Chapter eight


Habían pasado quince minutos desde que inició la clase y Jeon no había aparecido, lo cual ponía nervioso al alfa. Este tomó su teléfono y a escondidas le escribió a Yoongi si había visto a Jungkook.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Min al leer el mensaje de Jimin, ya que Taehyung tampoco había asistido a clases. El alfa le tecleo a su pareja; Seokjin, para que llame a su amigo, al ser el único que no asistía a clases, pero seguía en el establecimiento porque se iría a una cita con Yoongi y se encontraba esperando al mismo.

Rechazadas, todas las llamadas a Jeon eran rechazadas.

Hoseok salió del baño y vió a un conocido alfa caminar de acá para allá dentro del instituto.

— Hyung, ¿qué ocurre?— Seokjin detiene su caminata al escuchar al omega.

— Hoseok, ¿cuándo viste a Jungkook por última vez?— le preguntó con la intranquilidad haciendo acto de presencia en su voz.

— La última vez que lo ví fue en el receso, antes que este terminara, se había ido con Taehyung a buscar sus pertenencias a un salón.

— Mierda...— murmuró Kim— ¿Sabés dónde queda?

— Si, en el segundo piso, aunque no creo que esté, ya que a estás horas las aulas no son utilizadas.

Seokjin sentía que su corazón de su pecho y su cabeza daba vueltas. Tomó rápidamente de la muñeca a Jung y lo arrastró consigo.

— Ven conmigo. Tengo la sensación de que Jungkook está en apuros.

— Si está con Taehyung, se encuentra bien. Ambos sabemos que él no lo lastimaría, lo conoces— le dijo al alfa tratando de tranquilizarlo.

— A Taehyung lo conozco, pero a su lobo no.

Habían llegado al segundo piso y un escalofrío les recorrió a ambos al sentir fuertes olores, los cuales se encontraba uno que destacaba más que el olor a fresas y chocolate, el olor a sangre inundaba sus fosas nasales. Al sentir tales aromas, comenzaron a correr, sentían que no llegaban más a tal destino.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sangre.

Pasos.

Sang...

Al fin habían llegado, abrieron la puerta y lo primero que vieron fue aquel líquido bermellón con aroma metálico, especialmente en el cuello del omega que tanto buscaron. Este se encontraba sentado arriba de prendas, las cuales estaban tiradas al suelo; por lo que se podía ver, era la remera y la chaqueta de Taehyung y el pantalón del menor. La espalda y cabeza de Jeon se encontraban apoyadas en el pecho del alfa que se encontraba detrás de él.

Ambos amigos dirigieron la vista hacia el alfa menor y se encontraron con una escena peor. Las manos de Taehyung sangraban al igual que su cabeza. Kim apenas pudo abrir sus ojos al sentir dos presencias a parte que la de su omega.

— Hyung, ayúdenos, por favor.

Los mayores tuvieron que guardar la histeria que sintieron al ver a sus menores en ese estado tan deplorable.

— Hoseok, es mejor que te acerques tú. Taehyung está entrando en celo y no va a terminar bien si meto, a ti no te hará nada porque eres un omega, a parte estás marcado.

Jung no cuestionó a Seokjin, a pasos sigilosos se acercó a la pareja para tomar entre sus brazos a Jungkook, pero un suave gruñido lo detuvo. Sus ojos se dirigieron a Taehyung, pero este lo miró igual de confundido, así que no le tomó importancia y acercó su mano hacia el menor.

Ardor.

Su mano ardió en el momento que escuchó un gruñido más fuerte, Hoseok se fijó en esta y vió como el tejido de su piel se había roto y la sangre comenzaba a salir.

— ¡Mio!—  tres personas se habían quedado estáticas en la habitación al escuchar hablar, más bien gruñir, al omega menor— ¡Mi alfa! ¡Aléjate!

Jung dió un paso atrás mientras prestaba más atención a la escena que Jungkook le otorgaba.

Las ropas perteneciente de ambos y... mierda.

Dorados... los ojos dorados de Jeon.

Y ahí Hoseok entendió lo que ocurría, más allá de lo que había interpretado primero.

— Seokjin hyung, ve a buscar la enfermera. Yo traeré a Namjoon— dijo rápidamente mientras se dirigía hacía afuera y llamaba a su novio.

— No se vayan por favor— habló Taehyung— Por favor, no se vayan. Tengo miedo. No quiero lastimarlo.

— No tardaremos— prometió Seokjin al ver al menor con lágrimas en los ojos.

Dolor.

El dolor estaba acabando con Taehyung. Este trataba de aguantar la respiración para no perder los estribos oliendo el delicioso aroma que su omega desprendía. Su lobo no dejaba de rasguñar dentro suyo para dejarlo salir y así de una vez tomar a su omega, el cual se encontraba rogando por su alfa.

Sus afiladas uñas se enterraban en la palma de su mano, cada vez que esta tenía la necesidad de apretar los muslos mojados de Jungkook.

Quería tanto hacer un desastre en él.

Necesitaba besarlo, tocarlo, profanar cada parte de su dulce cuerpo. Quería escuchar los empalagosos sonidos que emitiría el omega una vez que toque cada parte de su piel, al estar dentro de él mientras empuja su miembro en aquel lugar que lo haría temblar. Besar esos labios suaves y murmurar lo mucho que lo ama y lo mucho que quería que sus hijos tuvieran sus tan hermosos ojos. Le diría y haría todo lo que su lado humano no se atrevería.

Alfa— aquel bonito gemido lo sacó de dos pensamientos.

Jeon colocó su trasero encima del miembro del mayor, mientras se movía despacio.

Alfa, tómame.

El lobo enloqueció al ver al omega en ese estado, así que lo tomó fuertemente de la cintura.

Kim cerró fuertemente sus ojos, tenía una extraña mezcla de agonía y excitación.

Respiró profundamente, el fuerte aroma a frutilla y leche caliente, inundaron sus sentidos.

Quería llorar al ver que sus mayores no llegaban y su lobo se apoderaba más de él.

No quería lastimar a Jungkook.

No, no quiero.

No quiero.

No qui...

Omega...

Mí omega..

Su cabeza dolía horrores.

Sus dientes picaban por ser enterrados en la virgen piel de Kook.

Por el reflejo de la ventana pudo ver que sus ojos habían cambiado de color, estos eran rojos. Al darse cuenta de lo presente que estaba su lobo, tuvo que volver a recurrir a lo que había hecho antes.

Tomó aire una vez más.

Inclinó su cabeza hacia delante y con gran fuerza la impactó contra la pared que se encontraba a sus espaldas, así realizó esta acción un par de veces mientras sentía que el dolor lo invadía y la excitación bajaba.

Vueltas, sentía que todo a su alrededor daba vueltas y sus vista se volvía borrosa.

Sintió pasos acercarse y antes de que sus ojos se cerrasen y su cuerpo perdiera fuerzas, abrazó fuertemente a su omega, luego perdió la conciencia.


Les admito que este capítulo lo hubiese terminado hace rato, pero no tenía ganas de escribir jajaja

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top