4. Fiesta
Estos últimos dos días han pasado tan rápido, que me parece mentira que fuera sábado. Al día siguiente de la "pijamada" con Kathe, Marianne estuvo cerca de matarme por no avisarle nada, Fabian me siguió tratando mal lo cual no es novedad y por último Marvin ha tratado repetidas veces de hablar conmigo, la verdad no quiero hablar con él sobre nada, he decidido hacerme de lado de él, tiene novia y debo respetarlo, sin nombrar el hecho que es mi hermano, literalmente.
Hoy es el día de la gran fiesta de Grace, a la cual si iré, se que he dicho que necesito espacio con Marvin pero he invitado a Kathe, Jonah y también va a estar Fabian, quien no es de gran ayuda debido a que me odia pero se que si estoy de verdad en apuros el me ayudará, o eso espero.
Volviendo a la parte de Kathe y Jonah, en estos dos últimos días se han vuelto en dos amigos realmente indispensables para mí, dejando de lado obviamente el tema de los condones el cual Jonah ignoro completamente.
Grace ofreció llevarnos a todos en su auto y si mis cálculos no fallan estará aquí en aproximadamente 45 minutos.
—¿Por qué tienes vestidos tan cortos?— pregunta Kathe analizando cada uno de mis vestidos.
—Pues en donde yo vivo se utilizan así, además no son tan cortos Kathe, son hasta la rodilla—
—Si tu lo dices, pero igualmente ya está empezando a hacer frío por lo que se acerca el invierno—
—¿Que sugieres que me ponga?—
—De tu ropa nada, pero te traje este buzo en el cual se te ve ese sexy ombligo y se que te gustará por eso—me tira un buzo negro realmente lindo— y este Jean claro, que resalta tu lindo trasero—
—Como tu digas jefa—
Una vez en el auto sorprendentemente Grace se ha portado sumamente bien, pero igual no me cae bien esa hipócrita, Marvin está sentado alado de ella y en los asiento de atrás nos encontramos Fabian, Kathe, Jonah y en sus piernas me encuentro yo ya que no había mas asientos.
Llegamos al la casa de Grace la cual es la mansión más grande que he visto en mi vida y créanme que he visto unas muy grandes. Al instante desaparecen Marvin y Grace a no se dónde y quedamos solos los cuatro.
—Bueno chicos pues yo me voy, nos reunimos más tarde— trata de retirarse Fabian pero Jonah lo detiene.
—No seas aburrido hermano, vamos a emborracharnos todos juntos— grita eufórico mientras ingresamos a la fiesta.
Adentro había todo lo que una fiesta contiene, una gran cantidad de adolescentes borrachos, alcohol por todos lados, música a todo volumen y más adolescentes con las hormonas alteradas.
Nos dirigimos a ver un poco de alcohol para ponernos en calor como dice Jonah y por último nos dirigimos a la pista.
—Este trago me lo tomo porque tengo a los mejores amigos del mundo—grita Jonah mientras le regresa a ver a Fabian— a ti también te incluyo Fabiansito—
Fabian solo lo ignora y vira los ojos.
—¿Se podría saber por qué eres tan enojado Fabian?— pregunta Kathe y Fabian da un gran suspiro.
—¡Sii! ¡Queremos saber porque eres un pequeño Grinch!— Jonah le soba la cabeza a Fabián y parece que eso hizo estallar una bomba.
—¿Quieren saber el por qué? Esta aquí al frente mío— me señala histérico Fabian—Desde que llego esta zorra, mi vida está hecha un desastre— le tapo la boca antes de que continúe hablando más estupideces sobre mi.
Lo tomo fuerte del brazo y le jalo hasta entrar a un cuarto en el piso de arriba.
—¿Cuál es tu maldito problema conmigo?—
—Ya te lo he dicho tantas veces, zorra—
—¡Deja de llamarme así maldita sea! ¡Y no, no me lo has dicho!—
—Mi problema es que desde que llegaste tú mi vida no volvió a ser igual— Fabian se acerca fulminandome con su mirada azulada mientras mi cuerpo se invade de miedo— Desde que llegaste tu, mi mundo está de cabeza—
—¿Pero qué...— Fabian estampa sus labios contra los míos.
El beso no comienza lento como es esperado si no con gran intensidad, como si estuviera esperando por bastante tiempo este momento, como si me necesitara como el aire para respirar. Fabian me pega más contra el mientras yo pongo mis piernas alrededor de su cintura. Caemos juntos hacia la cama, el encima mío mientras mis piernas siguen enroscadas a su cintura, Fabián detiene el beso mientras comienza a hacer un camino con sus labios por mi cuello, mis manos empiezan a jugar dentro de su camiseta hasta encontrar sus bellos abdominales, se pega aún más a mi dejando un poco espacio para que no quede aplastada. Tomo la inciativa y le quito la camiseta a Fabián dejando en plena vista los abdominales que estaba tocando hace unos segundos y él continúa el beso aún más intenso.
—¿Pero qué carajos está pasando aquí?—
Empujó a Fabian haciéndole caer de la cama mientras noto la voz proveniente de mi susto, Marvin...
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