~23~

―¿Te sientes mejor?

Dominik permanecía sentado de nuevo junto a la ventana de la suite mirando la nada.

Sus ojos parecían vagar por los altos edificios frente a si, en apariencia no hacia nada mas que ver sin ver lo que se encontraba ante sus ojos, pero Tiffany sabia que eso no era cierto, lo podía leer en sus gestos, en el modo en que sus dedos largos se crispaban cada tanto sobre sus piernas, las cuales mantenía apretadas contra su pecho, en el modo en que sus labios se apretaban hasta convertirlo en una fina linea.

―Lamento la confusión ―incluso el modo en que su voz era contenida apenas lo podía percibir Fanny.

―Entiendo.

―¿Porque continuas regresando? ―pregunto de pronto girando la mirada hacia ella.

Fanny vio el brillo lleno de dolor en sus ojos.

Le sonrió e hizo como si restara importancia al asunto, cuando unas lagrimas rodaron por las mejillas masculinas y el volteo el rostro de nuevo hacia el exterior para evitar que ella lo viera.

―Porque mi padre me enseño a nunca abandonar a un paciente.

―Todos los demás me abandonaron, no veo porque tu continuarías viniendo, solo únete a los demás y dejame solo ―pidió ―después de todo lo merezco.

―No es verdad ―refuto ella ―estas enfermo Dominik, necesitas ayuda y contención y es mi deber proporcionarte eso.

―La engañe... por mi causa casi muere... eso no tiene remedio.

―Todo tiene remedio en esta vida, señor pez ―sonrió Fanny acercándose a donde él estaba para contemplar también el exterior.

―¿Señor Pez? ―pregunto secando sus lagrimas y fijando la mirada en ella.

―En estos momentos te veo así ―explico Fanny ―es que pareces un pez que se esta ahogando y necesita encontrar el modo de volver al océano, yo quiero poder hacer eso por ti, quiero ayudarte a nadar, para que te sientas de nuevo en paz y libre.

―Así me sentía cuando la tenia ―murmuro Dominik ―todo era perfecto, nos amábamos, nos complementamos de mil modos, ella me llenaba de felicidad y yo arruine.

―Entiendo, pero es tu condición, es por tu enfermedad, se que no querías...

―¡Como lo sabes! ―se enfado Dominik enfrentándola ―¡Tú me perdonarías! ¿Lo harías? Si estuvieras en su lugar, si fueras tú mi mujer, me perdonarías...

―No es el caso y...

―¡No lo harías! ―se rio con asco ―¡Soy una porquería, no hay nada que salvar en mi, deja que me ahogue y vete!

―No.

Dominik clavo la mirada en Fanny, ella le sostuvo la misma y sonrió confiada.

―Puedo ayudarte, solo permite que lo haga.

El volvió la mirada entonces hacia el vacío exterior y volvió a sumirse en el mutismo.

Fanny suspiro permaneciendo junto a su paciente.

No sabia cómo, pero lo ayudaría, intentaría salvarlo del pozo profundo donde se metió, entendía el motivo por el cuál se negaba a recibir ayuda, el sentimiento que lo unía a esa mujer que era su esposa era intenso pero sobre los acontecimientos ya no había vuelta atrás, solo restaba poder continuar, con o sin esa mujer.
Ella era una profesional y como tal estaba decidida a salvar a Dominik.

*
*

―Entiendo que su esposo tiene una enfermedad.

―Eso no cambia el que me engañara, yo misma lo vi con una desconocida en nuestra propia cama, tengo testigos.

―Lo se, ya hable con su hermana.

―¿Entonces?

―No creo que se le niegue el divorcio, se demorará un poco más la tramitación del certificado Escoces, pero en vista de como sucedieron las cosas, no veo ningún inconveniente en que se realice.

―¿Cuanto tiempo abogado?

―Un mes.

―Un mes... ¿Se puede acelerar el proceso?

―Aquí en isla Victoria puedo acelerarlo hasta incluso quince días con el dinero necesario...

―Eso no importa, no importa el costo, necesito que sea antes del mes.

―Señora Cameron, sé que...

―No. Usted no sabe ―corto Laura tensa ―Es cuestión de vida o muerte ¿Lo entiende?

El abogado la observo detenidamente, luego asintió.

―Le costara caro lo del otro país y una suma considerada la de nuestro país.

―Bien, bien, usted solo dígame el monto.

―Pedirá usted dinero?

―¿Perdón?

―Su esposo es un hombre muy rico, su familia es influyente, quizás el costo no sea tanto si...

Una vez más Laura interrumpió, moviendo las manos de manera negativa.

―No quiero nada de Dominik, eso es de su familia, de su hermano que trabaja tan duro y su madre, no merezco nada ni lo deseo, me case con él porque lo amaba, no por su dinero.

―Si, lo comprendo señora pero la ley dice...

―No me interesa la ley, solo quiero el divorcio, dígale a Dominik que lo firme, solo eso.

―Habrá una audiencia de conciliación, la ley dicta que debe realizarse.

―No asistiré, no existe reconciliación posible, ya deje de intentar evitar lo inevitable ―se enfado Laura ―usted solo ocupece de los tramites y que sean rápidos, no quiero volver a ver a Dominik, necesito el divorcio cuanto antes.

―Como usted disponga señora.

El abogado hizo una reverencia y se marcho.
En cuanto Laura estuvo a solas, busco el móvil y envió un mensaje, espero la respuesta, la leyó y apretó los labios con fuerza. En esos momentos Tom entraba sonriendo, Laura escondió el móvil entre las sabanas y lo miro con atención.

―¿Pudiste conseguir lo que te pedí?

―Si, pero no entiendo porque no te quedas aquí.

―Ya te lo dije Tom ―Es necesario que me vaya, ademas ya me siento mucho mejor, quedamos en que tu podrías asistirme ambulatoriamente, es mi pierna y las costillas las que aún no sanan del todo, prometo quedarme quieta y en cama, estar en el hospital me esta desesperando.
Tom no parecía convencido de sus excusas pero no insistió, le entrego el papel del alta y se sentó en la silla junto a ella.

―Muy bien, ya cumplí con mi parte, ahora tu cumple la tuya, ¿Porque te vas?

Laura saco el móvil que el vio que escondió momentos antes, busco algo en el y se lo paso.

―Antes de que leas los mensajes, te pido que por favor guardes el secreto y me apoyes, se que como medico entenderás y comprenderás que es lo mejor y que de todos modos no hay otra opción.

Tom asintió, tomo el móvil y comenzó a leer.
A medida que lo hacia, de manera alternativa levantaba la mirada hacia ella y tensaba los músculos faciales con ira contenida.

―¿Recuerdas al niño que te pedí fueras a ver ayer?

―Si.

―Es ese niño y necesito que me ayudes en algunas cosas.

―No puedes estar diciéndolo en serio ―Tom se uso en pie de repente ―te entiendo, se lo que intentas hacer pero... Laura yo creo que...

Laura meneo la cabeza de un lado al otro.

―El otro día cuando me dijiste que tú aún sentías cosas por mi, te dije que no podía corresponderte, te pedí que no vinieras más y tú insististe en que al menos continuáramos siendo amigos, a lo cual yo acepte, pero si no puedes apoyarme en esto como mi amigo entonces, lamentablemente debo decir que no regreses.

―Estas pretendiendo extorsionarme ―se rio Tom acercándose a ella, y acaricio su mejilla con un dedo ―eres una mujer extraordinaria, te amo por eso.

Laura se mordió el labio inferior tensa.
Tom se alejo un poco para darle un respiro.

―Esta bien, te ayudare en lo que necesites.

―Gracias Tom.

La puerta se abrió de pronto y Tom se quedo sorprendido al ver que su ex mujer entraba y también fijaba la mirada en él con curiosidad.

―¿Señora Cameron?

―Laura Collins ―corrigió.

―Laura Collins―repitió con una leve sonrisa ―soy la doctora.

Laura miro a Tom con curiosidad.

―Es psicóloga ―le informo su amigo ―Una muy buena por cierto.

―¿La conoces? ―le sonrió a la doctora antes de que su amigo respondiera moviendo las manos

―Creo que existe un error, yo no necesito ninguna clase de tratamiento por...

―Usted no ―interrumpió la doctora ingresando a la habitación ―pero su esposo si, soy su doctora y consejera.

Laura cambio la expresión de su rostro a uno pétreo, su amigo tomo su mano de inmediato y miro a su ex esposa.

―Fanny, no creo que sea el momento.

Laura volvió a observar a la doctora, soltó la mano de su amigo y desvió la mirada con dolor en el semblante.

―Pues me alegra saber que Dominik esta recibiendo la atención que necesita, lamento que se tomara el tiempo de venir hasta aquí en vano, si me hubiera llamado antes se lo decía por teléfono, de todos modos intente cuidar de él ―le pidió mirándola ahora directamente.

―En verdad necesitaría hablar con usted ―insistió Fanny.

―Escuchala al menos ―intervino Tom ―la conozco, solo quiere lo mejor para ti y para tu esposo.

Laura apretó los dientes, asintió y dejo salir el aire de sus pulmones pesadamente.

―Esta bien, pero quedate conmigo Tom.

―Lau no creo que...

―Entonces no quiero hablar con ella, que se vaya.

Fanny asintió, Tom se sentó una vez mas en la silla junto a su amiga y miro a su ex atentamente. Estaba mas bonita de la ultima vez que se vieron y tenia esa mirada llena de determinación que tan bien conocía. Sonrió sin poder evitarlo, pues a pesar de que matrimonio no funciono, continuaban siendo muy buenos amigos.

―El estado de salud mental de su esposo en estos momentos es inestable, me gustaría explicarle los por menores con respecto a la enfermedad que padece para, de algún modo poder...

―No quiero saberlo, él debió decirme la verdad desde hace tiempo, ahora es tarde para explicaciones, ya envié a mi abogado a verlo, supongo que en estos días recibirá su visita.

―¿Piensa en el divorcio?

―No lo pienso, es un hecho ―aseguro.

―Insisto en que al menos me deje explicarle las circunstancias que los llevaron a esta instancia.

―No soy lo suficiente para mi esposo, con o sin enfermedad, el necesitaba otra clase de mujer por lo visto ―le dijo con una amarga sonrisa ―supongo que el amor que decía sentir no era lo suficiente como para evitar que me engañara con la primera desconocida que se cruzo.

―El no puede evitarlo.

―Pues ahora podrá estar con cuantas desee, lo dejo libre para hacerlo.

Fanny no insistió, se notaba que el dolor hablaba por Laura.
El enojo y el dolor eran la causa para evitar un razonamiento, así que asintió con una media sonrisa.

―Esta bien, entiendo su punto ―se acerco a ella y le dio su tarjeta de presentación ―es mi número, y la dirección de mi oficina, podemos hablar cuando lo necesite, creo que cuando el enojo pase un poco, estará lista para saber que es lo que en realidad sucede con su esposo y lo que siente, solo le puedo decir que si la ama.

Laura no respondió, dejo la tarjeta sobre la mesa junto a su cama y luego la miro fijamente sin pestañear siquiera. Fanny hizo un movimiento de cabeza a Tom en señal de despedida y se alejo, dejándolos a solas.
En cuanto estuvieron a solas, Laura tomo la tarjeta para romperla pero Tom se la saco de las manos.

―No lo rompas, ella tiene razón, cuando el enojo y el dolor disminuyan estarás lista para conversar y te aseguro que Fanny es la mejor en su área medica.

Laura lo miro fijo.

―¿La conoces? ―volvió a preguntar.

―Es mi ex esposa.

Sorprendida miro la tarjeta y luego a su amigo.

―Se llevan muy bien por lo visto.

―Así es y te aseguro que Fanny puede ayudarlos.

―Sabes que no existe una solución para Dominik y para mi.

―Pero... de no ser por lo de ese niño, el que quieres salvar... ¿Ya no amas a tu esposo?

La vio apretar los puños, tensarse y pestañear repetidas veces para evitar que las lagrimas escaparan de sus ojos. Sonrió. No necesitaba escuchar la respuesta, Laura amaba a su esposo aún.

―Lo siento cariño ―le dijo acercándose para abrazarla ―sé que estás sufriendo, es loable lo que quieres hacer, pero estarás perdiendo mucho mas que tu libertad al hacerlo.

―Lo prometiste ―sollozo Laura abrazándolo también, pues necesitaba sentirse mas segura y reconfortada ―prometiste ayudarme Tom.

―Y lo haré cariño pero quiero que seas consciente de todo lo que tu sacrificio implica.

―No importa, debo hacerlo.

Tom no dijo más, la miro a los ojos, se acerco y le dio un beso en los labios.

Un beso casto y sin malicia, solo como un amigo que intenta consolar a su amiga de toda la vida, acaricio su mejilla y luego se puso derecho.

―Entonces dime, que es lo que tienes en mente.

*
*

―¿Consiguieron un donador?

―Si señor Kim, al fin apareció alguien que es totalmente compatible y esta dispuesto a donar.

―¡Gracias a Dios!

―Solo puso una condición para hacerlo.

―¿Cual?

―Quiere que el procedimiento sea en total reserva, prefiere mantener el anonimato.

―Pero, yo quería agradecerle en persona.

―Esta persona me pidió solo esa condición, ya se están terminando los últimos estudios médicos para realizar la operación y si acepta esta condición, en dos días podremos operar a su hijo.

―Dos días... ¿Después todo volverá a estar como antes? ¿Ezekiel podrá regresar a su vida normal, sera definitivamente sano?

―Todo lo sano que un niño de su edad puede ser, le costara un poco reponerse de la enfermedad pero con los cuidados necesarios, calculo que pronto sera el mismo niño feliz que era anteriormente.

Dante suspiro con alivio.

―Esta bien entonces, que sea como el donante decida, pero asegúrese de darle las gracias de mi parte, dígale que estaré agradecido para siempre y si necesita alguna cosa de mi, solo debe buscarme.

―Se lo haré saber.

―De nuevo gracias doctor.

Dante regreso junto a su hijo, acaricio su mano y sonrió.

―Estarás bien campeón, solo debes aguantar dos días más y todo quedara en el pasado ―le dijo al niño dormido ―y cuando estés sano, te llevare a presentarte a una mujer, que espero algún día acepte ser parte de nuestras vidas, se que la amarás como la amo yo.

Tres días después de que el medico informara sobre la buena noticia a Dante, el niño fue operado, para ese entonces la preocupación del padre ya no se centraba en el pequeño sino en la mujer que era el amor de su vida, pues de manera repentina había desaparecido del hospital sin dejar rastro alguno. A pedido de su amigo, Simon, había ido a buscar a Luna para preguntar como se encontraba su hermana menor pero ella solo le daba evasivas y decía que Laura no quería ver a nadie por el momento. Lo que ellos entendieron, ya que la situación con su esposo no eran las mejores. Sin embargo después de que el niño fue operado y aún unas semanas después, cuando comenzaba a dar signos de mejoría, ni Laura ni su familia aparecieron por el hospital.
Luego de decirle a la niña que tenia un hermano, Dante esperaba ver seguido a la familia Cameron pero la verdad era que todos habían desaparecido por completo.

Dante se vio en la necesidad de contratar una nueva niñera, la anterior se negaba a regresar, sin dar motivos específicos, así que cuando regreso a casa con su hijo, tuvo una semana mas para acomodar su vida en el orden anterior, y para retomar lo abandonado debido al estado delicado de su hijo.
De esto ya había pasado un mes.
Un mes completo en el cual la ansiedad y un mal resentimiento se fueron adueñando de su ser.
¿Porque de pronto Laura había desaparecido de la faz de la tierra?
Un mes y medio después, pudo regresar a sus labores como editor y eso significaba ponerse en contacto con la esquiva autora. Sin embargo el numero telefónico que tenia de ella, se encontraba fuera de servicio y según tenia entendido, Luna y su esposo, junto con la niña habían regresado a Isla Victoria, sin despedirse ni dar explicaciones.

―Tengo esta extraña sensación de deja vu ―le dijo a su amigo ―no se como explicarlo, se siente como esa vez, cuando se fue al extranjero.

―Quizás si se fue ―aventuro Simon ―quizás se marcho con el esposo para intentar solucionar los problemas que tenían.

―No, lo vi en su mirada, lo que sea que él le hizo, ella no lo perdonaría.

―Es cierto también lo note.

―Ademas, también es extraño lo de Luna, ella prometió estar al pendiente de Ezekiel, incluso llevo a la pequeña a ver a su hermano, ¿Porque entonces desaparecerían de la noche a la mañana?

―No lo sé, no fue a ver a su madre para despedirse, la señora que la cuida dijo que no la vio... creo que algo sucede y pretenden mantenerlo en secreto.

―No creo que sea el divorcio, escuche a Luna decir en cierta ocasión que Laura se iba a divorciar de su cuñado.

―¿Que pudo ser tan grave para provocar que Laura rodara por las escaleras y ademas mantuviera a su esposo lejos? ―se pregunto Simon pensativo.

―Luna dijo que no se debía a maltrato físico.

―Entonces solo puede haber una opción.

―Infidelidad ―acoto Dante moviendo la cabeza ―ese infeliz la engaño y ella lo descubrió.

―Yo creo que es eso... estoy casi seguro de ello.

―De todos modos... continúan habiendo cosas que no encajan.

―Luna ya ni siquiera responde a mis llamados.

―Y Laura directamente no tiene mas el mismo numero.

Un leve golpe en la puerta se escucho, Dante dio el permiso para entrar. La nueva niñera, una señora de unos 40 años, ingreso dejando una bandeja con café y algunos emparedados para ellos.

―Se que no pidió nada señor, pero esta tan delgado que me atreví a traerle un refrigerio para usted y su amigo, el niño ya duerme su siesta y le traje el periódico, por si quiere leerlo o lo necesita.

―Es usted muy amable señora Gomez, se lo agradezco.

―Estaré en la habitación del niño por si necesita algo.

―Descanse señora Gomez, aproveche que Ezekiel duerme.

―Eso haré.

Después de que quedaron a solas de nuevo, Simon se acerco a servir el café en las tazas.

―Ella tiene razón, estas delgado, después de tantas preocupaciones deberías mantener tu salud para no caer enfermo.

―Tienes razón ―acepto Dante tomando el periódico ―no se como podre trabajar con una escritora que no da señales de vida ―decía mientras abría y ojeaba el mismo, hasta que la sección de sociales llamo su atención porque tenia una fotografía de Laura junto a Henry.

Leyó el articulo y comenzó a negar con la cabeza, lo dejo de nuevo, golpeando con las palmas abiertas la mesa, mientras se ponía en pie sin poder contener la cólera que lo invadía.
Simon, extrañado por su comportamiento se acerco, tomo el periódico y comenzó a leer lo que antes llamo la atención de su amigo, dejando escapar un jadeo de sorpresa.

―¡No puede ser!

―¡Pero lo es, allí esta! ―exploto Dante ―¿Como puede hacer esto? ¡Se volvió loca!

―Calmate ―pidió Simon en un intento vano ―tiene que haber una explicación para todo esto,

Laura no puede haber regresado con ese tipo.

―¡Vas a decirme que el periódico invento eso! ―la furia que lo envolvió era tan intensa que apenas podía tolerarlo ―Aquí lo dice claramente: "Después de que la famosa escritora se divorciara del junior de los hoteles, volvió a encontrar el amor en una pareja anterior, también recientemente divorciada, el magnate que al parecer nunca había podido olvidar del todo a su antiguo amor, le pidió intentarlo una vez mas ―leía Dante sosteniendo el periódico con manos temblorosas de furia y frustración ―a lo que ella acepto con gusto, la boda sera en breve en uno de los mas importantes hoteles del ex esposo de la escritora" ¿Vas a decirme que todo eso se lo invento el periodista?

Simon no pudo responder, no lograba comprender que era lo que estaba sucediendo. ¿Seria por eso que ella y su familia habían desaparecido de la faz de la tierra de la noche a la mañana?

*
*

Mikael entro a la habitación lanzando el periódico sobre la cama, caminando de un lado a otro tenso y molesto, Luna que apenas estaba despertando lo miro extrañada por su comportamiento.

―¡Tu hermana se volvió loca!

Luna tenso los músculos de la mandíbula, se acerco a tomar el periódico y busco el articulo que había enfadado a su esposo.

―¡Es una maldita! ―continuo con ira Mikael, en tanto Luna leía el articulo que anunciaba la boda de su hermana con Henry ―¡Se volvió loca! ¿Es que lo quiere muerto? ¿Esa es su venganza?

―Calmate ―pidió Luna dejando el periódico despacio ―todavía sigue sin querer responder mis llamados, pero no dejare de insistir en...

―¡Te lo prohíbo! ―soltó de repente Mikael deteniendo su ir y venir ―te prohíbo que vuelvas a hablar con ella, no la quiero cerca de nosotros nunca mas, arruino la vida de mi hermano, lo abandono cuando mas la necesitaba, olvidate de ella para siempre.

Luna embozo una leve sonrisa, se levanto de la cama, tomo la bata, envolvió su cuerpo con ella, se acerco a su esposo, lo miro directamente a los ojos y sin borrar la sonrisa le dijo:

―Tú a mí no me prohíbes nada, porque no soy tu hija, soy tu esposa, ademas tu hermano fue el que arruino todo por no ser sincero y engañarla, por último... ―entrecerró los ojos borrando la sonrisa de sus labios ―estoy segura de que algo tiene entre manos mi hermana porque jamas regresaría con un ser tan despreciable como Henry, ahora si me permites ―lo hizo a un lado con enojo contenido ―debo ir a ver a mi hija, ya sabes como le encanta que la peine antes de ir al colegio, con permiso.

Mikael cerro los ojos maldiciéndose a si mismo por su arrebato de enojo, lleno los pulmones de aire y luego lo soltó lentamente, cuando estuvo calmado, fue asta a habitación de su hija y asomo la cabeza con una bella sonrisa en los labios.

―¿Princesa ya estas lista?

La niña giro apenas la cabeza hacia su padre, mientras su madre terminaba de peinar su largo cabello negro.

―¡Papá debes llamar a la puerta antes de entrar! ―lo regaño su hija.

―Lo siento cariño, no volverá a suceder ―se disculpo Mikael pero las palabras iban dirigidas a su mujer, quien lo miraba a través del espejo que tenia frente a ella ―las amo a ambas.

Luna termino con el cabello de Ileana, esta corrió hacia su padre y lo abrazo con fuerza.

―También te amamos papá, pero a veces eres un despistado.

Mikael correspondió al abrazo de su hija, pero mantenía la mirada en Luna. Ella sonrió a su vez acercándose, se puso de puntillas y lo beso en los labios.

―Se que existe un motivo y voy a averiguar cual es ―susurro solo para él.

―Si, tienes razón ―acepto Mikael ―lo siento.

―Te amo.

―Y yo a ti.

*
*

Fanny dejo el periódico que estaba leyendo sobre la mesa junto a la taza de café, suspiro pesadamente y luego se puso en pie, tomo su bolso y su móvil, cerro con cuidado, camino hacia el elevador, pulso el botón de la suite y espero con paciencia, cuando la puerta se abrió, camino por el corredor hacia la habitación que buscaba, marco el numero, entro... como esperaba todo estaba nuevamente en la oscuridad mas absoluta, dejo sus cosas sobre el buró que estaba justo en la entrada, y camino hacia el interruptor de luz, luego a medida que avanzaba iba encendiendo las luces hasta encontrar al hombre que habitaba esa alcoba, sentado en el sillón con la mirada perdida en el vacío.

―Buenos días señor pez ―lo saludo sonriendo ―es un bello día, no hace mucho frio y hasta un tímido rayo de sol desea asomarse por entre las nubes, ¿No crees que es un buen presagio?

El no respondió, simplemente permaneció inmóvil allí en el sillón, el único singo de que no estaba petrificado como estatua era el continuo movimiento sobre la argolla de bodas, el cual giraba en su dedo sin descanso.

La chica lo observo un instante y luego se sentó a su lado.

―Dominik...

No hubo respuesta.
Fanny coloco la mano sobre los dedos que mecánicamente repetían la caricia sobre la argolla para detener su movimiento.

―Es tiempo de que reacciones ―le dijo ―debes ser responsable por lo que sucedió y yo puedo ayudarte.

―¿Porque continuas viniendo?

Fanny salto de felicidad por dentro, pues desde el divorcio Dominik se había negado a hablar con nadie, simplemente permanecía allí sentado dejando que la vida pasara por delante de sus ojos. No se oponía a nada de lo que sucediera a su alrededor. El viaje de regreso a Isla Victoria fue tenso por su comportamiento casi en trance. Mikael lo instalo en otra habitación que no era la que compartía con Laura a pedido de su doctora a quien ofreció una cuantiosa suma de dinero para que lo tratara exclusivamente y en privado.
Poco tiempo después de que llegaran, Mikael compro una casa para él y su familia, intento llevar consigo a su hermano pero Fanny pensó que era mejor si por el momento Dominik y ella continuaban en el hotel.
Ella se encargaba de su paciente por completo, lo hacia comer incluso porque a él no le importaba hacerlo. Por eso se alegro tanto, después de casi dos meses, él por fin estaba listo para dialogar.

―Porque quiero ayudarte.

―Ya te lo dije una vez, no existe el modo para ayudarme, sin Laura no deseo nada.

―Es mentira, te ocultas para no hacerte responsable por los actos cometidos en el pasado, sabes que lo arruinaste y no tienes el valor para enfrentar tus errores.

Dominik volteo la mirada hacia ella, Fanny sonrió y lo miro con desafío en el semblante.

―¿Que clase de doctora dice eso a su paciente?

―¿Así que al fin soy tu doctora? ―pregunto cada vez mas contenta por su reacción ―¿Acaso esperabas que me pusiera a compadecerte? Dejemos esto en claro Dominik, cometiste un grave error y estas pagando por eso, tus acciones no tienen vuelta atrás. Sin embargo puedo ayudarte a recuperarte e incluso podríamos trabajar en tu condición para que lleves una vida normal en el futuro, no esperes de mi palabras que no merezcas. Siempre seré sincera contigo para que sanes, espero lo mismo de tu parte en lo sucesivo.

―Nunca dije que aceptaba tu ayuda.

―Si lo hiciste señor pez, desde aquel día cuando confesaste cuanto amabas a tu esposa y lo que sufrías por haberla perdido, desde ese día yo entendí que me estabas pidiendo ayuda y es eso lo que haré, voy a ayudarte a sanar esa herida que tu mismo abriste.

―Ya no tiene caso ―bajo la mirada hacia el anillo que giraba nuevamente una y otra vez ―la perdí por completo.

―Quizás si, quizás no. ¿No te gustaría al menos poder pedirle disculpas?

El silencio de su paciente fue suficiente respuesta.
Fanny sonrió, por primera vez en todo el tiempo que llevaba intentando hacerlo reaccionar, su paciente respondía a su tratamiento y eso le decía a ella que al menos existía una leve esperanza de mejoría futura.

*
*

―Pase por aquí doctor, la señorita lo esta esperando.

―Gracias.

Tom siguió a la mujer de servicio hacia la habitación improvisada en la planta baja para Laura, esta estaba sentada en la cama con la pierna sobre unos almohadones, mirando el periódico con suma insistencia.

―Les traeré el café ―les dijo retirándose apenas llegaron a la habitación.

Laura le hizo señas a Tom este asintió con la cabeza, regreso sobre sus pasos y coloco la oreja contra la puerta cerrada, se quedo allí unos segundos y luego se acerco a Laura.

―Detrás de la puerta ―susurro para que solo ella lo escuchara.

―Lo se, esa maldita vieja me espía a pedido de Henry.

Tom dejo el maletín a un lado de la pierna de Laura y comenzó a revisar sus heridas, faltaba poco para que debiera quitar el yeso pero lo retrasaría lo mas posible, porque una vez retirado, ya no podría regresar a verla tan seguido como pretendía, hasta el día de la boda.

―Sigo pensando que es una locura ―le dijo mientras trabajaba.

―Sé que lo es, pero debo hacerlo.

―No, en realidad no debes, tú quieres hacerlo que es diferente.

―Tomalo como quieras.

―No tomes esa actitud conmigo ―la regaño ―recuerda que sé lo que plenas.

Laura frunció los labios, un leve golpe en la puerta llevo su mirada hacia allí un segundo, después Tom fue a abrir.
La mujer entro con la bandeja del servicio, mirándolos con disimulo.
Laura entrecerró los ojos con enojo, espero a que ella dejara las cosas y la llamo antes de que cruzara la puerta.

―Señora Harlan.

―¿Si señorita, necesita algo mas?

―Si, podría ser tan amable de dejar de espiar tras la puerta, si Henry desea saber alguna cosa, que venga el en persona a preguntar, usted que esta mayor para jugar a los espías y detectives.

―Yo no...

―Puede retirarse ―ordeno Laura.

La mujer la miro con resentimiento, pero inclino la cabeza en una leve reverencia y se marcho a toda velocidad.

―Estas jugando con fuego Lau.

―Ya lo sé, pero de todos modos estoy en el infierno, así que... ¿Porque no llevar el juego a otro nivel? ¿Ya viste el periódico?

―Si, las noticias se esparcieron por doquier en toda la nación, no te parece algo exagerado.

―No, mientras mas persona lo sepan mejor.

―¿Incluso tu hermana, tu cuñado y tu ex esposo?

―Si, incluso ellos.

―¿Y ese otro del que siempre me pides informes?

―Dante... ―musito Laura ―¿Como sigue su hijo?

―El niño esta perfectamente bien, es el padre quien al parecer esta un poco tenso, ya fue varias veces a intentar sacar información sobre ti en el hospital, después de que desaparecieras como una ladrona en la noche.

―Tenia que hacerlo de ese modo, intento buscar el modo para protegerlos a todos, ademas ya te dije lo que escuche el primer día que llegue aquí, Henry planea comprar la editorial en la que Dante trabaja, y esta pensando en asociarse de manera oculta con Mikael, no puedo permitir que les haga daño, ellos son mi familia.

―¿De verdad piensas que tu cuñado seria tan tonto como para caer en una trampa de Henry? Creo que estas sobre valorando a este tipo, creo que quieres ser la heroína de una de tus novelas y esto es la vida real, deja que cada quien tome sus decisiones y responsabilidades, tú ya tuviste tu cuota de superchica, ya salvaste a ese niño, ahora huye de aquí lo antes posible.

Laura negó con la cabeza, no lo haré, no volveré a huir, es momento de enfrentarse al monstruo pero tienes razón en lo de mi cuñado ―acepto.

―¿La tengo?

―Mikael es astuto, conviví con el el tiempo que fue mi cuñado y se que sabrá proteger a su empresa y su familia, solo le advertiré que tenga cuidado para que esté atento.

―Me parece perfecto y con respecto a la editorial...

―Ya pensé en eso, la editorial se esta manteniendo apenas, lamentablemente las cosas no están nada bien desde antes.

―Entonces los problemas financiaros son reales.

―Si, pedí a un amigo que lo investigara por mi?

―Que descubrieron.

―Al parecer solo se sostiene por algunos escritores que publicamos allí y tenemos buena venta, pero los inversionistas quieren retirar el apoyo porque no están obteniendo los resultados esperados. No puedo permitir eso, ese sitio es casi como un hogar para mi.

―¿Y que vas a hacer al respecto?

―Necesito ver a una persona, solo el puede ayudarme y tiene el dinero suficiente para hacerlo.

―¿De quien hablas?

―De mi amigo Simon, necesito que me ayudes a verlo.

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