«Es un ángel»

Yixing mira a través de la ventana las espesas nubes en lo alto del cielo; suspira pesadamente extrañando su hogar. Está acostumbrado a los sonidos propios del campo, por lo que el silencio de esa casa le es abrumador.

No debería sentirse mal, después de todo, fue él quien les propuso a los abuelos cuidar de su tía durante esos meses mientras da a luz;  su embarazo es de algo riesgo, por lo que permanece en reposo la mayor parte del día. Yixing se encarga de las tareas del hogar y de mantener un ojo en ella, a cambio, su tía le ha facilitado un tutor para no atrasarse en sus clases.

Yixing toma entre sus dedos un bombón de chocolate de la caja que sus abuelos le regalaron, porque sabían que los necesitaría para entrar en calor cuando la temporada de invierno empezara; hace un mohín al percatarse que solo le quedan dos, los demás se los ha estado comiendo cuando el clima no ha estado tan frío.

Su tía, como es habitual en las mañanas lluviosas, le pide que le compre croissant relleno de chocolate que venden cruzando el parque. Es un extraño antojo que involucra chocolates y lluvia.

Yixing se coloca su impermeable amarillo, regalo de sus abuelos, lo que agrega una sonrisa en su rostro.

Camina sin prisa rogando que deje de llover, entonces ve a unos metros de allí, a un ciclista atropellando a alguien para luego seguir como si nada mientras la otra persona continúa en el suelo mojándose. Presuroso, se acerca para saber si está bien.

Tarda unos segundos en recomponerse de la vista de un perfecto rostro, ojos de mirada profunda bajo unas cejas tupidas, labios rosáceos y una piel de porcelana. No tarda en posicionar el paraguas sobre él. Es hermoso y no merece que la lluvia toque su cara.

«¡Celestial!».

Se inclina hacia él solo para admirar su rostro angelical; está preocupado al verlo sin responder. Desea abrazarlo y mantenerlo cerca para que nadie le haga daño. Siente una creciente molestia por la persona que le hizo daño.

Toca suavemente su rostro, tal vez no es real, por lo que es sorprendido al ver la reacción de este ángel.

Cuando llega a la panadería, encuentra la bicicleta que atropelló al ángel. Debe hacer algo al respecto; nadie se mete con un ángel sin recibir su castigo divino.

🌻🌻🌻

Yixing encuentra la oportunidad de ver aquel ángel de camino a la panadería. Se da cuenta cuando sale de su casa en las mañanas y enseguida él también lo hace. Su tía lo ve extrañado por su entusiasmo, ni la lluvia hace que se desanime. 

Mira hacia los cielos agradecido por haberle enviado un ángel al que admira en secreto, porque ni su nombre sabe. Aunque ahora que descubrió que vive en la casa de al lado, tiene una oportunidad para acercársele.

Pasan unas semanas y Yixing no ha sabido cómo hablarle. El clima ha cambiado junto al extraño antojo de su tía y con ello su oportunidad de verlo en las mañanas.

Todo eso cambia aquella tarde cuando lo ve en una de las bancas del parque concentrado leyendo un libro, su ceño está fruncido y tiene un bello mohín en sus delgados labios.

Es un tonto por quedarse parado allí sin hablarle, pero tampoco desea perturbar su paz. Los últimos rayos de sol bañan su rostro, lo hacen ver tan pacífico como si no perteneciera a este mundo.

En seguida, sus ojos se desvían a los niños que juegan cerca del ángel, que sigue absorto en su lectura. En eso ve la pelota apunto de golpearlo, se apresura y la atrapa antes que termine sobre su rosto angelical. 

El ser celestial lo mira atónito, sus mejillas se ruborizan; Yixing lo observa con profunda admiración, es tan hermoso que hace que desee protegerlo para que nadie perturbe su paz, es por esa razón que decide sentarse a su lado.

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Yixing se siente mal al ver a Junmyeon herido, luego de encontrarlo malherido en el garaje; fue una sensación como ninguna, que espera nunca más volver a sentir. Acaricia su cabello mientras lo tiene sobre su pecho, con sus brazos rodeándolo; el ángel se queja entre sueños. Desea aliviar su malestar, pero no puede hacer nada más que abrazarlo.

Puede que sea egoísta de su parte, pero desea que  permanezca entre sus brazos. Él le da tanta paz a su atormentada alma, como no se imagina.

Deja un beso sobre su cabello, este siempre tiene un aroma a lavanda que le recuerda a su hogar en el campo con sus abuelos. Su corazón se siente cómodo con el ángel entre sus brazos y solo así puede dormir tranquilamente.

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Sus abuelos lo llaman y le dicen que lo extrañan; él también lo hace y al finalizar la llamada termina derramando un par de lágrimas. Ha estado decaído desde que el gatito bebé que recogió, murió sin poder hacer algo por el minino; se siente mal, por fortuna Junmyeon está allí para hacerlo sentir mejor.

Sin embargo, percibe a su ángel algo extraño, le preocupa que esté herido o tal vez algo haya pasado con sus compañeros de clase que no le ha querido decir, o tal vez se aburrió de él. Yixing niega, sus ojos se nublan por las lágrimas que intentan salir.

Ese mismo día en la noche, Yixing no puede con sus dudas, así que intenta indagar; sin embargo, Junmyeon se comporta aún más extraño, esquivándolo.

Se pone de pie a su lado, mirando hacia la ventana de su habitación, suspira entristecido al ver el cielo con algunas estrellas, que le recuerdan las noches en el campo.

Como en ese momento, Junmyeon luce inalcanzable para él; mas se ve sorprendido, al darse cuenta que su ángel aún recuerda la primera conversación que tuvieron tras saber su nombre.

Él lo mira y Yixing se siente mejor, aunque aún necesita saber qué ha pasado, pero antes de hacerlo, toca con gentileza su rostro, Junmyeon inmediatamente cierra los ojos y se acerca a él. Su respiración queda entrecortada, es tan lindo y así se lo hace saber; terminando en risas cuando niega con un mohín en sus labios.

Sorpresivamente, Junmyeon toca su mejilla, y lo hace sentir nervioso al punto que se queda como un tonto sin poder reaccionar; mientras el ángel se ríe burlón. No se queja, porque uno de las maravillas que ha presenciado en la vida, es verlo reír.

Y cuando sorpresivamente el ángel besa su mejilla, jura que escucha un coro celestial.

En seguida se aproxima a Junmyeon, abrazándolo. Suspira aliviado al ver que su ángel ha vuelto a sonreír con sinceridad.

🌻🌻🌻

Más de una vez Yixing mira sus manos entrelazadas, le gusta cómo se ven, calzan perfectamente. Cuando Junmyeon nota que ha estado observando sus manos unidas, siente que sus mejillas se ruborizan y empiece a reír como el tonto que es.

Esa noche, con la lluvia de meteoros o lluvia de estrellas, como la llama Junmyeon, le dirá sobre su decisión, la que espera a él también le agrade. Después de hablarlo con sus abuelos y su tía, estuvieron de acuerdo con que siguiera su educación formal en la ciudad, lo que significaría que podrá estar con Junmyeon en el instituto.

Su corazón tamborilea sobre su pecho mirando el paso de los asteroides. Aclara su garganta y mira el perfil de Junmyeon, sigue siendo tan hermoso, y no solo por su rostro angelical, también por su forma de ser tan gentil y brillante, que lo dejan cautivado.

No espera que lo abrace con tanta fuerza luego de decirle que estudiarán juntos el próximo año. Junmyeon ahora está sobre su pecho, por lo que su cuerpo se tensiona debido a la proximidad. Verlo tan cerca es como si estuviera frente a las puertas del paraíso, con un ángel que le da una cálida bienvenida.

Ya no tiene dudas, Junmyeon es un ángel que dejó los cielos para hacerle compañía cuando más lo necesitaba.

Deja un beso de agradecimiento en su frente y luego uno en sus finos labios. Al instante se arrepiente al ver la mueca de confusión de Junmyeon, se disculpa nervioso; pero luego él dice algo que hace calentar su corazón.

Junmyeon es quien acerca sus labios a los suyos, y se siente como si estuviera entrando al paraíso. Cierra los ojos y es como si Junmyeon extendiera sus alas y le permitiera volar entre nubes de algodón; hasta puede escuchar el coro celestial. Es feliz.

Al abrir los ojos, encuentra a Junmyeon de mejillas ruborizadas y labios rojizos. Es tan hermoso.

No puede creer su suerte al tenerlo a su lado, de todo el torbellino de sentimientos que despierta. Su corazón se siente dichoso.

A pesar que nunca antes lo ha experimentado, sabe muy bien ese sentimiento que alberga por Junmyeon, el ángel que conoció en una mañana lluviosa. 

Solo esperar sostener su mano por mucho, mucho tiempo.

~Fin~

🌠Con este especial llegamos al final de esta historia 🌻. Muchas gracias por acompañarme ^^

Espero seguir escribiendo más fics SuLay / LayHo en el futuro, por si también les gusta esta bonita ship.

Y a nuestro hermoso líder que inspiró este fic, desearle que siga brillando por muchos, muchos años más! 
🌟🐰🌟