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CAPITULO SEIS: Contratiempos
Regresaron al hotel después de que Luna y Simon se retiraran, simplemente estaban cómodos allí sentados en el césped, sin hablar, dejando pasar el tiempo.
―Sera algo incomodo regresar a la ciudad pero... decidí que es momento de hacerlo ―dijo de pronto Laura.
―Apenas a pasado una semana, ¿en verdad deseas regresar ya?
―No tiene sentido dilatar mas las cosas, quiero alejarme de aquí, comenzar a recomponer mi vida, no probare nada al quedarme, ellos deben pasar al pasado para que pueda continuar hacia adelante.
―¿Cuando te pusiste a pensar en todo eso? ―pregunto Dante acomodándose para verla mejor cuando ella se sentó mas derecha.
―Recién ―sonrió y acomodo sobre las rodillas la cabeza mirándolo de costado, mientras se abrazaba las piernas.
―¿Y tu hermana? Ella parecía a gusto con mi amigo.
―Lo se, lo pensé... creo que si se gustan, entonces nada impedirá que se encuentren nuevamente,
Luna no querrá quedarse si me voy, ademas mi madre preguntara por ella, confío en que, si es verdadero el sentimiento nada hará que se separen por mucho tiempo.
―Pienso igual que tu... de todos modos si ustedes se van es seguro que lo hagamos nosotros también.
―No Dante, no debes interrumpir tus vacaciones porque...
―Vamos Lau, tu y yo sabemos que no son vacaciones sino terapia de rehabilitación ―rio por la comparación ―tu eres mi terapia, ya te lo dije antes, si te vas ¿que se supone haré aquí solo?... es mejor si nos vamos todos ¿no?
Laura asintió.
―Le diré a mi hermana mañana en la mañana.
―También le diré a Simon en la mañana.
―¿Desayunamos juntos entonces?
―Es el plan perfecto.
―Deberíamos regresar.
―Si.
Dante la ayudo a ponerse en pie, se sacudieron el polvo y fueron a la parada de taxis para regresar al hotel.
*
*
Luna y Simon entraban al hotel cuando vieron a Henry salir del restaurante seguido de cerca por Veronica, parecían molestos entre si, mas allá, se encontraba el hermano de Mikael observando que el servicio se desarrollara con total eficiencia. Al verlos les sonrió y saludo con una leve inclinación de cabeza, mientras ellos seguían de largo hacia el ascensor.
Quedaron entonces sin proponerselo, Henry, Veronica, Simon y Luna todos en el elevador al mismo tiempo, la tensión cortaba el aire, mientras este subía lento hacia los pisos superiores.
Luna noto que Veronica tenia los ojos enrojecidos, mientras que su esposo apretaba los puños de manera disimulada, miro a Simon y este asintió de manera imperceptible, justo cuando las puertas del elevador se abrieron y un Mikael con esto adusto los observo, resoplo y se subió junto con ellos.
―Buenas noches señorita Collins ―saludo a Luna cortante pero amable, cual robot programado de ante mano ―¿como se encuentra su hermana?
―Mucho mejor señor Cameron ―respondió con el mismo tono cortante pero amable ―gracias por su interés.
―No hay de que, que raro no verlas juntas.
Luna tenso la mandíbula, ese entrometido de Mikael estaba usándola para hacer enfurecer a Veronica .
¿Como se atrevía el muy cretino?
―Pues esta claro que salio con su novio y yo tuve una cita también con Simon... ―cruzo la mano por el brazo de este ultimo ― cada quien salio por su lado y con su correspondiente pareja ―recalco, recordando el modo en que sus familiares pretendieron emparejarla con ese insufrible hombre del Neandertal.
Mikael sonrió de costado mirando la mano de Luna recargada en el brazo de Simon, asintió con un movimiento de cabeza leve y metió las manos en los bolsillos con parsimonia.
―Los romances de vacaciones, son lo mejor ¿verdad?
―¿Y quien dice que es solo de vacaciones? ―pregunto Luna comenzando a perder la paciencia, ese hombre simplemente la enervaba.
―¿No lo son en su mayoría acaso?
Luna estaba por responder que se podía meter sus opiniones donde no le daba el sol, a riesgo de quedar como una grosera, cuando Simon dijo entre risas.
―Algunas veces tenemos la dicha de encontrar a la mitad que nos falta de toda la vida en una simple coincidencia, en unas vacaciones o donde sea, la cuestión sobre si es un romance pasajero, depende de los individuos en si, tengo la convicción de que si la persona es la indicada, no importara si es en la oficina, en la calle, de vacaciones o como sea que se conocieran, ese amor florecerá y sera duradero, al menos es lo que yo pienso y es a lo que me aferro a la hora de mirar a los ojos a la mujer que pretendo mantener a mi lado por el resto de mi vida, ¿no te parece eso acertado mi querida Luna?
Luna lo miro boquiabierta, asintiendo con la cabeza, al tiempo que Simon le sonreía de manera adorable y Mikael elevaba una ceja incrédulo.
―El amor es solo para débiles, creerme amigo, ninguna mujer vale tanto el esfuerzo ―contesto Simon cortante.
―Pues te equivocas ―esta vez respondió Luna mirando sin disimulo a Veronica ―es verdad que ciertas mujeres... no valen la pena, pero las que somos decentes si.
Veronica dio un paso hacia Luna, esta elevo la barbilla dispuesta a enfrentarse a la esposa de su ex cuñado, pero la puerta del elevador se abrió y Henry aprovecho para jalar a su mujer del brazo sacándola del elevador.
La puerta se volvió a cerrar, dejando en el interior a Luna con Simon y Mikael.
Simon sonreía de manera disimulada cuando la puerta del ascensor se volvió a cerrar, mientras Luna cerraba los puños con furia contenida y Mikael observaba mas detenidamente al hombre que los acompañaba.
Estaba casi seguro de que le interesaba Luna...
―Luna, pasare a buscarte temprano en la mañana para continuar nuestro paseo ―le dijo Simon cuando la puerta del ascensor se abrió en su piso, sabia que ella debía ir un poco mas en compañía del gerente ―que tengas una buena noche, me encanto pasar el día contigo.
Luna se acerco y le dio un beso en la mejilla antes de que saliera, luego se acomodo en su sitio cuando el se fue, la puerta se cerro y ella quedo en el cubículo con ese hombre odioso que la ponía de muy mal humor.
―No durara ―comento Mikael como si nada.
Luna se negaba a responderle, ahora que estaban solos no tenia porque comportarse amable con el, simplemente no lo soportaba.
―Ese romance sera solo de vacaciones, es obvio eso ―insistió Mikael cuando la puerta volvió a abrirse en su piso, salio pero antes de que se cerrara de nuevo, coloco el pie en medio, giro y lo miro fijamente con enojo.
―Para que lo sepas, no me interesa tu opinión, ni nada que sala de tu boca, pero te dejare bien en claro que si es o no un romance de verano...¡No es de tu incumbencia!
Mikael sonrió, estiro la mano, la tomo de la muñeca y la obligo a volver a entrar en el ascensor, la puerta se cerro, y Luna quedo nuevamente atrapada allí con el.
―¡Pero que...! ―comenzó a protestar Luna, pero Mikael quien aun la sostenía de la muñeca la obligo a pegarse a el, en un abrazo repentino en el cual, soltó su mano y en cambio se apodero de su cintura, al tiempo que se inclinaba y la besaba en los labios.
Luna se quedo estática, sin poder ser capaz de reaccionar cuando sintió los labios de Mikael pegados a los suyos, pestañeando sorprendida, y sintiendo que el calor invadía sus mejillas a niveles extremos. Entonces logro reaccionar apoyando ambas manos en su pecho para alejarlo de ella, pero Mikael subió una mano hasta colocarla en su nuca impidiéndole moverse un solo centímetro. Al contrario con mucha sutileza comenzó a intensificar el beso buscando que ella se relajara, y respondiera. Mordió apenas sus labios, Luna de manera inconsciente entreabrió también los suyos, entonces Mikael aprovecho para apoderarse de cada rincón de su boca, saboreando sus rincones, su lengua tibia cuando rozo la de ella le produjo una corriente eléctrica que lo dejo anonadado, apretó mas el agarre en su nuca y cintura para sentir mas cerca el cuerpo de Luna que de pronto se le antojaba mas tibio y suave. En verdad en esos momentos deseaba que el tiempo se detuviera para continuar besándola, pues nunca se imagino que fuera tan delicioso besar a esa mujer tan terca, de hecho no se explicaba porque razón lo hacia. Solo que olvido detener el elevador que continuo subiendo hasta su piso y cuando llego la puerta se abrió, quedando ambos frente a la madre de él y de su hermano menor, quienes se los quedaron mirando sorprendidos.
La dama se aclaro la garganta desviando la mirada, y Dominik sonrió metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
Mikael soltó a Luna lentamente y esta se cubrió la boca con ambas manos cuando se dio cuenta de que allí estaban los familiares de ese impertinente y aunque le hubiera encantado darle vuelta la cara de una bofetada, que bien merecida se la tenia, no se podía mover. El cuerpo entero lo tenia paralizado, su respiración era agitada y el calor que estaba alojado en su rostro, se extendió por todo su cuerpo, dejándola temblorosa y con la mente en blanco, incapaz de hacer o decir nada.
―¿Bajan? ―escucho que Mikael preguntaba a su familia.
―Hijo, porque no me diste la buena nueva, me da mucha satisfacción saber que por fin decidiste hacer las cosas como corresponde ―dijo su madre entran do al elevador, seguida de Dominik ―me encantaría repetir la reunión entre nosotros, ahora que es obvio que seremos familia, ¿mañana para almorzar te parece bien hijo? ―pregunto a Mikael.
Este asintió saliendo del elevador y sacando a Luna con el, luego la puerta de cerro y volvieron a quedar solos. Giro hacia ella, que todavía permanecía en total e incomodo silencio, sin moverse siquiera.
―¿Luna? ―pregunto Mikael inclinándose hasta la altura de sus ojos, pues al ser unos centímetros mas baja inevitablemente debía hacerlo. Movió la mano delante de sus ojos y se la quedo mirando preocupado porque ella permanecía petrificada.
Se mordió la piel de la mejilla interior con preocupación, cuando de repente sintió un fuerte ardor en la mejilla, debido a la mano de ella que se estrello en su rostro con tanta fuerza y estaba seguro le debía de haber quedado la mano doliendo. Se llevo la mano al rostro pensando que se lo tenia merecido, cuando sintió un agudo dolor que lo obligo a inclinarse sobre si mismo, pues Luna descargo toda su furia en su ingle, al darle con la rodilla allí donde mas le dolía a todo hombre. Cayo de rodillas con ambas manos en sus partes nobles y la miro con ojos llorosos.
―¡Cretino! ¡Asqueroso y repugnante cretino! ―grito Luna al fin liberando toda la tensión que había acumulado ―¡Te odio! ¿Por dios como te atreviste? ― se restregó la boca temblando de pies a cabeza ―¡Mas te vale que le aclares a tu familia que tu y yo no somos nada y jamas... ¡Jamas de los jamases! ― recalco con tono quebrado ―jamas... lo seremos... ―termino diciendo, luego camino hacia el elevador justo cuando la puerta se abría una vez mas, entro y presiono el botón repetidas veces. Dejando de hacerlo cuando esta se cerro, para luego apoyarse contra la pared mas cercana temblando de pies a cabeza.
¡En toda su vida la había humillado de esa manera ni nadie la había besado de ese modo tan salvaje!
Se llevo la mano a los labios que le palpitaban furioso y no supo si era por el beso o la indignación, entonces bajo la mano hasta su corazón notando lo enloquecido que estaba este en su interior.
―¡Maldito loco! ―susurro saliendo del elevador apenas se abrió la puerta trastabillando hasta que al fin llego a su alcoba.
*
*
Laura espero a su hermana por un buen rato en la habitación pero como ella continuaba sin aparecer, volvió a salir pues se sentía muy inquieta allí dentro, pensó en ir por Dante pero luego lo pensó mejor, pues ya había estado juntos todo el día. Después se freno pues no quería encontrarse con Henry y su esposa, pero la sola idea de tener que estar ocultándose de ellos la enojo y la llevo a salir de todos modos, dejo el celular sobre la mesa de noche cargando la batería, tomo una camisa, pues a pesar de que era verano, en las noches en ocasiones solía refrescar un poco, mucho mas en ese sitio que estaba cerca del mar. Se lo coloco sobre la blusa sin manas que llevaba puesta, se soltó el cabello y se dirigió hacia el lado en donde estaba la piscina, confiando en que a esa hora no hubiera nadie allí.
Por suerte no se encontró con nadie conocido en su camino hacia allí, solo algunos huéspedes, así que cuando llego estaba el sitio vacío por completo, suspiro satisfecha, se sentó en una tumbona y se quedo mirando el cielo lleno de estrellas.
―Por fin un momento de paz... ―susurro.
―¿Hablas sola?
Laura se sentó de golpe sobresaltada al oír la voz del hombre tan cerca suyo y sin darse cuenta al levantarse se dio la cabeza con la cabeza del que le hablaba pues estaba inclinado sobre ella.
Ambos gimieron adoloridos llevándose la mano a la cabeza.
―¡Lo siento te asuste!
―¡Obvio que si! ―respondió Laura tocándose la frente ―¿a quien se le ocurre acercarse tanto a una desconocida?
―Bueno... no somos del todo desconocidos...
Laura lo miro mejor y luego asintió reconociéndolo.
―Tu eres el gerente.
―Dominik ―corrigió el sentándose en la tumbona tocándose la frente riendo ―siento haberte asustado.
―Esta bien, ya me vengue ―señalo su frente.
―Creo que la idea de venganza es cuando tu le haces algo a otra persona intentando que las consecuencias no te alcancen ―señalo también su frente, entonces Laura comenzó a reír asintiendo mientras hacia un esto de dolor.
―Tienes razón.
Dominik se acomodo mejor y se quedo mirando el cielo, igual que ella lo hacia momentos antes.
―Esto es relajante ¿verdad?
―Si.
―¿Quieres que me vaya?
―¿Que?
―Cuando llegue decías: al fin un poco de paz.
―Ah eso ―sonrió acomodándose de nuevo ―no me molesta la compañía, solo fue un decir.
―¿Fue muy largo tu día?
―No es eso, el día estuvo en verdad muy bien, solo es... ―suspiro pesadamente ―solo lo dije.
El permaneció en silencio un momento y luego se puso de lado para mirarla de frente, sonrió amigable y luego se la quedo mirando, hasta que inquieta se removió en su lugar y volvió a sentarse.
―¿Sucede algo? ―interrogo removiéndose en su sitio.
―Me preguntaba porque razón hay hombres tan idiotas en este mundo.
Laura se descoloco totalmente con su pregunta, lo miro mejor y se dio cuenta de que el estaba vestido muy formal y parecía mas que estaba por ir a un sitio elegante en vez de solo estar allí sentado junto a la piscina.
Estaba por preguntar a que se refería pero supuso que no hacia falta, recordaba que el había presenciado un incomodo intercambio entre ella y Henry, así que prefirió desviar la conversación en otro rumbo menos incomodo, olvido que el aun la miraba fijo y sonrió intentando no parecer tan nerviosa.
―¿Estabas de salida?
―Si, es que estas muy elegantemente vestido.
El comenzó a reír negando con la cabeza sentándose también como ella.
―En realidad estaba por cenar con mi madre, pero luego ella tuvo un llamado inesperado y luego se retiro diciendo que le dolía la cabeza, lo que no creo sea verdad, pero en fin... ―se encogió de hombros ―entonces te vi caminando para este sector, es tarde y me dije: Dominik no te parece raro que nuestra huésped camine sola hacia el sector de la piscina a estas horas, ¿estará perdida?
Laura meneo la cabeza pensativa y luego asintió.
―Supongo que si se vio raro, pero solo necesitaba tomar aire y vine aquí.
―Entonces me iré para que puedas relajarte ―se puso en pie.
―Esta bien, dije que no me molesta la compañía.
―¿En serio?
―Esta bien, en serio.
Volvió a sentarse y se la quedo mirando como antes, entonces Laura resoplo y meneo la cabeza.
―Pero tengo una condición.
―¿Una condición?
―Deja de mirarme tan fijo, es que me pones muy nerviosa.
El sonrió y asintió volviendo la mirada al cielo estrellado.
―¿Mejor?
―Mucho mejor ―rio recostándose de nuevo para dejar escapar un suspiro.
―No pude evitar escuchar que mañana te vas ―dijo el después de unos minutos ―¿Porque te vas?
―¿Donde... como escuchaste eso?
―Estaba en la recepción cuando se lo decías a tu novio.
Laura sintió extraño cuando el llamo a Dante de ese modo pero sonrió.
―Es que ya es tiempo de hacerlo.
―¿Es por el hombre ese que te molesta? Mikael me comento sobre eso y creo que te vi en el comedor discutiendo con él, el día que llegue al hotel.
Laura se mordió el labio tensa pero termino asintiendo a su pesar.
―Si en parte es por ese hombre, no es de mi agrado, me sentiré mas cómoda cuando me aleje de Henry y su esposa.
―Entiendo.
Laura se removió en la tumbona y decidió que era momento de regresar a ver si su hermana ya estaba en la habitación.
―Gracias por la compañía, creo que es tiempo de regresar, mi hermana se estará preguntando donde estoy.
―Te acompaño ―ofreció poniéndose en pie el instante ―cuando vive desde el comedor, vi a ese hombre en el bar, y como debes pasar por allí para regresar...
―No hace falta se como entenderme con el.
―De todos modos, me sentiré mas tranquilo si llegas a tu habitación tranquila y bien.
―Esta bien ―acepto dándose cuenta de que el no aceptaría un no por respuesta.
En efecto como Dominik le dijo al pasar por enfrente del bar su mirada se cruzo con la de su ex, lo ignoro y de cierto modo agradeció no estar sola, pues noto en la mirada de Henry la intención de seguirla pero como no estaba sola, prefirió quedarse, o al menos eso pensó porque no los siguió.
Cuando al fin llegaron a la habitación, Dominik le hizo una leve inclinación y se alejo saludándola casi al llegar a la puerta del elevador con la mano, entonces ella entro a su habitación.
―¿Lu? ―llamo en la oscuridad tanteando en la pared la perilla para encender la luz.
―¿Donde estabas? No enciendas la luz, ya quiero dormir, mira lo tarde que es... anda acuéstate de una vez.
Laura dejo la mano quieta extrañada por el tono de su hermana.
―¿Luna estas bien?
―Si Lau, solo estoy cansada, vamos duerme ya.
―Bueno... yo... voy al baño y me acuesto.
―Que descanses.
―Igual tu.
Aun sorprendida por su extraño comportamiento, Laura encontró la cama a tientas, se acostó y se cubrió con las sabanas sin poder quitarse de la mente la intensa mirada de Dominik.
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