Día 27

Confesión

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Adrien se rió ante el nombre del gato del cuento de Marinette. Realmente era el opuesto a lo que él era: Chat Noir.

—Hace unas semanas atrás, un conejo blanco conduzco a una niña dentro de su madriguera.

—¿Cómo Alicia? O como ¿Bunnyx? —la interrumpió.

—Como una persona que no interrumpe el relato de otra persona —dijo Marinette, usando sus dedos en las costillas del chico, que se movió evitando las cosquillas.

—Lo siento... —se disculpó.

—Bien, la niña llegó a un hermoso y desolado lugar, el frio se sentía en todo el lugar, la luna llena estaba enorme en el cielo pese a que era mediodía. La muchacha avanzó un par de pasos y se encontró con un gato blanco de grandes ojos celestes. Algo dentro del corazón de ella se desesperó, ¿sabes? Ella estaba muy acostumbrado a su pequeño gato negro que la acompañaba en la noche, que la guiaba y consolaba como la luna llena en medio de la oscuridad, pero aquí era todo lo contrario. Se veía frio, sin alma, igual que la luna en el cielo a esa hora del día.

Adrien escuchaba atentamente, mientras las caricias de Marinette sobre su cabello se hacían cada vez más lentas.

—La chica intentó razonar con su gato, pero era imposible, él estaba tan perturbado, tan herido y roto... Y lo peor es que era todo por su culpa. Por culpa de ella, por amarlo, él había sucumbido a las fuerzas negativas de un akuma.

Marinette dejó de mover su mano y Adrien abrió los ojos para verla, algo no estaba bien, podía sentirlo.

—¿Marinette? —dijo, pero ella desvió la mirada. Adrien se sentó para verla, notando que aquello que le contaba parecía dolerle. Tuvo que aspirar profundamente para no desestabilizarse cuando una respuesta llegó con rapidez a su mente.

—¿Era yo? —pero Marinette no respondió. Adrien puso sus manos en los hombros de su novia y le obligo a mirarlo—. ¿Ese Chat Blanc fui yo? ¿Me han akumatizado? —Marinette afirmó con la cabeza— ¿Desde cuándo cargas con esto?

—Desde San Athanase —respondió, encogiéndose de hombros—. Con la boina descubriste que yo era Ladybug, supongo que empezamos a salir y algo paso que hizo que te rompiera el corazón y... quedaste a merced de Hawk Moth.

Adrien intercambió mirada con los kwamis, Tikki confirmaba esa teoría, aunque Plagg lo desconocía. Se acercó más a Marinette para poder envolverla en sus brazos.

—Es fácil imaginar que pudo haber sido —le dijo, abrazándola con fuerza.

—¿A qué te refieres?

—Es más que obvio que mi padre no quiere que estemos juntos —le respondió con una mueca de sus labios—. Seguramente te obligo a hacerlo...

—Yo...

—Marinette —le dijo mirándola—. Te conozco, estoy seguro que si mi padre te amenaza con bloquearte el camino en el mundo de la moda, no pasaría nada. Tú tienes tus contactos también, y un abanico de tarjetas interesadas en ti... pero... —aspiró profundamente, volviéndola a abrazar—... siempre has sido capaz de enfrentar a mi padre por mí, así que seguramente él te amenazó con algo que me involucraba.

Marinette se quedó en silencio, ¿por qué la conocía tan bien? Estaba segura que si Gabriel Agreste le decía que encerraría a Adrien nuevamente, ella haría lo que fuera para evitarlo, aun si eso era romperle el corazón.

Ante aquello, tuvo una resolución.

—Tu padre no debe saber de nosotros...

—¿Por qué te crees que te tengo aquí? —le preguntó—. Tengo una vista de las puertas, y sé si alguien entra. No dejaría que te vean aquí. Amo mucho esto como para perderlo por culpa de mi padre.

—Adrien —lo abrazó.

—¿Y qué pasó con ese gatito blanco? ¿Lo pudiste salvar?

Marinette observó a Adrien y le sonrió, afirmando con la cabeza.

—Yo salvé a ese gatito —respondió, apoyándose contra el hombro de Adrien—. Y volví todo a la normalidad...

—Pero... —él sabía que faltaba algo más.

—Él no deja de visitarme por las noches, me atormenta y me persigue, recordando que es una posible realidad.

—Oh, ahora entiendo todo —dijo, separándose de ella para poder mirarla— ¿Es esto verdad? Lo de las cartas que querías poner sobre la mesa, lo que me ocultabas, lo que hacía que me alejaras y creyeras que me estabas dando "vacaciones" cuando no me necesitabas en las batallas.

—Solo quería protegerte.

—Y solo me orillaste a que de todas formas mi corazón casi se hiciera añicos, fue super efectivo —no quería que sonara a reclamo, pero cuando vio el brillo en los ojos de ésta, supo que la había jodido—. Yo, lo siento.

—No, está bien —dijo, secándose las lágrimas que rodeaban sus mejillas—. Es lo que es —respondió—, no puedo negar que todo lo que hice, lo de alejarte, mentirte, excluirte fue una horrible forma de mantenerte seguro.

—Creías que, si matabas el amor que sentía por Ladybug, ¿iba a estar seguro? —Marinette volvió a afirmar—. No has pensado que eso mismo hizo que te lastimara de doble forma. Tú me ayudaste a dar un paso al costado, a salir con Kagami. Pero al final del día, Marinette fue la que empezó a llenar todo eso que Ladybug iba rompiendo. Irónico, ¿no? La que me hacía reír, la que me entendía... Supongo que entiendo porque no querías que nos estableciéramos como una pareja sin saber estas cosas antes.

—¿Qué quieres decir? —preguntó asustada por las palabras del rubio.

—Que mi amor por ti es demasiado fiel y resistente —respondió, mirándola. Marinette lo miró sin poder evitar hacer un puchero con sus labios y se lanzó hacia él para abrazarlo.

—Yo también te quiero, Chaton, mucho. Quiero estar toda mi vida contigo.

Adrien la abrazó una vez más.

—Yo también —confesó—, no imagino una vida sin ti a mi lado.

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Y les dejo dos capítulos por hoy, es muy probable que lo termine en el transcurso de la semana 😊

Como siempre, muchas gracias por estar conmigo en estos desafíos y lamento haberme atrasado tanto.

¡Qué estén bien!

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Aquatic~

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30 de Mayo 2022