10-Una cita ensangrentada

El tan esperado momento en el cual Enid Sinclair iba a tener la cita esperada con el chico goma de Tn había llegado. Los nervios estaban a flor de piel y apenas había podido dormir bien pensando en lo que se iba a poner para sorprender al chico que lentamente había conquistado su corazón en el poco tiempo que llevaban de curso. Al principio pensó que tan solo era una simple atracción por alguien bueno y bondadoso, pero ahora se sentía mucho más segura sobre sus propios sentimientos. Y esa cita era el momento perfecto para terminar de confirmarlo.

—Cosa, ¿qué puedo ponerme?—preguntaba mientras tenía la mano en el hombro contemplando las diferentes prendas que había sobre la cama. 

La mano señaló la de la izquierda.

—Es bonito pero no va a la moda—contestó ella—y está...demasiada atrevida porque...me hace un poco de escote.

—Usa tus encantos para conquistarlo—le dijo en signos.

—Tienes razón...pero no quiero que piense que soy una chica de esas...—comentaba la loba—creo que la mejor opción será la del medio.

Ella se cambió aún pensando en como iba a afrontar la situación, ¿debería tomarle de la mano?, ¿debía confesar sus sentimientos?, ¿hacerlo al final o al cabo de un rato?, ¿besarlo?, todas esas preguntas provocaban un sonrojado en ella muy grande y se tuvo que cubrir la cara al pensar en ellos dos besándose y tomados de la mano.

Unos golpes en la puerta irrumpieron sus pensamientos. Allí estaba Tn pues era casi la hora a lo que la rubia enseguida se apresuró a cambiarse, cepillar su cabello y salir tan colorida que parecía un rayo de luz.

—Perdona la tardanza—dijo algo sonrojada por la situación.

—Oye, te queda genial esa ropa y ese estilo de pelo—ella esbozó una sonrisa.

—Primera victoria—pensó antes de comenzar a andar por el pasillo seguida por él—tú también te ves muy bien.

—Gracias, aunque no tenía mucho que ponerme, opté por lo más elegante.

Durante el trayecto en el autobús hacia Jerichó, Enid jugaba con sus dedos pues estaba demasiada nerviosa. Miraba al chico quien observaba por la ventana antes de voltear.

—Oye, ¿hay algo que te preocupa?—le preguntó éste preocupado—si necesitas hablar...

—No, no es nada. Solo que ando con ganas de tomar café y hablar de chismes—mentía para tratar de calmarse.

—Es cierto, la reina de los chismes...—le hizo cosquillas y rieron un poco. Cuando se percataron estaban en el pueblo.

Fueron a un local a tomar algo, Enid se soltó un poco hablando sobre sus gustos y lo que deseaba hacer en un futuro ya como maestra. Quería ser madre de unos preciosos retoños, cuidarlos y darles todo el cariño posible. Los ojos se volvían vidriosos cuando hablaba pues le encantaban los niños.

—Solamente espero...encontrar a un chico tan maravilloso...como tú—susurró eso último pues le daba demasiada vergüenza.

—Serás una buena madre y maestra...chismosa...pero buena madre—ambos rieron.

En eso, escucharon una voz cercana.

—¿Enid?—al voltear, la loba abrió los ojos.

—Suly...—la chica comenzó a temblar.

Eso no pasó desapercibido para Tn quien se puso enseguida en alerta.

—No puedo creer que la loba acabe aquí...¿estudias en ese sitio para raritos?—preguntó con voz burlona—¿aún sigues con los chismes?.

Enid agachó la mirada, pero ella sentía sobretodo una sensación horrible en el pecho y con ganas de vomitar. Las carcajadas de esos idiotas resonaban en su cabeza. Fue tal el dolor emocional que se agarró la cabeza y comenzó a llorar.

—Uy, pero si sigue siendo una llorona—tomó el café y lo derramó por encima de su cabeza haciendo que gritase de dolor.

Esos gritos de dolor y ver a Enid completamente humillada mientras esos se reían resonaron en la cabeza de Tn quien tuvo un gran ataque de ira. Los ojos se volvieron rojos haciendo que se pusiera en pie.

—Otro rarito—dijo—no me digas que es tu novio, la chusma se junta con la chusma—las risas aumentaron tanto que la gente miraba. 

El joven pudo notar que algunas personas, sobretodo jóvenes, se reían o cubrían la boca pero se notaba mucho que reían de ella pues la conocían de ser de Nevermore. Hubo un segundo en los cuales los ojos de la loba se cruzaron con los de él. Era lo que le faltaba para estallar.

Tn agarró al idiota por el cuello levantándolo con fuerza y éste trató de zafarse mientras sentía que poco a poco se iba asfixiando. Los otros intentaron ayudar golpeando con sillas pero rebotaban haciendo que se golpeasen ellos mismos.

—Jodido idiota, ¿te atreves a lastimar a mis amigos?—lo lanzó directo contra unas sillas.

En el camino los demás aún algo aturdidos trataron de golpearlo pero tan solo salieron volando como en las películas. Al acercarse a éste, vio como sangraba por tener heridas por su cuerpo debido al golpe contra una de las mesas.

—Dime, ¿cómo acabo contigo?—se crujía los nudillos—te dejaré elegir.

Desde el suelo y llorando, pedía clemencia.

—Has hecho llorar a una chica maravillosa, la gente como tú no merece clemencia alguna...—lo tomó de la camisa.

—¡Por favor perdona, no volveré a reírme ni nada, te lo juro!—lloraba a lagrima viva.

Lo arrastró hasta donde estaba Enid quien lloraba aún por el dolor y se sentía avergonzada. Lo arrojó hasta ella y lo volvió a sujetar de la cabeza.

—Pide perdón de rodillas—ordenó serio.

Enid nunca había visto así a Tn.

—¡Lo siento Enid!—dijo enseguida mientras estaba siendo humillado—ya está...por favor suelta.

El joven lo hizo haciendo suspirar al matón cuando de pronto sintió un fuerte golpe en el rostro por el lado izquierdo que lo mandó contra otras mesas. Nadie se atrevía a decir nada.

—Tn, es suficiente—ella le colocó las manos en el pecho—vamos antes de que te metas en un lío.

Se separó y tomó algo de hielo para dárselo a la loba y enseguida se marcharon a Nevermore pues para desgracia de ellos, empezaba a caer una tormenta. Los normies idiotas estaban todos sangrando y con el cuerpo lleno de heridas y moratones, no presentarían queja o acabarían aún peor y así los amenazó el chico de goma. Tn que era previsor le dio el suyo a la loba. Era pequeño y no cabían los dos. Enid agradeció aunque todavía podía ver la mirada serie de éste.

Regresaron y enseguida fueron a la enfermería donde se cambiaron a una ropa seca. La enfermera examinó la cabeza y dijo que no tenía más que unas pequeñas quemaduras pero con una pomada y descanso se pasaría.

—Lamento lo de la cita...—susurró ella mirándolo—esos idiotas lo arruinaron.

—Enid—le hizo levantar la cara—el poco tiempo que hemos estado...me lo he pasado muy bien, hablando de metas, objetivos...sueños...chismes...—le acarició la mejilla haciendo que ella se sintiera en una completa nube.

—Tn...yo...—tragó saliva—hay...hay...algo que me gustaría...hablar contigo...—estaba nerviosa.

—Tú dirás—sonreía él al ver que no tenía nada grave.

—Pronto...habrá una feria...¿te gustaría ir conmigo?, será en Jerichó...y...—el chico la tomó de las manos.

—Si, me encantaría...ahora te llevo a tu habitación para que descanses.

La cargó en brazos como a una princesa, no había nadie por el pasillo pero ella se aferró a él y cuando llegaron, le contaron todo a Miércoles. La pelinegra deseó haber estado ahí. Ahora se marchó porque debía ayudar a Eugene.

—Gracias por las molestias—dijo ella al ser dejada en la cama.

—No es nada, ahora descansa un rato...¿vale?, cualquier cosa me llamas—la loba asintió, se acercó y le dio un pequeño beso en la mejilla.

—¿Podemos tomar lo de la feria como una cita?—él sonrió y asintió.

Tn también besó su mejilla haciendo que se sonrojase la loba. Luego, se marchó para que pudiera descansar. Enid nunca imaginó que él, con su personalidad supiera tanto de los sentimientos y menos actuar así. Se tocó la mejilla y dio unas vueltas en la cama roja como un tomate antes de parar por el dolor.

—¡Auch!—se tocó la cabeza.

Así, terminó una cita pasada por sangre. Pero no pasaba nada pues...todavía quedaban muchas ocasiones para tener citas y disfrutar de la compañía del otro.

Miércoles por su parte aún se sentía extraña por Tn, pero sobretodo porque presentía que algo muy malo iba a ocurrir. Y necesitaba a Xavier para desentrañar todo eso. Pero por ahora, ayudaría a Eugene con los tarros de miel.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.

PD: Ya tengo planeado unos 2-3 capítulos llenos de acción, drama y sangre.

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