisiera dejarlo desnudo por completo, sé que si lo hago no podré parar y él aún no está listo.

De nuevo lo atraigo sobre mi regazo y él gime un poco más alto al sentirme completo contra su trasero, mis manos van de nuevo dentro de sus calzoncillos y me premia con una puta imagen que bien me pudiera tatuar en este momento.

Gun es sensualidad pura, sus toques y sus gestos al momento que le beso y chupo mientras muevo las caderas imponiendo más ritmo... es la puta gloria, no quiero ni imaginarme lo que se sentirá estar dentro de él o me correré en cuestión de segundos.

—¿Estás listo para correrte? —digo mientras le chupo su delicada barbilla.

—Si-ahg —dice entre jadeos al mismo tiempo que mueve sus pequeñas caderas al ritmo que he impuesto.

Cuándo sus manos van a mi cabello y tira de él, me produce un delicioso escalofrío que recorre toda mi médula y va a dar a la punta de mi polla.

—Mírame, sol... —Gun no duda ni un momento y de inmediato me mira con su hermosa mirada ahora llena de deseo.

Verlo jadear con sus hinchados y rojizos labios, y con esa capa de rubor ocultando sus pecas me están llevando al límite.

De pronto no puedo evitar guiar mi dedo índice hacía su entrada y con sólo acariciar ese lugar que quisiera explorar, es suficiente para que él convulsione entre mis brazos dando unos pequeños y deliciosos chillidos arrastrándome junto a él, haciéndome estallar en mil pedazos.

Desde que inicié mi vida sexual a los trece, nadie, jamás, me había hecho explotar de la manera en la que lo ha logrado hacer él y sin necesidad de llegar a la penetración.

Cuando termina de reponerse me mira y sonríe con su bella sonrisa iluminando toda la puta habitación, y no puedo evitar besarlo de nuevo.

—No quiero que tengas problemas con tu padre —Gun suspira y sabe que es hora de ir a casa.

—Si ya es un poco tarde... —dice tratando de bajarse de mi regazo—uhmm necesito limpiarme —dice algo apenado y yo sonrió como un idiota.

—Ven... —Vamos al baño y el abre los ojos preocupado— en lo que tú te limpias en el baño yo me pondré otros calzoncillos limpios —veo que se relaja un poco.

No pasan ni quince minutos y ya estamos cambiados y listos para salir del departamento, pero antes de irnos le vuelvo a besar como si no hubiera tenido suficiente... y lo cierto es que no, porque entre más lo beso y más lo tocó, más quiero y necesito de él, como si ahora el fuera algún tipo de narcótico para mí.

—Dame tu teléfono —le pido y me lo entrega sin preguntar, anotó mi número antes de que se nos vuelva a pasar como la vez anterior.

—Ahora dame el tuyo dice —y se lo entrego pero frunce el ceño al ver que me ha llegado un mensaje— ten, parece que les urge localizarte —me lo entrega y veo que es de Pod.

Ni siquiera los leo, de momento sólo borro los mensajes para que él se sienta más cómodo y le vuelvo a entregar mi celular.

—Es alguien parecido a mi agente. —de inmediato mi sol relaja el rostro, mientras anota rápido su número, y me lo regresa.

—¿Ahora si me puedes llevar a casa?

—Andando pues... —le abrazo y no puedo evitar besar su peculiar cabellera.

»El camino es tranquilo, hablamos de todo y a la vez de nada en especial y sin lugar a dudas disfruto mucho de su compañía y de todo lo que tenga que ver con él.

Gun sonríe y mientras estamos en un alto, me pierdo en su sonrisa y cuando menos lo esperamos nos damos cuenta de que hemos llegado a su casa.

Pero de pronto su bella sonrisa desaparece en cuanto mira hacia la entrada y vemos a cierto castaño abriendo y cerrando los puños.

—¡No es cierto! —Gun dice en voz baja.

—¿Dónde has estado Baby? —grita el novato mientras camina rápido hasta donde estamos.

—¡Debe ser una maldita broma! —vuelve a decir mi sol en voz baja en cuanto ve como se acerca el novato y de inmediato voltea a verme para ver mi reacción.

Pero no digo nada, sólo me bajo para ayudar a Gun a salir del jeep, y el novato se me deja venir hecho una maldita furia sin medir las consecuencias.

—¿Qué estás haciendo aquí?¿Qué estás haciendo con Baby? —Grita empujándome contra el jeep— ¡contesta maldito hijo de puta! —grita furioso.

—No te metas conmigo... —le empujó furioso de vuelta.

Pero el novato no se da por vencido y me agarra con fuerza de la camisa queriendo estamparme de nuevo contra el carro.

Sin importarnos una mierda en donde estamos empezamos una maldita riña donde ambos queremos lo mismo y ninguno de los dos piensa renunciar a él.

—¿Quieren hacerme el favor de parar? —escucho la voz de Gun tratando de intervenir entre ambos.

—¡NO TE METAS EN ESTO BABY! —El maldito se atreve a gritarle— éste pendejo de mierda ha cruzado la línea contigo... —Escupe el novato y parece que ha perdido la maldita cabeza por completo, intenta darme con todo, siento su puta rabia y su frustración emanar por cada maldito poro, pero yo no puedo quedarme atrás.

Sé que Gun y yo trataríamos de mantener esto en secreto... al menos delante de su padre, pero no pienso dejar que ningún hijo de perra le venga a gritar de esa manera a mi sol, menos en mi presencia.

De nuevo vamos a dar al piso dando un gran espectáculo en la vía pública mientras a lo lejos escuchamos los gritos de Gun y al parecer de alguien más.

Cuando menos lo pensamos alguien toma al novato y a mí al mismo tiempo tratando de separarnos y ambos tenemos visibles golpes en el rostro.

—¿Se puede saber qué significa esto? —pregunta furioso el entrenador Atthaphan, mientras el señor Kanawut sujeta con fuerza al novato

—Ese maldito hijo de perra cruzó la línea con Baby —escupe el hijo de puta de Ohm.

Hago el intento por separarme con ganas de matar al maldito novato, pero el señor Natouch me sujeta con fuerza al grado que siento que me romperá el brazo.

—Vamos... ya suelten a éste par de imbéciles o les van a romper los brazos —grita histérico el entrenador mientras se dirige hacia Ohm.

—Repite lo que has dicho Thitiwat.

—Qué ese Imbécil cruzó la línea con baby.

—No hables si no tienes ni la menor idea de lo que estás diciendo —me sorprende ver a Gun tan decidido saliendo en mi defensa.

—¿A qué se refiere Thitiwat? —ahora me encara el entrenador, y siento atorado en el puto pecho las ganas de gritar que Gun y yo estamos dándonos una oportunidad.

—¿No piensas contestar maldito cobarde? —escupe el novato.

Gun ahora no dice nada, pero veo que su pequeño cuerpo ha empezado a temblar y me siento una vil mierda, por ser el causante de su estado.

—Ven aquí, Sol. —Gun me mira atónito y yo lo atraigo para abrazarlo, ahora si me he puesto la puta soga al cuello, pero qué más da.

—¿Qué significa esto? —pregunta hecho una fiera el entrenador.

—Papá...

—Cállate y entra a la casa —dice furioso el entrenador.

—No. —dice Gun firme y decidido, para quedarse a mi lado.

—Thitiwat... vete a casa. —escupe el entrenador.

—¿Pero?

—He dicho que te vayas a casa. —dice en un maldito tono amenazador.

—Gun, entra a la maldita casa.

—Te dije que no. De aquí no me voy a mover.

El entrenador da un largo suspiro mientras los señores Kanawut y Natouch se alejan un poco, no quieren ser testigos del homicidio que está a punto de cometer el señor Atthaphan.

De manera peligrosa e intimidante se acerca a mí, tratando de descifrar mi expresión, para después mirar a Gun y de igual manera le observa con detenimiento.

—Eres hombre muerto Jumpol... —dice finalmente con su dura e inexpresiva mirada.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

----

Oh por Diosss

Compartan, voten, comenten... y sobre todo disfruten. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top