Epílogo: Lechuga Forever

—Así que ahora fumas — Dijo Jimin con una lata de cerveza en la mano y viendo como JungKook botaba el humo del cigarrillo.

Estaban en el patio de la casa de JungKook sentados viendo las estrellas, después de una buena cena preparada por la madre de JungKook y su hermana y una rato de charla con la familia, era su tiempo de hablar a solas.

— Un mal hábito que agarre de mi última novia, ya voy en mi récord uno por día y la siguiente semana nada — explicó mientras le daba una calada al cigarrillo

— Una mala chica por lo que veo — eso saco una pequeña risa de los dos y el ambiente se hacía más cómodo cada segundo entre ellos.

— Una que quería escapar de su vida ajetreada de la ciudad y llego aquí, no soporto mucho el campo — veía el cigarrillo en sus dedos recordando aquella chica. — Yo estaba ya con la mentalidad infantil de un clavo saca a otro clavo y ella de la salir con el chico campesino santurrón

— Suena buena combinación para película romántica de Hollywood — Jimin admiraba la cara de JungKook que volvió a ser lo mismo que cuando lo encontró en aquella tienda llorando, totalmente cansada y maltratada por los trabajos fuertes que se exigía.

— Pues le relago esa historia a los americanos y con advertencia de que no termina bien — refunfuño un poco y paso su mano por su cuello, el trabajo lo dejaba algo adolorido.

— Déjame adivinar, ella se dio cuenta que extrañaba más a su príncipe citadino y cuando ya estabas terminando de sacar  el otro clavo se incrustó en tu corazón este — sonrió por la actitud de JungKook y vio el cielo estrellado que no se veía en la ciudad.

— No... Era lesbiana y no era buena usando un martillo por que no clavo bien ese calvo para sacar  el otro — Jimin llevo su mirada a la cara de JungKook sorprendido. — No te creas, creo que logro salir ese clavo, dejo una herida que es otra cosa— dijo con sinceridad para apagar su cigarrillo a medio fumar, ya le estaba perdiendo el gusto al humo.

— Pensé que ese clavo salio desde el mismo día que le dijiste que no podía estar más clavado en tu corazón, lo arrancaste y aunque dejo un agujero y sangraste. No te importo mucho, solo ignoraste el dolor y tapaste el agujero enseguida con tu responsabilidad —  dijo de lo más tranquilo, como si estaba seguro que eso paso.

— Realmente lo hice así, realmente lo arranque y tape el dolor para seguir adelante. Pero igualmente el dolor no se detuvo y siguió por dentro. Realmente esperaba que llegaras un día como lo hiciste hoy, claro sin que tuvieras una sortija de oro próxima a tus manos — dijo con un pequeño toque de amargura y bebió de su cerveza.

— Yo esperaba que algún momento mientras estaba en los ensayos MinJu me dijera que volviste. Realmente aunque llenara el refrigerador de lechugas no fueras vuelto, ¿cierto?  — Estaban un poco heridos, ya que un dia dejaron de preguntarse por qué habían terminado.

— La ciudad no es lo mio,  el espectáculo no es lo mio. Realmente esperaba que no fueras estúpido; pero,  si lo eres. Hace cuanto no vez a los chicos, ¿desde que demandaste a Big Hit o cuando se presentaron por ultima vez en un concierto?. Me fui para que BTS no pasara por eso y mira como termino — JungKook se sentía algo abrumado por la situación y sus sentimientos salir a flote y soltar todo lo que tenia que decir

— desde hace unas semanas, nos llevamos bien. Siempre seremos una familia, solo que algunas cosas del contrato jn dia empezaron a fallar — Jimin tomo un trago con una sonrisa melancólica — Igual lo íbamos a hacer algún día, No fue solo por ti...

— Fue por ella — JungKook lo interrumpió y Jimin no pudo negarlo

— Los chismes vuelan o MinJu es la que cuenta mucho ahorita — Dijo Jimin sorprendido

— Es una buena abogada y justo la conociste cuando estabas tomando tu decisión de irte — JungKook saco su teléfono ahora inteligente y le dio una sonrisa a Jimin

— Es una buena chica — murmuró Jimin

— Realmente fue ahí que la herida de abrió más y busque otro clavo, fue algo muy inmaduro — era también el ahora que le dio una sonrisa melancólica — tal vez si no me fuera enviado MinJu el teléfono para hablar con ella más seguido y tal vez fuera llegado a la capital y tu estuvieras con tu linda novia y yo en un momento incómodo y de corazón totalmente destrozado. — aun JungKook recordaba como rompía el boleto que tenia hacia la capital de la tristeza — Me sentí mal con MinJu en ese momento, pensado que si eso era lo que ella sufrió cuando yo me fui contigo.

Jimin penso que hubiera pasado si no se hubiera despertado tarde y no fuera compartido un taxi con esa chica que le había dado su tarjeta de abogado y ahora era su prometida.

— Tal vez si alguno de los dos si fuera luchado por buscar al otro las cosas fueran diferentes — el suspiro de Jimin no quedo desapercibido por JungKook

— Tal Vez, también hubieramos terminado. Lo que tiene que hacer lo será y lo que no se lo llevara el  viento — Los dos se quedaron viendo el cielo

Hubo un rato de silencio para nada incómodo y era a la vez más tranquilizador entre ellos.

— A ti tiene que venir un huracán para que se deje de realizar — comentó  Jimin con una pequeña risa

— Ese huracán tiene nombre y es el de tu futura esposa —JungKook termino su lata de cerveza

— Si yo te robe de tu novio, tal vez se te pegue lo mismo a ti y qje me robes de la mía — dijo entre risas el más bajito

— Ya deja tus 5 segundos de Infiel y ¿dime a qué viniste de verdad? — la curiosidad lo mataba

— A decirte adiós, no me despedí la vez que te fuiste de mi lado y ahora que me voy a Japón no me podía ir sin decir adiós — Jimin se levantó y tomo la mejillas de JungKook sorprendiéndolo y más cuando unió sus labios.

Las mismas chispas y miles de lechugas rodando en su interior. Jimin era un tonto por que seguro estaba sonrojado hasta más no poder.

— Adiós, Jeon JungKook — dijo Jimin y se fue a acostar a dormir.

Al día siguiente Jimin se fue sin no antes abrazar a JungKook, seria mentira decir que JungKook no lloro un poco y sujeto suano con fuerza. Penso en deternerlo y ir por su maleta para ir con Jimin así sea al fin del mundo, pero recordo el dolor cuando Se entero que Jimin estaba saliendo con una chica después se mes y medio de irse él. No podía hacerle eso a ella y menos cuando se iban a casar, otra vez se quedaba con las manos vacías y esperando que Jimin sea feliz.

Las lágrimas algún día dejaran de estar y tal vez solo recuerde a Jimin como uno de esos amores que uno tiene de adolescentes, el amor siempre era egoísta y el no tenía ni un pisca de eso, más si se trataba de la felicidad de otra persona.

Tal Vez por eso es que su esposa lo dejo con 2 hijos y murió con 5 nietos y sin saber de Jimin después de eso.

Esa fue la historia favorita que amaba contar JungKook a sus hijos y nietos. Y yo a mis más apreciados estudiantes, el amor no es como te lo venden en las películas, bonitas naranjas que se unen al final de cada Historia.  Pueden ser lechugas que le vas quitando cada hoja y poniéndolas en un sándwich diferentes, algunos duran más que otros y otros son fugaces en la vitrinas de una panadería.

El amor puede durar poco; pero, puede ser muy fuerte.

No todas las parejas duran para siempre o no todos ven el amor con los mismos ojos, unos no les importa si es con tal él sea feliz y otros que solo buscan la felicidad de los demás.

Aun cuando JungKook vivio mucho el siempre me dijo que recordó a Jimin por siempre, solo que no supo que Jimin murió joven en un terremoto en Japón. Realmente nunca tuve el corazón para decirselo, nunca quise Matar las esperanzas que tuvo que algún día Jimin regresara  al pueblo y le preguntara si quería ir por unas croquetas de lechugas, aunque el dijera que no era obvio que siempre su corazón quería eso. 

JungKook lucho para darme un corazón a mi y aunque nunca lo supo o mejor dicho,  nunca quiso admitir que el dio el suyo envuelto en lechugas a Jimin.

Tal vez están en el cielo juntos, Jimin cantado y bailando sin molestos comentarios y trabajando con el Señor Jams en su fabrica de mermeladas en el Polo Norte y JungKook rodeado de lechugas, cultivandolas y recogiendo las mejores para ir a mostrarles a Jimin su arduo trabajo, quien lo recibiría con los brazos abiertos y dándole besos.

Bueno eso lo que dije el hijo de So Yeon y ese sabe esta historia desde que nació por que su madre sigue llorando con ella ya después de casada y vieja. Ser la Nana de ese niño no es fácil y menos con mi edad.

FIN.















Espero que disfruten del Epílogo que tanto pidieron. Ya este es el final

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