La gente se quedó asombrada al ver al chico aparecer con un parche en el ojo, era el centro de atención cuando se acercó con Enid. El siguiente juego era de bolos, algo a lo que Tn siempre había querido jugar pero no había podido debido a que no tenía amigos. Era un juego sencillo, solamente debería tirar todos los bolos. Enid estaba algo nerviosa, nunca se le había terminado de dar bien, pero al mirar a Tn, vio la confianza necesaria para no sentir temor.

—Es solamente un juego Enid—le dijo—no estás jugándote la vida. Solamente sal y disfruta.

—¿Y si alguien se ríe?—preguntó algo temerosa.

—Un puñetazo lo arregla todo—le esbozó una sonrisa.

Ella se echó a reír, la verdad es que sabía muy bien como levantar su ánimo. Cuando fueron llamados, empezaron a jugar cada uno en su lugar correspondiente. Tn no era demasiado bueno, pero la cosa era que usaba más fuerza para que fuese rápida la bola, entonces con dicha fuerza tiraba todos los bolos dejando impresionados a los presentes.

Enid por su lado aprendió de su ''truco'' y tumbó todos. No podían usar sus poderes, pero se referían a transformarse o estirarse en sus casos. Quedaron en primer lugar los dos haciendo que la loba saltase de alegría a los brazos de Tn. Ese momento fue grabado y guardado en fotos que luego Divina le pasaría a la loba.

Aunque los siguientes juegos normies eran muy sencillos e infantiles, como con un mazo darle a los topos o disparar con una pistola a una pantalla. Pero la realidad era que aquello era más por divertirse y hacer algo distinto. 

—3000 puntos—comentó Tn.

—Yo 4200—Enid mostró su puntuación.

Cada uno de los presentes recibió un pequeño trofeo por sus victorias, en total Enid y Tn fueron los que más ganaron, superando por dos a Bianca. Pero al chico le daba igual, se lo había pasado de maravilla y con una gran persona como era Enid.

—Gracias por ser mi pareja—Enid caminaba con él por el pasillo de vuelta al dormitorio—y lamento mucho lo de tu ojo.

—Eh, ya te lo he dicho, no pasa nada, ¿vale?—ella asintió antes de abrazarlo.

Tras los juegos, transcurrieron un par de días muy tranquilos donde por fin Miércoles recibió el libro que le había enviado su madre. Tardó poco en romper el envoltorio. Era un libro dorado con unas marcas extrañas. Aunque las páginas estaban un poco desgastadas. Enseguida se puso a hojearlo, necesitaba saber más sobre Nika y su significado.

—Aquí está—señaló la palabra que iba acompañada de un gran texto.

—¿Qué pasa roomie?—Enid se acercó.

—Nika, fue un antiguo guerrero de la liberación...adorado por los esclavos y que hacia sonreír a mucha gente con su actitud. Tenía el cuerpo de goma y modelar a su voluntad—examinó el dibujo—no se sabe exactamente mucho sobre él ya que fue hace muchos años...pero se dice que derrotó a un gran mal que quiso exterminar a la gente con poderes.

—El mismo poder que Tn—la loba susurró mientras leía todo.

—Tn puede usar el poder de estirarse...y mira el dibujo, es igual que cuando Tn saltaba haciendo sonreír a los demás...—Miércoles buscó más sobre ello pero no encontró nada—ya está...¿y si Tn es el mismo?.

—Sería demasiado viejo

—Una reencarnación

—¿Cómo tú con Goody Addams?

—Podría ser...pero si Tn es la reencarnación de Nika, significa que un gran mal resucitará...y será igual o peor a Crackstone.

La loba tragó saliva imaginando un enemigo tan fuerte, Crackstone tampoco era débil y si alguien más poderoso fuese a atacar a la academia, tendrían que hacer uso de toda su fuerza para derrotarlo. Miércoles pensó que quizás Crackstone era ese mal, aunque no se terminaba de fiar del todo. Por si acaso, a partir de ese momento estaría mucho más alerta.

—¿Le dirás a Tn?—preguntó Enid nerviosa por ello.

—Puede, a su debido tiempo...

—Debe saberlo, si está en peligro...

—Eso ya le pasa estando contigo, por cierto...buena puntería con su ojo

—¡Fue sin querer!.

Mientras tanto, Tn salía de la enfermería donde se pudo quitar el parche. Se le hizo extraño tras llevarlo durante un par de días aquello, pero por fin podía ver con sus dos ojos. Fue a saludar a la loba para decirle que ya tenía visión en ambos ojos. Miércoles escondió rápidamente el libro antes de que la curiosidad del chico le hiciera querer verlo.

—¿Está bien?, ¿no tiene secuelas?—le preguntó la loba acercándose un poco hasta que se dio cuenta de ello retrocediendo unos pasos un poco sonrojada.

—Si, tranquila. Oye, ¿queréis ir a Jerichó?—preguntó con esa sonrisa—tengo hambre y quiero probar de nuevo esos pasteles.

—Claro, ¿vienes roomie?—Enid volteó a ver a la pelinegra.

—Si, tengo que hacer unas cosas—contestó fría.

—¿Vas a matar a alguien?—Tn sonreía.

—No...por el momento.

Los tres marcharon para esperar al autobús e ir a Jerichó. Enid quería invitar a Tn por las molestias de haberle cegado un ojo durante un par de días. El chico le restaba importancia pero Enid no lo veía así. Quería en cierta forma saldar su deuda.

Miércoles miraba al chico hablar con Enid, sintió algo extraño en su interior. No podía dejar de contemplar los ojos de éste y su sonrisa, le pasaba como con Tyler. Entonces abrió los ojos, no, se negaba a asumirlo.

—¿Acaso me estaré enamorando del chico de goma?—pensó antes de negar con la cabeza—no, eso no puede ser, no volveré a caer en esa siniestra trampa llamada amor. Pero cuando miraba al chico, el ritmo de su corazón parecía latir con mucha fuerza.

El asunto era acompañarlos por si sucedía algo malo, quizás esa sombra intentase hacerle algo mientras estaban en Jerichó.

Enid por su parte también empezaba a sentirse muy bien cuando estaba con el chico, le prestaba atención, la escuchaba cuando requería y era la persona más amable que había conocido nunca. Los sentimientos empezaban a florecer en ella.

—¿Algún chisme Enid?—preguntó con una sonrisa.

—¡Claro, ya decía que algo se me olvidaba!—Tn también adoraba los chismes y Enid le puso al día pues no había tenido tiempo de meterse en la página de la loba para leerlos.

Lejos de Nevermore, una tumba que durante siglos estuvo con unos restos, ahora se encontraba vacía y en mitad de la oscuridad se veía a una figura. Lo único que se podía apreciar eran unos afilados colmillos y unos ojos rojos. Un murciélago revoloteó cerca antes de ser atrapado. La figura mordió al animal para arrancar la carne y dejar caer la sangre al suelo. Luego miró al cielo, la luna estaba brillante y hermosa.

Allí parado se quedó contemplando ese hermoso paisaje durante unos segundos antes de alzar los brazos.

—He vuelto...Nika...—unas carcajadas tan siniestras que hicieron a todos los animales esconderse resonó por todo el lugar—no volveré a perder.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.