18-Las reglas de una relación
Enid estaba en la enfermería junto a Divina para ver como se encontraba Yoko. La joven había podido sobrevivir de milagro gracias a la rápida intervención ya que la daga estaba impregnada de energía maligna. Con sumo cuidado, Miércoles se quedó con la daga para investigar los dibujos que tenía grabados con tal de dar con un culpable ya que hasta el momento no había tenido demasiado éxito con ello.
La loba después de visitar un rato a Yoko, se pasó a la habitación de al lado para ver a Tn quien estaba comiendo de manera descuidada debido a las quemaduras. Ella al verlo se molestó un poco porque no había pedido ayuda.
—Deja que yo me encargue—dijo ella tomando el plato y poco a poco le fue dando de comer.
El joven se le quedó viendo, adoraba esos ojos. Pensaba también en la confesión de Miércoles, ella también era guapa, ojos preciosos...aunque una personalidad que infundía miedo. Aunque pensase que era para no mostrar su debilidad, era buena persona y protectora con las personas que le importaban.
—¿Qué ocurre?—preguntó ella viendo a éste pensativo.
—Que serás una madre maravillosa—Enid por poco tira el plato y le pidió no decir esas cosas tan vergonzosas de esa forma.
—Ahora abre grande—le dio otra cucharada.
Tras comer, aún tenían tiempo así que se tumbó a su lado y le dio unos pocos besos. A pesar del vendaje y su estado, le dijo que seguía siendo el chico más guapo. Él como pudo la rodeó con el brazo acomodándola en su pecho.
—¿Cómo va Miércoles con la investigación?—le preguntó acariciando su cabello.
—¿Cuál?, ¿la de amor o el asesino?—ella se acurrucó más.
—Las dos—contestó mientras bostezaba.
—Pues...la segunda todavía nada y la primera...aún está pensando en sus sentimientos. Pero—le tomó el rostro—no quiero perderos...a ninguno...
—No nos vas a perder, te lo prometo—la besó dulcemente.
Enid tenía cierto miedo, sentía que si Tn rechazaba a Miércoles su relación se acabaría mientras que si Tn aceptaba...ella se quedaría fuera. No terminaba de aceptar la idea de tres. Era cierto que en las manadas, algunos alfas o mujeres lobo tenían más de una pareja. Incluso uno de sus hermanos había tenido dos novias...pero ella no era como los demás en cuanto a esa mentalidad. Le costaba demasiado pensar en ello, imaginarse a los tres durmiendo en una misma cama, despertando juntos cada día...estaba hecha un lío.
—¿Enid?—preguntó él.
—Lo siento...me quedé en blanco—respondió antes de besarlo.
Los besos se fueron intensificando un poco. Enid sentía ese calor a pesar del medicamento y fue colocándose sobre él. Le mordía el labio y tirando suavemente. Se sentía tan calurosa que al separarse, se fue abriendo la camisa lentamente ante la mirada del chico.
—Tn...avancemos un poco—susurró mientras seguía quitándose los botones.
—Enid...estamos en la enfermería...—miró a los lados por si aparecía el médico.
—No vendrá nadie—dijo terminando de abrirse la camisa dejando su ropa interior a la vista del joven que miraba hipnotizado—si miras tan fijamente...
La puerta de la habitación se abrió de golpe con un portazo dejando ver a Miércoles quien al verlos de esa manera suspiró. La rubia enseguida se cubrió, abrochó su camisa y bajó de encima del chico. La pelinegra se sentó cerca de ambos y dijo que de momento no tenía nada en relación a los dibujos, pero que le había enseñado a su madre. Por el momento tendría que esperar a ver si ella sabía algo.
—¿Por qué no van a un hotel?—preguntó cambiando de tema—no aquí en la enfermería, me parece asqueroso...hasta para mí.
Enid estaba ruborizada.
—En mi estado no puedo ir a ningún lado a...tener intimidad—contestó él antes de llevarse un pequeño golpe de su novia.
—Bueno, he estado pensando en mis sentimientos...—la cosa se puso algo más tensa—y de momento, para empezar a saber más sobre estos...Tn, quiero que...que...vayamos...a una...cita...—Tn y Enid abrieron los ojos.
—Espera un momento...¿me estás pidiendo una cita?—preguntó incrédulo.
—¿Te has quemado tanto los oídos que te has quedado medio sordo?—respondió molesta.
—No, es simplemente que es...extraño...tú pidiendo una cita...¿Enid?.
Ambos la miraron y estaba nerviosa, para ella era excesivo.
—Yo...no sé...qué decir...—normalmente a otra chica le diría que no...pero era su roomie y mejor amiga.
—Ya te dije, en público serás tú la pareja. Yo solamente...pido...pido...besos en al intimidad—ella volteó para no verla.
Ahora reinó durante un momento el silencio, no sabía muy bien que decir ninguna de las dos mientras Tn las observaba.
—Esto es demasiado...—decía Enid—es que...nunca lo he visto, relación de tres...yo siempre he pensado en una relación con un chico, niños...
—Perfecto, ya tienes a tu chico. Los niños espera un poco...yo quizás decida en un futuro tener uno...para experimentar el dolor del parto. Algo que me haga sentir una experiencia inolvidable—contestó la pelinegra volteando a verla—además, no es que sea dejarte a ti para estar conmigo como en esas estúpidas películas románticas.
—Yo pensaba que estabas por Xavier—comentó Tn—¿no te gusta entonces?.
—No, por supuesto que no. Es un idiota y apenas sabe entender los sentimientos de las mujeres.
—Bueno...tampoco será para tanto.
Una campana sonó indicando que debían acudir a los clubs, Enid y Miércoles continuaban en los de esgrima ya que mantenía la pelinegra una rivalidad con Bianca.
—Tenemos que irnos, ten cuidado y no hagas muchos sobreesfuerzos—le pidió ella antes de besarlo—en cuanto te recuperes te daré unos pocos mimos.
—Vale—sonreía él.
Miércoles se acercó y le dio un beso en la mejilla.
—No se te ocurra morir o desenterraré tu cadáver para traerte de nuevo a la vida—dijo fría.
—Muy amable de tu parte—se reía él.
—No me has contestado todavía...¿la cita?.
Tn miró a Enid quien esperaba una respuesta de su parte, era como si concediera su permiso hasta que la loba suspiró y asintió.
—Puede que en está época de relaciones cortas u abiertas seamos nosotros una de esas...pero habrá reglas...—ambos preguntaron—él es mi pareja oficial—ellos asintieron—no habrá favorita para él y...y...en cuanto a la cama...dormir juntos—se puso roja.
—Ya hablaremos de esa parte, no estoy tan interesada en eso—replicó Miércoles.
—Oye, que puedo estirar mi cuerpo, piensa en la infinidad de posibilidades—dijo bromista para restarle hierro al asunto cuando ella le miró mal—cuanto sentido del humor...
—Eres un tonto—Enid se había imaginado cosas.
Ambas decidieron que hablarían una vez estuviera recuperado, necesitaban un poco de tiempo respecto al tema y ya se les hacia un poco justa la hora.
Tn se quedó allí tumbado, recuperándose lentamente de las quemaduras. Sentía que el poder que había utilizado para cubrir su cuerpo necesita ser mejorado. Ese enemigo no era más que un lacayo así que el verdadero enemigo sería mucho más poderoso.
—De momento a ponerse bien—pensó mirando por la ventana.
Cerró los ojos y se puso a dormir un rato, algo que no le resultó muy complicado.
Mientras, en la entrada de la academia había llegado un coche del cual bajó una chica de cabello azulado y con una vestimenta roja. Nada más bajar, sacó un trozo de papel donde había un dibujo de un hombre saltando y mostrando alegría mientras que debajo alrededor de una hoguera habían unas personas bailando.
—Nika...—susurró mientras esbozaba una sonrisa.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top