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CAPITULO TRES: Secretos del pasado

Laura estaba decidida a no permitir que Henry arruinara su vida, ya estaba bueno de sentirse miserable y aunque le dolía terriblemente su traición, ella era consciente que era cosa de el y no de ella que esa relación terminara del modo en que termino y si no era feliz, pues allá el. Las palabras de Luna habían llegado profundo en su interior, ella no era una mujer que se dejaba vencer por las adversidades, nada ni nadie iba a lograr que bajara los brazos, que se sintiera menos o que arruinara su vida, si su propia madre no lo había logrado, entonces nadie podría.

La mañana siguiente después de que lo viera con su esposa, Laura se levanto temprano, se dio una larga y relajante ducha, se maquillo y vistió con esmero, silenciando constantemente la voz que le gritaba que en ese mismo hotel estaba el hombre que amaba y que la noche anterior había estado en la cama con otra mujer, mientras ella se había pasado casi toda la noche en vela por estar sumida en los recuerdos, pues se había prometido a si misma que seria la ultima noche en que lo pensaría, en que lloraría por la relación que no llego a nada y que al despertar al día siguiente todo eso lo dejaría en el pasado.

Luna aun dormía así que la dejo descansar, ya que estuvo pendiente de ella hasta muy tarde, salio al pasillo y se dijo que tomaría un buen desayuno y luego iría a recorrer un poco la ciudad para distraerse. Todo el asunto de Henry la tenia en suma tensión, Laura nunca se había comportado de un modo tan apático, jamas había llorado tanto ni se había sentido tan miserable, ni siquiera cuando su madre le gritaba que la odiaba y que su existencia era solo mala fortuna.

Las desafortunadas eran ella y Luna al tener una madre tan patética y tan ambiciosa.

En el ascensor se encontró con un muchacho que no parecía muy feliz de estar levantado a esa hora aunque olía bastante bien, pues aun conservaba el cabello húmedo por la ducha y al verla entrar le sonrió ampliamente, Laura correspondió a la sonrisa parándose junto a el.

―Buenos días ―le dijo el muchacho y Laura respondió del mismo modo permaneciendo luego callada, bajaron ambos en la planta baja pero mientras ella iba al restaurante del hotel el parecía dirigirse a la conserjería.

Se olvido del muchacho que olía a rico limón fresco y mentas, se sentó en una mesa cerca de la ventana, pidió un café, frutas y se dijo que eso estaría bien por el momento ya que llevaba días sin probar bocado, así que iría con calma o le sentaría mal.
Mientras esperaba su café, comenzó a buscar las atracciones turísticas que podría visitar en su celular sin notar que una mirada estaba fija en ella desde que entrara al restaurante.
La mesera le trajo su desayuno y pocos segundos después Laura miro consternada como Henry se sentaba frente a ella.

―Buenos días preciosa ―le dijo mientras Laura se preparaba interiormente para lo que se avecinaba.

Ella nunca había sido cobarde y por mucho que le doliera lo que había sucedido, no permitiría que la superara el sufrimiento, no le dejaría a Henry destruirla.

―Vete Henry.

―Tenemos que hablar, anoche no tuvimos la oportunidad por tu salvador pero hoy es preciso que me escuches.

―No tengo ganas de escuchar tus mentiras.

―No son mentiras.

―Todo lo que salga de tu boca es una mentira Henry ― le respondió Laura y se felicito internamente por no soltar una sola lagrima frente a el a pesar de que deseaba llorar como nunca antes.

No podía evitar que su pulso se disparara al ver su cabello negro peinado hacia un costado, su expresión insondable, su aroma masculino que le hacia recordar un campo, ni sus labios que la tentaban como una fruta prohibida. Aun lo amaba, aun la ponía nerviosa tenerlo cerca, aun deseaba estirar la mano para acariciar la seda de su cabello y sentir sus labios tibios...
Apretó los labios con fuerza y se dijo que no debía continuar así, el estaba casado, el la había engañado, la había herido.

―No miento y nunca mentí cuando dije que te amaba.

―Por eso es otra tu esposa ¿verdad?

―Si me dejaras explicarte.

―Esta bien ―se preparo para lo que fuera, debía ser fuerte a toda costa ―te escucho.

―Tuve que casarme a la fuerza para salvar la empresa de mi padre, la familia de Veronica invirtió un fuerte capital a cambio de que me casara con ella.

Laura no pestañeo siquiera cuando el dijo eso, solo permaneció quieta, sospechaba de eso antes incluso de que lo dijera y quizás eso le dolió aun mas porque la había cambiado por dinero. En simples palabras el dinero valía mas para el que el amor que ella le ofreció.

―Te amo Laura, lo juro, si no fuera por eso jamas te hubiera dejado.

―Ya veo...

―¿Me crees?

―Si, te creo ―respondió Laura pero retiro la mano cuando Henry estiro la suya para acariciarla.

―Quiero... necesito que me esperes por favor, dame un año ― le dijo Henry con tono esperanzado que asqueo a la chica ―cuando logre devolver el dinero, me divorciare de Veronica y podremos estar juntos.

Laura sonrió, lo miro y negó con la cabeza.

―No Henry ―contesto ―¿no lo comprendes verdad?

―Laura, no miento, lo juro, todo es como te dije.

―Ya te dije que te creo, pero ¿sabes? Acabo de darme cuenta de que aunque dices que me amas en verdad no es así, si en verdad me amaras, no te importaría mas la empresa de tu padre que mis sentimientos y ahora ni siquiera me tienes en cuenta al pedirme que soporte que estés por un año casado con otra mujer.

―Tenia que hacerlo, mi familia contaba conmigo.

―Lo entiendo.

―¡No, no lo haces!

―Entiendo perfectamente que a ti te importo mas la empresa que destrozar mis sentimientos, que te sigue importando mas la empresa, pues es imposible que ahora estés sentado frente a mi pidiendo que te espere por un año... ¿Y después que Henry? ¿Si surge una nueva crisis me sacrificaras como lo hiciste ahora? Si algo mas sucede, ¿volverás a apartarme y a pedirme que te espere?

―No digas eso, no es verdad.

―Tu sabes que si Henry, si me amaras nada seria mas importante que lo que sentimos tu y yo, pero ya no hay un tu y yo, nunca mas lo habrá.

―Por favor, intenta comprender...

―Te comprendo, pero ahora soy yo quien te pide que comprendas, me hiciste daño, me traicionaste por unos cuantos miles de dolares, por una posición social, me destrozaste el alma por no confiar en mi amor, en mi fuerza para ayudarte a encontrar una solución mejor... no quiero estar junto a aun hombre que no me valore, no quiero ser la segunda opción de nadie, soy yo o nada y aunque suena algo egocéntrico, quiero ser lo único importante en la vida del hombre que diga que me ama y tu no eres ese hombre Henry, lo siento.

Henry la miraba sin poder creer lo que ella acababa de decirle, Laura tomo su bolso, dejo un puñado de dolares sobre la mesa y se puso en pie con calma, lo miro una vez mas y sonrió con tristeza.

―Ya no me busques Henry, intenta ser feliz con la decisión que has tomado y dejame vivir en paz.

Henry no respondió esta vez, cerro los puños con fuerza y la dejo marcharse.

*

*

Veronica dejo que Henry fuera a hablar con esa chica a la que amaba pues tenia sus propios planes.
Se acerco a la recepción preguntando por la habitación en la que se hospedaba Dante y subió decidida a hablar con el para explicarle lo que ocurría, aunque le temblaban las piernas y no estaba segura de poder decirle la causa por la cual se vio obligada a aceptar la imposición de sus padres.
Con dedos temblorosos toco a la puerta y espero, debió saber que quien estuviera con Dante seria Simon, por ello desvió la mirada cuando el, le clavo la mirada de manera asesina en cuanto se dio cuenta de que se trataba de ella.

La empujo apenas hacia atrás, cerrando detrás suyo la puerta para mantener la distancia con la habitación.

―Vaya el descaro que tienes Veronica.

―Necesito hablar con Dante, no interfieras Simon.

―Claro que voy a interferir, ¿te volviste loca? ¿donde dejaste a tu esposo trofeo?

―Dejame en paz Simon, tu no sabes nada.

―Se que mi amigo te amaba, se que lo traicionaste, se que eres una arpía de lo peor y se que no permitiré que te acerques a el.

―¿Como lo impedirás? ―lo desafió Veronica molesta por sus palabras.

El que sabia... Simon no tenia ni idea...

―Haré un escándalo ―amenazo Veronica ―dile a Dante que salga.

―Claro que no.

Veronica estaba por gritar con toda la fuerza de sus pulmones cuando vio a una persona que jamas pensó volver a ver con el rabillo del ojo.
Toda ella tembló, resoplo con enojo y salio de allí apresurada, dejando a Simon sorprendido, pues un hombre alto de cabello negro algo largo camino apresurado detrás de la chica.
Volvió a entrar al cuarto diciéndose a si mismo que seguro era otro de los que había engañado...¡Maldita,Veronica!

*

*

El hombre la alcanzo en mitad de las escaleras de emergencias, tomándola del brazo con tanta fuerza que ella emitió un gemido de dolor.

―¡Dejame!

―¿Donde crees que vas? ―pregunto con rabia Mikael ―¡Te dije que jamas te cruzaras de nuevo en mi camino Veronica , porque lo pagarías muy caro!

Veronica trago en seco e intento alejarse pero Mikael la arrastraba hacia el lateral de las escaleras apretándola contra la pared con tanta fuerza que ella volvió a gemir.

―¡Debería matarte! ―amenazo Mikael con la mirada negra de ira.

―¡Suéltame Mikael, me haces daño!

―¡Debería matarte! ―grito con furia golpeando la pared justo a la altura de su rostro.
Veronica se encogió sobre si misma conteniendo el aliento.

―¡Entonces que esperas! ¡Matame! ―grito aunque temblaba.

―¡No antes de que me digas donde esta, que hiciste con el!

―¡Ya te lo dije... murió!

Mikael llevo las manos al cuello de la chica apretando con cólera hasta que ella comenzó a toser, golpeando sus manos para que la soltara.

―¡Mientes! ―grito Mikael ―¡Mientes!

Veronica se estaba poniendo cada vez mas roja hasta pasar al morado cuando escucho un grito agudo a su espalda. Mikael soltó a Veronica , esta cayo a un costado llorando y llevándose las manos al cuello.
Mikael se alejo unos paso, maldiciendo al notar que se trataba de la chica del ascensor, quien ya estaba junto a Veronica interponiéndose entre ellos.

―No interfieras, esto no es asunto tuyo ―le dijo Mikael ―vete.

―¡Claro que no! ¿Como te atreves a levantar la mano a una mujer?

―Esto no es una mujer, es una basura.

Luna sintió un frio denso recorrerle la espalda cuando levanto la mirada y se encontró con la oscura y llena de rencor de Mikael.

―Alejalo... por favor... ―pidió Veronica.

Luna continuaba con la mirada fija en Mikael.

―No se que sucede entre ustedes pero no puedes tratarla de esta manera.

―Debería tratarla peor ―sentencio Mikael.

―¿Veronica? ―pregunto Henry llegando hasta ellos ―¿Que sucede aquí?

Luna se quedo mirando a Henry así mismo como Mikael.

―¿Ella es tu esposa? ―pregunto Luna mirando a Veronica con intensidad ―¿Es ella?

―¿Tu quien eres? ―preguntaba Mikael ahora al borde de la locura, Luna lo supo por el modo en que respiraba cada vez mas agitado y con la mirada mas turbia ―¿te casaste?

―Henry sacame de aquí ―pidió Veronica.

Henry asintió tomándola del brazo para ayudarla a ponerse en pie, mientras la mirada de Mikael y Luna estaba fija en ellos.

―¡Eres un bastardo! ―le dijo Luna cuando el paso junto a ella con su esposa ―¡Maldito!

Veronica y Henry se fueron, dejando a Mikael y Luna en medio de la escalera.

―¡Nunca vuelvas a intervenir! ―se enfado Mikael.

Luna respiro profundamente antes de responder:

―De haber sabido quien era ella te hubiera dejado asesinarla y te ayudaba a ocultar el cadáver, créeme la quiero muerta también

Mikael se la quedo mirando, de pronto la furia fue reemplazada por la curiosidad y no pudo evitar reír un poco.

―¿Que es tan gracioso? ―se molesto Luna.

―No lo se, la situación... ¿Que fue lo que te hizo a ti? ¿Te robo el novio?

―No a mi, a mi hermana ―contesto Luna ―de todos modos... tarde o temprano esa y ese bastardo pagaran lo que hicieron.

Mikael miro apenas sobre su hombro cuando noto una presencia detrás suyo.

―Mikael, sigo esperando.

Luna levanto la mirada hacia el hombre que se encontraba varios escalones arriba.
―Mucho gusto señorita, ¿esta todo bien por aquí?

Mikael hizo una mueca, mientras Luna asentía sin dejar de mirar al desconocido.

―Hermano, se hace tarde, debemos irnos.

―Ya voy.

―Hasta luego señorita ―se despidió el otro hombre alejándose unos pasos de ellos ―apresurate hermano.

Luna elevo una ceja y miro a Mikael con sorpresa... ¿Hermanos?
Pues no se parecían.

La cena a la que debía asistir Luna se estaba volviendo una carga pesada para la chica, mucho mas después de ver lo que vio en el pasillo entre las escaleras, por un lado la actitud de Mikael, era claramente la de un hombre enfurecido y eso la llevaba a pensar que esa mujer por la cual Henry había cambiado a su hermana era toda una fichita, por otro lado el saber que la mujer de su ex cuñado tenia una historia oculta, le daba la razón a Laura cuando decía que su ex prometido no era feliz y jamas lo seria.
Pero lo que realmente la estaba torturando era el repentino deseo de su hermana de permanecer en el hotel aun a pesar de que allí estaba el hombre que la traiciono.
Por ello cuando llego la noche y tuvo que comenzar a prepararse para la cena a la que debía asistir y en vista de que su hermana no aparecía, estaba comenzando a dudar en asistir o ir a buscarla, pero a ultima hora Laura apareció, la miro de arriba abajo y sonrió asintiendo.

―Estas preciosa.

―Tengo una invitación que lamentablemente no puedo eludir pero ya me tenias tan preocupada que pensé en negarme de todos modos.

―No lo hagas, yo solo vine a darme un baño ―le contesto Laura comenzando a sacarse la ropa.

―¿Vas a volver a salir?

―Si.

―¿Sola?

―No.

―¿Con quien? ―pregunto Luna con toda la calma que fuera capaz de reunir, pues su hermana podía ser muy exasperante cuando se lo proponía.

―Con Dante.

―¿Y ese quien es? ―insistió Luna cada vez mas alterada.

―Pues el muchacho que te conté, el que me ayudo cuando vi a Henry con la esposa.

―Si... el ex novio de la esposa de Henry.

Laura tan solo asintió, ya estaba en ropa interior, había tomado una toalla y se dirigía al baño.

―Suerte con tu cena, nos vemos mas tarde ―le dijo Laura y se metió en el baño dejando a su hermana entre ir o no a esa cena.

Al final se dijo que ya estaba preparada y que mejor si iba de una vez así se sacaba ese compromiso de encima.

*

*

Mikael suspiro por trigésima vez y se miro al espejo por la misma cantidad, mientras observaba su imagen en el espejo y se decía que esa cena seria toda una tortura.
En lugar de ir a esa maldita cena, debería estar golpeando a la puerta de Veronica para asesinarla con sus propias manos, pero no podía, si su madre se enteraba de la verdad en verdad seria la hecatombe, mucho mas porque ella odiaba mas a Veronica de lo que el mismo la odiaba.
Miro el reloj justo en el momento que su madre entro a su habitación sin siquiera llamar, lo miro y sonrió con aprobación.
El cabello que antes era largo casi hasta los hombros ahora estaba corto y arreglado, la barba había desaparecido y su perfume invadía la alcoba de manera sutil.
No era ni la sombra del que fue horas antes.
Junto a su madre estaba su hermano, lo miro a través del reflejo, giro y elevo una ceja de manera interrogante.

―¿Que hace el aquí? ―pregunto Simon sin preocuparse de ocultar su mal genio ni su aversión hacia su hermano.

―Cenara con nosotros ―informo su madre.

Mikael apretó la mandíbula y negó intentando sacarse la corbata, pero solo se gano un zape de parte de su madre y la consiguiente sonrisa burlona de su hermano menor.

―No tengo porque soportarlo, ya bastante que tolerare a la loca y a ti ―le dijo Mikael con enojo y esta vez fue su hermano quien lo golpeo en la cabeza.

Mikael se toco el sitio golpeado y levanto el puño hacia el rostro de Dominik, este no se inmuto en lo absoluto cuando Mikael reacciono de esa manera simplemente sonrió y elevo una ceja al tiempo que la madre de ambos grita con enojo.

―¡Ya basta! Ya no son niños, Mikael comportate de una buena vez, Dominik se hará cargo del hotel y tu trabajaras con el... para el ¿Te quedo claro? ―pregunto su madre ―de lo contrario despídete de los beneficios que te dije antes, ya estaba bien de tanto lamentarse por los rincones, no es así como te criamos con tu padre, se mas hombre y deja de recordar a esa mala mujer.

Mikael no respondió esta vez, simplemente se acomodo la corbata y luego suspiro pesadamente.

―Ya estoy listo.

―Bien, es hora de irnos, no me gustaría hacer esperar a Luna.

Dominik sonrió, paso junto a el y siguió a su madre con ambas manos entrelazadas detrás de la espalda.

*

*

Dante se había levantado a causa del los ruidos en el pasillo, por eso cuando vio que Simon entraba con expresión enfadada supo casi de inmediato que Veronica ya sabia en que habitación estaban hospedados y su amigo la había echado de allí.

―Supongo que ella estaba a fuera ¿no?

―Escucha...

―No hace falta que lo digas, no quiero verla de todos modos.

―¿Estas seguro?

―Si, estuve pensando en algo que Laura me dijo y creo que tiene razón, no soy segundo plato de nadie.

―Estoy de acuerdo con eso pero... ¿No seria mejor que nos fuéramos a otro hotel o a otra ciudad?

― ¿Y pasarme el resto de la vida de esa manera? ¿Huyendo de donde sea que me cruce a Veronica ? No amigo, eso no va a pasar, ella se lo pierde ¿No? ―rio Dante pero esas palabras no convencieron del todo a su amigo.

― ¿Vamos a desayunar? ―pregunto al final para cambiar de tema.

―Dame dos segundos que me lavo la cara, los dientes y ya estaré listo.

―Esta bien.

Unos minutos mas tarde ambos iban al comedor.
Mientras Simon respondía un llamado y el iba por una mesa, fue que los vio.
Henry el esposo de Veronica sentándose a la mesa de Laura.
Se acerco de manera disimulada lo mas que le fue posible e intento escuchar lo que decían.
El le explico que debía casarse por obligación, que su familia estaba en quiebra, le pidió que lo espere y ella guardo silencio un largo tiempo.
Dante se tenso, en su mente le gritaba a la chica que no fuera tonta, que no le creyera y casi estaba por acercarse para intervenir cuando ella dijo que le creía pero que no entendía como es que una vez dijo amarla y cada palabra que salio de su boca de ahí en mas, fue para Dante como un canto a la fortaleza, al orgullo y a la seguridad de que algún día lograría salir adelante a pesar de lo que ahora le sucedía. En un momento paso de enfadarse a sentirse orgulloso de ella y cuando se puso en pie para salir de allí, sentía que hasta debía ponerse en pie para aplaudir su temple, al enfrentar la situación. Ni siquiera el podría haberlo hecho mejor.

*

*

Mientras se vestía y terminaba de maquillarse, Laura recordaba lo que había sucedido después de que se marchara del comedor.

Para cuando ella se alejo, Dante ya estaba en pie y la seguía.
En el camino se cruzo a Simon, le dijo que tenia algo que hacer y la siguió por el camino que bordeaba la playa, hasta que la vio sentarse en la arena lo mas alejada de todos posible, abrazarse las piernas y apoyar la frente en sus rodillas.
Se acerco y se sentó junto ella en silencio, solo mirando el océano.

―¿Que haces aquí Dante? ―la escucho preguntar y se sorprendió pues ella continuaba en la misma posición.

―¿Como sabias que era yo?

―Por tu perfume, Luna mi hermana mayor, siempre dice que si algún día yo me quedara ciega, podría identificar a las personas de mi entorno por el olfato... no se si eso seria bueno o malo ―rio apenas y al fin levanto el rostro.

No lloraba, pero sus ojos estaban rojos por el férreo esfuerzo que estaba haciendo para no soltar las lagrimas.

―Creo que seria muy bueno pues nadie podría engañarte nunca, pero seria malo porque una mirada tan bonita no debería estar apagada.

Laura apoyo ahora la cabeza sobre las rodillas pero de costado y lo observo.

―Te vi de reojo en el comedor del hotel, se que escuchaste lo que dijo Henry.

―Así es, pensé... bueno yo...

― ¿Pensaste que podría necesitarte?

―Si.

―No, realmente no, el día que nos conocimos aun estaba demasiado en shock, no lograba asimilar que el hombre que amaba y que pensé que me amaba del mismo modo, estaba casado con otra, todo parecía muy irreal pero me paso que al verlos juntos... todo eso que creí una pesadilla se volvió muy real y eso me ayuda a entender que debo ser fuerte y sanar... poco a poco, pero sanar.

―Tienes mucha fuerza de voluntad.

―En realidad no tanta ―sonrió ―creo que es mas orgullo herido que determinación.

―Pues lo que sea te esta ayudando.

―Si... ¿y tu, como va eso que quieres hacer para recuperar a Veronica?

―Pues...ya no tengo deseos de luchar, pensé en lo que me dijiste sobre no estar rogando por amor.

Laura recordaba que habían hablado sobre muchas cosas mientras estuvieron en el medico y una de ellas fue, que le dijera que no le parecía bien quedar como segundo plato de nadie, quien lo amara debería amarlo por completo y solo a el ― esas habían sido sus palabras ― y tenia que reconocer que tenia toda la razón.

―Me parece que es la mejor decisión, para ti y para ellos, no tiene sentido comenzar una nueva historia por venganza.

Dante asintió, estiro las piernas cuan largo era y sonrió.

―Tengo una idea, que te parece si salimos a pasear esta noche, la verdad es que no me siento con muchas ganas de permanecer encerrado en el hotel a pensar y pensar en cosas que solo duelen.

Ella estuvo a punto de decirle que no, lo vio en su mirada, pero luego quizás paso por su mente la perspectiva de esa noche larga y en vela, por eso asintió sonriendo.

―Si, porque no... creo que somos quienes mejor se entienden porque compartimos el mismo dolor.

Nuevamente Dante no dijo mas, ella parecía siempre encontrar las palabras indicadas.
El resto del día lo pasaron junto, envueltos en un mudo silencio compartido, pero en compañía uno del otro, hasta que ella regreso y vio a Luna lista para salir.

El golpe en la puerta la atrajo al presente, se acerco a la puerta pero antes se miro al espejo y se sonrió, allí estaba una vez la misma chica que conoció semanas antes, sus ojos no sonreían como entonces, pero su semblante estaba mas calmo...
El golpe se repitió, esta vez mas insistente, extrañada se acerco y abrió, pero casi al instante deseo no haberlo hecho.

―¿Que quieres Henry?

―Necesitamos hablar de nuevo.

―Lo que tu necesitas es dejar en paz a Laura.

La chica desvío la mirada hacia Dante que se encontraba parado detrás de Henry y tenia una advertencia bailando en el fondo de sus pupilas.

―Piérdete ―respondió Henry de mal humor ―ve a buscar a Veronica , esta en la habitación...

―¡No me interesa saber en que maldita habitación esta esa mujer! ¡Nada de alguno de ustedes dos me interesa, pero si continuas molestando a Laura, vas a pagarlo caro!

―¿Y tu que te metes? ―pregunto Henry girando para enfrentar a Dante cara a cara ―¿Quien eres para inmiscuirte en nuestros asuntos?

―El es mi novio ―intervino Laura.

Tanto Dante como Henry clavaron la mirada en ella con sorpresa.

―¡¿Que?! ―soltó Henry dando un paso hacia ella, pero la mano de Dante en su hombro le impidió avanzar mas.

Incluso ya estaba delante de Henry y con Laura a su espalda.

―Lo que escuchaste, ella es mi novia y no te permito fastidiarla.

―Mientes ―dijo Henry riendo con nerviosismo ― eso es mentira, tu me amas, no puedes ser la novia de este a quien recién conoces.

―¿Porque no Henry? ―le pregunto Laura ―Porque no puedo ser novia de Dante si es lo mismo que tu hiciste al casarte con esa chica, tanto el como yo compartimos muchas cosas y descubrimos que juntos somos mejores para superar esas cosas, por ahí aun no lo amo, pero se que lo haré, me enamorare de el porque el merece ser amado, es un buen hombre, no hay mentira en su mirada y es atento conmigo... ¿Porque entonces si tu ya tomaste el camino que deseabas, yo no puedo continuar con el mio?

Henry estaba por decir algo pero como en la mañana se había quedado sin palabras.

―No lo permitiré... ¡Me escuchas, no lo permitiré!

Ahora los tres giraron la mirada hacia Veronica , que estaba a unos metros de la puerta de Laura.

―Tampoco tu tienes derecho a decir o hacer nada, eres una mujer casada y yo ya no quiero nada contigo, ahora si son tan amables mi novia y yo saldremos a dar un paseo... ven cariño.

Dante tomo con una mano a Laura, y con la otra cerro la puerta de la habitación, se enfrento con la mirada a Henry que aun estaba parado en el camino de ambos, pero al final se movió a un costado dejándolos pasar.

Se la llevo lejos de ese sitio y le murmuro.

―No mires atrás, nunca mas lo hagas.

―Tampoco lo hagas tu ―fue la respuesta.

A varios metros de Henry y Veronica , la pareja se detuvo ante la puerta del ascensor, Dante paso la mano por los hombros de Laura y le susurro al oído.

―Es un pacto entre nosotros, ninguno volverá a mirar hacia atrás.

―Si.

*

*

Luna tomo aire llenando los pulmones y luego camino con paso seguro hacia la mesa en la cual estaban ya esperando la señora que insistió en que cenaran juntos, el cretino del ascensor y otro muchacho, el que estaba en lo alto de la escalera cuando Veronica estaba siendo interrogada por así decirlo por su hermano.

―Buenas noches, lamento la demora ―se disculpo Luna haciendo una reverencia.
El hermano de Mikael se puso en pie con un gesto de galantería y la saludo, mientras el mayor solo rodó los ojos y giro la mirada hacia otro lado, por lo que se gano una patada por debajo de la mesa de parte de su madre.
Mikael la miro con enojo y luego se puso en pie también cuando su madre le hizo un gesto con la cabeza, la saludo y se volvió a sentar.

―Mucho gusto, mi nombres es Cameron Dominik, soy hermano menor de Mikael ―se presento el muchacho de mirada divertida, se notaba cuanto estaba disfrutando la situación.

―Mucho gusto, soy Collins Luna.

―Toma asiento querida, te esperábamos para ordenar.

―Lamento la demora, tuve un inconveniente ―se volvió a disculpar sentándose entre Dominik y Mikael y de frente a la madre de ambos.

―Espero nada grave.

―Claro que no señora, solo un contratiempo con mi hermana menor.

―¿Tienes una hermana?

―Si, estoy aquí con ella, de... vacaciones ―dijo a modo de explicación.

―Que bien... ¿Piensan estar mucho tiempo aquí?

Luna pensó en Henry, en Veronica, en su hermana y se dijo que definitivamente no estarían mucho tiempo.

―No lo creo ―respondió al fin.

―¿Es que acaso no les agrada nuestro hotel y nuestro servicio? ―pregunto la dama.

―No es eso ―se apresuro a responder Luna ―es que... nos encontramos con gente que no esperábamos y...

―No son del agrado de ustedes ―concluyo la frase la señora Cameron.

―Algo así.

―Ya veo... es una pena, quería invitarte a pasear uno de estos días, ya sabes, llevarte a conocer bien el lugar, es muy bonito y estoy segura te hubiera gustado.

―No tiene porque preocuparse por eso señora, mi hermana y yo siempre salimos a recorrer el lugar y si es muy bello.

―Mi madre tiene razón ―intervino Dominik ―no hablamos de los lugares típicos turísticos, sino de los otros, esos que se esconden en la isla y que sin dudas son hermosos.

―Ya déjenla en paz ―replico con tono enfadado Mikael ―¿No se dan cuenta de que ella no encuentra el modo para rechazar sus invitaciones?

Luna miro a Mikael con asombro, enojo y agradecimiento todo mezclado, pues tenia razón, no sabia como hacer para rechazar sus invitaciones sin ser grosera y era eso lo que la enojaba, el que fuera tan agresivo con su familia no le parecía nada correcto.

― ¡Grosero! ―se le escapo de la boca y automáticamente miro a los familiares de Mikael con las mejillas rojas ―lo siento señora, disculpen...

―Descuida querida ―sonrió la dama ―se que es la reacción que este hijo mio despierta en todos, es inevitable.

―Sin embargo tiene razón en que no puedo aceptar su invitación señora, es que en estos momentos estoy pasando por una situación familiar un poco comprometida ―dijo con total sinceridad.

La madre de Mikael amplio la sonrisa y miro a Dominik significativamente.

― ¿Tienes problemas querida?

―Estoy ayudando a mi hermana a superar algo.

― ¿No serán las drogas verdad? ―dijo Mikael con tono sarcástico.

Luna apretó los puños, miro a los familiares de Mikael y se contuvo contando hasta diez mentalmente.

―No.

―Entonces debe ser la locura, es obvio que eso es algo de familia.

Luna una vez mas contó hasta diez pero ya estaba llegando a su limite de tolerancia.

―Mikael ya basta ―replico Dominik ―no te comportes así.

―¿Porque? ¿Que se supone que debo hacer en esta situación? ―miro a Luna y se acerco tanto a su rostro que ella tuvo que retirarse hacia atrás para poner distancia ―ellos están aquí para saber que tan buena chica eres, a mi madre le gustaste como nuera y no me extraña que te invitara a pasear, jamas lo hizo con nosotros que somos sus hijos, imaginate porque lo haría contigo que eres una extraña por completo, pero te escogió como mi futura esposa porque tienes carácter y piensa que de ese modo tu podrás ponerme en cintura pero eso no va a pasar porque aunque me quite las tarjetas y los autos y me eche de la casa como un perro, no me caso ni contigo ni con nadie mas.

Luna paso saliva, se aclaro la garganta, levanto la mano y esta termino estampada en el rostro de Mikael, luego se puso en pie y sin levantar la voz los miro a los tres, hizo una leve inclinación de cabeza a la dama y se dirigió directamente a su hijo.

―Pues desde ahora te voy informando que tu tampoco me interesas ni me interesarías nunca, eres grosero, arrogante, un pedante, un maldito loco maníaco que no quiero volver a ver en mi vida, por eso te aviso... mantente fuera de mi camino Mikael Cameron porque si tengo que tolerarte una sola vez mas, entonces no respondo de mi.

Tanto la madre de Mikael como el hermano, en lugar de estar enfadados, la miraban sonriendo, Luna los ignoro y se fue del lugar pensando que el mundo definitivamente se había vuelto loco por completo.

*

*

Fuera del hotel, mientras caminaban por la playa que estaba desierta a esa hora, Laura se disculpo con Dante.

―Lo lamento ―decía mirando sus pies descalzos hundirse en la arena mojada ―no quería que se fueran a los golpes, me incomoda mucho esta situación, fue lo único que se me vino a la mente para que me deje en paz.

―No te disculpes, antes quería hacerlo para recuperar a Veronica , pero no tiene sentido, ahora quiero hacerlo para protegerte de ese bastardo.

―Pensé que deseabas recuperarla, si Henry insiste conmigo tu tendrías vía libre para...

― ¿Para que Lau? ¿Para ser su juguete?

―Bueno no pero...

―Deja ese asunto en paz, no voy a negar que aun duele y que estoy seguro de que ella a mi lado seria feliz pero el tiempo no se puede regresar y tampoco las acciones que uno lleva a cabo, ahora lo que quiero es proponerte un nuevo trato, uno diferente.

―¿Un trato?

―Si... lo estuve pensando y llegue a la conclusión de que tanto tu como yo, terminamos aquí porque estábamos en negación, los dos queríamos que la tierra se abriera y nos tragara, no se en tu caso pero en el mio, hasta quede como un imbécil cornudo por su culpa y me da mucha pena regresar a mi departamento...

―Si, eso me paso también.

―Podríamos hacernos compañía y ser el apoyo del otro.

―¿Como?

―Fingiendo una relación, si ambos decimos que somos novios y que todo quedo en el pasado, nadie nos fastidiara, no preguntaran por delicadeza a nuestra nueva pareja y ambos podremos continuar tranquilos.

―Pero eso es como mentir.

―Yo lo veo mas como protección, una protección del mundo que se rio de nosotros en nuestra cara, ¿O es que me vas a decir que todos los que sabían que ese te engañaba, te lo dijeron a tiempo?

―No, nadie lo hizo.

―Ademas... esta el tema de mi madre ―admitió a duras penas Dante ―ella considera que estoy mayor y que debería comenzar a pensar en una familia, pero con todo esto no tengo ni deseos de pensar en esas cosas, seguramente apenas regrese ya tendrá la agenda de citas llena para comenzar cuanto antes.

Laura rio apenas y asintió deteniéndose para mojar sus pies.

― ¿Tu madre también?

Se miraron y comenzaron a reír con ganas.

―La mía es terrible, apenas tengo 30 y ya piensa que soy un anciano ―le dijo entre risas Dante ― "ya deberías estar casado y deberías darme nietos Dante Kim" ―replico imitando a su madre, en tanto se sentaba a unos metros del agua.

―"Porque ninguna de ustedes dos puede conseguir un esposo que nos saque de esta miseria" ―imito Laura a su madre y Dante la miro ahora con seriedad.

― ¿En verdad te dice eso?

―Mi madre tuvo a Luna para que un hombre muy rico se quedara a su lado pero el era casado y solo le dio un puñado de billetes y le pidió que se hiciera cargo del problema, poco después sucedió casi lo mismo conmigo, como no pudo casarse con un hombre rico, nos culpo de eso diciendo que nosotras fuimos un obstáculo en su carrera como modelo, así que considera que lo que podemos y de hecho debemos hacer es casarnos con un hombre rico para que ella tenga la posición social que se merece.

Dante la miro fijamente, mientras Laura tenia la vista fija en el océano oscuro y majestuoso.

―No se porque te dije todo eso ―murmuro Laura después de unos minutos en que ambos se sumieron en un silencio incomodo ―lo lamento, solo olvidalo, pensare en el nuevo trato, me agradaría no tener que soportar a mi madre ni los comentarios de los insidiosos cuando regrese a la ciudad.

―¿Tienes aquí tu celular?

―Si.

―Pasámelo, yo deje el mio en el hotel.

Laura se lo dio y se lo quedo mirando mientras el anotaba algo.

―Es mi numero ―le dijo después de que lo agendo y se llamo a si mismo para que el numero de ella quedara gravado ―me llame, así que también tengo tu numero, mira...

Laura lo tomo y observo la pantalla, allí estaba el numero de Dante.

―Espera falta algo ―le dijo tomando de nuevo el celular, se acerco mas a ella y paso un brazo por su hombro para acercarla a el ―sonríe.

Laura sonrió apenas y el flash se disparo, Dante puso la foto en el perfil de su numero y se envió la fotografía a su celular.

―Cuando vaya lo pondré también en mi perfil, así cuando me envíes un mensaje o una llamada saldrá esta foto... de ahora en mas somos novios ficticios oficiales ―rio entregándole el celular nuevamente ―saldremos de paseo, hablaremos por celular y seremos la perfecta excusa para que nadie nos moleste y esto durara hasta que ambos olvidemos lo que nos sucedió
¿trato hecho?

Laura se lo quedo mirando un momento, tomo su celular, miro la fotografía en la cual estaba Dante y ella y sonrió asintiendo.

―Novios ficticios oficiales ―repitió riendo ―perfecto.

Ambos sonrieron y se estrecharon la mano.

No estaban seguros de que esa sociedad les fuera a funcionar pero al menos se sentían mas seguros dándose apoyo mutuo.

Después de todo, compartían muchas cosas en común, pero sobre todo el dolor de la traición.

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