2-El chico de la sonrisa...y despistado

Tn bostezaba mientras se terminaba de vestir, aquel día era el primer día de clase y tras lavarse la casa salió para poder desayunar. Allí estaban todos reunidos, recogió su bandeja con su comida y miró a ver donde podía sentarse. Entonces vio que Enid le hacia señales con la mano.

Se acercó y ella le dejó un poco de espacio.

—Gracias—dijo sonriente y sentándose.

—Tn, ellos son Eugene, Xavier, Bianca, Divina, Yoko y Kent—éste los saludó y empezó a desayunar, la realidad era que se moría de hambre.

—Tengo ganas de saber que daremos este curso—comentó el chico abeja.

—Eugene, sea lo que sea serán unas clases aburridas—contestó Miércoles quien comía relajada y tranquila.

—Oh venga, un poco de entusiasmo no te matará—le dijo Xavier a la pelinegra—¿qué tal si luego vamos todos a Jerichó?.

—¿Qué es Jerichó?—preguntó Tn mirando a todos.

Se le quedaron viendo extrañados y sorprendidos.

—Tn—comenzó Enid—¿no recuerdas los pases a Jerichó?, te lo conté ayer.

—Perdona Enid pero ayer me hablaste de muchas cosas, mi cerebro tarda en arrancar y no puedo saturarlo con tanta información—contestó ganándose unas risas por parte del grupo exceptuando la gótica.

—¡Pero te encantan los chismes!—contestó la loba sorprendida—ayer me contaste muchos de ellos.

—Ya pero los chismes es una cosa diferente—sonreía—y lo otro es...—se quedó dormido cayendo su cabeza contra la mesa.

—¡Se ha quedado dormido!—exclamaron los del grupo.

—Realmente es un chico distinto—comentó Divina a lo que Bianca asentía.

Yoko se preguntaba si tal vez no había dormido. Cuando la rubia fue a tocarle para despertarlo éste ya lo hizo por sí mismo antes de continuar comiendo como si nada.

—¿Cómo puede ser tan despistado?—pensaba la loba viéndolo—que chico tan peculiar.

Cuando terminaron era hora de ir a clase así que fueron todos juntos. Tn le comentaba a Eugene que su poder de las abejas era increíble y que le encantaría probar esa miel tan deliciosa de la que tanto hablaba. Ambos se hicieron grandes amigos enseguida.

Se sentaron en los sitios que vieron y Tn se sentó junto a Miércoles. El chico no parecía inmutarse a pesar de conocer los gustos de la chica pelinegra quien veía a éste con cierta curiosidad pues tenía unos poderes realmente raros. Conocía a muchos excluidos gracias a los libros pero hasta ese momento no había visto ese poder.

—Uff...que cansado estoy—decía el chico apoyando la barbilla en la mesa.

—¿Puedes estirarte mucho?—él asintió sin mirarla—me gustaría experimentar con tu cuerpo para obtener respuestas.

—¿Tan aburrida es tu vida que quieres hacer esta clase de cosas?—preguntó bostezando antes de voltear y sonreír a su compañera.

Miércoles clavó un cuchillo en su parte de la mesa, cerca de su cara. Pero ante su asombro, el joven ni se inmutó. O una de dos, o no tenía miedo o no tenía reflejos.

—¿Has acabado?—preguntó antes de apoyar la mano en su barbilla pues la profesora había entrado al aula.

—No tienes miedo...

—Tengo cierta capacidad de ver a través de las personas, y creo que no eres tan mala persona como aparentas ser.

La mujer empezó a impartir la asignatura, todos tomaban notas y Tn iba cerrando los ojos hasta poco a poco quedarse dormido. Miércoles no daba crédito de como una persona se podía dormir así de rápido.

—Que idiota—pensó viendo a éste.

—Y en está página veremos...¿Tn?—preguntó la mujer haciendo que todos volteasen a mirarlo y provocase unas risas por lo bajo al ver al chico completamente dormido.

—Yo lo despierto—dijo de pronto Miércoles levantando la mano con entusiasmo.

Cuando trató de golpearlo, el chico tiró la cabeza para atrás haciendo que fallase sorprendido a la joven que no esperaba errar de esa manera.

—¡Tn!—llamó la profesora haciendo que abriese los ojos de golpe.

—Dígame—dijo de pronto relajado y un poco despistado.

—¿Podría hacer el favor de prestar atención?, las clases no son para dormir—explicó la profesora.

—Disculpe mi actitud, no volverá a...a...—todos vieron como de golpe su cabeza cayó sobre la mesa, de nuevo estaba dormido.

El silencio estuvo durante unos segundos en toda la clase mientras Enid no podía dejar de reír. Se tenía que colocar las manos en la boca para que no se escuchase. Realmente el chico estaba ganándose un cariño en ella. No solamente por los chismes, sino porque era una persona muy simpática y amable con los demás.

—En fin...mientras no moleste...—la profesora decidió continuar con la clase ya que al menos no roncaba ni molestaba al resto de sus compañeros.

Cuando el timbre sonó, el chico despertó y estiró un poco su cuello.

—Uff, que bien he dormido—susurró mientras se restregaba los ojos—¿algo interesante?.

—Un idiota durmiendo—contestó Miércoles.

—Ah, tenía sueño—replicó totalmente tranquilo—demasiado sueño.

Aunque durante las siguientes clases el chico estuvo despierto y prestando atención hasta que por fin acabaron. Tn enseguida tomó la mochila y salió a tumbarse en el césped a relajarse pues según él, el esfuerzo mental que había hecho era enorme.

Estaba muy relajado hasta que una sombra tapó su figura. 

—¿Enid?—preguntó abriendo los ojos.

Los ojos del chico se cruzaron con los de la loba quien mantenía esa sonrisa de siempre en su bello rostro. Le preguntó si podía tumbarse y él asintió.

—Te he visto dormir mucho hoy, ¿normalmente duermes tanto?—preguntó ella cerca suya.

—No, pero me gusta dormir...es un gran...—bostezó—placer...

Se quedó de nuevo dormido. Ella le quitó un trozo de hierba del pelo y al verlo, esbozó una sonrisa. Realmente era muy despistado pero no le importaba, era buen chico. Permaneció a su lado tumbada y entendió porque le gustaba estar allí tirado.

—Enid—llamó una voz—veo que estás aquí con Tn.

Era Divina junto a Yoko, quienes estaban allí paradas diciendo que habían recibido unos mensajes sobre chismes que debían ser escritos en su página.

—¡Chismes!—exclamó Tn levantándose de golpe—ya era hora, tras tanta clase aburrida.

Ellas se quedaron perplejas ante la mirada de Enid quien empezó a reír a carcajada limpia e incluso con lágrimas. Tuvo hasta un pequeño dolor en su estómago. Yoko y Divina no recordaron la última vez que vieron a su amiga llorar de risa de esa forma.

—¡Eres muy gracioso Tn!—decía la rubia suspirando tras ese momento.

—Creo que estos acabarán juntos—le susurró Divina a su amiga.

—Pienso lo mismo—respondió la vampira.

El joven se unió a ellas y ayudó a Enid a redactar algunos párrafos. Realmente a la hora de los chismes Tn cambiaba totalmente. La sirena veía a su amiga muy junta con él mientras éste escribía algunas cosas y modificaba otras. Mientras, Yoko hablaba por teléfono y hacia algunas anotaciones en su libreta para después pasarla a la página.

—Que rápido pasa el tiempo con los chismes—dijo Tn mirando la hora—hemos escrito mucho.

—Si—la loba se estiró un poco—¿vamos a Jerichó?.

—Vale, hoy creo que nos dejan hasta un poco más tarde—respondió el chico recordando algo que le comentó ella.

—Así es—ella sonreía—así te puedo enseñar el pueblo.

—Nosotras nos quedaremos aquí, estamos algo cansadas—dijo Divina antes de que la vampira asintiera.

—Vale chicas—Enid se marchó con el chico.

En la salida, vieron a Miércoles quien también quería ir a explorar un poco y de paso ver los nuevos libros que habían en la biblioteca. 

—Los tres a Jerichó—Enid apretó los puños emocionada—¡en marcha!.

—Enid rebaja tu emoción—dijo la pelinegra.

—Es imposible, Enid es la amabilidad y emoción en persona—Tn sonreía feliz—deja que sea ella misma.

—Os odio—dijo antes de que llegase el autobús.

Los tres se subieron y tomaron el camino a Jerichó. Enid deseaba mucho ver que clase de cosas habían puesto en el pueblo pues había escuchado sobre nuevas tiendas y algunos sitios como recreativos que tenían buena pinta.

Iban al final del autobús y Miércoles miraba a Tn, sentía curiosidad por su poder. Necesitaba explorar un poco más y saber que más podría hacer pues creía que escondía algo en su interior o tal vez él no sabía de su potencial como excluido.

—Enid, gracias por querer enseñarme el pueblo—le dijo el chico.

—No es nada, pero me tendrás que invitar a un café—contestó ella sonriente—es lo menos que puedes hacer.

—Prefiero mi dicho

—¿Cuál dicho?

—Que Dios te lo pague.

Ella infló las mejillas haciéndose la enojada.

—No, me lo debes pagar tú—dijo antes de reír.

—Está bien—contestó resignado para después sonreír como siempre.

Por su lado, la pelinegra empezó a sentir algo. En su interior, o su intuición le decía que algo malo iba a ocurrir en Jerichó. Pensó que tal vez estaría relacionado con Tn, pero no estaba segura así solamente le quedaba permanecer alerta.

—Miércoles, a ti también te invito—dijo el chico.

—Ya veo—contestó fría antes de voltear a mirar la ventana.

—Tengo ganas de conocer el pueblo—Tn emocionado estaba hasta demasiado alegre.

—Tranquilo, yo te haré una guía—la loba sacó el teléfono y ambos se hicieron unas fotos antes de revisar la página de chismes la cual empezaba a tener muchas más visitas.

Y así, los tres se acercaban al pueblo.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D


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