Capitulo 17. Capítulo final.

La universidad y separaciones.

Había llegado la hora, por fin iba a ir a la universidad mas deseada a estudiar una carrera que amaba desde siempre, la medicina. Dan y yo íbamos a estar separado por estos tres meses que duraba el primer tramo de curso, ya que él iba a estudiar marketing en la otra punta de donde iba yo.

Estos meses con Dan habían sido encantadores, todo era feliz y divertido, había noches de amor, pasión y muchas diversiones con Alfred, Ross y Marc quienes inconscientemente nos habíamos convertido en un pequeño grupo perfecto donde reinaba el respeto y por primera vez la buena amistad entre todos.

Hoy era mi último día en casa y habíamos decidido quedar todos por la tarde para jugar a juego de mesas y poder despedirnos hasta dentro de los siguientes meses, Alfred iba a estudiar magisterio para ser profesor, Ross iba a estudiar matemáticas y Marc iba a estudiar marketing con Dan, los únicos que iban a la misma universidad.

Quedé una hora antes con Ross para arreglarme y que ella pudiese peinarme, ya que se le daban muy bien hacer trenzas y me gustaba mucho como me quedaba ese peinado.

Yo:
Ross puedes venir cuando quieras nena

RossBarbie:
Voy en 10 minutos!!

Mientras llegaba me apresuré en darme una ducha y ponerme un lindo vestido negro que me regalo Martha el otro día, en ese momento pegaron a la puerta.

—¡Ya voy!—Grite desde las escaleras.

—Holii.—Dijo Ross dándome un abrazo.—He traído florecitas para ponerte en las trenzas.

—Ross...—Me interrumpió.

—Ya se que no eres de llevar cosas llamativas pero...Porfi—Puso una cara de cachorrito y fue innegable decirle que si.

Estuvimos ese rato de tarde peinándonos, maquillandonos y pasándolo en grande hasta que vinieron los chicos para comenzar los juegos.

—Hola chicos.—Dije contenta mientras daba un pequeño beso a Dan y un abrazo a Marc.

—Hola guapass.—Dijo Dan mientras saludaba a Ross con un abrazo.

—¡Oye!—Dijo Marc.—¿A mi no me abrazas Ross?

Ross puso los ojos en blanco.

—A tí no te doy ni agua aunque te estes muriendo Marc.—Le hizo la peseta y se fue caminando. En ese momento Marc rio y fue a abrazarla por detrás mientras ella forcejeaba para que la soltase.

Dan y yo reímos y nos sentamos en el sofá mientras traía las galletas que mi madre nos había preparado el día anterior, comenzamos a jugar al parchís y luego fuimos siguiendo con juegos que veíamos en internet y nos parecía divertido.

Ya que todos nos íbamos mañana a pesar de estar pasándola muy bien se nos notaba la tristeza y como estar tres meses separados iba a ser un cambio que no estábamos acostumbrados, para intentar animar el ambiente comencé a hablar de forma positiva para todos, ya que a Ross las despedidas les ponían muy triste.

—No te preocupes Ross.—Dije mientras le daba un abrazo.—Haremos llamada grupales muy a menudo y haremos también nuevos amigos.

—¡Eso chicos!—Habló Dan.—Luego volveremos y de nuevo estaremos juntos.

—Os voy a echar de menos.—Dijo Marc sonriendo a penado.—Me han hecho muy feliz aquí.

—Yo también os voy a echar de menos.—Pronunció Ross.—Son geniales.

En ese momento Alfred llamó a la puerta, quien llego mas tarde por que tenía que trabajar.

—Chicos perdón.—Dijo mientras daba respiraciones.—Mucho trabajo.

—Toma Alfred.—Dije dandole un vasito de agua. Este sonrió y asintió en forma de "Gracias"

Luego de una hora nos fuimos por fin a cenar todos juntos a un sitio de hamburguesas buenísimo que se había convertido en nuestro favorito. Justo cuando íbamos a entrar vi que estaba Lara sentada atrás de nuestra mesa.

—Ay,no.—Pronuncie desanimada.

—¿Que pasa tía?—Dijo Ross preocupada.

—Esta Lara.—Dijo Alfred.

—No le hagas caso cariño.—Dan beso mi mejilla.—Ahora ella es la que ha perdido una buena amistad no tú.

—Exacto.—Dijo Marc tocando mi hombro.—Vamos pequeñaja.

En ese momento me arme de coraje y pase por delante de ella sin ni si quiera mirarla,con una fuerte sonrisa. La cena fue espectacular, nos lo pasamos genial y reímos un montón mientras comíamos todo lo deseado. Fue así cuando la cena terminó y Lara venía hacia nuestra mesa, me puse nerviosa y tragué saliva, finalmente lo único que hizo fue saludar con una mirada triste y todos le saludamos sería.

Al volver a casa por ser el último día Dan y yo nos íbamos a quedar a dormir juntos para pasar nuestra ultima noche luego de tres meses separados.

—Te voy a echar de menos preciosa.—Dijo mientras me daba un beso.

—Y yo a ti, espero que se pase rápido.

Me comenzó a dar besos en la cara y yo caí dormida después de un largo día.

Al día siguiente.

Desperté sobre las siete de la mañana ya que nuestro avión era a las nueve, me despedí de Marc quien debía irse a casa para arreglar unas últimas cosas y bajé al salón hechando un vistazo a mi casa, sabiendo que la iba a echar mucho de menos.

—¿Preparada mi amor!—Dice mi madre cogiendo las llaves del coche.

—Sí mamá.

En ese momento salí de casa y miré la casa de Dan, miré todo al mi alrededor viendo como todo cambió, como mi vida ha dado un giro.

Viendo como aquel chico de al lado me estaba haciendo la mujer más feliz del mundo y sobre todo viendo como iba en camino de ser una gran médico.

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