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CAPITULO CINCO: Distracciones.


Había dos cosas que recordaba del día anterior, una era que estaba hablando con su hermana y luego comenzó a sentirse realmente muy mal, todo se torno negro a su alrededor y ya después, nada, el vacío y el golpe al tocar el suelo. Se llevo la mano a la cabeza y sintió el bulto que tenia entre el cabello debido al golpe, frunció la nariz levemente y suspiro.
Lo segundo que recordaba y no estaba segura de que fuera un recuerdo o un sueño, era que Dante estaba a su lado hablando suavemente mientras le tomaba la mano.
Levanto la mano a la altura de su rostro y se la quedo mirando largo rato.

―¿Te sientes mejor? ―pregunto su hermana observándola con suma atención.

―¿Que me sucedió? ―pregunto a su vez incorporándose en la cama.

―Te desmayaste y me diste un buen susto.

―¿En serio?

―Dijo el medico que solo es estrés, de todos modos te llevare al medico apenas regresemos a casa, has bajado tanto de peso en tan poco tiempo que me asusta.

―Comeré ―prometió ―lo prometo, haré las cosas bien.

―De todos modos iremos al medico ―insistió Luna.

―No estoy embarazada ―aseguro Laura con tono seco.

―Jamas paso eso por mi mente.

―Lo aclaro por las dudas, Henry es un canalla pero no llega a tanto, ademas yo no soy tan inconsciente.

Luna no respondió, tenia sus propios pensamientos con respecto a ese hombre, así que era mejor cambiar de tema.

―Dante y Simon estuvieron aquí anoche conmigo, se portaron muy bien, fueron de gran ayuda.

―Entonces no lo soñé... ―murmuro Laura mirando su mano.

―¿Soñar?

―No importa ―replico Laura con una leve sonrisa ―tengo hambre... bajemos a desayunar.

Luna estaba por contestar cuando el celular de su hermana sonó, esta lo tomo miro el numero en la pantalla y amplio la sonrisa, entonces se levanto, se acerco, le dio un beso en la frente y se metió en el baño a darse una ducha al tiempo que escuchaba:

―¡Hola Dante!

Luna se metió a bañar y ella quedo en la cama escuchando a Dante del otro lado de la linea.

―Las invitamos a desayunar y no aceptaremos un no por respuesta.

―En ese caso si ―rió.

―¿Como estas, te sientes mejor ahora? ―pregunto después de reír ante su respuesta.

―Estoy bien... gracias por ayudar a mi hermana anoche.

―No digas eso, prometí cuidar de ti ¿no?

―Si... de todos modos gracias.

―Laura... yo... no se si hice bien, pero... ya tu hermana y Simon saben que somos novios.

Laura apretó el celular en la mano porque casi se le caía al oírlo decir eso, aspiro con fuerza y calmo los temblores que de pronto sintió, luego se aclaro la garganta y suspiro.

―No te preocupes, de todos modos se lo diría hoy.

―¿No estas enfadada? ―lo escucho dudar.

Rio bajo y movió la cabeza de manera negativa a pesar de que el no podía verla hacerlo.

―Claro que no, iré a bañarme y después bajaremos a desayunar.

―Esta bien.

―Dante...

―¿Si?

―Eres un buen amigo, gracias.

El no respondió, solo corto la comunicación.

Laura volvió a mirar su mano esbozando una nueva sonrisa de manera inconsciente.

―¡Laura!

La chica levanto la mirada hacia la puerta del baño, se levanto y se acerco asomando la cabeza.

―¿Necesitas algo?

―¿Cuando se supone me dirías que eres la novia del ex novio de la mujer que se caso con tu ex novio?

―Si lo dices de ese modo suena horrible.

―Estas cometiendo un error y lo sabes, no es el modo de...

―Si es el modo Luna... ―corto Laura con tono decidido ―Dante me hace mucho bien, el es un apoyo para mi y yo lo soy para el, se que no crees que funcione, pero te aseguro que si lo hará.

―Espero no te equivoques hermana.

―Nos invitaron a desayunar ―dijo la menor cambiando de tema ―apresurate en el baño, también me quiero bañar.

―Exigente como siempre... ―se quejo Luna.

Laura rio apenas.

―Si quieres te lavo la espalda...

―¡Olvidalo, vamos fuera, sal del baño!

Laura rio ahora con mas ganas y salio.

*
*

―Tienes esa sonrisa...

Dante levanto la mirada hacia Simon y frunció los labios en una media sonrisa.

―¿De que hablas?

―Esa mirada ya la vi antes amigo.

Dante desvío la mirada hacia el celular y negó con la cabeza.

―Claro que no.

―Como tu digas...

Su amigo terminaba de arreglarse mientras él llamaba a Laura, parado frente al espejo, por eso lo miraba ahora a través del reflejo del mismo.

―Te equivocas ―repitió Dante.

―Como digas...

―Ya deja de decir tonterías y apresurate, bajemos a desayunar, muero de hambre.

Simon sonrió con una sonrisa de lado y asintió.

*
*

―Son novios.

―No.

―Lo escuche anoche cuando baje a buscar una aspirina, estaban en la oficina de la gerencia, la puerta estaba entreabierta, me acerque porque pensé que... bueno que...

―Que Mikael estaría solo.

Veronica se mordió el labio inferior con fuerza.

―¿Dime la verdad a quien amas en realidad? ¿A ese Mikael o a Dante?

―Sabes que a Dante.

―Entonces porque buscas al otro.

―Hay cosas inconclusas entre el y yo, hay veces en las que pienso que debería decirle la verdad y luego me da miedo su mirada llena de odio y me acobardo, otras veces pienso que si el comprendiera, si me dejara hablar... pero no puedo hacerlo, no sin exponer a alguien mas.

―No entiendo Veronica , ¿que es lo que escondes?

―Algún día, si siento que puedo confiar en ti, te lo diré.

Henry no insistió.

Ya estaba descubriendo que Veronica no era lo que aparentaba.

―¿Que harás? ―quiso saber la chica ―ellos son pareja ahora.

―No creo en esa relación, solo mientes, Laura no dejo de amarme, lo se ―le contesto Henry con seguridad.

―Ten cuidado Henry podrías llevarte una gran sorpresa uno de estos días.

El hombre de cabello oscuro no respondió en esa ocasión.
No quería ni imaginar que Laura amara a otro hombre, no lo toleraría, ¡no lo permitiría!

*
*

Bajaron casi al mismo tiempo, Laura saludo a Simon con una leve sonrisa y este sonrió apenas, luego miro a Luna y tomo su mano para besar su dorso.

―Buenos días ―le dijo provocando la mirada de incredulidad en los dos mas jóvenes, quienes se miraron entre si.

―Te dije que tu hermana estaría mejor este día ―dijo Simon.

―Si, gracias.

Dante se rasco la cabeza y se acerco a Laura para susurrar a su oído.

―¿Y estos dos que?

―Ni idea.

―Dejen de cuchichear como dos niños pequeños y desayunemos, Simon prometió llevarme de paseo este día ―comento Luna dejando a los dos jóvenes con la boca abierta.

―¿Que?

―Bueno, no solo ustedes tienes sus... secretos ―contesto ella y Simon comenzó a reír con buen animo.

―Pero pensé... yo pensé que pasaríamos el día los cuatro juntos ―replico Laura algo tensa.

―Pues no, resulta que estamos de vacaciones, tu tienes quien cuide de ti y yo deseo relajarme un poco, así que este día tu te vas con tu novio a donde les de la gana y yo haré lo mismo con Simon.

Dante elevo una ceja mirando a su amigo en tanto este sonreía.
Laura se aclaro la garganta y tomo la mano de Dante casi al instante cuando vio que Henry entraba junto a su esposa.
La pareja paso junto a ellos al dirigirse a su mesa deteniéndose apenas un momento cuando Henry noto que estaban tomados de la mano, pero Veronica lo jalo alejándolo de ellos.

―Aun que creo que podría quedarme contigo si lo deseas ―acoto Luna después de esa escena tensa.

―No Luna, nosotros estaremos bien ―respondió Dante por Laura ―mientras nos quedemos en este hotel esto sucederá y mientras mas rápido se acostumbren todos a vernos juntos mejor, ve con mi amigo a pasar un día tranquilo, yo cuido de Laura.

―Si Luna, Dante tiene razón, vayan a disfrutar el día, nosotros estaremos bien.

―No la dejes sola, ni por un momento ―pidió Luna a Dante.

―Lo prometo.

―¿Traes traje de baño? ―pregunto Simon entonces a Luna.

Ella lo miro confusa y negó con la cabeza.

―Te aconsejo que vayas por uno, te hará falta.

Laura le sonrió y Luna asintió poniéndose en pie.

―En ese caso creo que iré a cambiarme, ya regreso.

―Nosotros ya nos vamos también ―dijo Dante poniéndose en pie ―ven tengo planes para este día.

―¿No nos quedaremos a esperar a que mi hermana regrese?

―No hace falta, vayan tranquilos.

Laura asintió se puso en pie y siguió a Dante fuera del hotel, entonces este toco entre sus ropas y la miro suspirando.

―Espera aquí un momento, ya regreso.

―Esta bien.

Dante regreso al hotel y Laura miro a su alrededor con tranquilidad.
Sabia que no se encontraría a Henry porque este estaba con su esposa en el comedor, al menos eso esperaba.

―Buenos días.

La chica miro sobre su hombro, giro y sonrió al muchacho que la había saludado con cierta reticencia.

―Buenos días.

―Mi nombre es Cameron Dominik, soy gerente del hotel, ayer supe que se sintió mal y al verla, me acerque para saber si necesita alguna cosa...¿se encuentra mejor este día?

Laura se puso de todos los colores y asintió.

―Si estoy mejor, muchas gracias por preguntar.

―Me da mucho gusto saberlo.

Laura no supo que mas decir, estaba avergonzada.
¿Todo el hotel se había enterado de que se desmayo la noche anterior?

―Descuide nadie mas lo supo... bueno también mi hermano Mikael lo sabe pero no dirá nada ―sonrió ―no si quiere morir.

Laura no pudo evitar reír con buen animo al escucharlo.

―Se lo agradezco.

Entonces recordó que se lo había cruzado en el ascensor en varias ocasiones pero iba vestido mas formal entonces, ahora simplemente llevaba unas bermudas en color negro y una camisa blanca, gafas de sol y zapatos deportivos, muy sencillo, parecía mas un turista que un gerente de hotel.

―¿Espera a alguien?

―Si.

―¿Un amigo?

―A su novio ―respondieron detrás de Dominik.

Laura miro a Dante, le sonrió y este miro al intruso.

―Que bien, me da gusto saber que ya se siente mejor señorita, nos veremos pronto ― los saludo a ambos con una leve inclinación y continuo su camino hacia el auto ultimo modelo que lo esperaba pocos escalones mas allá de donde se encontraban.

―¿Te molestaba?

―No, es el gerente del hotel, solo se detuvo a preguntar si me sentía mejor, creo que todo mundo supo que me desmaye anoche ―respondió mortificada.

Dante asintió apenas, paso un brazo por los hombros de Laura y la miro directamente a los ojos.

―Entonces... ¿que haremos este día preciosa?

Laura frunció los labios pensativa y suspiro.

―Que opinas si vamos a nadar a esa playa que encontramos ayer.

―¿Traes taje de baño?

―Si.

―Perfecto vamos ahí entonces...

―Pero antes...en verdad si tengo hambre, ¿desayunamos?

―Por supuesto... también muero de hambre.

Dante la observaba comer.
Fueron a una cafetería, pidieron unas tostadas y un café, algo de jugo y frutas.
Pensó que ella no se comería todo pero se equivoco, Laura en verdad puso mucho empeño en terminar con el desayuno, sin embargo no era eso lo que lo tenia viéndola fijamente sino el modo en que comió, como si fuera en orden cronológico.
Primero bebió un sorbo de jugo, luego prácticamente destrozo al pobre pan, partiendolo en varios pedazos para al final comer un pedacito del tamaño de una miga aunque termino todo el pan, este parecía haber pasado por el infierno antes. Después se comió la fruta y por último el café, el cual el suponía estaría prácticamente frio.
Era una chica peculiar y es por eso que el resto del día se la paso estudiándola detenidamente, para descubrir que cosas mas tenia ocultas tras esa mirada perdida y aun dolida.
Cuando llegaron a la playa en la cual pasarían unas horas, él se preparo para poder disfrutar del agua del mar, y el cálido día, en tanto ella se quedo parada sin moverse por tanto tiempo que Dante temió que le sucediera algo malo.

―¿Estas bien? ―pregunto algo tenso.

―No.

―¿Porque, que sucede?

―Sera que Henry me dejo porque no tengo su físico, ella es bella, tiene muchas curvas, sus labios son rojos y se nota que... y yo en cambio...

―¡Tu eres mas hermosa! La mas hermosa que conocí nunca, si te hubiera conocido antes, ese tipo no seria un problema en tu vida porque yo te conquistaría y te protegería siempre ―corto de golpe

Dante sonriéndole con afecto.
Laura se lo quedo mirando y luego sonrió negando.

―No días tonterías, ella era tu novia después de todo, tu aun la amas, sabes que eso no es verdad...pero gracias de todos modos por intentar levantar mi animo.

Dante no respondió.
¿Era realmente como ella decía?
Antes de todo lo que estaba sucediendo el pensaba efectivamente que Veronica era la mujer mas hermosa sobre la faz de la tierra, sin embargo ahora veía la belleza de una manera diferente.
Veronica era tan cual la había descripto Laura, una mujer bella por donde sea que la vieran, sin embargo su belleza no llegaba a su alma y mucho menos a su corazón, los cuales estaban vacíos, como dos pozos sin fondo, negros y horriblemente fríos.
Sin embargo ella... la chica que estaba parada delante suyo, pensando porque razón el infame del ex se caso con otra mujer, le parecía ahora la mas bella de todas, pues la calidez de su alma lo alcanzo de manera invisible e inesperada, así como su roto corazón, el cual comprendía de sobra.

―Eres mas que hermosa Laura, antes no me daba cuenta cual era la diferencia entre belleza física o interior y tu eres ambas cosas... si ese idiota no lo noto antes, fue porque esta ciego como yo lo estuve antes y tuve que sentir que mi corazón se rompía para ver claramente.

Laura le sonrió y lleno los pulmones de aire, luego asintió, se saco el vestido que traía y se quedo con la bikini.

―Es verdad, soy hermosa y tu también lo eres ―le guiño el ojo con cierta picardia ―vamos a nadar.

―Siempre supe que era atractivo, me preguntaba cuando lo notarias mi querida novia ficticia―bromeo Dante

Laura comenzó a reír y luego lo siguió corriendo hacia el agua.
Jugaron en la orilla como dos niños, corriendo y mojándose entre las olas y por primera vez en cierto tiempo, ninguno de los dos recordó el pasado, ni el dolor, solo se divirtieron y disfrutaron la compañía del otro hasta quedar agotados en la arena tibia, recostados boca abajo, mirándose entre si.

―Eres una tramposa ―la acuso Dante sacudiéndose las gotas de agua que caían de su cabello a sus pestañas.

―No es verdad ―se defendió riendo ― es que tu pensaste que no podría derribarte.

―¡Me hiciste una llave! ―rio ―¿donde aprendiste eso?

―Me enseño mi hermana Luna, siempre dice que una mujer debe saber defenderse, pues hay hombres que no entienden que no es...pues no.

―Bien enseñado ―admitió Dante ―muero de hambre... ¿comemos?

―Si por favor, una enorme hamburguesa con queso y mucha lechuga ―pidió riendo divertida, mientras se ponía en pie ―y las papas fritas no pueden faltar, eso es obvio.

―Por supuesto ―respondió Dante también levantándose ―¿como podría olvidar las papas?

Laura lo tomo del brazo al caminar de regreso después de ponerse el vestido y esto le agrado a Dante, caminar con ella así, lo hacia sentir mas cómodo de lo que esperaba en publico.
Después de almorzar, decidieron recorrer la isla, ir al cine y volver al hotel para cenar con Luna y Simon.

*
*

―Me pareció muy interesante ese museo ―comentaba Luna caminando junto a Simon mientras iban en busca de un sitio en donde comer.

―¿No te pareció aburrido?

―No, me gustan los museos.

―También a mi... comeremos y luego te llevare a mi lugar favorito, lo compartiré contigo pero... ―se acerco a ella mirándola a los ojos con diversión ―debes mantener el secreto o tendré que asesinarte y ocultar tu cadáver.

Luna comenzó a reír con ganas asintiendo.

―Promesa que no dio nada, quiero vivir...no me mates por favor, te lo suplico ―bromeo entre risas.

―Jamas haré eso ―le dijo mas serio ―¿que quieres comer?

―Lo que sea muero de hambre.

―Conozco un lugar perfecto, ¿te gustan los mariscos?

―¿A quien no?... bueno yo conozco a alguien que no ―se retracto después moviendo la cabeza.

―¿Quien?

―Laura, no come productos de mar.

―Que curioso...¿Porque no?

―Se intoxico cuando era niña comiendo camarones que nuestra madre la obligo a comer porque decía que era... de gente con categoría.

―Dios...

―La llevamos al hospital con los sirvientes, mi madre se negó a ir porque era... vergonzoso para ella.

―No entiendo porque si era así con ustedes, siguen cuidando de ella, porque permanecen a su lado.

―Ese mismo año la diagnosticaron con el síndrome de Capgras, ¿escuchaste alguna vez sobre esa enfermedad?

―No, jamas oí sobre esa.

―Básicamente la enfermedad es así: es un raro trastorno que impide reconocer personas. Más concretamente, impide reconocer rostros de personas e identificarlos como familiares o amigos cercanos, es decir, la persona no es capaz de reconocer los rostros de las personas que quiere, aunque no tiene problemas en identificar objetos, la desconexión ocurre a nivel de la memoria afectiva, y de las "sensaciones" que la persona experimenta.

―Lo dices como si te lo hubieras aprendido de un diccionario ―comento Simon.

―Porque es así, cuando el doctor nos dijo lo que tenia, no lo podía creer, parecía mas como una mala madre, que una madre enferma, su vida es normal en todo, menos en que no logra sentir afecto cuando nos ve.

―Lo siento.

―Después de tantos años, ya nos acostumbramos, mas desde que nos fuimos de casa y la dejamos al cuidado de una señora que se encarga de sus necesidades, se que suena cruel si lo ves desde el punto fraternal, pero si supieras las cosas que pasamos por causa de su enfermedad, lo comprenderías, ya no soportábamos mas, nos estaba volviendo locas, ahora vivimos dentro de todo mucho mejor, pues cuando la llamamos por teléfono somos normales, y ella nos quiere como una verdadera madre, pero cuando la vamos a visitar...

―Las trata como a extrañas.

―Si.

―Tuvieron vidas muy difíciles.

―Pero nos tuvimos una a la otra, por eso es que no permito que nadie le haga daño a Laura y ella también me cuida así a mi.

―Me gusta el modo en que se protegen.

―Gracias.

―Ya llegamos.

Luna observo el sitio asombrada, era un simple puesto playero, con mesas dispuestas sobre la vereda, un mostrador de madera de bambú y adornado con algunas flores tropicales en tonos naranjas y rosas pálido, el aroma que se desprendía de la parrilla y la cocina hizo que el estomago de la chica sonara vergonzosamente.

―Lo siento, al parecer tengo mas hambre del que imaginaba ―replico Luna.

―Estoy igual, sentémonos.

―Me encanta ―suspiro encantada Luna ―pensé que iríamos a uno de esos sitios súper elegantes pero esto es simplemente mágico, me encanta el toque natural y al mismo tiempo sencillo que tiene y huele en verdad muy bien.

―Supuse que te gustaría.

―¿Porque?

―Soy observador, note que vistes elegante pero no ostentosamente, tu perfume es delicado, no usas joyas, solo esa cadena en tu cuello, que tu hermana también usa, así que supongo debe tener valor sentimental, así mismo note que siempre pagas tu, aunque ella quiere hacerlo, lo cual indica que te sientes responsable por su bien estar, supongo que tuviste que hacerte cargo de ella desde pequeña.

―Uno de los problemas con mi madre era que al no considerarnos parte de la familia, no se preocupaba por lo que necesitáramos, eso lo hacían los sirvientes o nosotras mismas, para Laura fue terrible porque era pequeña y no alcanzaba a comprender porque nos trataba de ese modos, pero para mi lo era aun mas, porque tuve que trabajar desde que fui capaz de hacerlo para poder sobrevivir... por cierto eres muy observador ―sonrió.
Simon sonrió encogiéndose de hombros levemente.

―Eres una gran mujer.

―No lo soy, creo que solo amo mucho a mi hermana.

―Eso te hace aun mas grandiosa.

Luna se sonrojo y desvío la mirada.

―Ya deja eso, me siento incomoda.

―Esta bien, comamos y luego te llevare a mi lugar favorito.

―Si, eso esta mejor.

*
*

Dominik estaciono el auto frente al hotel, las gafas oscuras ocultaban su mirada fija en la mujer que iba delante suyo, entrando también al hotel, el aroma de su perfume lo alcanzo y le produjo cierto rechazo, pero ignoro esa sensación, caminando mas deprisa hasta alcanzarla.

―Hola, preciosa, ¿me recuerdas?

Veronica se sobresalto al escuchar la voz y reconocerla.

―Dominik...

―El mismo.

―Alejate de mi.

―Claro ―le dijo tomándola del brazo ―pero primero tu y yo tenemos una charla pendiente.

―No tenemos nada de que hablar.

―Cariño tu y yo sabemos que eso no es así, así que trata de mantener la calma y sígueme hasta la oficina.

―Puedo gritar.

―Eso estaría bien, hagamos que tu esposo venga y hablamos todos juntos.

―¿Que quieres?

―Como dije solo quiero charlar.

Veronica asintió, camino junto a Dominik hacia la oficina y se pregunto que podría querer el hermano de Simon con ella.

―Bien, dime lo que sea vayas a decir y luego dejame en paz.

―No tan rápido querida, primero debemos dejar un par de cosas en claro.

―Ya te dije que no tengo nada que hablar contigo o con tu hermano y mucho menos con tu madre.

―No metas a nadie y menos a mi madre en esto ―dijo Dominik con tono seco ―aquí la que debe callar y escuchar eres tu.

―¡No tenes derecho a tratarme así!

―Tengo todo el derecho del maldito mundo porque tu eres una cualquiera y no mereces otro trato mas que el que se te da.

Veronica intento darle una bofetada pero él, la sujeto de la muñeca haciéndola sentarse de golpe en la silla mas próxima.

―Dime donde esta mi sobrino.

―Murió.

―Mientes.

―No.

―Tenemos pruebas de que esta vivo.

―¿Como?

―Te seguimos por meses, cuando estabas embarazada ―decía a medida que sacaba unas fotografías de su cajón, en las cuales ella estaba subiendo a un avión en un estado avanzado de embarazo ―tuviste un niño, en otro país y luego regresaste al país sola, sin niño, lo cual dice que lo diste en adopción, pero no que esta muerto.

Veronica no respondió apretó los puños en su regazo y luego bajo la mirada.

―¿Donde esta? ―repitió Dominik.

―No lo se.

―Mientes.

―Es la verdad ―replico Veronica levantando la mirada.

Dominik vio las lagrimas en sus ojos pero eso no logro convencerlo, ya sabia la clase de artimañas que ella usaba para engatusar a los hombres.

―Mientes.

―¡Te digo que no lo se! ―casi grito Veronica poniéndose en pie, temblorosa y agitada ―¡Cuando tuve al niño, mi madre me lo saco, ni siquiera me dejo tenerlo en mis brazos, ella se encargo de la adopción, ella se encargo de todo, solo lo vi una vez y nunca mas, no se que fue de el.

Dominik lo pensó.
Definitivamente eso podría ser verdad, pues la madre de Veronica era aun peor que su hija.

Eso complicaba las cosas, porque intentar sacarle información a Veronica seria mas simple que a su madre.

―¿Porque le hiciste eso a mi hermano?

―Era demasiado joven, tenia miedo de mis padres, en especial de mi madre, me desespere, hice lo que ella me ordeno.

―No vales la pena.

―Eso es verdad.

Veronica se altero al ver entrar a Mikael a la oficina, casi de manera automática se acerco a Dominik como si este pudiera proporcionarle alguna clase de protección.

―Intente comunicarme contigo para decirte que te lo daría, que podías quedarte con el bebe ―dijo de manera automática Veronica ―pero tu madre me dijo que tu no querías nada conmigo, que no llamara mas a tu casa y que me olvidara de ti.

―Mientes, mi madre también quería a ese niño.

―¡No! ―grito desesperada Veronica ―ella te dijo eso pero a mi me dijo que lo mejor que podía hacer con el bebe era... ella dijo... ―no supo como continuar, temía a la reacción de los hermanos.

―¡Que dijo! ―vocifero Mikael dando unos pasos hacia ella.

Dominik tuvo que intervenir y ponerse en medio de su hermano y la chica, pues por mas que no quisiera admitirlo, había dos cosas que Mikael no tenia en mente cuando se molestaba: una era, que no debía olvidar que fuera como fuera,Veronica era una mujer y no debía levantar su mano contra ella, por mucho que se lo mereciera y segundo, que su madre muy tranquilamente podría haber hecho eso, al menos el la creía capaz de eso y mas.

―Mikael, calmate ―pidió con calma colocando la mano sobre su hombro.

―¿No te das cuenta de que esta mintiendo?

―Mikael... piénsalo ―susurro Dominik con suma paciencia ―¿tu crees que mamá es totalmente libre de toda posible culpa? ¿Con una mano en el corazón lo crees en verdad?

Mikael lo miro fijamente, pestañeando repetidas veces, luego retrocedió unos pasos y dejo escapar un leve suspiro negando con la cabeza.

―No... pero esta... mujer ―insistió mirando a Veronica ―no es tan libre de culpa como intenta decirnos.

―Soy consciente de eso ―acepto Dominik ―pero si queremos saber que sucedió con tu hijo, entonces tendremos que re pensar la situación.

―No hay nada que pensar, ella debe decirme donde esta mi hijo, es mi derecho.

―Entiende Mikael no lo se ―volvió a decir Veronica entre sollozos ―te juro que en verdad deseo saberlo, pero para que de una vez me dejes en paz, te convertiste en un fantasma que me atormenta día y noche, ya no puedo mas con esto ―se dejo caer hasta el suelo de rodillas y con la cabeza baja ―era demasiado joven entonces, no tenia fuerza de voluntad para hacer nada, mi madre se aprovecho de mi debilidad y aun pago las consecuencias de eso, deseo que encuentres al niño, deseo que ya dejes de atormentarme, tuve que renunciar a Dante por causa de ese pasado y a el si lo amaba... aun lo amo, pero lo perdí, ahora no hay forma de reparar el daño... solo quiero que todo acabe... por favor que ya termine...

Mikael esquivo a su hermano, la tomo de los brazos y la levanto del suelo con brusquedad, mientras apretaba su carne con tanta fuerza que los nudillos se tornaron blancos y ella emitió un quejido adolorido.

―Tu teatro no me convence, eres buena fingiendo dolor y... amor ―le dijo entre dientes ―ese muchacho salio bien librado de todo esto, el que me da pena es tu esposo, seguramente el infeliz no sabe con la clase de arpía que esta casado, pero por lo que se, ambos se merecen... si quieres que esto acabe, entonces dime donde esta mi hijo, solo así te dejare en paz, mientras tanto te juro Veronica que haré que tu vida se convierta en un maldito infierno, el mismo en el que vivo por tu culpa desde hace años ¿te quedo claro?

Ella solo asintió, entonces Mikael la soltó del mismo modo violento, haciendo que la chica termine de bruces en el suelo, giro sobre si mismo y se marcho.
Dominik se inclino para ayudar a Veronica a ponerse en pie, la sentó en la silla que estaba junto a ella, sirvió un vaso de agua de la jarra que estaba sobre el escritorio, se lo dio, se apoyo de manera negligente en en el borde del mismo escritorio y se cruzo de brazos.

―Si quieres que esto acabe como dijiste tendrás que hacer lo que te digo.

Veronica levanto la cabeza hacia él y lo miro sin comprender sus palabras.

―Si es verdad que la única que sabe donde esta mi sobrino, entonces tendrás que averiguar donde, con quien y en que país esta... sin excusas ―corto cuando ella estaba por decir algo ―al parecer a ti no te importa mucho si lo encontramos o no, solo quieres sacarte el problema de encima y lo acepto, después de todo es poco probable que Mikael te permita estar cerca del niño una vez que lo recupere.

―No me interesa ese mocoso, solo me a causado problemas ―respondió Veronica con furia contenida, que no asombro en lo mas mínimo a Dominik.

―Mejor así ―acepto este ―también quiero que esto termine, no por ti, pues pienso que mereces cosas peores que los maltratos de mi hermano, sino por ese niño quien merece conocer a su padre, y por Mikael que no merecía haberte conocido.

Veronica no respondió, bebió el agua y cuando se hubo calmado pregunto:

―¿Que se supone debo hacer?...

*
*

Después de pasar la mañana en la playa y luego comer en las inmediaciones, Dante se llevo a Laura a recorrer la isla, no tenia deseos de regresar al hotel, la perspectiva de encontrarse con Veronica o el esposo, le parecía desagradable, ademas el estar con su "novia ficticia" hacia que todos los problemas desaparecieran, por eso la llevo al sitio en el cual solía ir cuando era niño, el sitio que solo conocía Simon.

―Pensé que iríamos al cine ―comento Laura al notar que Dante le había dado otra dirección al chófer que no dirigía al centro de la pequeña ciudad.

―Cambio de planes, quiero que conozcas mi lugar favorito en todo el mundo.

Laura lo miro de reojo, apretó los labios y luego comenzó a reír de una broma que solo ella entendía pues Dante se la quedo mirando algo confuso.

―¿Que es lo gracioso?

―Es que sonaste a cliché de película romántica.

Dante puso expresión dolía y se llevo la mano al corazón teatralmente.

―Acabas de romper mi corazón ―cito suspirando pesadamente, dejándose caer hacia un lado en el asiento del auto que los llevaba hacia donde el le había indicado al conductor ―ahora moriré lentamente por tu culpa... pues el cliché es lo mejor del mundo mundial... dime tu mujer sin corazón, ¿Que seria de los pobre actores de comedias románticas sin el bien ponderado cliché? ¿Como podría reconquistar el corazón de la dama en cuestión sin las rosas, los poemas, sin el romance robado de otros protagonistas de otras comedias románticas? ¡Responde tu mujer cruel y sin alma! ―enfatizo las palabras como si estuviera representando una obra de teatro sentado en la parte trasera del taxi.

Laura no pudo evitar reír a carcajadas.
Se llevo las manos al rostro y se cubrió con ellas, espiando por los dedos mientras reía.

―Señor por favor pare, no se quien es este hombre, salvame del monstruo del cliché.

El chófer tan solo meneo la cabeza de un lado al otro y murmuro: "Muchachos locos los de hoy en día"
Dante y Laura se rieron a mas no poder al escucharlo decir eso.

―Llegamos ―anuncio el hombre estacionando el auto ―Oye muchacho ¿quieres algo cliché?

Nada mejor que pedirle a tu novia que se case contigo aquí en este acantilado, dile que sin ella tu vida no vale nada y amenaza con saltar si no te da el si ―rio mientras tomaba el dinero que Dante le pasaba ―yo debí saltar cuando lo hice hace años.

―Lo tendré en cuenta ―respondió Dante pero la broma del hombre no le causo gracia ni a el, ni a Laura.

Ambos observaron al auto marchar, luego se sonrieron en un mutuo sentimiento de entendimiento.

―¿Tu que dices? ―pregunto Dante caminando hacia el borde del acantilado, para observar el extenso océano, que ya comenzaba a pintarse con los colores naranjas y rojizos del atardecer, mientras el sol parecía bañarse en las profundidades azules en el horizonte sin nubes.

―¿Que digo sobre que? ―interrogo Laura parándose junto a el contemplando el paisaje majestuoso ante ellos.

―¿Debería pedirte matrimonio aquí y amenazar con lanzarme al vacío si la respuesta es no?

―Lo que deberías es dejar de decir tonterías Dante, no puedes proponerle matrimonio a tu novia ficticia, no seria una boda real ―razono Laura entre risas.

―Tienes razón, solo seria una boda ficticia ― se metió las manos en los bolsillos del pantalón

―mira allá abajo, una pareja camina por la orilla...¿crees que el se este declarando con ella?

Laura dirigió la mirada hacia donde Dante señalaba arrugando las cejas algo tensa.

―Pues si eso estuviera pasando, creo que tu y yo nos volveríamos mas cercanos de lo que imaginamos.

―¿Que... porque lo dices?

―Porque si no me equivoco, esos de ahí son mi hermana Luna y tu amigo Simon.

―¡Que!

Dante presto mayor atención a la pareja que caminaba pausadamente en el borde la playa, ambos se detuvieron a contemplar la puesta de sol y luego Simon coloco su chaqueta sobre los hombros de Luna, esta se la acomodo y juntos se sentaron en la arena.

―Creo... creo que ellos se llevan bien ―comento Laura sin poder creer lo que estaba viendo.

―¡Vaya! Simon con tu hermana... eso... no me lo esperaba.

―Hacen bonita pareja ¿no lo crees?

―Pues... si ―acepto Dante sentándose sobre el césped sin dejar de observar a la pareja mas abajo sin dejar de sonreír ―no como nosotros que somos perfectos juntos, pero si, hacen buena pareja.

Laura se rio de su respuesta y sin pensarlo mucho, se sentó junto a el y dejo descansar la cabeza sobre su hombro, mientras Dante pasaba el brazo por sus hombros.

―Espero que tu amigo jamas rompa el corazón de mi hermana.

―No lo hará ―respondió Dante, ahora serio ―el merece una buena chica, así como se que es tu hermana.

―Dante...

―¿Si?

―Creo que si aceptaría ser tu esposa ficticia, si me lo pidieras aquí.

Dante sonrió acomodando la cabeza sobre la de ella, dejando vagar la mirada por el horizonte donde el sol poco a poco desaparecía, siendo reemplazado por una bella y redonda luna, brillante y dorada.

―Entonces jamas te pediré que seas mi esposa aquí.

―¿Porque no? ―pregunto de pronto llena de curiosidad.

Dante le sonrió acomodando un mechón de cabello tras su oreja.

―Porque estoy seguro que si alguna vez te pido que seas mi esposa, no querré que sea ficción, si algún día lo hago sera porque me enamore de ti.

―Dante...

―¿Mmmmm?

―Prometeme que nunca te enamoraras de mi, eso no puede pasar porque somos amigos.

―Lo prometo y tu debes prometer lo mismo.

―Lo prometo.

Laura sonrió, volvió a acomodar la cabeza sobre su hombro y dejo que los pensamientos se perdieran en la nada, mientras contemplaba la luna brillar en el firmamento.

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