¡Vete!

Maratón de Año Nuevo 4/4

Camino nerviosa dando vueltas por mi sala mientras miro el reloj.

—¡Liesel Gris! ¡Ya vete! —grita Leonora tal vez igual de desesperada que yo.

—¿Y si no quiere verme? —pregunto nerviosa —¿Y si está enojado conmigo?

—¿Aramis? ¿Enojado? ¡Por favor Liesel! Parece que no conoces al ángel que tienes por novio —responde mirándome con una mueca de incredulidad —Al verte, Aramis es capaz de pedirte disculpas de rodillas aunque no haya tenido la culpa de nada

Suelto una pequeña risa y asiento, definitivamente eso es algo que haría Aramis.

—Cierto —acepto.

—¡Pues ya vete! —apremia emocionada.

—Okey, cuidas a Winter por favor —pido y ella asiente.

—Sí, sí, sí, yo la cuido —afirma —Ya, lárgate

Río y antes de salir escucho los pasitos de mi pequeña hija, volteo y la veo acercarse con la cara sonrojada, preocupada y confundida me agacho para tomarla en brazos.

—Mami —llama acercándose para que la cargue —Me tiento mal

—¿Qué te pasa mi amor? —pregunto alzándola.

Mi pequeña hija se recuesta en mi brazo haciendo un pucherito con sus labios, con cuidado siento su mejilla que está muy caliente.

—Teno fío —murmura mi niña y veo a Kathlyn.

—Tiene fiebre —digo y ella abre los ojos con sorpresa —¡Kathlyn llama a un médico!

—¡Sí claro! —responde buscando su teléfono.

Yo subo corriendo las escaleras para acostar a mi niña y buscar un paño frío para ponérselo en la cabeza.

—Tranquila mi amor, aquí está mamá —susurro cargando a mi hija.

Espero ansiosa junto a la cama de mi pequeña hija, Kathlyn me mira y me toma por el hombro para que gire la vista hacia ella.

—Liesel, ya vete —regaña.

—Pero, mi hija —respondo preocupada 

—Yo estoy aquí, y ya llamaste a un médico —repone intentando tranquilizarme.

—¿Y si no llega? —pregunto.

—Yo lo vuelvo a llamar —afirma —Pero ya, vete

—Pero...

En ese momento tocan la puerta y ambas bajamos corriendo, abro la puerta dejando ver al otro lado a un hombre mayor con bata de doctor y un pequeño maletín.

—Buenas tardes señoritas —saluda formalmente —¿Llamaron a un médico?

—Sí, pase por favor —respondo apartándome para dejarlo entrar.

—Liesel —llama Kathlyn —Vete

Abro la boca y ella me calla con la mirada mientras hace con sus manos una seña para que me vaya, sonrío un poco y asiento.

—Cuida a Winter —advierto y tomo mi bolsa —Al rato vuelvo

—Suerte —la escucho responder mientras cierro la puerta.

Salgo corriendo y busco un taxi, uno me hace la parada y antes de subirme el conductor se asoma.

—¿A dónde se dirige damita?

El problema de los servicios de taxi es que son muy quisquillosos, si no los pides para lugares con buena pinta o donde te puedan cobrar mucho, no te suben.

—Al aeropuerto —respondo y el hombre asiente.

—Súbase damita —afirma abriendo la puerta.

Sin dudarlo, subo al taxi y el conductor arranca; yo golpeo mi pie de forma insistente contra el suelo y reviso el reloj de mi telefono, al ver la hora solo me desespero más; el vuelo de Aramis llegaba a las 3 y ya eran las 3 menos 20.

—Disculpe, ¿puede ir más rápido? —pido con una sonrisa nerviosa —Es que llevo prisa

—Claro que si damita —responde el taxista y empieza a acelerar.

Miro por la ventana mientras pasan las calles y voy pensando en qué podría decirle a Aramis cuando lo vea.

A las 3 y cinco el taxi arriva a la entrada principal del aeropuerto, corriendo bajo del auto y me acerco a la ventanilla del conductor.

—Gracias, ¿cuanto le debo? —pregunto apoyandome en la ventana.

—Son $95 señorita —responde y mira mi cuerpo con lujuria.

Hago una mueca de asco que es evidente para el hombre y busco en mi bolsa para lanzarle un billete de $100 a la cara.

—Quédese con el cambio —repongo antes de salir corriendo rumbo al aeropuerto.

Voy corriendo hasta llegar adentro, en las pantallas de las aerolíneas veo la hora 3:08.

—No, no, no, no, no por favor —murmuro desesperada dando vueltas sobre mi propio eje como una loca.

Seguro llegué muy tarde y se fueron; tomo mi cabello entre mis manos y empiezo a encaminarme hacia la salida cerca de donde se reciben las maletas con la esperanza de que tal vez estén ahí.

No los veo y exhalo un quejido de tristeza, alzo la vista y en la salida veo a un muchacho parado temblando de frío, frunzo el ceño confundida y me encamino en su dirección con la intención de ayudarlo, sin embargo, cuando estoy por llegar una camioneta se para frente a él y alguien baja a ayudarlo.

Sonrío a medias y continúo mi camino para salir por allí, pero me detengo al ver al chico que intenta abrir la puerta, solo veo una mano pálida, su alborotado cabello castaño y un par de lentes de armazón negros.

—¿Aramis? —susurro intentando verle la cara y lo consigo cuando por el impulso de abrir la puerta su cuerpo se gira —Aramis

Me acerco a paso rápido pero vuelvo a detenerme cuando lo veo trastabillar y solo doy un paso en su dirección cuando lo veo empezar a dejarse caer.

—¡Aramis! —grito al ver cómo empieza a caer y me acerco corriendo.

Un chico sale de detrás de la camioneta y alcanza a sostenerlo antes de que impacte contra el suelo. Mientras me acerco el chico levanta la vista dejándome ver sus ojos verdes y ambos exhalamos un suspiro.

—Liesel —murmura Edvard al verme.

—¡Edvard, lo lamento, de verdad! —digo al llegar a su lado arrodillándome —¡Se me hizo tarde y Winter de puso mal, no sabía que hacer...!

—Está bien, está bien cálmate —tranquiliza viéndome —Al menos ya estás aquí

—¿Que le pasa? —pregunto refiriéndome a Aramis

—No lo sé, tiene fiebre —responde alterado —Hay que llevarlo a un médico

—Llamo a una ambulancia —propongo sacando mi teléfono, pero él me detiene.

—Liesel, en lo que la ambulancia viene yo ya llegué al hospital —afirma ansioso —Solo elige si vienes con nosotros o te quedas

—Voy —sentencio y Edvard asiente.

—Ayudame a abrir la puerta para subirlo —ordena y yo asiento levantándome para abrir la puerta de atrás.

Edvard carga a Aramis y lo mete con cuidado recostándolo en los asientos traseros, ambos subimos a la camioneta, nos ponemos los cinturones e intercambiamos una mirada antes de que Edvard arranque.

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Bueno, bueno,esto se pondrá bueno

Feliz Año Nuevo chico@s, (o lo más feliz que se pueda después de esto jijiji)

Espero les guste.
Atte: Ale Bautista.

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