𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟸

Al siguiente día, Minos se despertó al sentir los primeros rayos del sol había amanecido, el juez se reincorporo y ver qué todo era una pesadilla ya qué veía que era él mismo de siempre aún así iría a exigir que su señor Hades le diera explicaciones. Poco a poco se puso su armadura para luego salir de la cueva en él que se refugio para qué nadie lo viera de esa forma, al estar afuera se quedó admirando el bello paisaje, las hojas caían una tras otra en el suelo. Minos recargo su cuerpo sobre el árbol que tenía cerca suyo y continuar viendo el lugar, las horas pasaban rápido para levantarse e ir al Inframundo y hablar con él rey de la oscuridad.

En el Inframundo Hades se encontraba sentado en su trono mientras esté mismo acariciaba a su fiel amigo Cerveros, un pequeño cachorrito de pelaje blanco pero su descanso fué interrumpido al ver entrar a uno de los dioses gemelos.

-¿Qué quieres Thanatos?

-Disculpe que lo haya interrumpido mi señor Hades pero me acaban de informar que Minos de Grifo se está llegando al castillo.

-No me sorprende, si es así, es mejor que tú te encargues de ese traidor o mejor dicho esa traidora.

Aiacos quién ocultó su cosmo para que ninguno sintiera su presencia, no podía creer lo que todo lo hablaban, de una forma u otra iría dónde Minos pero se maldijo así mismo al escuchar la voz de Pandora que lo buscaba por todas partes.

-¿Qué demonios quieres Pandora?

-Mejor cierra la boca idiota y ve a vigilar las celdas ya qué ese trabajo le tocaba al inútil de Minos pero ese traidor ya no está, ya lárgate de mí vista.

Aiacos apretó su puño tentado a golpearla pero se contuvo retirándose del lugar.

En otra parte, el peliplata continuaba su camino y ver a lo lejos el castillo pero no sé percató de qué Thanatos lo esperaba y sin darse cuenta lo golpeó desde atrás quedando inconsciente cayendo al suelo y llevarselo a un sitio en él cuál nadie podría encontrarlo.

-Tu querido Albafica jamás va a encontrarte idiota.

Thanatos desapareció cargando su cuerpo sobre sus hombros hasta llegar a un castillo que a simple vista tenía muchos abandonada y recostar al juez en lo qué parecía una cama demasiado vieja y atar sus manos sobre el respaldo de esa cama con unas cadenas asegurándose que no logrará escapar. A los pocos segundos Minos abrió sus ojos mirando a los lados y fijar su vista en uno de los Dioses gemelos.

-¿Qué crees que haces maldito?

-El señor Hades me ordenó ¿Qué vigilara a una rata que desobedeció sus órdenes? ¿Porque viviras encerrado bastante tiempo?

-Eso es mentira.

-No debes ni importarte eso ya que en unas horas volverás a transformarte en una mujerzuela.

-¿Qué dijiste?

Minos forcejeaba para intentar romper esas cadenas pero le eran imposible, estas cadenas absorbían su cosmos.

Unas horas más tarde, el sol ya se ocultaba, él cuál Minos observó desde la ventana que la luna iluminaba esa habitación que estaba un poco oscura. Thanatos se retiró para resguardar el castillo, vigilando desde afuera aunque detestaba hacerlo pero peor era desobedecer las órdenes de Hades.

En el santuario, Albafica descansaba en su templo más bien en su jardín dónde cuidaba sus hermosas rosas. Aiacos llegó dónde el santo dorado sin qué sus demás compañeros se dieran cuenta y explicarle lo sucedido.

-No me interesa lo que le pase a tu amigo, será mejor que te largues de mi templo.

-No pienso irme.

-No es mí problema.

Aiacos ante tanta insistencia logro convencer al santo de oro, los dos salieron del templo cruzando el bosque para ir a salvar a su compañero pero ninguno de los dos se dieron cuenta que Manigoldo y Kardia los estaban siguiendo.

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Nico_buhito
RedDianaCat27
Hades_Diosinframundo
Poseidon_DiosdelMar

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