Adiós Dan.

Aria.

¿Que estaba pasando? Por que Dan estaba besando a Lara, no entendía nada y mucho menos lo que estaba pasando, con lagrimas en los ojos fui al baño a quitarme el maquillaje que había preparado,estaba furiosa, triste y decepcionada recordando una vez más que siempre tenía que sufrir por un chico.

Dan me llenó de mensajes, pegó en mi puerta pero no contesté a ninguno, solo los leía por encima.

Dan el gilipollas:
Lara
No es lo que parece
Por favor
Déjame explicarte todo y vas a ver que no soy yo quien ha tenido la culpa.

Necesitaba pasar página y eso no podía hacerlo de otra forma que bloqueándolo así que con todo el dolor lo hice. Justo en ese momento me llegó un mensaje de Lara.

Lara:
Aria, lo siento, Dan ha estado tonteando conmigo todo este tiempo y no supe como decírtelo, ayer fui a su casa para decirle que no quería nada con él, por que se que te gusta y me beso.

Aria:
No te preocupes Lara, lo vi todo desde mi ventaba y vi como te besaba, como siempre me terminan gustando los gilipollas, mañana en clase nos vemos, voy a ponerme a ver una serie.

Lara:
De acuerdo, si necesitas algo llámame y tranquila que esté imbécil ahí se va a quedar.

A pesar de que dije que iba a ver una serie no podía concentrarme cuando mañana iba a tener que presentar con el nuestro trabajo de química, tenía claro que mentalmente debería ser fuerte y profesional, me estaba jugando mi beca para mi universidad soñada.

Llego el día temido, el día en el que teníamos que presentar el trabajo juntos y debía ser todo lo profesional posible para que no se notara que algo pasaba, me puse lo primero que pille en el armario y salí de casa donde me recogió Alfred.

—¿Qué tal guapa?—Dijo con una voz a penada, lo más seguro es que Lara le contase todo.

—Bueno, el chico que me gusta ha besado a mi mejor amiga y encima se excusa diciendo que no es lo que parece, está claro que antes de creerle a él voy a creer a Lara.

Alfred puso una cara de distinción, me resultó raro por que siempre había sido muy protector conmigo y el hecho de que ahora no dijese nada malo de Dan me hacía sospechar que algo pasaba. Habíamos llegado ya a clase y me fui para hacer la presentación del trabajo a los chicos de tercero.

—Buenos días Lara,¿donde esta Dan?—Pregunto el profesor de expectativa.

No me dio tiempo a contestar cuando ya estaba caminando por el pasillo, tan guapo como siempre, con una camiseta negra, pantalones vaqueros y una chupa que le quedaba ajustada a sus musculosos brazos.

—Buenos días, ya podemos comenzar.—Dijo con voz seria y a la vez triste.

Cruzamos miradas, eran triste, ambas lo eran, pero todo había sido por su culpa, el quiso jugar con las dos y no le salió bien, entramos a la clase y di todo lo mejor para explicarlo muy bien a los pequeños. Todos a finalizar aplaudieron e incluso preguntaron si podíamos enseñarles a hacer esas presentaciones, sus comentarios de apoyo me hicieron sentir mejor.

Luego de aquello salí de la clase con la visión de ir al baño y poder enjugarme la cara de forma que despeje mis pensamientos.

—Aria, necesito que me escuches, tu amiga no es quien crees...—Lo interrumpí.

—Dan, ya está bien. Lo que faltaba ahora es que le eches la culpa a Lara, no te ha salido bien la jugada y listo, ahora déjame en paz.

Dos lagrimas caían por mis mejillas mientras iba camino al baño, entré en el y me encenrre para poder pensar con claridad, ahora mismo todo parecía venirse cuesta arriba y sin yo poder hacer nada.

No era la primera vez que pasaba, no era la primera vez que un chico prefería a Lara antes que a mi, estaba acostumbrada a ello y podía llevarlo luego de tantos años pero nunca había llegado el momento de tener que enfrentarme tan cara a cara con ello.

Normalmente esos chicos solo eran una atracción física, pero Dan era algo más, el era todo lo que estaba bien, el no me quería para una noche, con el iba a ser todo a mas, iba a ser por fin una relación y todo había quedado en nada, una vez mas.