~22~


Henry levanto el teléfono cuando ingresaba a su casa, lanzando la corbata y el saco en el primer sitio que encontró sin preocuparse mucho de donde sea.

―¿Diga?

―Le hablo del sanatorio Memorial.

―Si, estaba esperando la llamada.

―Tenemos los resultados de los estudios.

―Perfecto, ¿Puedo ir ahora?

―Por supuesto, lo estaremos esperando.

Henry colgó, una sonrisa se dibujo en sus labios y la satisfacción bailo en sus ojos.

Dependiendo del resultado, tenia la carta ideal para su próxima jugada.

*
*

―Aquí tienes los papeles, dile a tu abogado que lo revise todo, ya esta firmado.

―Donde esta el otro donde Henry renuncia a Ezekiel ―pregunto Dante dándole los papeles al abogado que se encontraba sentado junto a ellos en la cafetería del hospital.

―Aquí lo tengo ―le mostró el papel que tenia en la mano ―pero te lo daré solo cuando el dinero este en mi cuenta bancaria.

Simon tenso los músculos de la mandíbula, saco el móvil, llamo por teléfono a su contador y le pidió que depositara la cantidad acordada en la cuenta de Veronica, espero unos minutos y luego volvió a guardar el móvil en su bolsillo.

―Ya esta hecho, puedes revisar si quieres.

―De acuerdo...

Veronica llamo entonces a su contador mientras Dante y Simon hablaba con el abogado.

―Todo esta en orden señor Kim.

Dante suspiro con alivio y le sonrió a su amigo.

―Muy bien, según mi contador la transferencia se hizo efectiva, así que toma, aquí tienes el papel.

Dante lo tomo y también se lo entrego al abogado, este lo reviso y asintió con la cabeza, entonces Veronica se puso en pie.

―Ya no tenemos nada mas que tratar ―le dijo mirándolo largamente sin demostrar ni una sola clase de emoción en la expresión.

―Jamas intentes acercarte a Ezekiel ―le advirtió Dante, también poniéndose en pie.

―Descuida no lo haré, ya te lo dije, no me interesa ese niño.

Simon movió la cabeza negativamente cuando Dante apretó fuerte los puños.

―Pero te daré un consejo a modo de despedida ―le dijo Veronica colocándose las gafas de sol y sonriendo con arrogancia le dijo ―ten cuidado con Henry, el es en verdad tu enemigo, no te perdona lo de Laura... piensa encargarse de ti y de su esposo, advierteles.

―¿A que viene tu repentino deseo por ayudar? ―Dante parecía confuso.

―Ya te lo dije, no tengo intensiones de continuar en este país y aunque no lo creas alguna vez te ame, sin embargo prefiero alejarme de todo esto, ten presente lo que te dije sobre Henry.

Dante no respondió, simplemente ignoro la mano que ella tendió hacia él, entonces Veronica sonrió una vez mas y, giro sobre si misma alejándose.
El abogado guardo los papeles y se despidió de ellos.

―Te devolveré el dinero en cuanto solucione lo de Ezekiel.

―No te preocupes por eso, ahora solo debes preocuparte por tu hijo.

―Estaba pensando ―decía mientras caminaba hacia la habitación de Ezekiel ―que quizás la hija de Mikael podría ser compatible con mi hijo, después de todo son hermanos.

―Deberías hablar con él.

―Lo haré.

―Espero que también eso se solucione pronto.

―Igual yo.

Estaban alcanzando la habitación cuando vieron que una enfermera corría al interior apresurada, se miraron entre si y corrieron los pocos metros que faltaban pero no pudieron entrar pues se lo impidieron. Desde la ventana veían como un medico trabajaba sobre el pequeño cuerpo de Ezekiel, haciéndole los primeros auxilios, luego de un rato le colocaron un respirador artificial y al fin salia el medico para reunirse con ellos.

―Lo siento señor Kim, el estado de su hijo esta empeorando, debemos encontrar un donador cuanto antes, ahora esta con soporte artificial, no se cuanto podremos mantenerlo así.

El corazón de Dante se detuvo en su interior, un sudor frio le recorrió la espalda y la vista se le nublo momentáneamente.

―No puede ser.

―Lo siento.

―¿Sabes donde puedo encontrar a Mikael?

Simon asintió.

―Vamos yo te llevo.

―Pero Ezekiel...

―Estará bien, solo sera un par de horas.

―Esta bien.

Se apresuraron a salir del hospital para ir al hotel donde Simon sabia estarían, pero no tuvieron necesidad de eso, pues en el momento en que estaban saliendo se encontraron frente a frente con Luna, Mikael y la niña.
Dante miro a la niña con atención y le sonrió.

―Mikael, en este momento iba a buscarte.

―Pensé que en algún momento lo harías ―acepto este mirando a Luna, se inclino a besarla en los labios ―cariño lleva a nuestra hija con Laura, nos vemos en un rato.

―Las acompaño ―se ofreció Simon

―¿Tu quien eres? ―preguntaba Ileana caminando de la mano de su madre.

―Soy un buen amigo de tu madre, mi nombre es Simon, es un placer.

―¿Conoces a mi tía Laura?

―Si, también soy amigo de ella.

―Entonces le dará gusto verte.

Mikael los escucho conversar mientras se alejaban, luego desvió la mirada hacia Dante, coloco las manos en los bolsillos de su pantalón y espero.

―Sabes que mi hijo...

―Es hermano de mi hija ―interrumpió Mikael ―y tu hijo esta grave en este mismo hospital, ahora tu quieres que yo le haga un estudio a mi hija para saber que puede ser compatible y una donadora para tu hijo.

―Ezekiel esta muy grave.

―Entiendo.

―No te pediría esto si no fuera porque estoy desesperado.

Mikael exhaló aire pesadamente, se aclaro la garganta y luego lo miro.

―Puedo entender tu desesperación, créeme. Pero la idea de exponer a mi hija, no me apetece en lo mas mínimo.

―Si fuera al revés yo te ayudaría ―le aseguró Dante.

―¿Lo harías?

Dante asintió con la cabeza.
Mikael volvió a suspirar.

―Lo intentaremos ―acepto al fin ―veremos que dicen los estudios médicos.

―¡Gracias!

*
*

Henry miro los resultados que tenia en la mano y sonrió al medico.

―Entonces... puedo donar.

―Si.

―Ya veo... tengo una duda doctor ¿Cual es el estado actual del paciente?

―Muy grave, necesitamos llevar a cabo esta operación cuanto antes.

―Le agradezco la discreción en cuanto a la compatibilidad, como le dije soy familiar pero no nos llevamos bien entre nosotros, es cosa de familia.

―Comprendo, pero en un caso extremo como este, esas desavenencias deberían quedar en el pasado, usted es la salvación de ese pequeño niño.

―Lo se, hablare con el padre para intentar un acercamiento, por el momento me gustaría que esto fuera secreto pues si no queda mas remedio, donaré como un anónimo ¿Cree que es posible?

―Si.

―Bien, se lo agradezco una vez más.

Salio del consultorio medico con los resultados en la mano, se sentó fuera y busco su móvil, marco el número de la habitación y espero pacientemente.

―¿Diga?

―Hola mi amor, ¿Te sientes mejor?

―¿Que quieres?

―No cortes... ―advirtió primeramente ―sabes que el hijo de Dante esta muy gravemente enfermo.

―Si.

―Sabes que necesita una operación urgente.

―Si.

―Lo que no sabes es que acabo de recoger el estudio que me hice de manera independiente y que dice, que somos compatibles.

La escucho contener el aliento del otro lado de la linea, sonrió y se acomodo en la silla.

―¿Que quieres? ―volvió a preguntar con tono cortado.

―Dos cosas nada mas.

―Habla.

―Divorciate de ese pusilánime.

―¿Y la otra?

―Vuelve conmigo.

―¿Si no acepto?

―Supongo que Dante podrá tener otros hijos en un futuro ¿No te parece?

Hubo un intenso silencio del otro lado de la linea, Henry espero con paciencia hasta que ella volvió a hablar.

―¿Que garantías tengo de que cumplirás tu palabra?

―Solo tienes eso, tomalo o dejalo.

―Acepto.

―Mantén nuestro pequeño secreto mi amor, donaré de manera anónima, ya sabes el padre podría pretender negarse.

―Esta bien.

*
*

Luna entro a la habitación cuando Laura dejaba el teléfono.

Su rostro estaba más pálido que de costumbre, las manos le temblaban y parecía como si acabara de ver un fantasma.

―¿Te sientes mal?

Laura levanto la mirada hacia ella, le sonrió a la pequeña que se sentó a su lado trepándose de la cama y miro a Simon.

―Lau... ¿Estas bien? ―volvió a preguntar Luna cada vez mas tensa.

―Si, pero... ―miro a Ileana ―preciosa me podrías traer una gaseosa de la maquina que esta en el corredor, es que tengo mucha sed y no quiero beber agua.

―¡Claro tía!

―Simon la podrías acompañar.

Simon asintió sin quitar la mirada de ella, notando que algo no estaba bien.

―Por supuesto.

Cuando ambos salieron, Luna se acerco a su hermana, le tomo la mano y la miro a los ojos con aprensión.

―¿Que paso?

―Necesito que busques un abogado para mi, pienso divorciarme de Dominik cuanto antes.

Luna apretó los labios en una fina linea cuando vio que los ojos de su hermana se llenaban de lagrimas.

―A pesar de lo que Mikael me contó sobre su estado de salud, sobre su adicción ―sollozo secándose las lagrimas con la sabana ―no puedo perdonarlo, si me hubiera dicho la verdad antes, si lo hubiera compartido conmigo, seria diferente pero, no logro arrancar de mi mente la imagen de él con esa mujer... no puedo Luna, aún lo amo pero no podré perdonarlo nunca.

Luna asintió, dejando correr también las lagrimas por el dolor que reflejaban los de su hermana.
Comprendía lo que decía porque ella tampoco podría perdonar a Mikael si lo hiciera.

―Te entiendo, se que Mikael no me ama, pero yo si lo amo a él y si me hiciera lo que Dominik te hizo a ti, no podría perdonarlo jamas, te ayudaré, descuida ―prometió Luna acariciando la mejilla de su hermana.

―Yo no podría engañarte nunca Luna, porque te amo demasiado como para destrozar tu corazón de esa manera ―dijo Mikael desde la puerta.

Laura sonrió cuando su hermana apretó los labios fuertemente.

―Tenemos que hablar ―le dijo Mikael acercándose a ellas.

―No es el momento ―esquivo Luna.

Su corazón parecía colibrí en su pecho, no estaba segura de poder con un enfrentamiento en esos momentos o seria mas que la cobardía la invadió por completo y la razón le gritaba que no había escuchado lo que él dijo tan solo unos segundos antes.

―Ve ―la animo su hermana ―te dije que te amaba ―le sonrió mirando a Mikael con afecto ―te dije que correspondía a tus sentimientos.

―Laura...

―Ve, no pierdas la oportunidad de vivir un gran amor.

Luna giro al fin enfrentando la mirada de Mikael. Este la observo, esbozó una cálida sonrisa y luego alargo la mano hacia ella, esperando a que la tomara a su vez. Cuando Luna lo hizo apretó sus dedos con delicadeza y se la llevo de allí.
Laura los vio, sonrió e internamente se alegro por ellos.

Simon regresaba con la niña cuando vio que Mikael se llevaba a Luna fuera de la habitación, observo la escena en silencio y sonrió a pesar de todo.

―¿Donde van mis padre?

―No lo se, pero seguro regresan en un momento, vamos con Laura.

―Si, hay que llevarle su gaseosa.

Simon entro a la habitación de Laura, la miro fijamente, se coloco a un lado de la cama, y se quedo allí mientras ella conversaba con su sobrina para entretenerla.

*

―Desde cuando ―fue lo primero que Mikael pregunto cuando se alejaron lo suficiente.

Luna sentía que estaba paralizada, nunca ni en sus mejores sueños pensó que eso podría estar sucediendo y ahora parecía como si no fuera realmente ella, pues se sentía tímida, temerosa y al mismo tiempo llena de esperanza.

―Desde antes de casarnos... después... cuando... dime ―insistió Mikael cuando ella no respondió.

―Antes.

Mikael contuvo el aliento, clavo los ojos en ella, permaneció en silencio un prolongado tiempo, hasta que Luna comenzó a moverse inquieta.

―¿Antes de dormir juntos?

Luna se puso intensamente roja, asintiendo con la cabeza y desviando la mirada.
Deseaba huir de allí en ese momento, él la estaba poniendo nerviosa.

―¡Cielos santo! ―lo escucho decir dando un paso mas hacia ella.

Luna, quien estaba de espaldas a una pared, quedo atrapada entre la pared y el cuerpo de Mikael, con las piernas flojas y el cuerpo ardiendo de nervios por las extrañas reacciones de su, ahora esposo.

―¿Porque no me lo dijiste antes? ―su tono de enfado despertó el enojo en ella también.

―¿Porque no lo hiciste tú?

―Pensé que solo querías ayudarme, jamas imagine que tu... que sintieras algo por mi.

Luna apretó los labios con fuerza, lo empujo con un dedo acusatoriamente.

―¡Es que hacia falta que te enviara una carta! ―se enfado del todo, dejando la timidez y el temor de lado ―pensé que estaba más que claro cuando yo... es que antes yo era... y tú... nosotros... ―se atraganto volviendo a guardar silencio.

―Debí saberlo cuando fuiste mía por primera vez ―razono Mikael sin pudor alguno ―fui un idiota al no darme cuenta de que jamas te hubieras entregado a mi sin sentir algo, es que cuando te estaba por confesar lo que sentía dijiste lo de ser amantes y... no supe como reaccionar, me convencí de que todo era para ti como un aprendizaje y solo querías que te ayudara a ser más... ¡Que idiota fui, tú me amabas!

―Creo que, ambos fuimos un par de idiotas ―acepto Luna sonriendo ―dije eso porque temía que tu lo dijeras antes, me dolería más si eso pasaba, me adelante a lo que pensé sentías... lo siento.

―Te amo tonta ―le sonrió Mikael acariciando su mejilla ―te amo como no tienes una idea, tu eres lo mas precioso que he tenido en mi vida, más allá de mi hija, eres mi mayor tesoro, me case contigo no solo para poder adoptar a Ileana, no toleraba la idea de que otro pudiera robarme tu cariño, de solo imaginar que pudieras amar a otro hombre sentía que moría.

Luna subió los brazos por el torso de Mikael hasta rodear su cuello con los brazos.

―Pensaba igual que tú.

―Vaya par de tontos fuimos.

Mikael sonrió, se acerco a sus labios y la beso, como si fuera la primera vez que lo hacia, pues si bien la había besado muchas veces, era la primera vez en que estaba seguro, que el sentimiento que lo recorría por completo era compartido y esa sensación era indescriptible.

―Te amo Luna ―le hijo apoyando la frente el la de ella ―Te amo.

―También te amo Mikael ―respondió Luna flotando en una nube.

―Dominik me lo dijo ―recordó Mikael ―dijo que me amabas.

―Laura también me lo dijo ―se rio Luna apoyando la cabeza sobre el pecho de su esposo, contando mentalmente el latir de su corazón ―ellos lo vieron y nosotros dos no.

―Lastima que no tuvieron la misma suerte ―se lamento Mikael.

Luna se aparto de él un poco suspirando.

―Laura se quiere divorciar y yo la pienso apoyar en eso, lo siento.

―Lo entiendo.

―¿En verdad?

Mikael asintió.
Luna sonrió, se puso de puntillas de pie, lo beso y luego se aparto.

―Es mejor que regresemos con Laura.

―Si.

*
*

―Entonces solo... solo queda esperar a que el donador para Ezekiel aparezca ―decía Laura a Simon cuando ellos regresaron.

―Si, por todo lo demás ya esta resuelto.

―Que alivio ¿No?

―Permitiré que Ileana se haga los estudios para saber si es compatible ―le dijo Mikael.

―¿En serio? ―se animo Laura mirando a la niña ―había olvidado que son... ―se detuvo a media frase sin saber si continuar o no.

―¿Que debo hacer? ―pregunto la niña sin comprender de que hablaban los adultos.

―Te lo explicare después cariño ―le dijo Mikael ―solo debes saber que sera algo bueno por una persona que es importante para ti.

―¿Para mi?

Luna y Mikael se miraron, este último asintió y su esposa se arrodillo para estar a la altura de la niña, mientras acariciaba su cabello.

―Sabes... nosotros descubrimos que tienes un hermanito.

―¿Que?

―Tienes un hermanito, uno de verdad, que es hijo de tu madre verdadera pero él esta un poco enfermo y si te haces esos estudios y sale todo bien, podrías ayudarlo a sanar ¿Te gustaría eso?
Ileana dudo.

―¿Dolerá?

―No, te prometo que solo será un pinchacito nada mas.

Ileana contuvo el aliento, la idea de un pinchazo no parecía agradarle para nada.

―¿Te gustaría conocerlo? ―intervino Simon con una bella sonrisa ―el se encuentra en este mismo hospital.

―¿Puedo? ―les pregunto a sus padres.

―Si tu quieres si ―le contesto Mikael.

―Y a mi madre... es decir la otra...

―Lo siento preciosa pero ella ya no vive en este país ―volvió a intervenir Simon.

Mikael arrugó las cejas y Luna se lo quedo viendo cuando dijo eso.

―Hoy se fue ―les dijo ―Laura les podrá explicar mejor después.

―Son buenas noticias ―les adelanto con un atisbo de esperanza la mencionada.

Si la niña era compatible con su hermano, entonces ella tendría una leve esperanza de escapar de Henry.

―Vayan... lleven a Ileana a conocer a Ezekiel.

―¿Estarás bien sola?

―Prometo que aquí me quedo hasta que regresen, no iré a ningún lado ―bromeo sonriendo.

―¡Es bueno saber que estas de buen humor mi preciosa!

Laura sonrió ampliamente cuando vio entrar a su amigo.

―¡Tom! ―se entusiasmo al verlo.

Mikael clavo la mirada en el medico, se tenso visiblemente cuando vio que se inclinaba a besarla en la mejilla y que ella parecía cómoda con eso. Pensó en su hermano, en lo idiota que estaba siendo al no intentar recuperar a su mujer, pero lo dejo pasar, después de todo, no podría decir nada.

―Vayan, yo me quedo con Tom ―se animo Laura, después de saber que cabía la posibilidad de que Ileana donara a su hermano, su futuro no parecía tan oscuro ―tenemos mucho de que conversar.

Todos se fueron y Laura suspiro aliviada cuando se quedo a solas con Tom.

―¿Ya vas a contarme que sucede?

La chica hizo un mohín con los labios, sus ojos se llenaron de lagrimas.
El se acerco y la abrazo para reconfortarla.

―Lo que sea lo solucionaremos.

―No tiene solución Tom.

―Entonces sanaremos esa herida lo mejor posible.

―¿Puedes sanar un corazón roto?

Tom suspiro, acaricio su mejilla y le sonrió.

―Lo intentare, lo prometo ―le aseguro.

*
*

Dante estaba sentado mirando a su hijo cuando vio a toda la comitiva que llegaba.

―Ileana ¿Recuerdas a Ezekiel y a mi amigo Dante? ―decía Simon ―ella vino a conocer a su hermanito.

Dante miro a Luna y a Mikael, luego a su hijo.

―El es Ezekiel y tiene dos años y medio ―le dijo a la niña ―ahora esta un poco enfermo pero pronto se pondrá bien.

―Dice mi papá que podre ayudarlo... ―Ileana miro al bebé ―es muy lindo.

―¿Verdad que si? ―se adelanto Luna ―cuando mejore podremos salir de paseo con él, ¿Te parece bien?

―Si.

Dante miro a Mikael, este sonrió apenas y miro al niño.
Estaba seguro de que estaba tomando la mejor decisión.

*
*

Los estudios se realizaron al día siguiente.
Laura le dio largas a Henry en espera al resultado.
Al tercer día, al fin estos llegaron y la ansiedad la estaba matando.

Estar atada a esa cama era como una tortura pero debía tolerarlo por ser tan descuidada, así que cuando Luna al fin apareció en la habitación, ni siquiera espero a que ella le dijera, se lo pregunto directamente.

―¿Como salio, es positivo?

Luna negó con la cabeza, su expresión abatida llegó hasta su hermana como el filo de una navaja.

―Ezekiel esta realmente grave ―le dijo Luna ―si no lo operan pronto, morirá.

Laura dejo rodar las lagrimas por sus mejillas, por ese niño y por ella misma, ya todo estaba dicho.

―El estará bien ―le aseguro Laura secándose las lagrimas ―vas a ver que si.

―No perderemos la fé.

―Luna, tuviste tiempo para ver lo de mi abogado.

―Si, conseguí uno que es eficiente.

―¿Podrías encargarte de eso por mi?

―¿Estas segura de esto Laura? Quizás si Dominik viene a verte...

―No, ya todo esta decidido, no puedo volver atrás.

―Lo siento.

―Fue bonito mientras duro ―sonrió Laura ―es tiempo de seguir adelante.

―Esta bien.

―Ahora voy a descansar un poco, te molesta si me quedo sola un rato es que...

―No te preocupes, iré a la cafetería por un café.

Laura no respondió, acomodo la cabeza sobre la almohada y cerro los ojos.

Pero cuando su hermana se fue, se apresuro a tomar el teléfono.

―¿Henry?

―Hasta que al fin llamas.

―¿Cuando puedes donar?

―¿Eso significa que aceptas definitivamente?

―Si.

―¿No vas a retractarte?

―Henry, por si no lo recuerdas, yo a diferencia tuya si cumplo mi palabra.

―Muy bien, mañana a primera hora llamare al medico y dispondremos todo para que se realice la operación, mientras tu encargate de divorciarte de tu esposo.

―Bueno.

―Si te atreves a engañarme.

―¡Ya te lo dije, no soy como tu! ―se enfado ―cumple con tu palabra que yo también lo haré.

Colgo temblando como una hoja, respiro agitada diciéndose que esa era la mejor opción, la vida de ese niño estaba en juego.

―Tienes esa expresión.

Laura se sobresalto cuando escucho la voz de Tom.

―Que expresión.

―La misma que pones cuando estas por cometer una locura, la ultima vez que la vi, me dejabas para irte lejos de mi.

―Tú me pediste que me alejara ―le recordó.

―Pero no supiste leer entre lineas.

―¿Entre lineas?

―Mis labios decían alejate de mi pero mis ojos te suplicaban que por favor no lo hicieras, al final solo escuchaste mis palabras pero no mi corazón.

Laura desvió la mirada un instante.

―Eso ya es pasado Tom, no tiene sentido hablar de lo que ya paso.

―Ese es el punto.

Laura lo miro sin comprender.

―Para ti es pasado, pero para mi no lo es del todo.

*
*

Dominik se encontraba sentado junto al ventanal, su mirada estaba perdida en la nada, ni siquiera noto cuando la mujer de largo cabello castaño entro allí, tampoco cuando lo llamo, nada de lo que lo rodeaba tenia mucho sentido para él, se sentía como si flotara en la nada mas profunda.

―Dominik... Dominik...

El giro la mirada hacia ella, en medio de la nebulosa que era su mente el rostro de su esposa se hizo presente, se levanto del sitio en el que estaba y se apresuro a abrazarla fuertemente.

―¡Mi amor! ¡Perdón, por favor necesito que me perdones!

Tiffany se quedo petrificada mientras el hombre que había ido a tratar se aferraba a ella como si se tratara de su tabla de salvación en medio del profundo océano.

―Te necesito, no puedes abandonarme ―decía Dominik ―se que cometí un terrible error pero te amo, ¡Te amo Laura!

Tiffany sonrió, al menos después de dos semanas en total mutismo, ya hablaba, no era lo que esperaba le dijera pero por el momento era aceptable.

―Descuida Dominik, intentaremos que tu esposa te perdone, no te prometo salvar tu relación pero al menos lo intentaré ―le aseguro.

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