Masajes...

Ese chico era algo de mi padre, yo lo presentía, él me quedó viendo de pies a cabeza... Me miraba extraño, como si le hubiese robado algo, como si... Estuviese enojado por el echo de que yo estoy aquí... Pero no seguiré aquí, si Trunks fuese soltero yo me quedo aquí, no porque sea una puta, si no por su generosidad, pero ahora es diferente, mi pregunta es : ¿A dónde iré ahora? No sé dónde iré, pero encontraré algo...

- ¿me prestas el baño? - pregunté y el de ojos azules asintió

Me dirigí al baño, pero sin embargo sentía que la espalda me dolía. ¿Qué era?, según yo la mirada penetrante del novio de Trunks, simplemente me he quedado con la intriga de el porqué ese chico se parece a mi padre.

Entre al baño y lo que hice fue lavarme la cara, posé mis manos a cada lado del lavabo, me quedé mirando un momento en el espejo y luego mire mi cabello, estaba suelto y desarreglado, me moje las palmas de las manos y las pasé por mi cabello y luego en él me hice una cola alta.

Llegué a la sala al cabo de unos minutos, pero antes de llegar me oculté tras una esquina de la casa y pude escuchar una conversación:

- ¿Qué hacías con ella aquí?, ¿Por qué ella está aquí? - le cuestionaba Goten a Trunks.

- solo estoy haciendo lo que debía hacer, yo casi la mato - respondía a sus preguntas.

No puede ser, me volví la razón de los celos de un gay... Creo que sería mejor irme de aquí, no puedo aceptar la generosidad de Trunks, pero mi pregunta es: ¿Para donde agarro ahora? No lo sé, pero algo debo hacer.

Estaban los dos platicando o mas bien peleando, no se habían dado cuenta de mi presencia, así que aclaré mi garganta para que ambos me escucharan, al mismo tiempo los dos posaron su mirada en mi. Y con miedo hablé.

- Trunks... ¿Puedo hablar contigo un momento por favor?... A solas - pregunté tímidamente mientras Goten rodaba los ojos en señal desagrado.

- ¡claro!... Ven vamos a la cocina - dijo abriéndose camino hacia el lugar que él mismo había impuesto.

Nos dirigimos a la cocina y el se sentó en una silla que había cerca del comedor para después hacer una seña que decía que me sentara también.

- Trunks... Yo te agradezco tu generosidad, pero la verdad prefiero irme a causarte problemas - le dije mientras lo miraba a los ojos, mi mirada viajaba a través de esos orbes azules profundos.

- ¿Es por Goten no es así? - preguntó

Dio justamente en el blanco, solo asentí quitando mi mirada de la suya pasándola ahora en mis uñas.

- no quiero que te vayas... Pan, quédate, te prometo que no habrán ya más problemas con Goten, además no tienes a donde ir... - tomó mis manos y me miró con más profundidad en sí.

- ¡Gracias!, pero de verdad no. No quiero darte más problemas de los que ya te si con tu pareja - quité mis manos de su agarre.

- está bien... Respetaré tu decisión - bajo la mirada con pesadez.

¡Hay por Dios! Es tan frustrante ver a un chico tan guapo triste, pero tenía que hacerlo, tenía que irme, pasé por la sala y miré a Goten con un cojín en manos y con una cara de pocos amigos, le dije adiós, pero para él fue como si nadie hubiese dicho nada. No me importó.

Iba por la calle, no sabía que hacer, ¿A dónde iría? Ni yo misma sé. Pasé por un bote de basura, tenía hambre, buscaba comida, pero no encontré nada, solo un periódico del día anterior, lo saqué para revisarlo y ver si podía encontrar algo que me sirviera, en la sección de anuncios encontré uno que me llamó la atención, un anuncio de trabajo que decía:

«Si quiere pasar un rato de relajación, un momento para liberarse del estrés, ¡está usted en el lugar indicado!, el centro de masajes Relax Al Instante te atenderá las horas que tú quieras a muy buen precio y servicio.

Se busca personal para la compañía, para más información por favor busquenos en la dirección que está a continuación»

Hice caso al anuncio aquel y se fue en busca de la dirección que estaba ahí, llegué al lugar indicado y lo primero que miré fue un edificio de unas cinco plantas y un rótulo que decía «Relax Al Instante» y con mucho pavor entré.

Pregunté a una mujer rubia sobre el anuncio y me dijo que la acompañara, lo hice, llegamos al ultimo piso y un señor me atendió junto con la mujer que me acompañó antes.

Me explicó que si quería el trabajo lo único que tenía que hacer era dar uno que otro masaje a los clientes que allí asistían, acepté el trabajo que al principio me pareció fácil.

No era muy buena pero me defendía en mi trabajo, llegué a una habitación donde todo estaba a oscuras y lo único que daba luz eran unas velas de color blanco que estaban alrededor de una camilla donde se realizaban los masajes, encima de ésta estaba un hombre con solo una toalla de color blanco en su cintura, y otra en la cabeza, se miraba muy bien así, sin previo aviso empecé a darle sus masajes, en los hombros, espalda, sus glúteos, sus pies.

Poseía una piel canela muy suave, parecía que nunca hubiese pisado tierra, se volteó y de nuevo posó su toalla en su cara, ¿No quería que le viera la cara? No sé, pero yo seguí con mi trabajo. A media que proporcionaba cada masaje en su cuerpo podía sentir como se movía, no le presté atención. Me sorprendió cuando agarró mi mano muy fuerte y me hizo tocarle sus testículos y me dijo que lo masajeara allí, me quedé helada, esa voz la conocía.

- continúa Pan - mandó quitándose la toalla de la cara.

- T-Trunks...

_____________________________________________________
_____________________________________________________

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top