A la espera de la llegada de los nuevos alumnos a la academia de excluidos, marginados, raros u otros términos utilizados para describir a estas personas, la ahora capaz de transformarse en loba, Enid Sinclair, terminaba de arreglar su lado de habitación mientras que no muy lejos se hallaba Miércoles Addams. Tras todo lo sucedido con Laurel Gates y su cómplice, Tyler, ahora estaban de nuevo compartiendo habitación.

—¿No es genial roomie? —le preguntó la loba colocando un peluche que se había comprado hace poco.

—Tendrás que especificar más—respondió la pelinegra antes de alejarse un poco para ver si su escritorio estaba bien puesto. La mano se colocó en su hombro y alzó el pulgar—sí está perfecta en ese sitio.

—Que seamos compañeras de nuevo—la loba se acercó—Miércoles y Enid...¡de nuevo juntas en acción!.

—Si...que ilusión—la pelinegra fue hasta su maleta y empezó a sacar sus ropas de tonalidades grises y oscuras.

—Oh vamos, será divertido—la abrazó por la espalda—¿qué misterios nos tendrá preparados Nevermore en esté curso?—sonreía ella—¿amores prohibidos?, ¿infidelidades inesperadas?, ¿un posible apuesto príncipe oscuro para Miércoles?.

—¿Por qué no vas con Ajax?, seguro que te echa de menos—comentó ella alejándose un poco del agarre de su roomie.

Enid se rascó un poco el brazo mientras agachaba la mirada.

—Ajax y yo rompimos hace un mes. Sabía que era despistado, pero no tanto—luego levanto la cara—aunque seguimos siendo buenos amigos.

—Estuviste todo el curso pasado por él y ahora rompes, realmente el amor es horrible—la pelinegra le dio un pequeño abrazo—ya llegará ese muchacho sonriente, amable y lleno de color como tanto te gusta.

—Gracias Miércoles—ahora sonreía un poco—¿qué esperas de los nuevos alumnos?.

—Solamente pido que no sean una panda de idiotas, incompetentes y que me dejen tranquila—contestó recogiendo unas prendas antes de guardarlas en el armario—aunque no puedo negar cierta curiosidad por saber que clase de excluidos hay.

—¡Yo estoy igual, seguro que tienen algún poder curioso o muy raro como Eugene! —exclamó emocionada—¡y tengo ganas de hacerles una entrevista para mi página de chismes, vuelve la reina de los chismes!.

—Hablando de Eugene, me ha parecido escuchar que su club ahora es más grande y hay gente que quiere apuntarse—dijo ella volteando a ver a Enid quien siempre está al tanto de todo.

—Así es, desde que te salvo se ha vuelto un poco popular y a la gente le gusta mucho la miel de abeja que ha producido—respondió sentándose en el borde de la cama—aunque me dan miedo los insectos.

Habían llegado por la tarde así que entre unas cosas y otras como organizar la habitación y cenar, enseguida se fueron a dormir. Enid se durmió enseguida, aunque emocionada y con ganas de conocer al día siguiente a los nuevos alumnos.

Miércoles por su parte tardó un poco más, no lo admitió, pero tenía ganas de ver de nuevo a sus amigos. Aquel lugar le enseñó cosas valiosas que antes detestaría, y quería ese año llevar la rivalidad con Bianca a las competencias. Especialmente en esgrima pues en el curso pasado ella le derrotó.

La mañana siguiente se presentó nublada, gris y con un poco de viento. A pesar de ese clima que tanto le gustaba a Miércoles, Enid salió emocionada por los nuevos. El resto del grupo formado por Ajax, Xavier o Bianca estaban desayunando tranquilamente porque no tenían ese ímpetu de saber sobre los nuevos, estaban ya acostumbrados.

—¡Qué emoción! —Enid estaba en la entrada ya esperando que llegase el autobús.

—Si, emocionante—dijo sin ganas su roomie.

Solamente tardaron unos pocos minutos más, pero a la loba se le hicieron eternos y cuando vio aparecer el vehículo en la distancia dio unos cuantos saltos. Tuvo que ser tranquilizada por Miércoles.

Uno a uno fue bajando, se sabían que eran vampiros, hombres lobo u otro tipo de marginados por el olor o el aspecto. Incluso llegaron nuevas sirenas al lugar. También un tipo que tenía alrededor suyo unos pequeños objetos levitando mostrando así su poder, un chico pelirrojo que jugaba con una pequeña llama y finalmente otro chico acompañado de una chica. Antes de cerrarse las puertas, apareció el que estaba rezagado.

Entonces aparecieron Bianca, Xavier y compañía a quienes se les había asignado dar un tour a los nuevos. Incluso Eugene formaba parte y estaba allí plantado con una sonrisa pues ahora se sentía que estaba en el grupo. No eran muchos, pero si lo bastante para necesitar a unas cuantas personas. Se dividieron en grupos de cuatro y marcharon dejando a la pobre Enid allí sola con Miércoles.

—Normalmente lo hago yo, pero veo que este año han decidido no darme tanto trabajo—suspiró triste la loba.

—Mira el lado positivo, más tiempo para tus chismes—replicó la pelinegra.

—¡Pero yo quería hacerles un tour y luego una entrevista!, ahora me tocará quedar con Yoko y Divina para ir haciendo uno a uno.

Escucharon unos pasos y vieron al chico rezagado, era un poco más alto que ellas, pelo negro, vestido con ropa informal y una maleta. Levantó la mano esbozando una sonrisa antes de saludar.

—¡Hola! —dijo alegre—soy Tn, Tn Rupton.

—Hola—a Enid le cambió el ánimo y enseguida se acercó—¡bienvenido a Nevermore!.

Justo en ese momento, Enid le dio un fuerte abrazo a lo que el chico después de permanecer unos segundos sorprendido, correspondió. La loba olió un olor a carne que le encantó, seguramente antes de llegar allí habían parado en un sitio donde comieron asado ya que tenía impregnado el olor. Aunque solamente la raza de Enid podría olerlo debido a su olfato desarrollado.

—Ah, soy Enid, Enid Sinclair. Y ella es Miércoles Addams—dijo tras separarse—nosotras te daremos el tour.

—¿No puedes hacerlo sola? —le preguntó la pelinegra cruzada de brazos.

—¡Será más divertido así! —contestó emocionada.

—Muchas gracias a las dos—esbozó una sonrisa que tranquilizaba el alma.

El tour inició, Tn miraba asombrado todo. Enid le relató que habían mejorado la seguridad aumentando la altura de los muros, colocado cámaras en las cercanías u en las verjas. O que, también construido otras habitaciones, mejorado el sistema de calefacción y muchas cosas más gracias a las inversiones. Eso también hizo crecer Jerichó a pesar de los ataques que se produjeron el curso pasado.

—Fascinante—comentó el chico antes de llegar a donde estaban todos los trofeos que se habían ganado a lo largo de los años a otras academias. Incluso se quedó mirando las fotos que estaban puestas en los estantes—oye, está mujer...se parece mucho a ti—miró a la gótica.

—Es mi madre, en su afán de ser la mejor en todo—dijo.

—Genial, seguro que es muy fuerte y habilidosa—comentó viendo que algunas placas tenían su nombre.

—Si, pero no le digas que lo he dicho o se pondrá a sonreír provocándome escalofríos.

Una vez vista esa zona, Enid se acercó con una bolsa donde tenía su uniforme y otra con todos los papeles y horario.

—Gracias, eres de gran ayuda—el chico sonreía tanto que parecía una versión masculina de Enid.

—No es nada, me gusta ayudar—contestó antes de decirle que lo acompañaba hasta su habitación.

Una vez en el cuarto, cerró la puerta y tardó un poco porque le encantó la habitación. Se cambió y salió para continuar hablando con ellas.

—Me gusta el uniforme—dijo el chico—y han tenido en cuenta mi habilidad.

—¡Eso es! —dijo de pronto la loba—¿qué habilidades tienes?

—Puedo estirarme, soy un chico de goma—alargó el brazo y luego lo volvió a su posición normal.

—¡Fascinante, es una pasada! —Enid estaba demasiado emocionada.

—¿Y tú? —preguntó él.

—Soy una mujer loba, puedo transformarme y ser muy peligrosa—alargó las uñas mientras ponía cara de mala.

—¡Eso si es una pasada!.

Miércoles veía todo esto desde su posición y pensó que ese año iba a resultar complicado tener que lidiar con esa panda de idiotas.

—¿Y tú? —le preguntó curioso el chico.

—Tengo visiones horribles sobre muertes y cosas negativas, soy un cuervo—respondió de manera fría.

—Un pequeño cuervo je,je—le dio unos toques en la cabeza haciendo que Enid abriera los ojos—pero es bueno esos poderes para avisar a tus amigos.

—Vuelve a hacer eso y te quedas sin mano—se apartó—te lo permito porque no me conocías y no sabías cuan peligrosa soy.

Tn se disculpó por ello y continuaron por la academia hasta sentarse un poco en el comedor para hacer la entrevista.

—¿De dónde eres Tn? —preguntó.

—Pues no lo sé exactamente, soy un huérfano que fue abandonado. Hace poco estuve en Miltynovix—respondió relajado y comiendo algo.

—¿Estuviste en ese pueblo de excluidos? —él asintió—¿sabes algo acerca del tremendo incendio que hubo? —volvió a asentir.

—Estuve presente cuando se produjo—contestó antes de seguir comiendo.

—¿Podrías contármelo?, es que...tengo una página de chismes—dijo ella.

El joven paró de comer.

—¿Te gustan tanto los chismes? —preguntó éste.

—Le apodan la reina de los chismes—Miércoles leía un libro.

—¡Adoro los chismes! —exclamó muy emocionado el joven.

Miércoles abrió los ojos y miró a un lado y a otro. No podía creerlo, ¿iba a tener que soportar a esos dos hablar de chismes?.

—¿Sabes qué tengo información de lo ocurrido en...?—empezó a enumerar noticias y Enid gritó emocionada.

—¡Necesito que te unas al grupo de las chismosas! —le tomó de las manos—debemos ir a reunirnos con ellas, esto es...código A56—lo escribió en el chat y tan pronto como las chicas lo leyeron, acudieron al comedor donde se llevaron a Tn a un lugar donde siempre quedaban para hablar de esos temas y de paso, Enid escribiría todo.

Miércoles se quedó observando como se marchaba del comedor, lo veía y sentía que algo le decía que esa persona sería importante en su vida. Quizás sería una nueva víctima, solamente el tiempo lo diría.

Las horas pasaron y Tn ahora estaba en el patio, tumbado en el césped tras haberles contado a las chicas todo lo que sabían. Enid apareció ya que lo vio ahí solo.

—¿Puedo tumbarme aquí? —preguntó ella.

—Claro, ¿por qué no podrías? —reía éste.

—Gracias...

Allí en la hierba, miraban el cielo nublado. Tn decía que le recordaba mucho a una época donde estaba más tiempo mirando por la ventana que disfrutando del día.

—Nunca tuve amigos realmente, los huérfanos acababan siendo adoptados o...me marginaban por mis poderes. Eran todos normies—confesó el chico—pero bueno, espero hacer un montón de amigos y poder crear recuerdos juntos—al esbozar esa sonrisa, la loba sintió una calidez en su corazón.

—Aquí ya tienes amigas—decía con una gran sonrisa.

Ambos se quedaron mirando cuando empezaron a caer gotas sobre ellos.

—Será mejor entrar, parece que habrá tormenta—Tn la ayudó a ponerse en pie.

Los dos entraron y al cabo de poco empezó a llover mucho. Miércoles apareció ya que regresaba de la biblioteca. Y así marcharon a sus habitaciones hasta la hora de la cena.

Continuará...

Espero que les haya gustado este inicio.

Un saludo.