Día 17

Piano

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Marinette observó a Chat Noir en silencio, lo invitó a pasar a su habitación, pero el superhéroe se negó.

—Voy a estar fuera —dijo de pronto el rubio, haciendo que Marinette se sentara en uno de los banquitos que tenía en el balcón—, como sabes, tengo un trabajo, ese trabajo me está obligando a ir a Italia por una semana, junto con mi padre.

—Oh...

—Te aviso porque es muy probable que no pueda usar a Astro Cat para viajar, porque estaré en ruedas de prensa y eventos, no creo que pueda escaparme sin parecer sospechoso.

—Entiendo —dijo, sin mirarlo—, tendré en mente quien pueda ayudarme en caso de que haya una alerta akuma.

—Estoy seguro que Alya y tú podrán con eso —confirmó tan seguro de su respuesta, que Marinette lo observó, tratando de procesar que tanto sabía en realidad el superhéroe.

—¿Qué tanto sabes? —preguntó.

—Creo que ya tengo en mi mente la identidad de todo el equipo, la mayoría son tus compañeros de salón —dijo, encogiéndose de hombros, como si aquello fuera lo más obvio del mundo—. Marinette, creo que entenderías perfectamente mi cabeza, si supieras mi verdadera identidad.

—Pero...

—Sí, sí sé —la interrumpió, colocando uno de sus dedos índices sobre los labios de la chica con sumo cuidado, para silenciarla—. Aún hay algo que no me quieres decir, sé que saber quién soy es parte de eso. Y créeme, creo que ahora entiendo muy bien porque puede ser que todo se vuelva loco cuando sepas quien soy... porque —le sonrió, aunque la chica pudo notar que aquel gesto no llegaba a sus ojos—... realmente te volverás loca con este chico, y sentirás que eres una ciega al estar conmigo sin disfraz y no darte cuenta de quien era.

—¿Te conozco? —preguntó, poniéndose de pie, el chico no respondió, pero su respuesta quedó tacita en el ambiente.

—Esta semana vas a descubrir quién soy, estoy más que seguro de eso, no pienses que es una casualidad, porque no lo es, y supongo que no estar será algo bueno —torció el gesto, cruzándose de brazos—. Te dará tiempo a analizarlo, sin que esté rodeándote.

—Chat Noir.

—A mi regreso, quiero que conversemos de esto, ¿de acuerdo?

—Está bien —afirmó, el chico se acercó a ella y le dejó un beso sobre su flequillo, antes de saltar fuera del balcón y desaparecer en la oscuridad de la noche.

...

Marinette llegó tarde a la reunión de Kitty Section, estaba con tantas cosas en la cabeza, que no se había percatado de la hora, se disculpó con todos, regalándoles macarrones.

—¿Adrien no vino? —preguntó viendo el teclado vacío, temía que fuera por su culpa.

—Adrien salió de viaje con su padre —le explicó Nino, tomando un macarrón—. Creo que fueron a Milán, a una pasarela o eventos, algo así. Va a estar rodeado de gente famosa dedicada a la moda, deberías preguntarle cuando vuelva.

—¿Está en Italia? —sorprendida, se abrazó a la caja de macarrones que ya estaba vacía— ¿Se fue por una semana?

—Sí —confirmó el chico con un gesto de la cabeza, en ese segundo, Marinette perdió la estabilidad, siendo Luka quien llegó rápidamente a ella.

—¿Marinette? —dijo, ayudándola a ponerse de pie, ésta se afirmó en el musico antes de aspirar profundo y normalizarse— ¿Estás bien?

—Sí —afirmó—, creo que no he estado durmiendo bien —respondió y miró a Alya buscando ayuda. Ésta captó el mensaje enseguida y la socorrió.

—La llevaré a casa —le dijo, tomándola de la mano, para llevársela con ella— ¿Estás bien?

—No —respondió en cuanto salió de las embarcaciones—, necesito ir a casa, necesito comprobar algo.

Alya la acompañó hasta su casa, pero no se quedó con ella, lo que fuera que le había pasado, seguramente tenía que ver con Chat Noir, y ella por muy fan que fuera del dúo dinámico, sabía que esta vez debía mantener su curiosidad al margen...

—¡Es Adrien! —dijo al aire en cuanto entró a su habitación, haciendo que los kwamis la miraran confundidos—. Todo este tiempo ha sido Adrien, por eso estaba raro, por eso su voz me tranquilizaba... Chat Noir era Adrien, Adrien. Mi querido Adrien era mi amado gatito.... —empezó a ponerse en pánico con cada palabra pronunciada—... un gatito que terminaría destruido por mi culpa, uno que colapsaría el mundo.

—Marinette... —Tikki se le paró al frente—... sé que esto es complicado, que no es una respuesta que buscabas, pero ¿puedes calmarte por favor? Si, Adrien sabe la verdad y aun no se ha convertido ni en Chat Blanc ni han tenido que retroceder el tiempo, algo están haciendo distintos está vez.

Marinette aspiró profundamente, tratando de serenarse.

No podía precipitarse, tenía que actuar con cautela, pero necesitaba comprobarlo, antes de terminar por colapsar.

Tomó su teléfono celular y luego, marcó el número telefónico de Adrien a través de la aplicación de mensajes, sabía que así no le cobrarían la larga distancia.

Espero por una respuesta y cuando al fin contestaron, no pudo ni saludar, una bella melodía de piano inundó cada rincón de su habitación. No necesitaba verlo para saber que Adrien era quien estaba ejecutando aquella melodía.

—Diría que estoy sorprendido, pero sería negar tu astucia e inteligencia, Buginette —dijo, cuando dejó de interpretar la melodía—. ¿Ahora comprendes la cabeza de este pobre gato?

—Adrien...

—Estoy solo en Milán, en este momento —le informó, mientras con su mano libre del móvil, volvía a jugar con las teclas del piano que había en la habitación del hotel—. Mi padre está en París, no sé por qué motivo no vino conmigo, asi que voy a tener que representar la marca de mi familia.

—Adrien —volvió a decir, pero solo escuchó la risa del chico.

—Hay tanto de lo que quiero hablar contigo, Marinette, pero me temo que por teléfono no es una buena idea.

—Lo sé —respondió, sentándose en el diván, apretando los labios sin saber que más decir.

Marinette apretó su mano libre una y otra vez, como si buscara la forma de calmar sus nervios. De pronto, una melodía animada, pero muy dulce empezó a escucharse, estaba segura que era la forma de Adrien de decirle todo lo que sentía.

Ninguno de los dos dijo nada, simplemente Marinette escuchó la melodía del piano a través de su teléfono, hasta que alguien fue por Adrien.

—¡Hablamos luego! —le dijo antes de cortar la llamada.

Marinette se dejó caer hacia atrás en el diván y suspiró.

Todo tenía tanto sentido ahora, que estaba más asustada que nunca, pero por alguna extraña razón, el miedo no era tanto como la emoción de la revelación.

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¡Y como mencioné en Twitter, me hice la revelación de identidades más loca hasta ahora planificada en algunos de mis fics Jajajaja xD!

Pero valdrá la pena, yo lo sé....

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Mañana tenemos la segunda pausa de este especial, con el AU basado en pokémon, no será tan largo, pero si tendrá sobre las 2000 palabras. Ya tengo lista la batalla pokémon entre estos dos, solo me falta ordenarla para que quede bonito...

¡Les aviso, por si no les interesa y quieran saltarse la actualización de mañana!

¡Nos leemos!

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Aquatic~

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17 de Mayo de 2022