Capítulo Catorce.
Jiang Cheng fue a su cita con Nie Huai Sang desde su rompimiento no habían vuelto hablar, por lo cual su corazón latía ansiosamente, entro al café para verlo ahí.
—Seguia siendo tan perfecto como lo recordaba, aquel chico de rostro femenino, dulce mirada y cálida sonrisa, él podía ser que cualquiera a su alrededor cayera a sus pies, pero lo más hermoso y cautivador es poder ver su verdadero yo, era alguien frío y oscuro, calculador, siempre y cuando fuera algo que lo molestara...
Jiang Cheng se sentó frente a él y pidió un café.
—Estoy aquí —dijo Jiang Cheng al ver el rostro afligido de quien fue su más grande amor.
—Lamento llamarte de pronto, pero no sabia a quien recurrir, me siento desesperado —dijo jugando con sus dedos.
—Tranquilo, puedes confiar en mi —tomó su mano suavemente.
—Hace un año, mi hermano tiene reuniones con el hijo del Clan Jin, de nombre Guang Yao, al principio no sentí que eso fuera algo de importancia, pero entonces me di cuenta, mi hermano estaba saliendo de manera amorosa con esa persona, lo cual realmente aquello me tiene preocupado, él no es bueno, tiene una mirada fría que solo me muestra a mi, mientras cautiva a mi hermano con su elegancia y belleza, la tensión entre los clanes está a poco de estallar y yo se que él quiere ser el nuevo líder por lo cual está usando a mi hermano para colocarlo encontra del clan Yunmeng Jiang, para derrotarlos, cuando eso pase estoy seguro que él terminara con la vida de todos los líderes para tener todo el poder para él, no tengo pruebas aún, pero estoy seguro de eso, intentaré obtener todo para enmascararlo frente a mi hermano, por ello vine a ti, para suplicarle que tuvieras cuidado —le miro con un rostro de preocupación
—Gracias por contarme esto —tomó su mano y beso delicadamente sus dedos —Ahora tú ten cuidado, no te arriesgues tanto
—Jiang Cheng... —dijo mirándolo
—Te he extrañado... lamento haber sido un idiota
—Yo...
—Se que ahora no podemos estar juntos... pero... ¿puedo besarte? —dijo en un murmullo suave.
—Mnh —Asintió
Jiang Cheng se acercó a él tomo su rostro con suavidad y beso sus labios rozando estos, aquel beso húmedo y cálido, lo hizo solo recordar las palabras de Lan Xichen, dándose cuenta que ahora sus sentimientos comenzaban a cambiar.
Lo dejo de besar para mirar el rostro sonrojado de Nie.
—Eres muy lindo, pero, ahora ve a casa, cuídate, no dudes en hablarme si necesitas algo —indicó
—Lo haré.
Huai Sang salio de la cafetería dejando a Jiang Cheng con un extraño sentimiento en el pecho, sabia que aún amaba a esa persona pero ahora en sus pensamientos estaba aquel oficial que poco a poco se fue metiendo en su corazón.
Ya era tarde tenia que volver para hablar con Wei Ying que al escucharlo sabía bien que algo pasába.
Mientras caminaba sintiendo el frío viento de la noche miró a Lan Xichen entrar a un bar con otros hombres, que al juzgar su aspecto era evidente que eran policías.
Pensó por un momento pero luego decidió entrar al bar después de que ellos entraran sentandose un poco cerca para escuchar la conversación.
—Me dijeron que los hijos de antiguo líder Jiang son hermosos —dijo uno de ellos
—La nueva líder es muy linda, pero los dos chicos tiene un aspecto hermoso, seductor —dijo otro bebiendo de us cerveza.
—Si, de hecho Lan Xichen tiene la fortuna de que se le han encargado coquetear con uno de ellos para sacar la información, que suerte tiene jefe Xichen —pronuncio otro.
Lan Xichen tomaba su bebida en silencio, sintiéndose incomodo por los comentarios de sus compañeros, por su parte Jiang Cheng bebia una cerveza, su rostro comenzó a cambiar poco a poco mientras los escuchaba.
—Es afortunado, aquel joven el cuál lleva como nombre Cheng, no sabe que esta siendo utilizado...
—Ja, ja, es que no sabe las habilidades de nuestro Xichen, el cual hace que cualquiera cae, ¿no es cierto?
—Si, me gustaría ver la cara del chico cuando sepa toda la verdad, que solo es utilizado
—Ja, Ja, lo mejor es que puedan acostarse, si, yo también quiero ese trabajo ja, ja, ja.
Lan Xichen no aguantó más y se levantó de golpe
—¡Silencio!
Detrás de él el sonido de una aplauso hizo que todos en el lugar se quedaran en silencio.
—Felicidades Lan Xichen, oficial, por un momento estuve a punto de caer en sus juego, realmente sus compañeros tienen razón, usted es muy bueno en su trabajo —dijo con una frialdad en su rostro.
Lan Xichen sintidio como un balde de agua fría mojara su cuerpo, gotas de sudor bajaban de su rostro, si al principio era cierto que solo lo usaría, para sacar información, nunca imagino que pudiera sentir algo más por él, por lo cual su corazón comenzó latir tan fuerte que sentía que se estaba ahogando.
—Jiang Cheng... yo —dio dos pasos
—Salud —Alzo la cerveza frente a ellos
—Solo déjame explicar... —suplicó Xichen
—Tus compañeros lo han hecho por ti, bueno señores que tenga buena noche.
Se dio la vuelta después de pagar la cerveza y comenzar que salir.
Lan Xichen tardo en reaccionar pero cuando lo hizo corrió hasta alcanzar Jiang Cheng fuera del bar.
—¡Por favor déjame explicarte!
—No tienes que explicarme nada, todo está claro
—Si, es verdad que ese era el plan usar para sacar información, pero... él perdió en ese juego fui yo...
—Adiós oficial Lan Xichen —intento por todos los medios no estallar, su corazón dolía en cada latido, siempre fue igual, siempre era utilizado por quien era, no había nadie diferente, y él era parte de todos ellos.
Lan Xichen tomo el brazo de Jiang Cheng, él cual no pudo las y explotó.
—Me he estado conteniendo por que estamos en un lugar público, por lo cual te pediré que no vuelvas a mostrar tu cara en mi presencia —solto su brazo
—Jiang Cheng por favor..
Jiang Cheng se giro para marcharse en la oscuridad de la noche.
Lan Xichen regreso al bar donde golpeó de manera agresiva a sus compañeros quienes apenas pudieron defenderse.
—No solo arruinaron mi trabajo pedazos de idiotas, si no me hicieron perder a unas de las personas que más me han importado en toda mi vida.
Jiang Cheng antes de llegar su casa compró 3 jarras de la sonrisa del emperador para tomarlas con Wei Ying.
Al parecer cargar con la reputación de ser hijos de la mafia, no hace más que llenar su corazón de dolor y desesperación.
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