~26~
Mikael aparco el auto justo frente al aeropuerto, vio el auto de su hermano no muy lejos de donde él estaciono, lo cual le indico que ya estaba allí y eso significaba un alivio, pues no había tenido ni una clase de accidente en el camino hacia allí. Apresuro el paso, prácticamente corrió hacia la zona de tickets cuando la figura de su hermano sentado en la sala de espera con el periódico en la mano lo detuvo.
Camino mas calmado hacia él y se sentó a su lado, miro el periódico y se lo quito de la mano, leyó la nota, dejo el mismo junto a el en la silla y miro a Dominik.
―Que puedes solucionar si vas ―pregunto sin preguntar.
―No iré.
―¿No? ―eso si que lo asombro ―pese que tu rápida salida hacia aquí significaba que ibas a robar a la novia.
Su hermano esbozo una leve sonrisa, cruzo los pies uno sobre el otro y suspiro pesadamente.
―Cuando estaba casado con ella, el único temor que tenia era que volviera a ver a Henry y recordara cuan enamorada de el estaba ―dijo con tono bajo sonriendo ―pensé que si la mantenía en Escocia sin verlo entonces nada malo sucedería.
Mikael lo escuchaba atento sin interrumpir sus palabras, pues por primera vez en mucho tiempo su hermano al fin hablaba sobre lo que le dolía y sus temores.
―Di por sentado que haciendo eso, ella siempre me amaría, pero entones cometí el error de ponerme celoso cuando vinimos a Isla Victoria y no porque ella me diera motivos... ¡Diablos! Solia contarme todo lo que pensaba, lo que sentía y trataba de hacerme ver cuanto me amaba. Fui un idiota, me deje llevar por mis temores, por mis demonios internos y le mentí.
―Se veían felices juntos.
―Lo fuimos ―aseguro ―dios como amo a esa mujer y cuando hice lo que hice, no pensaba en nada, no recordé cuanto me gustaba su aroma, su sonrisa, sus besos, despertar y sentir la tibieza de su cuerpo junto al mio, que me abrazara cuando pensaba que algo me molestaba, no recordé que sin ella mi vida ya no seria la misma, solo lo hice...
―Todos cometemos errores.
―Si pero el mio fue de tamaño mundial, oye mi mujer me encontró con otra en la cama.
―Bueno... si eso es grave, si Luna me encontrara en esa situación creo que no saldría vivo de eso ―se rio moviendo la cabeza de un lado a otro estremecido.
―Es verdad, mi cuñada te mataba, tiene mucho carácter ―se rio Dominik mas relajado.
―Esas hermanas no conquistaron por completo ¿no?
―Definitivamente.
―Entonces... ¿Que harás?
―La esperare ―lo miro ahora directamente ― hoy hable con ella, aun me ama ¿Puedes creerlo?
―Claro que si.
―Me pidió confianza, lo que yo no pude darle antes... la esperare, le creo cuando dice amarme aun, así que voy esperar a que regrese a mi, sera mi penitencia, dijo que tenia algo que hacer... ―se paso la mano por el cabello nervioso ―no se que sea eso de la boda, pero confío en que no se casara con Henry, confío en su palabra.
―Haces bien, porque yo tengo información para ti sobre esa supuesta boda.
―¿Que sabes?
―En mi casa están Dante y Simon.
La mandíbula de Dominik se contrajo en evidencia a su disgusto al escuchar esos nombres, pero no replico, solo espero a que su hermano mayor explicara el motivo por el cual ambos estaban allí.
―Ven vamos a casa, tenemos mucho de que hablar, mientras tu te lamentabas ―le dijo poniéndose en pie ―tuve serios problemas en el hotel, si ya termino tu depresión me gustaría contar con tu ayuda.
Dominik se puso en pie asintiendo.
―Continuare con la terapia con Fanny, pero regresare a mis labores, quiero ser un mejor hombre para cuando mi mujer regrese a mi lado.
―Haces bien, ya era hora de que reaccionaras Domi.
―No me digas así Mika ―se rio comenzando a caminar junto a el de salida.
―Bueno... la cosa esta mas o menos así... ―comenzó a contarle Mikael a su hermano.
*
*
―No, ya no puedo dejarte eso mas tiempo pequeña, terminare haciendo un mal a tu cuerpo, debo quitarlo si o si hoy.
Laura asintió tensa.
Ese yeso mantenía a Henry lejos, sin el tendría que ingeniarse como permanecer de ese modo. Y mientras su amigo cortaba el yeso liberándola de su atadura, su cerebro rebuscaba con intensidad como hacer que Henry no le pusiera una sola mano encima, como venia amenazando.
―Laura... creo que es tiempo de que salgas de esta casa, no estas a salvo.
―No puedo irme, fue el trato que hice.
―Nadie te culpar por irte, ya lograste salvar la vida de ese niño, ahora vete, huye.
―Ella no ira a ningún sitio ¿Sabes porque? ―dijo Henry entrando a la habitación ―porque simplemente no puede romper sus promesas, aunque estas le pesen.
Tom se puso en pie de golpe enfrentándose con Henry.
―Entonces me la llevare a la fuerza.
―Veremos hasta donde llegan.
―¡No puedes retenerla contra su voluntad! ¡Es secuestro!
―Yo no lo veo así ―sonrió Henry mirando a Laura ―dile preciosa a tu amigo que se vaya ahora, si es que no quieres que algo le suceda.
Tom dio un paso hacia Henry, pero no pudo mas que eso, ya que este saco de su cintura un arma.
―¡No! ―grito Laura trastabillando cuando intento pararse de golpe.
―Creo que es hora de que la visita medica termine ahora.
―¡Eres un maldito cobarde! ―le dijo Tom apretando los puños y tomando a Laura de la mano ―¡no saldré de aquí sin ella!
Henry apunto el arma a la cabeza del doctor mientras Laura temblaba de pies a cabeza.
―Henry... deja que lo acompañe hasta la salida, no me iré, me quedare... solo, no le hagas daño por favor.
―No me iré sin ti ―le aseguro su amigo.
―Yo escojo quedarme Tom, es hora de que te vayas.
Henry continuaba apuntando con el arma a Tom, entonces, Laura se puso por delante, miro a Henry y puso la mano en el arma para bajarla con lentitud.
―Baja eso Henry, no necesitas de eso... por favor, no me iré.
Tiro de la mano de su amigo, tomo su maletín y lo llevo hasta la puerta sin permitir que el arma quedara cerca de su amigo, al contrario, siempre poniéndose delante, en tanto Henry los seguía hasta la puerta principal.
―Vete Tom, no regreses ―pidió Laura soltándose de su mano ―por favor.
―No, no te dejare con este loco.
Henry rio de manera estruendosa, jalo a Laura para colocarla a su lado y apunto a Tom, indicando la salida.
―¡Fuera, vete!
Tom dudo, Laura noto su intención de luchar, así que dio un paso hacia el frente, lo empujo fuera de la casa y cerro la puerta. Apenas giro hacia Henry este le propino una bofetada que la lanzo contra la puerta golpeándose la cabeza y cayendo de bruces, mientras le sangraba la boca y la mejilla comenzaba a hincharse.
―¿Así que te volviste espía? ―le dijo acuclillado frente a ella, la tomo del cuello y la puso en pie ―eres una pequeña bruja traidora, ahora te enseñare que conmigo no se juega.
―Henry... no... por favor...
―Debiste aprovechar para irte con ese maldito bastardo ―le dijo apretando mas el frágil cuello hasta que el rostro de la chica comenzó a ponerse morado, mientras intentaba luchar por liberarse.
Cuando ya estaba perdiendo la consciencia, la soltó. Laura cayo al suelo tosiendo y llevándose la mano al cuello con los ojos llenos de lagrimas, Henry saco su móvil y marco un numero.
―¿Ya salio el doctor?... síguelo y encargate de el... que parezca un accidente... me avisas cuando lo hayas hecho.
Laura levanto el rostro hacia Henry al oírlo, su respiración se congelo en los pulmones y todo el cuerpo le tembló.
―Ahora te enseñare como debes portarte conmigo desde este momento y para el resto de tu vida.
La tomo del cabello y la obligo a caminar hacia la planta alta. Ella trastabillaba, caía pero el impedía que cayera del todo jalándola del cabello para mantenerla en movimiento, luego al llegar a la habitación, la lanzo al suelo y cerro la puerta con llave.
―¡Desnudate!
Laura lo miro cuando escucho la orden, todo su ser se estremeció, sabiendo que Henry no estaba jugando, algo realmente muy malo sucedería y no podría evitarlo, tenia que pensar con prisa, buscar el modo de salir ilesa de eso... se puso en pie lentamente, se paso la mano por el labio que aun sangraba y lo miro.
―Deja que me lave el rostro al menos ―musito con tono tembloroso ―es obvio que esto sucederá y no quiero que sea doloroso ―dijo con una valentía que no tenia ―deja que me lave el rostro y luego puedes hacer lo que quieras, solo concedeme eso por favor.
Henry dudo, entrecerró los ojos y luego asintió sonriendo satisfecho de si mismo, dejo el arma sobre la mesa de noche y se saco el saco.
―Ve, después de todo tienes razón, no podrás evitarlo.
Laura se encerró en el baño de inmediato, escucho la carcajada de Henry, llena de sarcasmo por su vano intento de poner una barrera entre ellos.
Era obvio que de querer podría romper la puerta y hacer lo que estaba dispuesto a hacer de todos modos y aun con mas violencia por el enojo, así que pensó en la mejor alternativa... abrió el botiquín y observo todo lo que había ahí que pudiera serle de ayuda, entonces vio las pastillas para dormir.
―¡Apresurate mi amor, no me obligues a entrar allí por ti! ―amenazo Henry desde la habitación.
De inmediato Laura dejo correr el agua del grifo del baño, destapo el frasco, dejo caer varias pastillas a su palma abierta, se miro al espejo y se las llevo a la boca, juntando agua en su mano para beber y así poder tragarlas mas rápido.
El aporreo en la puerta la sobresalto, el frasco cayo al lavabo, Laura miro hacia la puerta y temblando de pies a cabeza fue a abrir.
―Para ya Henry ―le dijo manteniendo la postura de firmeza ―¿Donde podría ir?
Henry la miro de una manera lujuriosa, que años atrás cuando pensaba que el mundo comenzaba y terminaba con él, la hubieran hecho temblar de deseo y no de terror como ahora.
De pronto la jalo hacia el de la cintura, apresando su boca en un beso desesperado, mientras ella permanencia todo lo quieta que le era posible rogando por favor que las pastillas comenzaran a hacer efecto cuanto antes. Mientras Henry caminaba con ella hacia la cama, la dejaba caer sobre esta y se recostaba sobre ella, besando sus labios y bajando por el cuello, recorriendo con las manos el contorno de su silueta y ella permanecía tan quieta como le era posible, pues no le daría el gusto de hacerle mas daño.
―Así que piensas que si te quedas quieta desistiré ―murmuro sobre su cuello.
―No, se que lo harás de todos modos, solo no te daré el gusto de ser participe de esto.
―No importa eso, seras mía a como de lugar.
―Como quieras.
―Solo podrás tener mi cuerpo porque nunca volverás a tener mi corazón Henry ―le aseguro ―disfruta tu triunfo, no podrás sentir que alguien te ama verdaderamente, solo te odio y me das asco.
Henry se detuvo abruptamente, aparto el rostro de ella y la miro con ira, llevo ambas manos a su cuello y comenzó a apretar, pero ni así ella se movió, mientras sus ojos se llenaban de lagrimas, hasta que los cerro y no los volvió a abrir.
―¿Laura? ―le hablo pero ella no respondió ―¿Laura?
Nada.
La sacudió un poco para hacer que reaccionara, sin embargo de nada sirvió. Se aparto de la cama y la miro como alucinado, no creía haberla asesinado, él solo quería asustarla... regreso junto a ella, la tomo de los hombros y la sacudió mas fuerte.
―¡Laura, reacciona! ―ordeno desesperado ―¡Mi amor, por favor, reacciona!
¡Alguien, ayúdeme! ¡Llamen una ambulancia! ¡Laura!
Poco después golpeaban la puerta llamándolo desde el otro lado.
―¡Señor, abra por favor! ¿Sucede algo?
―¡Llama a una ambulancia!
Henry tomo a Laura de los brazos y la cargo hasta la puerta, abrió y salio con ella apresurado.
―¿Que le paso a la señorita? ―pregunto su empleado.
―¡Trae mi auto, la llevare al hospital!
Todo eso sucedió en un abrir y cerrar de ojos, mientras Henry llevaba a Laura al hospital su móvil en la habitación de ella no paraba de sonar, sus hombres habían cumplido con su orden.
*
*
Trato de mantener la vista fija en un punto, aunque la sangre se lo impedía, puso todo su empeño en recordar su conocimiento medico, no se movió, pero veía a las personas que estaban comenzando a acercarse para ver si se encontraba a salvo. El cinturón de seguridad había evitado que saliera despedido por el parabrisas cuando el auto comenzó a girar sin parar, pero ahora lo mantenía prisionero dentro del vehículo y el olor a gasolina era tan intenso que estaba seguro pronto volaría por todos lados.
―Esta vivo ―escucho que alguien decía.
―¿Llamaron a la ambulancia? ―dijo otro.
―Si, yo la llame.
―Tenemos que sacarlo de allí, el auto se esta incendiando.
Los temores de Tom tomaron fuerza.
El olor a gasolina que sentía era la perdida que tenia el auto y si el fuego llegaba allí, entonces todo estaría perdido. Le dolía el brazo izquierdo, estaba casi seguro que lo tenia quebrado, ademas una pierna estaba atrapada contra la silla, aun así se soltó el cinturón de seguridad cayendo con fuerza, puesto que el auto estaba de cabeza. No pudo evitar soltar un alarido de dolor porque la perna se destrabo pero esto provoco que comenzara a sangrar, no tenia tiempo, debía poner un torniquete antes de morir desangrado.
―¡Ayuda! ―logro gritar ―¡Debo salir de aquí!
Un hombre se acerco a pesar de las advertencias de los otros curiosos, asomo la cabeza por la ventanilla y trato de alcanzarlo.
―Tengo una herida en la pierna ―dijo Tom al instante ―soy medico, debo... debo... detener el sangrado...
―Manténgase despierto entonces ―le dijo el extraño ―lo sacare de allí.
Tom asintió.
El hombre metió mas el cuerpo por la ventanilla, lo tomo de los hombros y jalo con fuerza, Tom gimió con dolor pero su cuerpo se movió en dirección al hombre, así que apretó un poco los dientes un segundo y lo miro.
―Sigue, si no me sacas ahora me desangrare.
El desconocido asintió, volvió a jalar esta vez con mas fuerza, hasta que al fin logro sacarlo y arrastrar su cuerpo lejos del vehículo que comenzaba a llenarse de llamaradas de fuego y humo, terminando por explotar pocos segundos después.
―Toma algo para enroscar en mi pierna a la altura... a la altura del muslo... apresurate... pierdo la conciencia...
El hombre asintió, con manos temblorosas, se quito la corbata y ato esta a la pierna de Tom como le indico.
―¡Listo! ¡Oye, no te duerma! ―ordeno moviendo el rostro de Tom con las manos llenas de sangre
―¡Dime que mas hacer mientras llega la ambulancia!
―Presiona... la herida con algo... ya no puedo...
―¡No, aguarda, por favor no mueras!
Tom no respondía, estaba inconsciente.
*
*
Dominik llego a la casa de su hermano, saludo a su cuñada y a su sobrina y luego observo a Dante y a Simon sin decir una sola palabra, ya su hermano le había dado los detalles del motivo por el cual estaban allí ellos y él estaba decidido a ser claro con Dante, así que después de que este llamara a su casa para saber como estaba su hijo, que era justamente lo que hacia cuando llego, le pidió hablar en privado.
Mikael y Simon al instante se tensaron pero la sonrisa de Dominik era tranquila y no tenia una actitud agresiva, así que Dante tan solo asintió, siguiéndolo hacia el estudio privado de Mikael.
―Toma asiento por favor ―pidió Dominik.
Dante se sentó y lo observo hacer lo mismo del otro lado del escritorio.
―¿Sabes porque Laura y yo nos divorciamos? ―fue al grano Dominik.
―Porque la engañaste con otra.
―Así es ―admitió Dominik.
Dante tenso la mandíbula pero no respondió.
―Hoy hable con Laura ―continuo Dominik ―dijo que aun me ama.
Dante continuo en silencio, pero mantenía la vista fija en el.
―Prometió regresar a mi lado cuando termine lo que sea fue a hacer con Henry.
―Ya veo...
―La amo, se que lo que hice... ―lo miro y luego desvió la mirada ―no tengo porque darte explicaciones de nada y menos a ti pero debes saber que es una enfermedad con la que estoy tratando y...
Dante escucho todo lo que Dominik tenia para decir en total silencio, sin juzgar o dar su opinión al respecto, solo escucho y cuando el ex esposo de Laura concluyo, simplemente le dejo en claro que también amaba a Laura y que si tenia la oportunidad no la dejaría ir a lo que Dominik simplemente asintió en silencio.
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