Capítulo 5.

Disculpad la tardanza. :(
Aprecio profundamente tus cumplidos, no sin admitir que tú posees un mérito mayor, ninguna mujer ha logrado antes hechizarme como tú, ninguna. Tu lengua parece una varita creando diamantes y esmeraldas, ese uso del lenguaje, incomparable. Me divierten tus acusaciones. Quiero que sepas que nunca llevaría a cabo cualquier empresa con el objetivo de dañarte, solo quiero compensar tu vida. Quiero ser ese muro tras el que aislarte del viento, ese paraguas bajo el que protegerte de la lluvia, ese oasis en el que resguardarte del calor...quiero ser todo aquello en lo que siempre puedas confiar. Respecto al reto que supone acercarse a ti, los idiotas no entienden eso, y yo, querida mía, soy un idiota, si el amor consiste en eso, perdóname pero lo soy, soy un idiota. Si serlo es dejarse enamorar. Si el amor es cosa de idiotas, yo soy campeón del mundo. Por quedarme embobado ante tu iris, haber sucumbido a los encantos de tu cabello amapola sangriento, querer encarcelar tus mejillas sonrojadas en mis manos, y estar a merced de tus besos. Lo siento, pero es así.
Puede que esto te parezca pequeño, lo comprendo, no vemos bien los más grandes rubíes hasta tenerlos en nuestras manos. He ahí, mi deseo de acercarme a ti, déjame, déjame demostrarte todo lo que puedo amarte y como cada día me consumiré más y más, como me declaro tu esclavo y esbirro, al leal servicio de la más humilde y dulce de las reinas. Y sobre tu fuerza, ya que eres tan fuerte, resiste ver como este ser querido arde ante ti, porque sé que algo significo para ti, minúsculo u gigante, pero algo.

El chico del ascensor.

Ahora mismo estoy escribiendo el principio del próximo capítulo. ;)

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