Habían pasado tres meses desde que Taehyung iba a buscar al menor, lo cual ocasionó que ambos se conocieran más; por ende se volvieron cercanos, casi amigos, pero ninguno quería definir su relación de esa manera; aunque uno de ellos lo negara.

El alfa siempre estaba a primera hora en la puerta de Kook para luego caminar lentamente hacia la universidad, ambos deseaban que el camino hacia el instituto fuera eterno para así no alejarse del otro, pero se lamentaban por no ser de esa manera; posteriormente de entrar a clases solo quedaba esperar que el receso comience para verse nuevamente, y después aguardar sus ganas de estar juntos hasta la salida.

Las clases se le hacían tan largas.

A la hora de la salida uno siempre esperaba al otro sin importar que demore; una vez al encontrarse en la puerta principal de la universidad estos se dirigian a la heladería por un helado junto a una entretenida charla y si tenían algún trabajo pendiente lo realizaban allí, y a continuación caminaban un rato por el parque cerca de sus casas antes de que anocheciera para prolongar su tiempo juntos.

Jungkook jamás pensó que estaría sin temor y sintiéndose tan cómodo con un alfa caminando junto a él en calles tan desoladas; pero Kim Taehyung le brindaba una seguridad que nadie le dió y una comodidad que hacía no querer desprenderse del mismo y ni hablar de su lobo; este se encontraba encantado con el aroma que el alfa desprendía.

Admito que les mentí en una parte; Jeon Jungkook si le teme a Kim, teme de lo que causa en él, le teme porque nadie le prestó la atención que el alfa le brindaba, nadie lo escuchaba atentamente cada vez que le contaba sobre los capítulos que leía y debatía con él, nadie esperaba con ansias que le relatara los siguientes hechos que narraban sus libros, nadie hizo un lío en Jeon y eso es a lo que le temía. Temía no poder controlar a su estúpido corazón y terminar perdidamente enamorado, y que el destino de este sea doloroso, pero lo que más temía era terminar como su padre; con un lazo roto y un corazón destrozado. Desde que su progenitor alfa lo abandonó a él y a su papá, al igual que el padre de su hermana; juró jamás enamorarse de un alfa, ya que lo único que estos provocaban era un gran caos en la vida de los omegas.

Taehyung nunca creyó que podría ver cada cada una de las expresiones del precioso omega; expresiones que las tiene almacenada en su memoria de largo plazo para recordarlas cada vez que se sentía mal, a parte de ello tampoco creyó que alguna vez en su vida lograría hablar tan amenamente con Kook. No puedo evitar sonreír.

Jungkook no pudo esconder su sonrojo al tener la mirada de Kim sobre él y su corazón se aceleró al ver la pequeña sonrisa que se asomó en sus labios. Inconscientemente el omega también sonrió.

Cuando estaba con Taehyung, olvidaba todo lo que creía de los alfas, el menor sabía que no tenía que estigmatizar a las personas, pero nadie va quitar de su cabeza la agonía de su padre omega al romperse el lazo; como este aullaba de dolor mientras trataba de refugiarse en su hermana apenas presentada como alfa. Su mirada se tornó triste mientras se enfocaba en el suelo.

- Hey, bonito- murmuró el alfa lo suficientemente alto como para que el omega lo oyera. Este sostuvo la mejilla de Jeon con una mano haciendo que este lo mirase. - ¿Qué ocurre, pequeño?

- Nada, hyung. Solo recordé cosas feas que luego te contaré.

Kim no dijo nada, pero soltó un poco de su aroma para tranquilizar al menor, cosa que funcionó.

Tres alfas, dos omegas y un beta se encontraban charlando amenamente en el comedor de la institución.

Jungkook volteó a ver que un alfa venía dando pasos largos junto un almuerzo en cada mano, le brindó una pequeña sonrisa, pero este no lo vió cegado por los celos al ver a su pequeño omega junto otro alfa.

La mesa había quedado en silencio al escuchar dos bandejas ser impactadas en la mesa. Todos quedaron con la vista posada hacia aquel sujeto, mientras que este empujaba a Jimin para que se corriera y así poder sentarse junto a Kook.

Una vez que Park le cediera su antiguo espacio en la banqueta a esta persona, se quejó.

- ¡Taehyung eres un bruto! Si tanto querías sentarte junto a Jungkook me hubieses dicho y me corría- le regañó.

- Ya déjalo, Park. Está así de quisquilloso porque está a unos días de su celo- le aclaró Min.

- Se nota. Incluso marcó a Jungkookie con su olor- mencionó Hoseok, el segundo omega.

Los dos menores del grupo no pudieron evitar sonrojarse.

- Aquí tienes tu comida, Kook- murmuró Taehung todavía muy avergonzado por lo que su lobo había hecho.- Siento haberte marcado con mi aroma.

- No te preocupes, hyung. Entiendo que no lo hizo a propósito, además no me molesta.

Kim no pudo evitar sonreír por lo dicho.

- De todas formas me disculpo por las cosas que mi lobo hizo o hará.

El grupo había entablado conversaciones triviales, pero el único que no aportó mucho a estas fue Taehyung, ya que su lobo se sentía reacio hacia los demás por no dejarlo a solas con su omega.

Una vez que los menores del grupo devoraron la comida en sus bandejas, Kook tocó suavemente el hombro del alfa a su lado. El gesto fruncido de Kim fue reemplazado por una pequeña sonrisa al dirigirse a su omega.

-Hyung - murmuró Jeon.

-Dime, pequeño.

-¿Podría acompañarme al salón donde tuve mi última clase, así busco mis cosas para ir a otra aula para la siguiente hora?

- Claro que sí, pequeño.

El menor no pudo evitar alegrarse por la respuesta positiva del otro, aunque aún se sentía confundido por la necesidad de que el alfa lo acompañase, siendo que siempre iba de aquí para allá en el establecimiento educativo sin la necesidad de compañía. Había algo en ese día que no lo dejaba despegarse de Kim, lo cual ocasionó que se distrajera en clases e incluso olvidar sus pertenencias por la necesidad de salir corriendo al encuentro con Taehyung.

Ambos se levantaron y se despidieron de sus amigos, mientras se dirigían al salón. El pasillo se encontraba despejado, sin un alma allí, haciendo que el omega acelerará su paso hacia el mayor; el cual se encontraba unos pasos adelante, y tomara el brazo de Kim, apoyando su peso en sí.

Al llegar al aula, Jungkook fue por sus pertenencias mientras que Taehyung se encontraba en la entrada.

Fresas.

El salón se inundó de aquel aroma, el omega atrajo su cuaderno hacia su pecho mientras sentía sus piernas temblar y su entrada mojarse en gran cantidad. En sus oídos retumbaba el sonido de la puerta cerrarse y la respiración de cierto alfa acelerarse.

El pequeño Jeon solo quería llorar.

Al fin salí de vacaciones 🥳🥳🥳