Capítulo Seis.
Lan Zhan miro a Wei Ying y se dio la vuelta para evitar su saludo, pero fue sostenido por él, tomando su brazo.
—¿Por que se va señor policía? —Dijo en tono de burla
—Tengo asuntos que atender.
—No se vaya, juguemos con los niños —Arrastró su cuerpo hacia los pequeños —Chicos, chicos, pongan atención no deben decir este secreto, este hombre de aquí es un policía
—¿Un policía?, ¡Genial!, juguemos a los ladrones —Dijeron los niños emocionados
—¿Ya vio?, los niños quieren jugar, juguemos un rato y luego se va, ¿sí?
—Mnh —Asintió sin mucha opción.
Los niños comenzaron a correr mientras Wei Ying los seguía, por su parte Lan Zhan apenas se movía, pero no apartaba su vista de Wei Ying y de su hermosa y cálida sonrisa, se preguntaba porqué a pesar de tener muchos motivos para odiarle, ya que era el hijo del asesino de sus padres, sentía como dentro de si, un cálido sentimiento lo inundaba, tenía que esforzarse para no sentir eso, pero su corazón no entendía.
Después de varios minutos, los chicos se fueron, Lan Zhan se sentó bajo un árbol, Wei Ying llego con una botella de agua.
—Tomé
Lan Zhan miro el agua y luego a Wei Ying.
—Ja, ja, ja, no te preocupes no he puesto nada dentro de ella
Lan Zhan la tomó para luego beberla quedarse ahí en silencio.
—Lan Zhan, ¿sabe?, esos niños son pequeños que han quedado sin padres, son parte de la guerra de clanes de la mafia, mi hermana quien ahora es líder comenzó a llevarlos dentro del clan, pero no para entrenarlos como nuevos asesinos, si no para cuidarlos, ella tiene la idea de que algún día todo cambie, que los clanes y la mafia desaparezca para que en un futuro esos chicos puedan ser personas de bien —Dijo mientras estaba sentando a su lado moviendo sus piernas, mirando al cielo
—¿Por qué me dices eso? —cuestionó.
—Fácil, tu eres un policía, se que están investigando a los clanes para atraparlos y llevarlos a la justicia, yo no quiero cambiar su idea, se que ustedes hacen las cosas del lado de los buenos, mientras nosotros a pesar de querer hacer las cosas bien, seguimos siendo los malos
—...
—Sin embargo yo no odio a los policías, por lo cual quisiera que usted y yo fuéramos amigos, se que es muy difícil, pero usted es una persona muy amable, me gusta su mirada —Le miro y le sonrió
—Tengo que irme —Lan Zhan se levanto
—De acuerdo —Se levanto junto a él —Lan Zhan
—¿Mnh?
—Gracias por jugar con los chicos y por escucharme, de corazón espero volverle a ver —Le miro
—Me voy.
Lan Zhan comenzo a caminar hasta su auto, al subirse solo miró a Wei Ying quien seguía mirando el cielo, sentía como su corazón latía, sabía que si se quedaba más tiempo a su lado, sería atrapado por su hermosa sonrisa.
YanLi había ido hablar con los clanes por asuntos importante y para poner en orden los recientes casos y las muertes innecesarias.
Los clanes objetaron todo lo que decía, era personas mayores que ya tenían más tiempo que ella siendo líderes y mafiosos, cambiar hacer los buenos mo seria ni fácil, ni seguro, pero aún así se puso firme ante ellos.
A su lado estaba Jiang Cheng mirándola, los presentes sabía que mientras estuviera algunos de sus hermanos, las cosas no serían fáciles, quizá al ser más podían vencerle, pero para ello tenían que sacrificar a muchos, el maestro de las armas imponía su presencia.
Se les ofreció comida al finalizar la reunión, todos comían y bebían mientras discutían lo dicho por la líder.
YanLi salio de la sala al patio, mirando las flores de Loto.
—Se dice que las flores de loto, son tan fuertes y valientes, ya que nacen entre la oscuridad de los lagos, entre el agua y el lodo, sus raíces son fuertes sin dejar de ser hermosas —Jin Zi Xuan apareció colocándose a su lado.
—Mi padre las sembró por mi madre, decía que ella era la mujer más fuerte y valiente, que nunca cambió o dejó de ser quien era, se abrió camino entre los hombres para ser líder, mi padre se enamoró de ella, ella amo a sus hijos como nadie, nunca la pude conocer pero espero algún día ser al menos un poco de lo que ella fue —YanLi
—Lo seras, nunca dudes de quien eres, aunque no seamos del mismo clan, te aseguro que siempre tendrás mi apoyo —Tomó su mano
—Gracias
—¿Por que no has contestado mis cartas? —cuestionó el joven de ropas amarillas
—Venimos de dos clanes diferentes, ¿cómo podría yo atreverme a contestarlas?
—Somos de diferentes clanes, pero nuestro corazón es el mismo —La miro para poner su mano en su mejilla —Eres la mujer más hermosa que he visto
—Guarda silencio, esto es imposible
—Lo es, pero, ¿cómo le digo a mi corazón que no dedo amarte si ya estás metida dentro de mi? —le miro intentando transmitir todos aquellos sentimientos.
—Jin Zi Xuan
—YanLi, espérame, que yo haré todo para que nuestro mundo cambie y ese día podamos estar juntos
—Tus palabras son mentiras que se van en el aire
—No son mentiras, son promesas
Jin Zi Xuan beso la mejilla de YanLi, pero un golpe secó se produjo, esperándolos.
—Lo lamento Jin, pero mi hermana tiene que irse —pronuncio en un gruñido bajo Jiang Cheng
—Esta bien
—A-Cheng —YanLi
—Hermana adelantate, ahora voy
YanLi entró y Jiang Cheng se quedó mirando con odio a Jin Zi Xuan.
—No sé qué pretendes, pero te puedo decir que si tu le tocas un dedo, o si la haces llorar, te haré tantos huecos que no podrán identificar tu cuerpo —amenazó Jiang Cheng
—Oh, que hermano tan celoso, no se preocupe, mis intenciones son claros, pero sobre todo son míos, y déjeme decir que no me importa si tu o el mundo entero esta encontra, le aseguro que jamás dejaré de tener sentimientos hacia YanLi —Finalizó
—Entonces eso lo veremos
—Con su permiso joven líder, debo marcharme.
Jiang Cheng lo miró con odio y desprecio, para luego entrar a la sala con YanLi
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