Hablando con una amiga
En la escuela, se podía escuchar como el timbre de la campana estaba empezando a sonar, con tan solo escucharla cualquiera podría decir que es hora de que las clases lleguen a su fin.
Pero la verdad es que aun faltaba para eso.
Al menos ya era la hora del recreo, y los niños podían salir un rato para poder divertirse y comer un aperitivo.
Ya en este momento, muchos niños estaban jugando en el patio, y otros estaban sentados en otras partes comiendo y platicando.
Pero sin embargo, ese no estaba siendo el caso con el Chavo del 8 y sus amigos quienes se encontraban sentados alrededor de una las mesas comiendo y platicando.
Aunque, ahí la cosa estaba en que no estaban hablando acerca de trivialidades, hablaban mas bien de un tema en específico del que hace apenas muy poco tiempo ha abarcado sus mentes.
-Supongo, que todos tenemos algo en común de que hablar, ¿cierto? -pregunto la Popis a la vez que volteaba a ver al resto de sus amigos.
-Ni falta hace que lo menciones, hay que admitir que esto es algo que realmente ninguno se llego a esperar. -dijo Paty a la vez que se cruzaba de brazos.
-Si es cierto, no me explico como es que Rosita decidió regresar después de la ultima vez. -dijo Ñoño con una pose pensativa.
-Je, quizás se aburrió de la ciudad en la que vivía, y por eso decidió venir aquí de regreso para encontrar diversión, en especial en mi. -dijo Quico de manera simple, y con lo ultimo a la vez que se terminaba por señalar a si mismo.
-No seas menso Quico, ademas no tengo que recordarte como te fue en aquel concurso de chistes. -dijo Popis con lo ultimo haciendo que el mencionado la volteara a ver molesto.
-Si que bruto, y el ridículo que hizo entonces. -dijo el Chavo con gracia, de manera que el resto de los niños junto con el comenzaron a reírse.
-Hm, no me simpatizan. -dijo Quico molesto mientras desviaba la mirada a la vez que se cruzaba de brazos.
Sin embargo, el momento fue interrumpido cuando se escucho un carraspeo ajeno, de manera que todos detuvieron para luego voltear a ver y es cuando ven que quien acababa de llamar su atención fue ni mas ni menos que Rosita, que los veía con una sonrisa mientras tenia una bolsa de papel para el recreo.
-Hola muchachos, ¿me puedo sentar con ustedes? -pregunto Rosita amablemente a la vez que seguía sonriendo.
Por un momento, los chicos se quedaron a la vez que volteaban a verse los unos a los otros y, después de varios segundos que se sintieron algo largos a causa del silencio, fue que uno de ellos termino por romper ese mismo silencio.
-Claro, como gustes. -dijo el Chavo con una amable sonrisa en el rostro.
La jovencita castaña solamente atino a regresar la sonrisa para luego sentarse estando en medio de Paty y de Godinez.
-Sabes Rosita, creo que hablo por todos nosotros aquí estamos sorprendidos por el hecho de verte de nuevo. -dijo Ñoño siendo el primero en atreverse a abrir la boca.
-En serio, ¿tanto les sorprende el verme de nuevo? -pregunto Rosita medio confundida a la vez que arqueaba una de sus cejas.
-Pues si, la ultima vez que te vimos te fuiste sin decir nada ni dejar rastro, ademas de dejarnos una canasta llena de tortas de jamón para compartir. -dijo Godinez como si no fuera nada del otro mundo.
Eso hizo que el resto de los niños lo voltearan a ver con cara de "¿es en serio?" a lo que el solamente atino a encogerse en el asiento.
-Muchachos, yo entiendo muy bien que tienen muchas dudas acerca de lo que paso la ultima vez que nos vimos, pero la verdad es que prefiero hacerlo en un lugar mas seguro y con menos gente. -dijo Rosita con lo ultimo a la vez que volteaba a ver a todo su alrededor.
Los demás hicieron lo mismo y fue que ya se hicieron una idea: con tantos niños alrededor, Rosita no se sentía muy cómoda de poder hablar, por lo que debían de buscar un lugar menos transitado y por lo tanto mas silencioso para que pudieran hablar.
-Bueno, ¿te parece si después de la escuela nos vamos al terreno baldío para que ahí podamos hablar? -pregunto Paty dando a saber su idea.
-Claro, me gusta esa idea. -dijo Rosita respondiendo con una sonrisa amigable que acababa de esbozar en su rostro.
Los demás solamente atinaron a asentir con la cabeza ante la idea de reunirse en el terreno baldío, pero luego terminan por escuchar el sonido de la campana de la escuela, la cual funcionaba como una señal para que los niños tuvieron conocimiento de que la hora del recreo llego a su fin.
-Bueno, creo que es mejor dejar esto para después. -dijo Paty a la vez que comenzaba a levantarse.
Los demás niños solamente atinaron a asentir con la cabeza para luego comenzar a levantarse de la mesa en la que estaban para pode ir directamente a su salón de clases.
Sin embargo, el ultimo que se levanto ya estaba por irse pero siente que una mano se posa sobre uno de sus brazos, por lo que voltea y que fue la misma Rosita quien lo termino deteniendo.
-¿Se te ofrece algo? -pregunto el Chavo algo confundido por el inesperado acto de su amigo.
-Chavo, ¿recuerdas como fue cuando nos despedimos? -pregunto Rosita a la vez que dejaba ver una leve sonrisa en su rostro.
Ante lo que acababa de decir la castaño, el chico de gorro verde solamente se quedo callado a la vez que por su mente pasaba cierto recuerdo de hace algún tiempo.
...
-Hasta pronto Chavo.
En ese momento, un Chavo de unos 9 años de edad en ese entonces estaba con una mirada de perplejidad al ver que frente a el estaba estaba una pequeña bola de luz rosa brillante flotando en el aire.
Hace unas pocas, el y sus amigos habían tenido un fuerte altercado que por suerte no llego a los golpes, pero aun así dejo enormes tensiones entre todos, hasta el punto en que ya nadie quería halar con nadie.
Sin embargo, en la hora del recreo le toco conocer a una niña de su misma edad, que tenia el cabello castaño largo, ojos cafés, llevaba un overol con falda azul con el estampado de una flor y debajo del mismo overol llevaba una camiseta rosada de manga corta, con zapatos de un color rosa mas fuerte con calcetines blancos.
Era increíble que dicha luz fuera esa misma niña que lo ayudo a el y a sus amigos.
Y, a pesar de lo sorpresivo que resultaba el momento actual, no iba a negarse a una despedida, por lo que con una sonrisa, alza la mano y la sacude mientras ve como aquella pequeña esfera de luz se empezaba a alejar entre el viento del cielo.
-Si... hasta pronto Rosita.
...
El Chavo no pudo evitar el recordar con una sonrisa aquello, un día que había pasado de ser fatídico y deprimente, a increíble y lleno de alegría.
-Si, no lo he olvidado, vaya que ese día nos toco pasar por mucho. -dijo el Chavo con una leve sonrisa.
-Así es, pero ya habrá tiempo de pensar en eso, por ahora vayamos mejor al salón antes de que el profesor Jirafales nos regañe. -dijo Rosita para luego comenzar a levantarse de la mesa.
El Chavo asintió con la cabeza ante lo que la castaña acababa de decir, pero no contó con que ella lo tomaría de la mano y ambos comenzarían a correr de regreso hacia el salón.
Pro una cosa estaba mas que segura: la platica con Rosita aun no acababa, mas bien parecía que apenas e iba a comenzar de verdad.
...
Y Fin.
Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.
Siento que sea tan corto, pero sirve para lo que planeo en el próximo capitulo a escribir, incluso quiero aclarar que después de pensarlo, he decidido que en esta histeria el Chavo y sus amigos van a tener 11 años de edad.
Los invito a que dejen sus votos si les gusta el capitulo, también los invito a que escriban sus opiniones sobre el capitulo en los comentarios, y decirles que aun falta la sorpresa de la noches, nos vemos.
Bye.
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