3-Un día completo

Enid estaba muy emocionada cuando bajó del autobús pues hace unas horas le llegó un mensaje que decía que las tiendas de Jerichó habían recibido muchos nuevos productos por lo cual tendría cosas nuevas que ver. Tenía la mirada iluminada pensando en todo lo que podría ver en aquel pueblo que ahora parecía otro ya que le habían dado una lavada de cara. Todo lo que un poco de chapa y pintura podrían lograr.

—¿No tienes ganas de ver las tiendas Tn? —le preguntó acercándose a él—igual ves algo que te gusta.

—La verdad es que sí, ¿has pensado en colaborar con alguna de las tiendas de ropa?, eres la fuente número uno de los chismes...tal vez te den ropa a cambio de publicidad—contestó el chico.

Enid abrió los ojos.

—¡Esa es una estupenda idea! —exclamó muy emocionada—¡podría ser una influencer!.

—LobaChismosa de nombre de perfil—dijo Tn—ya lo veo, seguro que tendrías mucho éxito.

Ambos comenzaron a hablar del proyecto mientras Miércoles los acompañaba con esa mirada tan fría y sin vida a la que todos estaban acostumbrados. Se preguntaba que clase de actos y asesinatos había llevado a cabo en la otra vida para merecer la tortura de esos dos. Aunque en su interior, algo le decía que Tn tendría su atención tarde o temprano.

Entraron en unas cuantas tiendas, Enid hablaba con la dueña quien resultó ser tan chismosa como ellos dos. Los tres hablaron de promocionar la tienda a cambio de algunas nuevas prendas a lo que la mujer accedió de buen grado. Miércoles por su parte compraría algunas prendas de tonalidades oscuras.

—Genial—comentó el chico—y a la primera, la suerte de la principiante. ¿Y esos tipos de allí? —señaló Tn con la mirada.

—Son...son...cazadores de excluidos—respondió Enid asustada.

—¿Y pueden andar tranquilamente por la zona? —el chico estaba extrañado.

—No, claro que no—contestó la loba antes de que ellos los vieran y esbozasen una sonrisa.

Eran solamente dos, pero iban armados con pistolas. La pelinegra veía que lo que su sentido detectaba era aquel peligro. Deseó haberlo sabido antes de salir de la habitación para tener alguna arma a mano.

—Vaya...pero si hay tres...—comentó el más joven.

Ambos iban vestidos con túnicas y parecían salidos de una secta. La marca del sombrero era la prueba de que eran cazadores. El hombre mayor con barba blanca y bien peinada masticaba un chicle antes de escupirlo.

—Vamos a hacer nuestro trabajo antes de que aparezca la policía—dijo éste apuntando con la pistola a la loba.

—Si, en marcha ya que están ocupados con ese robo en el banco—añadió el joven.

Miércoles abrió los ojos, no deseaba saborear la muerte sin al menos probar a torturar a otras víctimas mientras que la rubia lloraba asustada y con el cuerpo paralizado. Mientras, Tn estaba relajado, tan relajado que...

—¡Se ha dormido! —exclamó el cazador joven.

Si, el chico se había quedado dormido de pie.

—Uy, que tontera me ha dado—bostezó—en fin...¿qué queréis?.

—¿No está claro?, os mataremos a los tres—apuntaron de nuevo y entonces abrieron fuego a discreción.

Tn protegió a ambas colocándose en medio y tras unos pocos segundos, esbozó una sonrisa.

—¡No me hacen nada! —gritó haciendo que las balas salieran disparadas en varias direcciones.

Por suerte para ellos, estaban en una calle cerca del bosque. Estaban ellos cinco y el ruido de las balas alertaría a la gente ya que desde no muy lejos, se escucharon gritos.

—¿Estás realmente bien? —preguntó la loba sorprendida.

—Por supuesto—contestó el chico. Miércoles también estaba igual de asombrada que su amiga e incluso esbozó una pequeña sonrisa.

—Si pudiera replicar sus poderes...—pensó en las posibilidades.

Los dos cazadores se miraron un momento el uno al otro, nunca les había pasado algo así y no sabían muy bien como reaccionar cuando al voltear, un puño les dio de lleno en sus rostros haciendo que volasen unos metros.

—¿Estáis bien? —preguntó él.

Enid rompió a llorar en su pecho, estaba temblando y el joven esbozó una pequeña sonrisa a la par que acariciaba su cabeza. Tn creía que Enid era muy tierna, y sobretodo, se preocupaba mucho por sus amigos. Por eso le caía bien, además de ayudarlo siempre que lo necesitaba.

—Eh, no me ha pasado nada—dijo—y me alegra ver que estáis bien.

—Esos dos están acabados—irrumpió Miércoles—sí, andan inconscientes.

La policía por fin apareció y terminó llevándose a los dos arrestados. Enid estuvo comiendo un poco entre lágrimas. El chico la invitó por enseñarle el pueblo una vez acabada la parada a comer. Miércoles sonreía porque había disfrutado de ver como dos idiotas fueron humillados.

—¿Mejor? —el chico le dio un pañuelo.

—Si—se acabó se secar las lágrimas—es que...he...tenido mucho miedo.

—Es normal, pero yo te protejo—dijo firme—¿somos amigos no?.

—Claro...—sonreía ella.

La visita a Jerichó no se vio interrumpida por nada más. Visitaron tiendas, compraron algunas cosas, comieron dulces...Enid ahora estaba mucho más calmada y se sentía en parte agotada mientras Miércoles le hacia preguntas a Tn sobre su infancia o poder.

—Interesante—fue anotando cosas en su libreta.

—Ya pareces Enid escribiendo—reía él.

—No me compares con esa loba chismosa—respondió algo molesta.

Ambos se echaron a reír provocando un malestar en la pelinegra que le duró unos pocos minutos. Luego, viendo la hora, tomaron el autobús de regreso donde Enid estaba apoyada en el hombro de Tn, mirando por la ventana.

—Gracias por protegerme—dijo Miércoles sorprendiendo a los dos.

—No hay de que, siempre ayudo a mis amigos—sonreía el chico.

Nada más llegar y antes de cenar, Enid escribió todo lo sucedido en su página de chismes donde la gente se sorprendió mucho. Aunque subió dos entradas, una sobre su ropa nueva y otra sobre el ataque. Las visitas a la tienda se multiplicaron al igual que los pedidos.

Aunque esa noche sería muy distinta. Se hizo en el enorme patio una gran fogata donde en un papel escribirían sus mayores deseos para ese curso. Luego serían arrojados al fuego mientras con las manos juntadas y en silencio, pedirían que se hicieran realidad.

—Espero que no hayas pedido ser más chismosa—bromeó Tn.

Enid infló las mejillas haciéndose la enojada.

—Idiota—trató de golpearlo pero el chico solamente esquivaba antes de que los dos se echasen a reír.

El comentario de antes hizo reír también a los demás miembros del grupo.

Miércoles no creía en esas cosas, le parecían una chorrada, pero escribió algo y lo arrojó al fuego. Uno a uno fue tirando los pequeños trozos de papel con sus deseos. Y tras varios minutos de silencio...sonó una música de tambores.

—¡Me encanta está música! —exclamó Tn.

Bianca, Xavier, Ajax y compañía empezaron a bailar al son de la música al igual que el resto de los alumnos que se fueron animando. Miércoles estaba en una de las rocas, suspirando y contemplando las sombras que se formaban de los alumnos a la luz de las llamas a la par que iban bailando.

En cierto momento, el vidente se sentó al lado de la pelinegra.

—¿No te gustaría bailar? —preguntó sonriendo.

—No—respondió fría.

Los dos se quedaron viendo como Tn reía a carcajadas y ante la sorpresa de todos, usaba su poder para saltar de un lado a otro provocando las risas de sus compañeros. Enid reía a carcajada limpia al igual que otros. En todo caso, estaban pasando un buen rato a esas horas. El nuevo director aumentó el volumen de la música.

Tn se agachó y luego de unos segundos saltó tan alto que parecía que cubría la luna por su posición antes de tocar tierra. Xavier se levantó de golpe algo nervioso y rebuscó en su bolsillo algo.

—¿Qué ocurre? —preguntó ella extrañada.

Tn continuó bailando alrededor de la fogata haciendo que su sombra se viera más. El resto de alumnos se sentaron en el suelo a verlo bailar pues parecía incansable. Miércoles abrió los ojos pues Xavier tenía un dibujo igual que la forma que había hecho Tn.

—Nika—leyó la pelinegra debajo del dibujo.

Enid grababa a Tn bailar, aunque le costaba porque ponía caras raras haciendo que rieran sin cesar. Cuando el chico vio a la loba, se percató que estaba preciosa. La luz del fuego iluminaba sus ojos y allí entre todos, le pareció ver un pequeño ángel puesto en la tierra para él. Eso le hizo sonreír.

Miércoles le pidió a Xavier explicaciones.

—Lo dibuje está mañana...—dijo—nunca he escuchado hablar de Nika, si es que era una persona claro...

—Tendremos que averiguarlo...ya he tenido malas experiencias por culpa de un dibujo—comentó ella.

Ahora tocaba investigar.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.

Los siguientes serán sobre los personajes y un poco de desarrollo.

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