Capitulo. 1🕶️👓


Chuya Nakahara, uno de los estudiantes destacados, atractivo y con buen estilo; es importante mencionar que las chicas que se sentían atraídas por él también sentían celos de su figura y de sus rasgos elegantes. Chuya realmente se sentía halagado por esto, tanto que su autoestima aumentaba día a día.

El pelinaranja tenía pocos amigos; Atsushi, Akutagawa y Tachihara eran casi de la misma edad; solo Atsushi era el menor por 1 año. Durante los recreos siempre se reunían y compartían la merienda en el aula; de hecho, en esos momentos estaban ahí teniendo una de las conversaciones que a veces ponían incómodo a Atsushi.

—¡Por qué solo Chuya y yo somos los únicos que estamos interesados en mujeres! —¿De qué hablas? —preguntó el pelinaranja.

—Desde que Atsushi y Akutagawa son pareja, no podemos charlar sobre chicas, porque a Akutagawa le molesta la idea de que Atsushi pueda dejarlo.

—Realmente lo hago porque es molesto escuchar tus planes de citas múltiples de las que no queremos ser parte solo por tu conveniencia.

—¡Lo ves, no quiero que nadie se le acerque a Atsushi! ¡Chuya, tú apóyame, a ti también solo te gustan las mujeres! Chuya alzó una ceja. Mientras tomaba su zumo, Tachihara lo miraba con lágrimas en los ojos, lo que le hizo suspirar y dejar su bebida a un lado.

—Tachihara, ¿quién te dijo que solo me gustaban las mujeres? 

—Siempre has estado con mujeres —dijo sorprendido.

—Pues te equivocas —dijo mirando la ventana sin interés.

—Espera, ¿también has salido con hombres, o sea eres el activo? 

—¿Y quién dijo que yo era el activo? —sonrió burlonamente mientras lo miraba.

La cara de Tachihara se puso roja, provocando que Chuya se riera. Akutagawa también se reía de la expresión de Tachihara; por su parte, el albino se sentía muy incómodo con esas charlas; normalmente no les daba importancia ya que se distraía con cualquier cosa, pero ahora deseaba no haber prestado atención.

—Tachihara, puedo salir con una mujer o un hombre, aunque prefiero a los hombres.

—¿Entonces por qué solo te he visto salir con chicas? 

—Porque eres un tonto y nunca lo notaste.

—Es cierto, Chuya ha estado al menos en 2 relaciones con hombres, aunque claro, guapos —dijo finalmente Atsushi.

—¿Así? ¿Puedo saber quiénes eran? 

—¿Recuerdas a Shirase? —dijo Chuya recostándose en la mesa.

—¿El del instituto de hombres al que íbamos? 

—Sí, él fue uno de ellos.

—¿Por qué terminaron? 

—Porque fue un idiota —dijo con una mueca de molestia.

—¿De acuerdo?, ¿quién fue el otro? 

—Pues Shibusawa-san, 2 años mayor, aunque no estoy muy seguro si era él. —Habló Atsushi.

—Jinko, ¿cuántos peliblancos conoces aparte de ti? —el menor lo pensó y solo sonrió avergonzado, a lo que el pelinegro negó.

—Sí, bueno, el amor no es para mí, —interrumpió Chuya—. Solo es una tontería; al final, solo buscan mi buena apariencia y no les importa más; es molesto.

—Eso te ocurre por ser tan vanidoso.

—No es que sea vanidoso, simplemente me gusta verme bien.

—Ajá, verte bien; lo dice el que se hizo una depilación permanente por todo el cuerpo.

—¿Tienes celos de que yo sí pudiera hacerlo y tú no? —le miró con una sonrisa triunfante.

—¡Claro que no! 

—D-Disculpen... y-yo...

Todos guardaron silencio; al ver quién era el dueño de esa voz, notaron a un chico de cabello castaño; su pelo estaba desordenado, llevaba gafas y ropa muy antigua. Chuya lo miró de arriba abajo sin decir nada, pero su rostro expresaba mucho; tenía una mueca de confusión; realmente, ese chico tenía mal gusto para vestirse y eso le molestaba.

El chico castaño los miraba nervioso; se sentía incómodo con las miradas sobre él; nunca le gustó ser el centro de atención. Chuya se levantó y lo miró.

—¿Pasa algo? 

—¿E-EH?! A-ah sí... E-El profesor de literatura dijo que tenías que firmar unas cosas. C-Como eres el encargado de esa clase, pues... —le ofreció unas carpetas.

—Pensé que el profesor lo había olvidado —se levantó de su asiento, tomó las carpetas y las hojeó un poco, después lo miró confundido. —Gracias...

—Soy Dazai Osamu, soy tu compañero, me siento a 3 filas delante de ti... Aunque nunca hablamos.

—Cierto; perdón; gracias, Dazai.

El castaño asintió; se alejó rápidamente; estaba muy nervioso. Chuya levantó una ceja y se volvió a sentar, dejando las carpetas a un lado. Las revisaría después.

—Él siempre es así —dijo Tachihara—; nunca habla con nadie que no sean los profesores Sakaguchi y Oda, además es un ratón de biblioteca con buenas calificaciones. No le importa su apariencia, un nerd —Sonrio con diversion—. Oye, Chuya, ¿te parece bien hacer una apuesta?.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top