Capitulo treintaisiete.

Lan Xichen no ha estado bien, ha dejado de hablar con su hermano, mientras sus visitas a un inconsciente WanYin disminuyeron, casi a la nada.

No hubo momento donde no pensara en la venganza y eso hacía que sus acciones fueron cada vez más extrañas, se encontraba en la ciudad más peligrosa de china, donde yacían las personas mas oscuras y peligrosas, con su ropa completamente negra, ya su cabello corto, no parecía el mismo.

—¿Qué quieres aquí? —preguntó un hombre con un mal aspecto

—Solo quiero trabajar con su jefe —respondió Xichen, quien traía un cubre bocas, para poder ocultar su rostro,

—¿jefe?

—Se muy bien que su jefe es un joven hombre de nombre Nie Huai Sang

—Oh, parece que has investigado bien

—Pero el jefe no acepta a cualquiera

—Dime ¿qué tengo que hacer para trabajar con él?, estoy dispuesto a todo

—¿A todo?, vaya y ¿por qué tus ganas de trabajar con él?

—Pues se rumorea que paga bien es por eso

—Bien, aún no podrás ver al jefe pero tienes que hacer algunas cosas para ganarte su confianza, ¿Tu nombre?

—Gao, es mi nombre

—Bien, Gao ven te diré qué harás.

Después de 3 semanas Jiang Cheng abrió los ojos, miró a su alrededor para ver a YanLi y Wei Ying, quienes tomaron sus manos y lo miraron.

Esa mirada de lástima y dolor, eso es lo que pensaba Jiang Cheng, que lo miraban con lástima por lo que había pasado, se incorporó con la ayuda de su hermano, quien le sonrío.

—Bienvenido —pronunció Wei Ying

—¿Cuanto tiempo paso?

—Tres semanas —contestó Yanli

—Oh, debieron preocuparse

—Eso no importa, lo que importa es que estas aquí con nosotros —las lágrimas de Yanli cayeron

—Todo estará bien, lo prometo —dijo Wei Ying.

Jiang Cheng se sentía roto, sentía que sus hermanos ahora le tenían lástima por lo que le había ocurrido, su cuerpo dolía de una manera que no entendía, su corazón pesaba en cada latido, no se sentía del todo bien, era como si su cuerpo y su alma se hubieren dividido, no fueran uno mismo.

Wei Ying le comentó a Lan Zhan que WanYin había despertado por lo que este sin dudarlo le mandó un mensaje a su hermano, pues este ya no llegaba a la casa, o había días que no sabía absolutamente nada sobre él.

Lan Xichen se encontraba limpiando sus manos después de haber golpeado a un grupo de hombres que se negaban pagar las cuotas impuestas por el ahora el jefe, mientras eso pasaba su celular sonó, miró el mensaje.

Contestó con un corto y simple: "Ok"

Lo que sorprendió a su hermano menor, porque sabía bien lo que significaba aquel loto para su hermano mayor, que su respuesta fue algo que no esperaba.

Jiang Cheng estaba en la orilla del lago con los pies en el agua, pensando, esos días estaba distante, recordandose una y otra vez que si no hubiera sido tan débil, no hubiera pasado por lo que pasó, si hubiera sido más inteligente hubiera podido descubrir la oscuridad tras la sonrisa aparente inocente de Huai Sang, le dolia porqué le creyó, porque se entregó en cuerpo y alma, porque para él, Huai Sang fue todo, su primera vez, su primer amor, la primera vez que se preocupaba de alguien mas que de su propia persona, fue quien le sacó la sonrisa más sincera, porque hubiera dado todo, incluso aunque no estuvieran juntos, siempre se preocupo por él, pero él lo lastimo, y no solo porque hirió su cuerpo, si no sus palabras, cada palabra que dijo, burlándose de sus sentimientos, demostrando cómo lo uso, cada sonrisa fría que le mostraba mientras cortaba su piel, mientras él suplicaba porque no lo lastimara.

—Hola... —pronunció Xichen caminando hasta él, quitó sus botas y se sentó a su lado, mojando sus pies descalzos

—Ah... hola —contestó sin mirarlo

—Pensé que no volverías, tus hermanos estaban muy preocupados, al igual que yo —lo miro

—Lamento haberlos preocupado...

—¿Me dirás que te hizo? —cuestiono mirandolo friamente

—¿Por qué quieres saber?

—Porqué siento que aun lo defiendes y proteges, quiero entender, el porqué

—Yo no lo protejo

—Pero sin embargo no has dicho ninguna palabra sobre ese día, tu quien jamas dejarías que aplastara tu orgullo, se quedo en silencio, sin defenderse, explícame, ¿por qué?

—Porqué estoy cansado, ¿que ganaría diciendo eso?

—Luchar, debes luchar, no digo que cobres venganza pero demuéstrale que no gano, que tu sigues siendo el mismo, porque aunque estés aquí, parece que el Jiang Cheng que amo se fue, que lo destruyeron y solo queda vestigios de él, es así, Jiang Cheng, ¿él gano?

—¡Tu no entiendes!

—Pues entonces explícame

—Él fue todo para mi, cuando te conocí ya no estamos juntos, sin embargo me preocupaba, yo hubiera hecho todo por él aunque no estuviéramos juntos, pero entonces, estaba ahí lastimándome, con una fría sonrisa, dándome cuenta de lo que fuí para él, un juego, dolió más que cada cortada o quemada, quería que no doliera, pero dolía, dolía, y ahora yo, solo no puedo, levantarme a pelear porque simplemente mi corazón se niega a creer que, esa persona es la misma que sonreía cuando más la necesitaba cuando me sentía solo, cuando todo mundo se alejaba por mi mal carácter, —las lágrimas comenzaron a caer —Xichen... lo siento... no puedo...

El mayor tomó el brazo del menor y lo jaló hacia él, abrazándolo de manera cálida, mientras las lágrimas del menor humedecía su pecho, sintiendo como su corazón se rompía al ver tan herido a la persona que era para él la más importante.

No dejaría que aquel se saliera con la suya, lo destruiría desde el fondo, acabaría con cada uno de sus negocios hasta dejarlo con la nada.

Después de varios minutos Jiang Cheng se quedó dormido en sus brazos, lo cargo y lo llevó a su habitación donde lo acostó, cubriendo su cuerpo.

—Perdoname... por no haberte protegido, pero te prometo que todo estará bien...

Salió de la habitación de Jiang Cheng para encontrarse cara a cara con Wei Ying.

—Lan Huan, tardaste en venir a verlo, no será que tu también lo lastimaras —dijo a la defensiva Wei Ying

—No, solo quería que estuviera un poco mejor para verlo

—Él estará mal por un tiempo, pero yo estaré a su lado como mi hermana para que mi querido hermano vuelva ser quien era

—Lo sé, cuídalo por mí

—¿Por ti?

—Tengo cosas que hacer, con tu permiso Wei Ying

—Si haces las cosas por ti solo, no solo preocupas a tu hermano menor, si no también a Jiang Cheng el cual si sabe que te lastimaron o te paso algo, se sentirá más culpable de lo que ahora se siente, ¿pensaste en eso?

—Claro por eso evitaré a todo costa ser lastimado, con tu permiso.

Wei Ying sabía bien que, sin importar lo que hiciera, nada detendría a Xichen, en su mirada está todo aquello sentimientos heridos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top