Rupert estaba visitando a Tn en la enfermería cuando de reojo miraba algo de la ventana. Algo captaba su atención aunque el chico de goma no se percataba de ello porque estaba terminando de comer. Gracias a unas medicinas innovadoras y el tipo de cuerpo que tenía, se sentía mucho mejor. De hecho, gracias a unas cremas elaboradas por Miércoles, las quemaduras y su dolor se rebajaron bastante. Por su lado, Enid estaba ya dada de alta y acudía cuando podía ya que también estaba con Yoko y Divina hablando de chismes. Si, Yoko ya estaba del todo bien.

En un momento, Rupert levantó un bote de metal y lo estampó con fuerza contra un pájaro ante la mirada incrédula de Tn quien no se terminaba de creer lo que había visto.

—¿Acabas de matar un pájaro?—preguntó éste—¿acaso quieres ser denunciado por la asociación animalista?.

—No era un simple pájaro—miró al suelo y no vio nada—se trataba de un espía enviado por los enemigos. Es mi deber protegerte Tn, o mejor dicho, Nika.

—¿Quién eres realmente Rupert?—preguntó él algo más serio.

—Soy un amigo, eso es todo lo que debes saber de momento. Me marcho, debo hacer unas cosas de clase. Ah, pronto vendrán tus chicas—esbozó una sonrisa.

El joven se despidió antes de marcharse de la enfermería. Justo como dijo éste, aparecieron Miércoles y Enid a visitarlo. Ellos habían hablado, decidieron mantener una relación de tres aunque a la loba se le hacia extraño. No fue sencillo, pero no quería romper su amistad con ella, por no hablar de que la gótica dijo que igual solamente era una atracción pasajera.

—Hola—la rubia se acercó y le besó tiernamente, aunque cuando lo hacia se sentía con calor por el estado de celo.

—Hola idiota—Miércoles lo tomó de las mejillas antes de besarlo—Enid, debes dejar de usar ese maldito labial cuando beses a Tn.

—Es mi novio, y a él no le disgusta—replicó ella.

—¿Podrías al menos no usarlo durante una temporada?

—Lo siento, pero haré lo que yo quiera.

Ambas se miraron, ahí ya tenían la primera pelea ante la mirada de Tn quien alargó las manos para poder tocar el trasero de las dos mientras mantenían esa pequeña discusión por algo tan simple por el uso de un labial.

—¿Podrías parar de tocarme el culo?—la mirada fría de su chica no le hizo detenerse.

—Eres un poco pervertido—dijo Enid.

—Eh, cualquiera en mi posición haría lo mismo—se encogió de hombros antes de retirar las manos—en fin, ¿qué hay de nuevo por la academia?.

—Pues...—Enid se tumbó a su lado y le puso al corriente de los chismes mientras Miércoles se tumbó al otro lado y de manera disimulada le apretó la mano.

Los tres estuvieron un rato juntos hasta que Miércoles fue llamada a hablar con dirección por todo lo sucedido los días atrás y ponerles al corriente de sus investigaciones. Ellos pusieron en manos de la gótica todo lo que pidiese en base a libros y recursos para dar con los culpables.

Enid se quedó y al besarlo, de nuevo ese calor. Se colocó encima de él antes de besarlo con lengua y de manera apasionada. El chico notaba como ella le iba quitando la camisa para dejarlo con el torso al descubierto.

—Tn...tengo calor...—le mordió el cuello—quiero avanzar en nuestra relación...por favor—rogaba ella casi sudando.

—¿Cómo se piden las cosas?—le alzó la barbilla y la vio con esos ojos de lujuria.

La loba tragó saliva y se lo pidió por favor.

—Buena chica—la besó y ambos continuaron con una buena sesión de cariño donde Enid tuvo que morder la almohada mientras el chico jugaba con su cuerpo utilizando sus manos. 

No podía creer que estuviera haciendo aquello con el chico en la enfermería, pero es que no aguantaba mucho más. El tenerlo en la enfermería y no poder ir con él a la habitación ni nada unido al celo era excesivo para ella. 

Dieron un pequeño paso en la relación. Enid respiraba recuperando el aliento después de haber permitido a su chico explorar una zona que hasta ese momento no había tocado nadie, pero no le disgustaba porque Tn fue muy cariñoso, comprensivo y lo hizo con todo el amor posible. Y siempre poco a poco, respetando los límites porque ella había cosas que no podía hacer...al menos todavía pues quería tener un poco más de tiempo.

—Maravilloso...increíble...genial...—decía el chico provocando una sonrisa en ella—tú tampoco has estado mal—sonreía él.

—¡T-Tonto!—replicó haciéndose la ofendida.

Tn la abrazó por la espalda y le besó el cuello.

—Te quiero Enid Sinclair...siempre he estado solo...y ahora...desde que estoy contigo me siento como nunca antes—al decir eso, ella volteó para besarlo.

—Y también te quiero...y puedes contar conmigo—se volvieron a besar y luego se marchó porque tenía que estudiar junto a Yoko.

En la noche, Tn miraba la televisión. A esas horas no irían los médicos salvo que hubiera una emergencia. Cuando de pronto notó algo y se puso en alerta. 

—¿Miércoles?—susurró—¿qué haces aquí?.

Ella se colocó encima y le dio un pequeño beso.

—¿Lo has olvidado?, quiero saber...si siento amor o atracción...—le costaba mucho hablar pero entonces el joven la besó mientras la atraía hacia él un poco más.

Ambos empezaron la lluvia de besos, la piel de la joven estaba fría, pero esa sensación unido al momento era un poco excitante. Miércoles sentía las manos del joven recorrer su cuerpo. Ella detestaba el contacto, pero con él era tan diferente que lo único que hizo fue dejarse hacer y morderse el labio. Quizás pasar tiempo con Enid la había vuelto muy blanda, no lo sabía explicar muy bien. Pero no quería pensar en eso en aquel momento.

—Joder...—pensaba el chico con una sonrisa mientras veía a la joven marcharse de la habitación sin decir nada.

Cuando Miércoles regresó a la habitación, Enid pudo oler el aroma de Tn en el cuerpo de ella así que se imaginó que podía haber pasado. Pero estaba tan cansada que no dijo nada y se volvió a dormir. Miércoles pensaba en lo sucedido, su corazón negro latía por el muchacho, igual si pasaba por un momento de amor.

—Debo reconocer que besa muy bien—pensaba ella acostándose—maldito chico goma...provocas ese sentimiento en mí.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.