19. ¿Qué estoy haciendo?

No sé qué jodida mierda está pasando conmigo.

Éste no soy yo... Realmente me desconozco en estos momentos.

No soy el mismo cuándo él está cerca de mí, cada día que pasa me doy cuenta de que no tengo ni puta idea de que es lo que hago cuando se trata de Gun... y eso me desconcierta.

No basta decir que estoy bastante confundido, nervioso, molesto... Pero a la vez me siento ¿contento? en serio, no me queda la menor duda de que empiezo a volverme loco...

Todo empezó en la estúpida fiesta...

Las cosas empeoraron después de tomarme esas dos cervezas, cuándo lo vi llegar luciendo tan diferente y tan jodidamente sensual, o tal vez me molesto verlo bailar embriagado siendo presa fácil, y me siento un pendejo de primera por no poder esconder mi rabia cuando aquellos imbéciles intentaron tocarlo.

No sé qué mierda estoy haciendo, sólo sé que hice la cuarta estupidez de la noche cuándo decidí traerlo a mi departamento, por más que me repito que lo hice porque fue para cuidarlo y porque no podía dejarlo a su suerte en la fiesta para que se aprovecharán de él.

Pero... para qué me hago pendejo. Según yo lo traje aquí para cuidarlo y protegerlo, y sin embargo hace un rato lo tenía sobre mi regazo mientras besaba y acariciaba su pequeño y delgado cuerpo a mi antojo, y él se sonrojaba y no dejaba de hacer esos sensuales sonidos en mi boca, logrando ponerme tan duro como nunca antes había estado.

Probablemente fue su cercanía, o el dulce aroma de su piel, que no pude resistir la tentación de besarlo y sin lugar a dudas ese ha sido el beso más torpe que he tenido en mi puta y jodida vida, pero a la vez ha sido el más dulce y gratificante de todos los que he dado.

Aquí estoy otra vez actuando como un imbécil al no poder resistir tocarme de nuevo los labios ante el extraño y delicioso hormigueo que siento en ellos, aún puedo saborear la dulzura de sus carnosos y adictivos labios encajando tan jodidamente a la perfección con los míos.

Tampoco voy a negar que descubrir que fui yo quien le dio su primer beso me causó una enorme satisfacción para después hacerme entrar en un puto debate mental.

Soy un maldito bastardo...
Lo correcto sería haberle llamado a Mew para que él y su novio vinieran a recogerlo, en lugar de haberlo tenido sobre mi regazo con ganas de follarlo.

¿En qué puto lío me he metido?

Y para acabarla de joder, como si no fuera suficiente el conflicto en el que estoy metido, ahora Gun está dormido tan tranquilo y semidesnudo en mi cama.
Cuando vi que empezaba a dormitar, no pude evitar sentir un poco de ternura al escucharlo balbucear cosas incoherentes y a la vez preguntaba curioso que es lo que pasaba conmigo y porque actuaba así con él.

Me asuste cuando mi puto corazón latió fuerte cuando Gun me acarició todo el rostro con su pequeña mano regordeta mientras yo disfrutaba como un idiota de ese contacto, él se miraba tan ingenuo y a la vez tan sexy con sus hermosos ojos amielados y sus ahora hinchados labios que por un breve instante me perdí en su pecoso y bello rostro. Él estaba tan tranquilo, y a la vez tan despreocupado, mirándome y tocándome con detenimiento, que volví a sonreír cuando vi que se había sonrojado aún más, mientras que yo estaba hecho un puto y completo desastre.

Cuando sentí que se había quedado dormido sobre mi regazo, con cuidado me levanté con él para llevarlo a la cama, y después hice la quinta cosa más estúpida que pude haber hecho esta noche...

Con cuidado le quité eso que él llamaba pantalón para que no se le fuera a cortar la circulación de tan apretado que estaba, también le quité la camisa ajustada y ahí fue que me di cuenta de mi gran estupidez...

Verlo semi desnudo luciendo sólo esos pequeños boxers en color negro, hicieron que me doliera aún más mí ya casi adormecida entrepierna.

¿Quién iba a pensar que debajo de las ropas holgadas que a veces usa, se escondía un pequeño, muy delgado y bien formado cuerpo?

La situación no puede empeorar cuando me visualizo metido entre sus largas y bien formadas piernas, y no puedo evitar gruñir al ver como se gira sobre su plano abdomen, dejando a la vista su pequeño, firme y redondo trasero.
Santísima mierda...

Lo que faltaba, ahora me siento un puto enfermo mental por imaginar a todo color lo que podría hacer metido entre sus piernas.

¿Deseo follarlo?... Por supuesto que deseo... Pero ¿Estoy listo para hacerlo?, no, definitivamente no lo estoy. Gun es un peligro para mí en todos los sentidos, para todo lo que conozco, y para todo aquello que desconozco.

Ni siquiera quiero imaginar lo que el entrenador me haría si se llega a enterar de cómo estamos su hijo y yo en este instante, cómo mínimo me corta las bolas y hace que me las trague crudas...

Lo peor de todo es que creo que bien valdría la pena intentarlo.

¿Pero qué mierda estoy pensando?

No... Ni siquiera sé si estoy listo para hablar de mis mierdas con él, pero vi su mirada y algo me dice que no va a desistir hasta saber qué es lo que está pasando.

Tal vez debería dejarlo dormir aquí y largarme a ver en donde pasó la noche, verlo semidesnudo en mi cama es mucha tentación en estos momentos...

¿Podría ser tan hijo de puta si me largo?

Veo que se remueve incómodo y hago la séptima cosa más estúpida de esta noche... De inmediato me quito la ropa y me recuesto a su lado y él se gira apegándose a mi cuerpo.

Jamás en mi puta vida he compartido la cama con alguien sin follar, y debo decir que la sensación que estoy sintiendo es plena, escuchar el latir de su corazón, sentir el calor de su cuerpo y su pausada respiración... me hacen sentir extrañamente bien.

Soy un puto enfermo al tener estos pensamientos, y más cuando ahora soy yo quien le acaricia el pecoso rostro y veo como su cabello color zanahoria se desparrama sobre mi almohada.

Parece que disfruta de mi contacto y se pega aún más a mi pecho y su escuálido brazo me rodea la cintura, no puedo ocultar lo duro que estoy en estos momentos y me doy cuenta de que él está en la misma situación que yo.

Su erección y la mía hacen contacto y a pesar de que está dormido emite un ligero jadeo, y yo no puedo evitar gruñir porque ese ligero sonido fue a parar hasta la punta de mi polla.

Debería salir de la cama y darme una ducha helada, urgente... pero no puedo... Por la puta mierda... No puedo, la verdad es que suena raro; pero estoy disfrutando mucho tenerlo así.

Se vuelve a remover haciendo que nuestras caderas estén nuevamente en contacto y su diminuta nariz empieza a acariciarme el pecho...

Esto es un puto martirio.

No puedo más y hago el intento por levantarme de la cama, pero sus brazos se aferran inconscientemente a mí, con cuidado le quito el brazo que me rodea y tal vez lo he hecho de manera tan brusca que he logrado despertarlo.

—Lo lamento —dice sentándose en la cama bastante desorientado, mientas se cubre con la sábana.

—Tranquilo... No pasa nada... Duerme un poco más, yo me voy a ir a la sala para que estés más cómodo.

Él baja la mirada visiblemente avergonzado y se cubre aún más que antes y yo me siento un completo pendejo, por reaccionar siempre así con él.

—¿Por qué te caigo tan mal? —dice en un susurro de voz.

¿De dónde mierda saca que me cae mal? por el amor de Dios, si hace menos de dos minutos me tenía duro como una piedra.

—No me caes mal, ¿De dónde sacas eso?. —me vuelvo a sentar a su lado.
—Pues... Porque siempre actúas raro cuando estamos cerca.

—Pero eso no significa que es porque me caes mal... —refutó.

Veo que está pensando en cómo preguntar eso que ronda por su rojiza cabeza y de pronto sus preciosos y asustados ojos me miran y suelta.

—Hace rato dijiste que hablaríamos con calma y además ¿por qué dices que no eres bueno para mí? ¿Es por eso que actúas así conmigo?

No puedo evitar suspirar no sé si de cansancio o frustración, o una mezcla de ambos, pero su insistente y curiosa mirada que trata de averiguar qué es lo que pasa, me inquieta.

—Ni se te ocurra decir que vamos a hablar cuando no haya rastros de alcohol... Porque no estaba tan ebrio como piensas.

—No te darás por vencido... ¿Verdad? —veo que niega con la cabeza al mismo tiempo que se muerde el labio y me sorprendo al desear ser yo quien lo estuviera mordiendo en este momento.

—Háblame, Off... Puedes hablar conmigo, lo digo en serio... Quiero poder entenderte y saber porque eres así conmigo.

Cierro los putos ojos con fuerza y cuando menos espero... Sus pequeñas manos me toman el rostro sintiendo su calidez, y no puedo evitar dar otro suspiro.

—No quiero contaminarte con toda mi mierda...

—No lo harás... Sea lo que sea puedes contar conmigo. —su mirada me taladra el pecho.

Maldita sea...

—Pues bien... En vista de que no tengo forma de escapar. —su mano recorre de nuevo mi mejilla.

—Si no deseas hacerlo... Está bien... Yo no tengo por qué obligarte, a decirme algo que no quieres... Yo sólo quería poder entenderte un poco más. —veo que eleva los hombros rendido.

—Gracias, nene... No lo tomes a mal, pero no estoy listo para hablar... Al menos no en este momento. —asiente con la cabeza.

—Entiendo... —voltea hacia la ventana y ambos somos conscientes de que ha empezado a amanecer.

Veo que se levanta de cama dejando su delgado cuerpo semidesnudo a la vista, y vuelvo a cerrar los ojos, más confundido por ser un maldito cobarde en estos momentos.

Está buscando su ropa y con ello despierta mi ansiedad, no puede irse así con tantas dudas en la cabeza y no después de lo que ha pasado.

—Gun... —él voltea con algo de timidez—. No me caes mal, lo digo en serio... Si no todo lo contrario.

Me mira más confundido que antes, y no dice nada y sólo se muerde de nuevo el mallugado labio asintiendo con la cabeza y desviando la mirada hacia el suelo.

De pronto hago la octava estupidez de la noche y me levanto rápido y voy hacia donde él está y sin pensarlo vuelvo a besarlo.

Torpemente hace él intento por responderme el beso y su maldita ingenuidad me calienta, y lo tomó por el trasero para cargarlo, él es muy pequeño a mi lado y tengo que doblarme para besarlo a mi antojo.

Sonrió contra sus labios cuando siento sus piernas alrededor de mi cintura y lo regresó de nuevo a la cama donde lo recuesto sin interrumpir el beso, y por instinto él abre sus piernas para darme el espacio que necesito.

Sé que debería terminar con esta mierda, pero Gun con su maldita ingenuidad logra derribar todas mis barreras.

De nuevo escucho esos deliciosos sonidos que salen de su boca y hago la novena cosa más estúpida de la noche...

Empiezo a mover las caderas mientras él se aferra a mi espalda soltando uno que otro gemido mientras lo beso y acarició a mi antojo.

Sus pequeñas manos van hacia mí cabello y entrelaza sus dedos en ellos y yo sigo moviéndome simulando embestirlo, escucharlo gemir y sentir como torpemente mueve sus diminutas caderas me incitan a seguirme moviendo, mientras beso y chupo su cuello.

Cuando sus uñas se clavan en mi espalda y le escucho jadear más alto siento como su cuerpo se tensa y me doy cuenta de que está llegando al límite y deliciosamente me descubro igual.

Y de pronto sucede...

—O-Off... —dice entre jadeos... escuchar mi nombre en medio de su orgasmo me hace explotar de manera instantánea.

Le beso una vez más sin tener las intenciones de quitarme de encima, y siento su ropa interior húmeda y yo me siento deliciosamente pegajoso y con eso hago la cosa número diez más estúpida de la noche.

Finalmente he llegado a la conclusión de que sin importar que vaya a pasar mañana, no voy a permitir que nadie más que no sea yo lo vea correrse de la manera en que lo acaba de hacer.

Definitivamente no pienso renunciar a él...

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

-----

Y entonces... regreso en unas horas ok... espero que estén disfrutando esta historia. 

Comenten, voten, compartan la historia y de paso el perfil... los quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top