Día 20

Brazalete de la suerte

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Marinette invitó a Chat Noir a pasar al living de su casa, porque por alguna razón, luego de que ambos finalizaron el beso, ninguno pudo mirarse a la cara y sentían que iban a morir, en cualquier segundo, de ebullición.

—¿Qué tal el viaje? —preguntó Marinette, colocando un vaso con jugo frente al superhéroe.

—Agotador, estuve en tres galas y dos conferencias de prensa —respondió suspirando—. Y siendo sincero, te tengo una sorpresa —le dijo, abriendo el bolsillo izquierdo de su traje, para sacar de ahí varias tarjetas y ponerlas en la mesa, frente a Marinette— Mira... —pero cuando levantó la vista hacia la chica, estaba entre sorprendida y confundida— ¿Qué?

—Realmente, ¿Puedes guardar cosas en tus bolsillos? —preguntó, por lo que el superhéroe solo sonrió.

—Sí —respondió señalando el bolsillo de dónde sacó las tarjetas—, pero solo puedo guardar cosas en el bolsillo izquierdo, en el derecho no.

—¿Y por qué no?

—Porque pasa algo curioso en él —respondió con una sonrisa, abriéndolo, y sacando de ahí, algo que Marinette reconoció de inmediato, y si aún quedaba en su mente algún apéndice de duda de que Chat Noir fuera Adrien, se esfumó.

—El amuleto.

—Sí, curiosamente, llevó este brazalete de la suerte siempre conmigo en el bolsillo delantero derecho de mi jean y es lo único que me acompaña, de lo que tenga en ese momento, cuando me transformó. Siempre aparece ahí, así que no lo uso para no perderlo.

—¿Cómo cuando terminaste con Kagami? —le preguntó, entrecerrando sus ojos para mirarlo y luego, bajar la mirada a mesa.

—Para que sepas, sí, ese brazalete tuvo que ver, creo que Kagami veía mejor lo que significabas para mí, que yo mismo —respondió sinceramente—. Y Kagami me dio una paliza por eso mismo.

Marinette se sobresaltó, pero el chico no supo si fue por lo que le contó o porque ella finalmente estaba leyendo las tarjetas.

—¿Estos son? —bien, ignoró lo de la paliza, se la merecía después de todo.

—Son diseñadores que conocí en Italia, muchos estaban buscando inspiración o nuevos nombres para el mundo de la moda, le presenté algunos de los diseños que tienes en tu blog, y no duraron en darme sus tarjetas.

—Wow —dijo impresionada—. ¿Debo contratarte como mi representante?

—Representante, gato modelo, acompañante de cosplay, compañero, amigo... —enumeró con los dedos— aunque me gustaría un título más acorde...

—¿Cómo cuál? —preguntó Marinette ladeando la sonrisa.

—Quizás... ¿novio?

—Lo siento, Chaton —le dijo, negando con la cabeza— No puedo.

—¿Por qué no?

—Aún tenemos mucho de qué hablar, tengo mucho que decirte antes de poder aceptarte como novio.

—Entiendo —dijo, desanimado—, pensé que ese beso...

—No te lo voy a negar, quería ese beso desde la vez que vimos esa pelicula...

—¿De verdad?

—Sí, así que no lo pensé mucho y me saqué las ganas —el gesto de sus hombros, tan despreocupado, molestó al superhéroe.

—Me siento usado... ¿sabes?

Marinette solo sonrió.

—Siento algo por ambos —confesó, aprovechando de que el chico estaba con la guardia baja—, Adrien es el chico que me gustaba, del que siempre he estado enamorada —Chat Noir iba a decir algo, pero no lo dejó— y este tiempo juntos, ha hecho que empiece a sentir cosas por ti también. No sé, podía ser yo misma, ¿sabes? Eres la persona que mejor me conoce, eres quien ha visto mi cara más segura, mi cara más insegura, así la peor... y, aun así, siempre te mantienes a mi lado.

—Marinette...

—Entre las cosas que tengo que contarte hay una grave y muy importante también. Es algo que me hacía preguntarme porque caer ante ti, porque amarte como estaba sintiendo en este momento, era tan desastroso para el mundo... Y saber que son la misma persona, solo me genera muchos sentimientos encontrados.

—¿Por qué?

—Yo tenía miedo de que tú te hubieras acercado a mí, solo porque descubriste que soy Ladybug —le confesó, apretando los ojos—, así que me da miedo que creas que mis sentimientos por ti, son solo porque descubrí que eras Adrien. Y no por quién eres en realidad.

—Marinette —Chat Noir se puso de pie y se acercó a ella, apoyando su mano derecha en su hombro—, soy muy consciente de que esto —los señaló a ambos—, esto que tenemos, empezó por Chat Noir y por Marinette, nunca fue por Ladybug ni por Adrien... Digamos que saber eso, fue el premio doble, pero siempre fuimos nosotros...

—Chaton...

—Nosotros, Marinette —le recordó—, ten eso siempre presente. Porque, aunque yo tengo una mascara en este momento, siempre fui como son en realidad contigo, así como dices que he conocido todas tus facetas, tu lo has hecho también. ¡Vamos! Eres la única que ha visto la faceta malhumorada del ángel de París y lo has lanzado de aquí para allá.

—¡Chat! —protestó, no quería recordar eso.

—Mira —apoyó la otra mano en el hombro de la chica para darle más contención—. Te daré el tiempo para que termines de organizar tus pensamientos —le prometió—, pero solo te voy a decir algo.

—¿Qué cosa?

—No voy a volver a desaparecer.

Marinette lo miró sorprendida y cayó en el recuerdo de las veces que éste desapareció.

—¡Tú! —protestó.

—¡Oye! —dijo, cubriéndose con sus manos—. Entiéndeme, verte como Adrien, sin poder decir todo lo que sabía, ha sido muy duro para mí, quería acercarme a ti, decirte algo, pero las palabras no salían, me sentía nervioso, las manos me sudaban, era toda una cosa extraña.

—Entiendo el sentimiento...

—Y después cuando pasó lo del casi beso, te veía durante las clases y no podía resistirlo, fue terrible para mí todo esto —confesó—, tenerte tan cerca, y sentirte tan lejos.

—Tiempo al tiempo, Chat Noir —le dijo, abrazándolo—, analicemos cada paso que demos para mantenernos a salvo de Shadow Moth.

—Lo haremos, siempre lo hacemos al final —confirmó, regresándole el abrazo.

Marinette cerró los ojos y lo abrazó con fuerza, esperaba que realmente todo estuviera bien de ahora en más.

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¡Hello!

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¡No tengo mucho que decir realmente hoy!

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Solo, como siempre, ¡Muchas gracias por leer!

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¡Nos leemos!

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Aquatic~

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20 de Mayo 2022