Chapter six


El sonido del despertador lo sacó de su encantador sueño, donde se entraba él junto al precioso omega de ojos estrellados, tomados de la mano mientras caminaban por un bonito sendero de flores.

- Estupido despertador, me quitas de mi hermoso sueño con Jungkookie- habló un somnoliento Taehyung con el celular en sus manos.

Con el humor por el suelo, se levantó y se dirigió hacia el baño, pero lamentablemente este estaba ocupado, eso lo cabreó más.

Escuchó a su hermana dentro, cantando tranquilamente, lo cual hizo que golpeara fuertemente la puerta.

- Mocosa, abre la puerta.

- Estoy a mitad de mi rutina de belleza- se escuchó detrás de la puerta.

- Vamos, sal. Tu rostro ya no tiene solución.

- Púdrete, estúpido- gritó la menor.

- Le diré a mamá que estás diciendo groserías- al terminar de hablar fingió caminar y por arte de magia la puerta se abrió, lo cual le sacó media sonrisa a Kim mientras daba la espalda a esta.

- Por favor, oppa. No le digas- sujetó el brazo de su hermano.- Lo siento, lo siento, lo siento. No lo insultare nunca más.

- Mmm... No sé, no te escuchas muy convincente.

- ¡Le prepararé el pastel de fresas que tanto le gusta!

Oh, aquel delicioso pastel que Taehyung solo podía probar una vez al año, el cual siempre era el regalo de cumpleaños que su hermana le otorgaba desde que aprendió a hornear a sus diez años.

Kim era débil ante todo lo que olía o sabía a fresas.

- De acuerdo, acepto- dijo mientras caminaba hacía el baño.

Apenas entró iba a lavarse la cara, pero su estómago sonó al llamado de la naturaleza.

Se acercó al inodoro y rápidamente se bajó el pantalón junto a la ropa interior.

Se maldijo al comer mucho queso, ya que por esa razón el tránsito fue lento.

Maldita sea ni haciendo ejercicio (nunca los hace) había transpirado tanto.

Luego de haber acudido a la llamada de la naturaleza, se limpió y tiró la cadena, para luego ir a abrir el pequeño ventanal del baño por su bien.

No sé que me fumé al escribir esto.

Taehyung se acercó al lavabo, se lavó la cara quitando los rastros de sueños en él y al finalizar se enjuagó la boca, la cual apestaba peor de la creación que tiró minutos atrás, al finalizar se cepilló el cabello tratando de que quede lo más decente por si se cruza con aquel precioso omega.

Salió del baño y fue escaleras abajo hacia la cocina para desayunar. Sabía que si hacía la acción dicha anteriormente llegaría tarde al colegio, pero la verdad le daba igual.

Y por si se preguntan... no, no se bañó, ósea, ¿quién se baña por la mañana? Incluso en verano hace frío.

Se sirvió un vaso de leche caliente y se sentó en la mesa en compañía de unas deliciosas galletas. Ah, y la de su familia.

- Tae, cielito- llamó su mamá, el nombrado giró su cabeza para verla a los ojos.- ¿No llegarás tarde a clases?

El alfa menor bajó la cabeza.

- No, mamá. El profesor de la primera hora no viene.

La alfa solo asintió la cabeza sin indagar más.

El celular de Taehyung sonó. Le había llegado un mensaje y con tan solo leer el nombre su humor subió por las nubes, tanto que no pudo evitar sonreír.

Jungkookie (ʃƪ^3^):

¡Buenos días, hyung! Disculpa que te moleste, pero quería saber a qué hora pasará por mí. Lo estoy esperando 😊

Al leer el mensaje, se ahogó con la leche y la galleta.

Maldición, ¿por qué siempre olvido todo lo importante?

Salió corriendo hacía su habitación, tomó su bolso y volvió corriendo para dirigirse a la puerta principal, pero la voz de su padre lo detuvo al pasar por la entrada al comedor.

- ¿Qué?- le preguntó a su progenitor, ya que no había escuchado lo que había dicho anteriormente, por estar concentrado en no fallarle a una personita.

- Te pregunté a dónde vas tan apurado.

- Olvidé que le había prometido al señor Jeon que acompañaría a Jungkookie a la universidad- le contestó al omega.

- Así que acompañarás a mi cuñado- dijo su hermana con eje de diversión en su voz.

El alfa se dirigió a dicho puerta y antes de abrirla dijo:

- Cuñado no, pero futuro cuñado, si- y salió en busca de su futuro omega.

Jeon Jungkook se sentía bastante molesto, ya que se había despertado una hora antes de que suene la alarma y no podía conciliar el sueño.

¡Era una hora de sueño pérdida!

El pequeño omega no se atrevía a admitir que había sucedido eso porque se encontraba nervioso y ansioso por el simplemente hecho de que el alfa vendría a buscarlo.

Sin más se levantó y se dirigió al baño para ducharse. Luego de ello tomó la prendas que eligió cuidadosamente la noche anterior.

Y antes de ir a ayudar a su papá con el desayuno, se colocó sólo un poco de loción y se peinó; lo cual le tomó bastante tiempo, ya que trató de hacerse diferentes estilos para fijarse cual le quedaba mejor y así verse bonito para el alfa, pero si alguien le llegase preguntar lo negaría más veces que Pedro a Jesús.

Al dirigirse a desayunar, se encontró con la mesa servida junto a su papá y su hermana degustando lo que había en ella. Se sentó a acompañarlos mientras miraba de forma seguida su celular para ver la hora y si había un mensaje de Taehyung, pero se decepcionaba al ver que dicho aparato no tenía ni una notificación.

- ¡Jesús! Jungkook mastica un poco- lo regañó su progenitor al ver que el menor se atragantaba con la comida por los nervios, pero de todas formas no le hizo caso.

- Pequeño Jungkookie, papá tendrá que comprarte una nueva loción, ¿verdad?

El omega menor la vió sin entender.

- ¿Por qué lo dices, noona?

- Porque ahora te tiraste todo el perfume encima.

Jungkook no pudo evitar sonrojarse.

- Callese- murmuró con las mejillas rojas, cual tomate.

- A parte, ¿desde cuando te perfumas para ir a la universidad? Siempre vas como vagabundo y ahora hasta bañado estas.

El omega mayor no pudo evitar reírse.

- Hyejin, mi niña; nuestro Jungkookie va bien arreglado porque tu futuro cuñado vendrá por él para ir juntos a la universidad.

- ¡Papá! - chilló el omega.

Tanto como su progenitor y su hermana rieron.

El menor se levantó y se sentó en el sofá junto a su bolso, dicho mueble se encontraba cerca de la puerta y frente de la ventana, la cual daba a la casa de Taehyung.

Había pasado media hora y el mayor no aparecía, lo cual hizo sentir al omega bastante triste por creer en otra promesa que el alfa no cumplió.

- Deja de desprender fermonas de omega triste y mandale un maldito mensaje a aquel idiota- Hyejin bastante molesta al ver a su hermanito tan deprimido por un tipo.

El pequeño pelirosa solo asintió con la cabeza y con las manos temblorosas le mandó un mensaje a Kim, pero esta no recibió respuesta; eso empeoró el ánimo del omega.

En menos de diez minutos el timbre de su casa sonó, eso hizo levantar la cabeza al pequeño Jeon. Su padre fue a atender.

- ¡Oh, Taehyunie! Has venido por mi bebé.

Apenas escuchó ese apodo salir de la boca de su padre, ya se encontraba en la puerta sin que el omega mayor se haya dado cuenta.

- Que suerte que viniste, mi Jungkookie estaba por romper en llanto porque pensó que lo habías dejado plantado.

- Papá, basta- se quejó el menor. Su progenitor solo se rió.

- Solo un tonto dejaría a un omega tan bonito y dulce plantado- murmuró Taehyung, lo sufientemente alto para que ambos omegas lo escuchasen mientras que extendia su mano hacia el pelirosa, el cual la tomó embelesado.

- Buenos días, hyung- susurró mientras navegaba en los ojos del mayor.

- Buenos días, Jungkookie- respondió de la misma forma a la vez que se perdía en las enormes galaxias que poseía el menor, las cuales algunos llamaban ojos, pero para Kim eran contenedores de hasta la más pequeña estrella.


Denle mucho amor, por fis. Es mi serotonina para esta semana horrible ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

-lilith

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