17-La confesión de Miércoles

Tn se lanzó con todo contra su oponente. Estiró el brazo hacia atrás antes de llevarlo hacia adelante para arrear con fuerza y contundencia. El oponente usó sus llamas para desaparecer en un instante y aparecer a su lado evitando el golpe. Después de eso, golpeó el rostro del chico hasta enviarlo contra una pared ante la mirada de sus amigos.

Lo que no contaba este enemigo fue que justo al impactar, Tn rebotó usando el poder en su cuerpo y de nuevo estaba justo delante ya que lo hizo muy rápido. El chico golpeó ahora sí a éste mandándolo contra unas mesas.

—Siéntate a comerte tus verduras—le dijo mientras esbozaba una sonrisa.

Rupert por su parte acumuló una serie de objetos pesados del comedor formando una gran bola antes de lanzarla contra el enemigo aprovechando la ventaja que había obtenido. Era como cuando le caían a uno escombros y lo dejaban sepultado. 

—No creo que sea suficiente...¿cierto?—Rupert le preguntó a Tn.

—No, es...—unas llamas calcinaron todo—ve a por unos extintores...yo me haré cargo.

—Entendido.

Las chicas trataban de salir de la zona pero con tanta pelea no encontraban el hueco. El ser se puso de nuevo en pie y se limpió el polvo de su ropa. Al mirar a Nika, liberó unas llamas en sus manos y usó de nuevo ese poder para desaparecer para colocarse detrás del chico. Enid quiso avisar a su chico cuando fue a ser golpeado cuando Tn volteó y detuvo el puñetazo con una sonrisa en su rostro.

—¿No crees que estás haciendo mucho ruido?—a pesar de estar siendo quemado por el poder del enemigo, lo sujetó y con la mano libre le dio un duro golpe en el estómago que lo hizo agacharse.

Entonces, ante tal situación, el oponente aumentó la temperatura de sus llamas haciendo que el chico goma tuviera que soltar y soplar su mano de lo caliente que estaba. Rupert apareció y usó el extintor sobre él. No sabían si tendría efecto, pero algo era algo.

El hombre empezó a gritar y ahora estaba sin sus llamas parecía estar volviéndose loco. Las llamas parecían no poder salir de su cuerpo y cuando dio un grito, miró a las chicas. Tn vio las intenciones que tenía así que se estiró para tratar de evitarlo. Tras un alarido, soltó una gran llamarada de color verde que fue directo a ambas quienes vieron como iban a ser quemadas.

—¡No voy a permitirlo!—pensaba el chico yendo a toda velocidad—¡armadura!—era algo que había desarrollado su cuerpo y lo aprendió tras mucho esfuerzo, solamente esperaba que funcionase.

Logró llegar a tiempo para interponerse en mitad y recibir todo el impacto. No solamente sintió abrasarse y quemarse, sino que fue enviado contra unas mesas cayendo insconciente.

—Nika...Nika...—las llamas de su cuerpo ya no brillaban ni aparecían—tenéis...suerte...—se transformó en unas llamas verdes, flotó y se marchó por la ventana.

—No puedo creer que un simple extintor haya funcionado—dijo Miércoles.

—Estos no son extintores normales—replicó Rupert—está hechos para marginados, por si un chico de fuego tiene un accidente—ella revisó un instante los componentes, era cierto.

—¡Tn aguanta!—escucharon decir a Enid quien sostenía al chico entre sus brazos.

Presentaba quemaduras por su cuerpo, se había interpuesto entre el ataque y ellas. Abrió los ojos lentamente, herido y esbozó una sonrisa mientras acariciaba la mejilla de su chica.

—Me alegra que tú estés bien...Enid...—cerró los ojos y cayó inconsciente.

Rupert y las chicas llevaron enseguida a Tn a la enfermería para poder curarlo. El joven explicaría todo en dirección para dejar a ambas estar cuidando a Tn. El susto había pasado, pero sin duda alguien iba tras el chico de goma. Aumentaron las medidas de seguridad e incluso usaron una especie de conjuro para crear una barrera mágica para evitar que de nuevo, un ser así pudiera entrar. Nunca se imaginaron que tendrían que hacer uso de ella.

Tn había recibido un tratamiento para esos casos y luego fue vendado. Lo sedaron un poco para evitar más dolor pues las llamas eran muy fuertes. Enid estaba sentada a su lado, llorando como una niña pequeña mientras le tomaba de su mano. Miércoles estaba triste, si, ella había aprendido a convivir con esos sentimientos...y el del amor. Se acercó a Tn y ante la mirada sorpresiva de su roomie, le dio un beso en la frente.

—Gracias por protegerme—susurró—no lo has hecho como otros por caballerosidad o tratar de impresionarme...sino porque te importo...y tú también a mi.

—Miércoles...—ella volteó a mirarla.

—He estado un tiempo pensando en todo y sobre Tn, quise negarlo...pero...me gusta, estoy enamorada de él—Enid no daba crédito—no me interpondré en vuestra relación...pero es horrible el sentimiento de amar a alguien y no ser correspondida...lo detesto.

La loba abrazó a Miércoles ante su sorpresa quien esperaba que se enfadase, pero la sinceridad ante tales sentimientos, algo que no era su fuerte junto al tono...hicieron que le fuera imposible estar enojada con ella.

—¿Se lo has dicho a Tn?—preguntó ella.

—No, él no sabe nada—respondió.

—Pero tengo oídos y lo he escuchado todo—ambas se sorprendieron y le miraron—hola—intentó moverse pero dio un quejido de dolor—vale...aún estoy muy mal.

Lo acomodaron para que estuviera mejor, el chico las miró a ambas quienes estaban sin poder decir nada debido a la situación.

—Siempre me has parecido muy guapa, aunque no pensé que tuvieras ese sentimiento de amor...salvo por las torturas y asesinatos claro...—comenzó él.

—Es igual, no quiero hablar de ello—respondió ella con su tono ahora frío.

—La verdad, me siento halagado...es decir...le gusto a las dos chicas más guapas de este lugar...—se rascó la mejilla—no sé que decir la verdad.

—Mejor no digas nada o te asfixiaré—parecía muy molesta.

—Enid, ¿qué opinas?.

La loba no sabía muy bien que decir y su silencio lo confirmaba.

—Parezco una momia con tanto vendaje...—comentó bromeando el chico observándose.

Eso hizo reír a las dos, si, Miércoles Addams riendo. Luego, Tn comentó algo que no esperaban.

—¿En las manadas no puede el alfa tener más de una loba?—preguntó.

—Si, y...¡espera!—exclamó ella—¿estás diciendo que estemos las dos contigo?.

—Bueno...no sabemos si Miércoles siente realmente eso...no te ofendas pero no eres buena expresando tus sentimientos y puede que solamente te atraiga porque sea...el Nika ese—explicó el joven.

—Interesante teoría...puede que tengas razón...¿Enid?, ¿qué opinas respecto a ello?—miró a su roomie quien no lo podía creer.

—No puedo compartir a mi chico—replicó—aunque...también quiero saber si sientes amor o no...sino sientes amor...no sería un problema porque no te quiero ver triste como con Tyler.

—Lo de Tyler es pasado, y puede que Tn sea nuestro futuro

—¿Entonces no te molestaría que fuéramos tres en la relación?—Enid abrió los ojos.

—En un hipotético caso de que fuera de tres...Tn deja de sonreír—miró de nuevo a Enid—yo solamente pediría ser...ser...ser...besada en la intimidad—tragó saliva—a nivel público tú serías la pareja—le costaba un mundo hablar.

En ese instante, el médico irrumpió diciendo que Tn debía descansar. Así que ambas se despidieron y marcharon a su habitación.

Esa noche las dos estaban en silencio, Enid añoraba los besos de Tn y estaba algo triste porque su chico estaba en la enfermería. Y también el tema de Miércoles. La pelinegra por su lado estaba pensando también en eso y el enemigo.

Rupert en su habitación estaba hablando con alguien por teléfono mientras estaba tumbado y relajado a pesar del duro día.

—Si, me haré cargo de ello...tranquilo, no he olvidado mi rol...ayudaré a Nika—dijo con una sonrisa—sí, todavía no ha despertado sus poderes ni nada. Pero creo que poco a poco lo hará...y en cuanto al ataque...—fue explicando todo.

Lejos de allí, el ser de llamas verdes no podía creer que había sido derrotado por unos simples mocosos. Su jefe, que no se mostraba salvo por sus ojos, le decía que había hecho bien en actuar de esa manera, que no esperaban que pudieran contrarrestar con algo así ya que en su época, esos líquidos antimarginados no existían.

—Ya he enviado a otro de mis subordinados—comentó el ser oscuro—debo actuar antes de que Nika despierte del todo sus poderes...

—¿Y por qué no dejarlo estar?,  igual no sabía que es Nika

—Eventualmente habría despertado sus poderes...ese maldito guerrero—sintió como su pecho abrasaba, el dolor aún seguía allí aunque de manera fantasmal—lo mataré...aunque todavía no esté del todo recuperado...—desapareció entre las sombras.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.

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