19-Una visita y un celo
Enid estaba ese día preocupada por su estado de celo, a pesar de tomar los medicamentos y rebajar su nivel, aún se sentía con calores. Y encima, la imagen de cuando vio a Tn completamente desnudo no dejaba de rondar por su cabeza.
—¿Te encuentras bien Enid?—preguntó Divina—te noto más tensa.
—Es el estado de celo...y no puedo estar con Tn debido a su condición—contestó ella—me gustaría tener unos mimos pero...difícil...aunque con lo que le han dado se recupere, no quiero que piense que soy una pervertida. Le quiero...y me gustaría dar un pequeño paso en nuestra relación.
—Tranquila, ya verás como pronto se arregla todo—le dio un abrazo—¿eh?, ¿quién esa chica?.
Ambas voltearon y vieron a la señalada entrar por la puerta y hablar con el conserje.
—Ya veo, gracias—escucharon.
Ellas dos como buenas chismosas se acercaron para hablar con ella para saber que deseaba y si la podían ayudar en algo.
—Busco a un chico de goma—al decir eso, Enid se puso en alerta, no quería bajar la guardia y menos que alguien intentase algo contra él.
—¿Para qué lo busca?—no se fiaba en absoluto.
—Fui su profesora hace unos años y necesito hablar con él sobre unas cosas...lo siento, pero no puedo revelar dicha información—respondió con el mismo tono y seriedad.
—Soy su novia, así que tengo derecho a saberlo—se cruzó de brazos.
Entonces, vio que la cara de la mujer cambió radicalmente y esbozó una gran sonrisa antes de tomarla de las manos.
—¿Me estás diciendo que eres la novia de Tn?—Enid asintió extrañada y sorprendida—¡eso es genial!, pensé que ese chico no iba a conseguir novia...teniendo en cuenta lo que ha sufrido...por no hablar de que su actitud de quedarse dormido...
—Si, aún sigue con eso a veces—ambas rieron un poco antes la mirada de Divina quien notó un cambio en el ambiente—la llevaré hasta él.
Las tres caminaron y Enid le dio un pequeño tour por la academia hablándola como si se tratase de una alumna. La mujer le fue contando cosas de Tn, como aquella vez que se puso malo por comer demasiado.
Y finalmente llegaron a la enfermería donde lo encontraron tumbado y mirando a la ventana para ver el paisaje ya que ese día aunque hacia frío, el sol se dejaba ver. Al voltear por escuchar la puerta se quedó de piedra abriendo los ojos por lo que veía.
—¿Yolin?—preguntó él sorprendido—¿qué haces aquí?.
—Ver a mi alumno marginado—respondió—y de paso he descubierto esto—sacó un dibujo y le mostró—Nika.
Tn se llevó la mano a la cabeza.
—De verdad, ¿qué demonios le pasa a todo el mundo con ese tema?—suspiró mientras Enid se sentaba a su lado.
—¿Qué te ha pasado?—Enid le puso al corriente y Yolin comentó que había encontrado algo interesante.
Resulta que Nika se enfrentó a un gran mal, pero que este regresaría para cobrar venganza y dominar el mundo.
—Meh, todos los villanos lo mismo...dominar el mundo—respondió el joven.
—Esto es serio Tn—dijo Enid—y no quiero verte sufrir—le tomó de la mano y sintió las ganas de abalanzarse sobre él.
—Tu novia tiene razón, deberías prepararte y entrenar en lugar de tanto chisme...
—El chisme es mi vida—replicó—¿te has enterado de algo?—miró a su novia.
—¡Si, en Jerichó...!—pero fue interrumpida por la mujer.
—¿Ves?, a eso me refiero, ¿no te preocupa ni un poco?
—Claro que sí—sacó una chocolatina—pero no tengo pistas y en mi estado necesito descansar.
Divina se reía ante la escena tan cómica que estaban viendo sus ojos. Pero así era Tn, un chico demasiado despreocupado.
—Miércoles está investigando—comentó él—aguardemos si descubre algo.
—He venido en cuanto he descubierto cosas de tus poderes y sobre Nika. Me quedaré aquí unos días para ayudarte con el entrenamiento—explicó ella.
—Que pereza, prefiero escuchar los chismes de mi lobita—le acarició la mejilla haciendo que ella se sonrojase ante las caricias de él.
—En fin...iré a hablar con la directora, ¿Divina era no?—ella asintió—¿me puedes acompañar?, así se ponen al día de los chismes...
Ambas se marcharon y Enid le estuvo poniendo al corriente de los chismes mientras el chico comía un poco disfrutando de todo lo que escuchaba. Era impresionante lo mucho que podía llegar a recordar de un simple chisme.
—Y eso es todo—se acercó a él y lo besó—sabes a chocolate...mi favorito...—sentía un gran calor.
—Enid, ¿te encuentras aún con el celo?—ella asintió—ya veo...ven aquí.
Ella se puso encima con sumo cuidado, Tn se recuperaba muy bien aunque debía descansar para revisiones y demás. El joven la besó con algo de pasión provocando un fuerte e intenso calor en la loba quien tenía ganas de comerse a ese muchacho allí mismo.
—El doctor vendrá en una hora, está con la enfermera en horario de descanso—la mordió el cuello y ahí Enid...acabó con la cuerda de la cordura.
Se fundieron en unos intensos besos, caricias y mimos, la loba se frotaba con él mientras las manos del joven se deslizaban por todo el cuerpo de la rubia quien no oponía resistencia. De vez en cuando Enid miraba el reloj de la mesa para contar el tiempo.
—Te juro que en cuanto te recuperes...vas...a...ser...mío—le mordió—odio estar así con este celo.
—A mi no me molesta en absoluto—contestó relajado él con una sonrisa y acariciando la espalda mientras ella se arreglaba la ropa.
No habían dado un gran paso, pero uno a fin de cuentas. Al cabo de un par de minutos llegó el médico para revisarlo, Enid se despidió y salió con una gran sonrisa en su rostro.
La mujer se instaló en una de las habitaciones libres y fue a hablar con Miércoles, ambas tendrían mucho de lo que hablar y descubrir gracias a todo lo que habían leído.
—Que cansada estoy...Miércoles aún estará con Yolin—pensó tirada en la cama mientras recordaba todo lo sucedido en la enfermería.
Ahora que se encontraba mucho más calmada se sonrojó, no podía terminar de creer que el chico tan tímido y sonriente era capaz de hacer esa clase de cosas con sus manos. Entonces esa calma se vio frustrada por un fuerte trueno que le hizo dar un bote.
—Menudo susto...—respiró aliviada.
Vio que empezaba a llover y las nubes grises ahora se volvían más oscuras mientras un fuerte viento se alzaba en el lugar. No era normal ni lógico que el tiempo cambiase tan bruscamente y su instinto de loba le decía que algo malo se aproximaba. Se aferró a uno de los osos de peluche y continuó mirando por la ventana.
Mientras, Miércoles y Yolin miraban por el cristal de la ventana de la habitación de la mujer.
—Así que a esto te referías...—susurró Yolin.
—Si, y con Tn aún en la enfermería me tendré que hacer cargo. Detesto haberlo descubierto tarde—replicó ella molesta consigo misma.
Cerca de las colmenas, una criatura se hallaba sentada.
—No le hagan daño a las abejas—ordenó a los pequeños murciélagos que revoleteaban cerca suyo—nuestro objetivo está claro—su voz era algo grave antes de toser.
Una nueva amenaza llega a la academia...
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo.
PD: Quería un monstruo algo parecido al estilo de Tim Burton.
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