6.-Charlas

Después de aquella fiesta llegamos a casa, le dije que nos quedáramos a dormir en mi casa hasta que él limpiara la suya, no quiero dormir donde sienta que la basura puede cobrar vida y matarme!

-Pete- murmuró cerca de mis labios mientras estaba encima de mi. Si se acuerdan de esa frase de "El vecino no me va a dominar"? Bueno pues...

-¿Qué?- mis mejillas cómo de costumbre estaban de mil colores.

-Puedo besarte?- me pidió permiso mientras estaba acariciando mi mejilla, yo sonreí nervioso y asentí con la cabeza.

Wade comenzó a besarme con demasiada lentitud y ternura, joder me encantaba, no quería llegar tan lejos, obvio lo detendría en cualquier momento.

"Claro en cualquier momento"...

Wade me acariciaba el trasero y lo empuje levemente asustado y sonrojado.

-V-Vale, me excedí, lo lamento- se encogio de hombros y yo me quede sorprendido, sus caricias se sentían bien pero no quería ser cómo las putas que cruzaban por su casa.

-Wade no todo va a ser muy rápido entiende!- intenté respirar un poco más lento, pero mi corazón estaba a mil por hora.

-Lo sé, Pete lo siento- suspiró y me envolvió en sus firmes y fuertes brazos, amaba cuándo hacía eso, lo admito, el idiota de al lado me gusta y mucho.

-Ahora simplemente quiero dormir- murmure en su pecho y él me respondió con un suave "Claro" estaba tranquilo en sus brazos, no sentía que nadie pudiera hacerme daño. Solamente el podía.

Al día siguiente.

Joder parecía un zombie y eso que no bebí, bueno realmente no dormí, me quede cómo un idiota admirando al maldito de Wade.

"¿QUÉ ME ESTA HACIENDO ESTE TIPOOOOO?"

Tranquilizate todo estará bien, mientras no le de el culo rápido él estará a mis pies pero joder es muy difícil es tan pero tan sexy, sacudi mi cabeza al pensar aquello y seguí mirándolo cómo un idiota.

-Peter- me llamó con su voz ronca, se escuchaba tan sexy, si me seguía hablando así les juro que me pongo en cuatro.

-S-Si?- hablé con voz temblorosa.

-Buenos días- abrió sus ojos lentamente y me sonrió, ¡MALDICIÓN YA FOLLAME HIJO DE PUTA!, grite para mis adentros.

Estaba deseando demasiado quizás, mi teléfono comenzó a sonar, era Mary Jane, deje mi celular de lado y continúe concentrandome en Wade y su sonrisa.

-Mmh?, no vas a contestar?- me pregunto incrédulo mientras se sentana en la cama y me miraba fijamente, sus ojos hacían que me pusiera más nervioso.

Rogaba porque dejará de mirarme.

-No es importante- suspire y rechaze la llamada.

-Peter todo es importante- tomó mi celular y luego me miro.

-Ella no es importante- fruncí el ceño y él siguió mirándome a los ojos.

-Es importante que hables con ella y decidas bien lo que quieres, seguir con esa mentira o aceptar que ya no la quieres- se encoge de hombros.

Vaya... Cuándo quiere puede ser la persona más madura del universo, estúpido Wade!, sacudi mi cabeza y tomé mi teléfono para al fin darle la cara a Mary Jane y terminarla a la maldita zorra.

Mi teléfono estaba sonando y conteste, era esa maldita traicionera.

-Mary Jane!, que bueno que llamas- sonreí de lado mientras Wade me estaba mirando fijamente.

-Oh?, Peter, yo llamaba para platicar contigo.

-Yo sólo quiero decirte que gracias por todo, esperó que Harry y tú duren mucho- gruñí molesto- Quieranse mucho y no lo engañes cómo a mi.

Colgué el teléfono y Wade me envolvió en sus brazos de una manera tan cálida, pude sentir su amor en ese momento, no sé si era amor o quizás calentura pero de verdad este estúpido tenía algo que me encantaba, quizás su manera de ser, su forma de tratarme, su idiotez, todo en uno.

-El Karma llega para todas las personas- acarició mi mejilla y yo lo mire fijamente, no sé cómo me veía pero Wade se miraba algo triste y culpable, ya que él fue el que insistio que hablará con Mary Jane, apodemosle la zorra.

-Sólo espero y se pudran- murmure y él soltó una leve risa.

-El mal no se le desea a nadie- mordio mi nariz juguetón.

-Pero ellos merecen muchas cosas malas, son unos malditos hijos de perra- suspire muy triste y él continuó refugiandome en sus brazos.

-Yo también soy muy hijo de perra, muchos me desearon mal y para su desgracia yo encontré a alguien- acarició mi mejilla toda roja.

-P-Pero aún no somos nada- negué con la cabeza repetidas veces y el soltó una carcajada

-No seas impaciente Panchito- murmuró divertido.

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