3. Tutti Fruti

Iriel si lees este capítulo, sí, está inspirado en nuestra experiencia.

Sola, no hay otra palabra más exacta para describir como me siento en este momento, no tengo a nadie en este país y por primera vez en mi vida hecho de menos a mis dos únicos familiares en el mundo quienes no han intentado contactarse conmigo desde que llegue a Alemania.

Decidí hace media hora caminar sin éxito por esta manzana pero no reconozco ninguna calle de por aquí, el mundo al parecer no le gusta conspirar a mi favor y me he quedado sin carga de celular.

Regreso a la cafetería donde solicitaría trabajo mientras veo a Kathe ir de salida.

—Hola linda, ¿Vives por aquí?— si alguien que acabas de conocer te dice esto en mi país debes prepararte para correr si no quieres que te dejen en calzones.

—Si, pero como te he contado no soy de aquí, no tengo la más mínima idea de por dónde quedaba mi casa adoptiva y mi teléfono se ha quedado sin carga—

—Wow, al parecer eres la reina de la mala suerte, pero no te preocupes, si deseas puedes venir conmigo a mi casa que queda a una cuadra y te prestaré un cargador— ofrece amablemente Kathe.

—Te lo agradecería muchísimo— respondo y emprendemos nuestra caminata.

Al parecer una cuadra son como dos mini segundos junto a Kathe, en realidad me sorprende la facilidad que tiene para hablar conmigo tomando en cuenta el hecho que me conoce solo hace una hora. Me ha contado tantas cosas sobre su vida tales como que de pequeña solía vivir en un orfanato con su hermano mayor y que gracias al ingenio de Jonah lograron escapar de ese horrendo lugar, también mencionó que en la casa donde viven es prestada al mejor amigo de Jonah y que de lo único que viven es del sueldo que ganan de meseros.

—Sorprendente...—lee mi mente—es lo que debes estar pensando, ¿Me equivoco?— da una mini carcajada mientras abre el picaporte.

Sonrió al pensar que Kathe a pesar de todo lo que ha vivido tiene un increíble humor.

—De hecho sí, me has leído la mente— confirmó mientras entramos a la casa.

—¡Jonah he llegado!— Kathe pega un grito hacia las escaleras.

Kathe entra a la cocina, sala, cuarto de estudio y baño sin encontrar al parecer el cargador.

Sube corriendo mientras me hace señas para que la siga.

—Dame mi cargador inútil— Kathe se abalanza sobre la puerta que al parecer es de su habitación sin conseguir abrirla.

—¡NUNCA!— grita Jonah desde el otro lado de la habitación mientras Kathe trata de abrir la puerta repetidas veces.

En lo que a mi concierne, me distraje fácilmente y entre al cuarto de Jonah el cual estaba decorado con algunos posters, una vieja guitarra, un televisor pequeño y una billetera.
Hace algunos año, cuando tenía aproximadamente 6 o 7, con mi padre nos quedamos fuera de casa, saco su billetera y de ella una tarjeta de crédito, no tengo la más mínima idea de como lo hizo pero al siguiente minuto mi padre había abierto la puerta con una simple tarjeta de crédito.

¡Eso es!...

—¡Kathe, la billetera de Jonah!— grite desde el cuarto contrario.

—Está ahí, encima del escritorio— responde Kathe con otro grito.

Abro la billetera y no encuentro ni una tarjeta, decido abrir el cierre trasero, sacudo la billetera y provoco una mini lluvia de condones.

—Oh por Dios— habla ella por mi—¿Que diablos es esto?— grita Kathe lo suficientemente alto como para que su hermano la escuchara.

—Condones— respondo inocentemente.

—No me digas— dice sarcásticamente Kathe— A lo que me refiero es, ¿Qué diablos es Tutti Fruti? ¿Y, por qué tiene tantos?—

—Creo que es un condón con todos los sabores incluidos—

—Iugh— responde Kathe mientras analiza uno lentamente.

—Dejen eso ahora, toma tu cargador llorona— entra Jonah a su habitación, tira el cargador a Kathe y se detiene en mi— ¿Quieres saber lo que se siente tener sexo con olor a tutti fruti?—me guiña un ojo.

—Iugh— decimos Kathe y yo al mismo tiempo mientras Jonah nos cierra la puerta en la cara.

Después de todo lo que he vivido el día de hoy, lo único que quiero hacer es encontrar mi casa y dormir. Mi celular por fin logra prenderse y la única persona que logró contactar es a Marvin.

—¿Hola?— responde una voz femenina que al parecer es de la odiosa de Grace.

—Hola, ¿Marvin?—

—¿Olivia? Amiga, ¿Como has estado?, ya te paso con Marvin, antes de todo quisiera decirte que me encantaría que nos acompañases a una fiesta este sábado, bueno adiós que Marvin me va a quitar el celul...— se corta la voz hipócrita de Grace.

—Olivia, ¿Pasa algo?— habla Marvin.

—¿Estas ocupado?—

—Amor vuelve por favor— se escucha a lo lejos la voz de Grace.

—Si un poco, ¿Necesitas algo?— responde Marvin algo apresurado.

—No sabes que, no pasa nada, disfruta mucho tu noche con Grace, adiós— 

—Kathe, ¿tal vez podría quedarme a dormir aquí?— mi pregunta al parecer la asombra y me mira desconcertada—¿Por favor?—

—Está bien, acompáñame a arreglar tus sábanas—

De verdad que estoy amando a esta chica...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top