~21~

Simon salia de la habitación cuando se quedo frente a frente con Veronica, un extraño deja vu surgió, como en el pasado cuando estaban en ese hotel y ella fue a buscar a su amigo. Cerro la puerta y la alejo en dirección contraria, Dante se había quedado dormido en el sillón cerca de la cuna de Ezekiel, llevaba demasiado tiempo sin descansar y el no permitiría que esa mujer lo fastidiara.

―¡Suéltame Simon! ―replico Veronica soltándose de su agarre de un tirón.

―Como eres descarada ¿Que haces aquí?

―Dante lanzo todas mis cosas a la basura y le dijo a esa empleaducha que tiene, que no me deje entrar a la casa, vengo a reclamarle, no puede hacerme eso.

―Puede y ya lo hizo ―aclaro Simon con una media sonrisa de satisfacción.

―Entonces que se despida de ese niño.

―Atrevete y veras como terminas tu pagando por engañarlo, falsificaron las pruebas de adn, le privaron a ese niño de su identidad y eso la ley lo pena con cárcel ―le recordó, ampliando la sonrisa al notar la intensa palidez que se apodero de ella.

―Yo no sabia nada sobre...

―Los médicos de esa clínica ya están investigando, veremos que tan implicada estas.

―Yo no lo sabia.

―¿Como es que sin saberlo tu o Dante, Henry tuvo acceso al niño para llevarlo a la clínica? Estoy seguro de que si investigan mas, preguntan a los empleados, ya sabes... podría alguien reconocerte en la clínica junto al niño y ese maldito infeliz.

Veronica trago en seco rechinando los dientes.

―¡Es mi hijo!

―Y tanto te importa que en dos días no apareciste para saber como esta, has venido hoy para reclamar que te expulsaran de una casa donde no perteneces, no para verlo.

Veronica estaba por responder pero, se saco las gafas, lo miro sonriendo y luego asintió.

―Tienes razón, detesto a ese niño, es hijo del idiota de Henry, por su culpa termine envuelta en todos estos problemas y la verdad es que ya estoy cansada, no me importa si vive o muere, ni que sea de él, dile a tu amigo que por una buena suma de dinero le firmare los papeles para renunciar al niño si es lo que desea y por la misma suma que me dé, incluso puedo lograr recuperar un papel que le hice firmar a Henry renunciando a la paternidad de Ezekiel, el bastardo me lo robo pero se como recuperarlo, quiero irme de este país de mierda, ya me tiene mas que harta.

―A ver si entendí, ¿Quieres que Dante te de dinero a cambio de que firmes un papel renunciando por completo a Ezekiel?

―Así es.

―Y por mas dinero, recuperaras el papel donde Henry renunciaba al niño.

―Si, lo hice a modo de garantía.

―¿Garantía sobre que?

―Eso a ti no te importa, solo debe importarte que esta firmado y yo puedo conseguir la copia que esta en el juzgado en el que lo hice, sin ir a un juicio que perjudicaría a Dante.

―Querrás decir que tu saldrías perjudicada cuando la investigación avance.

―¿Y el niño? ―pregunto Veronica riendo bajo ―esta allí dentro muriendo y si la prensa se involucra sera un caos para Dante, su carrera como editor esta despegando, se que consiguió un buen contrato de exclusividad con una escritora importante, ¿No perjudicaría eso a tu amigo?

―¿Sabes acaso quien es ella? ―interrogo Simon.

―No ni me importa, sabes que solo me importaba el dinero que Dante me daba, prometí hacerle la vida una miseria, pero ya estoy cansada de esto,Dante, Henry y hasta Mikael, son como una pesadilla que nunca acaba, ya quiero olvidarme de todos.

―Acepto.

Veronica y Simon voltearon a ver a Dante que había escuchado gran parte de la conversación.

―Venderé la casa donde vivo, vale mucho dinero.

―Es la casa que te dejaron tus padres Dante, tu madre no lo aprobara.

―Yo me arreglare con ella después ―le dijo su amigo ―también venderé el auto y tengo dinero ahorrado, puedo pedir un préstamo al banco, te daré lo que quieras pero firma ese papel y trae la copia de Henry.

―Perfecto, pero mientras tanto no tengo donde quedarme, tu me sacaste a patadas de la casa.

―¡No te pases! ―reclamo Simon alterado.

―Esta bien, puedes regresar mientras la pongo en venta, de todos modos no quiero regresar allí sin Ezekiel.

―¡No! ―negó Simon ―te daremos el dinero, pero tu no venderás nada ―le dijo a su amigo ― yo te prestare el dinero que necesitas, y tu te quedaras en un hotel.

―Como sea, me da igual, no pienso regresar a casa de mis padres ni con Henry ―acepto Veronica.

―Te daré el dinero en cuanto nos entregues el documento ―advirtió Simon ―no te daré un solo centavo sin tener los papeles en mano.

―Perfecto, mañana mismo me encargare de eso ―dijo Veronica colocándose de nuevo las gafas oscuras ―por cierto, que lastima lo que le sucedió a tu amor eterno ¿No? ―le dijo mirando a Dante.

―¿A que te refieres, que sucedió con Laura?

Veronica apretó los labios con furia, no hacia falta ni que le dijera de quien hablaba, el automáticamente pensaba en esa mujer y eso la enfurecía.

―No lo se, solo vi que la traían en una ambulancia hacia la sala de emergencias, ojala y se muera la maldita perra ―le dijo con ira ―cuando me instale en el hotel te avisare para que pagues la cuenta ―soltó a modo de despedida caminando hacia el elevador.

Dante miro a su amigo con intensa palidez.

―Eso no es verdad... ¿No? ―comento con tono tenso.

―No lo creo, ¿Porque no la llamas para estar seguros? ―propuso Simon.

―Si, eso haré.

Saco el móvil y marco el numero pero le daba directamente al buzón de voz.

Lo intento otras dos veces mas, cada vez mas angustiado.

―¡Nada, solo entra el buzón!

―Calmate, quizás no atiende porque es tu numero, deja que yo marco.

Dante asintió esperando pero la expresión de Simon le dijo que tampoco tuvo suerte.

―Llamare a Luna ―replico Simon pero para ese momento ya Dante caminaba hacia las escaleras

―¿Donde vas?

―A emergencias, cuida a Ezekiel por mi, necesito sacarme esta duda, y la sala de emergencias esta tan solo a dos pisos.

―Pero...

―¡Cuida a mi hijo! ―pidió alejándose.

Se apresuro a bajar las escaleras y ni bien llego a la sala de espera de emergencias, supo que por primera vez en su vida Veronica había dicho la verdad.

Luna estaba sentada en una silla, sobre su regazo estaba una niña y Mikael iba y venia con expresión tensa.

―¿Luna? ―pregunto Dante al verla, ella levanto la mirada hacia el, Mikael se detuvo y suspiro profundamente ―¿Es verdad?

―¿Como te enteraste? ―pregunto Mikael acercándose.

―Mi hijo esta en este hospital, en pediatría internado, Veronica vino hoy, la vio cuando la ingresaron, ella me dijo.

―¡Esta muy grave! ―gimoteo Luna sentando a Ileana en la silla junto a ella para dirigirse hacia donde el estaba con Mikael.

―¿Que fue lo que le sucedió?

―Cayo por la escalera todo un piso ―contesto Luna secándose las lagrimas.

―¿Como?

Luna miro a Mikael y este se tenso visiblemente, Dante volteo a ver a este siguiendo la mirada de la chica, pero se desvió hacia Dominik que entraba corriendo a la sala de emergencias.

―¿Donde esta, que le paso? ―pregunto pero miro a Dante con enojo ―¿Que haces tu aquí?

Mikael tomo del brazo a su hermano y se lo llevo casi arrastrando lejos, hacia la salida de nuevo.

Lo soltó cuando estuvieron en el exterior pero lo tomo de las solapas del saco para sacudirlo con enojo.

―¿Porque lo hiciste? ¿Te volviste loco?

―¡Suéltame! ―ordeno Dominik ―¿Que se supone que hice?

―¡Engañar a tu esposa!

Dominik retrocedió un paso al escucharlo decir eso.

―Si, engañarla, te acostaste con esa desconocida en la misma habitación en la que duermes con Laura ¿En serio? ―lo miro con furia contenida ―para colmo y como si eso fuera poco, fue la misma Laura que te vio y no estaba sola, estaba con Luna, salio corriendo desesperada y rodó por las malditas escaleras.

―No...

―Si ella muere, va a ser tu culpa y eso jamas te lo perdonare ―aseguro Luna acercándose a ellos pues no podía contener su enojo―mi hermana te amaba de verdad, ella confiaba en ti, dejo todo atrás por estar a tu lado. ¿Es que ella no te es suficiente? ¿Necesitabas hacerle eso?

―No, Luna... dejame explicarte... yo...

Luna levanto la mano y negó moviendo la cabeza.

―Dante es amigo de mi hermana, si no te agrada su presencia... ―se acerco y lo miro con furia contenida ―entonces vete tu.

―Soy su esposo ―atino a decir Dominik.

―¡Pues a buena hora lo recuerdas! ―respondió ya del todo furiosa Luna amenazándolo con la mirada ―si te atreves a armar alguna clase de escándalo, entonces me asegurare que las autoridades sepan sobre tu infidelidad, ya sabes lo penado que es eso en nuestro país.
Dominik apretó los puños, mirando a su hermano, pero este desvió la mirada y se mantuvo así, hasta que Luna regreso al interior.
Sabia perfectamente que la infidelidad en su país se pagaba muchas veces con la prisión pero simplemente no toleraba la presencia de Dante, porque sabia que estaba enamorado de su mujer pero que podía decir... todos tenían razón, había bebido de mas, se había dejado llevar por el enojo y se había acostado con una desconocida en su propia habitación, toda su vida se estaba derrumbando y nadie mas que el tenia la culpa, pero lo mas grave era que la mujer que amaba estaba pagando por su comportamiento.

―Te pedí que hablaras con tu consejero, debiste decirle la verdad a Laura.

―¿Como podía hacerlo? ―resoplo Dominik con lagrimas con los ojos ―Es que debía decirle: Laura mi amor tengo algo que decirte, soy adicto al sexo, es algo que estoy tratando desde mi adolescencia, pero tranquila ya estoy curado.

―¡No lo estas! ―grito Mikael ―¡Si lo estuvieras no hubiera pasado esto!

―¡Lo se maldición! ―replico con la misma intensidad ―¿Crees que no lo se?

―¡Debiste decirle!

―¡No podía! ―cayo de rodillas con lagrimas surcando sus mejillas y un profundo dolor en el alma

―La amo Mikael, en verdad la amo, pensé que al estar tan enamorado todo eso quedaba atrás, ella lo era todo para mi, pero desde que regresamos, solo tuvimos problemas tras problema, de algún modo nos alejamos físicamente...

―Esa no es una excusa Dominik.

―Lo se, se que es un estupidez pero sabes que no lo puedo controlar, Mikael si la pierdo... yo no se que haré.

Mikael se arrodillo junto a su hermano y lo abrazo.

―Lo siento, Dominik.

―Ayudame Mikael, ayudame por favor.

―Primero veremos que sucede con Laura, luego hablaremos con tu consejero y volverás allí.

Dominik asintió, se seco las lagrimas y se puso en pie junto con Mikael.

―Si, esta bien, quiero recuperarla, no puedo perderla.

―Lo intentaremos.

Regresaron juntos al interior, justo cuando el medico estaba hablando con Luna y Dante.

―La señora tuvo un golpe muy fuerte en la cabeza, tiene inflamado parte de su cerebro y estamos esperando a que las medicinas logren bajar la inflamación para saber su hubo mas daños ―decía el medico ―la preparamos ahora para hacerle otra tomografía, ademas tiene tres costillas rotas, una pierna fracturada y sinceramente es un milagro que siga con vida, lo mas grave sin embargo es la fuerte contusión cerebral que tiene y esperamos no tenga mayores consecuencias.

―¿A que se refiere con eso? ―pregunto Luna con un hilo de voz.

―Todavía no recupera la conciencia y eso es grave, con la tomografía sabremos que tanto daño se hizo al caer y golpearse la cabeza tan fuertemente.

―¿Que es lo peor que podría suceder? ―quiso saber Mikael.

―Podría tener muerte cerebral.

―¡No, eso no! ―se altero Dominik ―ella no puede tener eso, ella debe estar bien, debo poder pedir perdón ―se desplomo alterado sobre una silla, mientras Luna evitaba mirarlo, no quería sentir lastima por el, lo odiaba en ese momento, lo odiaría toda la vida si algo le sucedía a su hermana.

―¿Puedo verla? ―pregunto manteniendo la firmeza y el semblante sereno lo mas que le era posible.

―No hasta que terminemos con los estudios que le dije, todavía falta un poco, les avisare cuando este lista para recibir visitas.

Se volvió a marchar dejando a los cuatro tensos y a la niña observando lo que los adultos hablaban.

*
*

Clare recogió las cosas en la habitación de Veronica y luego de que dejara todo mas o menos decente, espero a que Dante regresara a la casa al menos para cambiarse y descansar pero llevaba en el hospital todo el día y al parecer no pensaba volver. Recorrió toda la casa, reviso los cajones de Dante a sus anchas y al hacerlo encontró una fotografía que llamo su atención. Se trataba de su jefe junto a una chica, ambos sentados en una playa. La mirada de la chica parecía algo triste, la de el era tensa, ambos sonreían sin embargo y se veían bien juntos.

Recordó entonces que Veronica siempre le reclamaba por una mujer que el no lograba olvidar.
¿Acaso se trataba de esa mujer?
Miro un rato mas la fotografía y la volvió a colocar en su lugar. Después busco algo de ropa cómoda de dante, la puso en un bolso y se dijo que si la montaña no iba a ella, seria ella misma que iría a la montaña.
Por ello fue al hospital donde estaba internado Ezekiel, busco la habitación y entro esperando encontrarse con el pero estaba allí Simon, su amigo con el niño.

―Señorita Clare ―murmuro Simon.

―Señor Daniels, pensé que estaba el señor Kim con el niño.

―El vendrá pronto.

―Le traje algo de ropa limpia y vine a ver como sigue Ezekiel.

―Deja las cosas allí ―señalo una mesita ―Ezekiel continua igual, necesita un trasplante de médula, estamos buscando donadores.

―Pobrecillo ―susurro Clare ―¿Ya vino su madre a verlo?

―Si.

―Ayer fue a la casa y estaba bastante furiosa porque no le abrí.

―Hiciste bien.

―Fueron las ordenes del señor Kim.

Simon no dijo nada, pensó en Dante y en lo que pudiera estar sucediendo en emergencias, llevaba largo rato que se había ido.
Así que, se aclaro la garganta.

―Señorita Clare ¿Podría cuidar un momento a Ezekiel?

―Por supuesto ¿Sucede algo?

―No, solo cuídelo, aquí la orden continua, ni Veronica ni otra persona desconocida puede verlo ¿Lo entiendes?

―Si.

―Bien.

Simon salio para ir directamente a emergencia, pero en el camino hacia allí se encontró con su amigo y por la expresión que llevaba no eran buenas las noticias.

―Dante... ―lo llamo cuando este lo paso de largo sin notar que estaba a unos pasos de él.

Su amigo detuvo sus pasos, lo miro, sus ojos brillaban, se paso la mano por el rostro dejando escapar un suspiro y luego se recostó contra la pared, dejándose caer lentamente, hasta quedar sentado en el suelo.

―¿Dante?

―Esta muy mal, cayo por la escalera, tiene varias costillas rotas, una fuerte contusión y una pierna rota, acaban de decir que tienen que operarla para sacar la sangre que esta en su cerebro, le hicieron una tomografía, es posible que no despierte jamas... esta muriendo.

Simon se sentó a su lado apoyando la cabeza contra la pared sin saber que decir.

―¿Como sucedió?

―No estoy seguro, su esposo tiene algo que ver pero no se que exactamente.

―No creo que el le pegara ¿O si?

―No, eso no. Luna no le hubiera permitido estar allí de ser así, es algo mas pero estoy casi seguro de que él tiene que ver porque Luna lo miraba con odio.

―Lo siento amigo.

―No puede morir, Simon. Ella no puede morir.

―No morirá.

―¿Porque todo lo que amo muere?

―Tu hijo no morirá y Laura tampoco lo hará ―aseguro Simon.

―La amo Simon, no me importa si es de otro, si no me ama, solo quiero que viva, quiero poder ver sus ojos siempre, su sonrisa... no quiero que muera.

―No lo hará.

Desde la puerta de la habitación de Ezekiel, Clare escuchaba lo que Dante decía a Simon.
Comprendió entonces que se trataba de la misma mujer que Veronica odiaba y supo que era la mujer que siempre amaría pese a todo.

Una semana paso desde el accidente de Laura, casi la misma cantidad en que Ezekiel se encontraba hospitalizado.
La inflamación en el cerebro de Laura fue cediendo, por eso iniciando la segunda semana comenzó a mostrar signos de despertar.

Luna y Mikael quienes se turnaban para quedarse con ella, porque Dominik después de ese día en que fue a verla, no volvió a pisar el hospital, se pasaba el día entero encerrado en su habitación del hotel y solo aceptaba ver a su hermano o a su consejera, la hija de quien lo trato anteriormente porque él había fallecido un año atrás transfiriendo todos sus pacientes a ella.

*
*

Laura abrió los ojos, pestañeo repetidas veces y sintió que la garganta le ardía, la cabeza le palpitaba, le dolía la pierna y el torso.
Intento moverse pero tuvo que quedarse quieta porque una de sus piernas estaban en un cabestrillo elevado apenas unos centímetros de la cama, y cuando intentaba mover el torso se asfixiaba. Se quedo quieta, sin saber que mas hacer, solo le quedaba esperar, a que alguien notara su despertar. Mientras eso ocurría, cerro los ojos con cansancio, recordó lo que vio en su alcoba y el motivo por el cual huyo como una estúpida en lugar de poner las cosas en su sitio, las lagrimas rodaron silenciosas por sus mejillas, pero de pronto un dedo las seco, sintió la tibieza del tacto, abrió los ojos y se encontró con la mirada de Dante fija en ella.

―Al fin despertaste ―le dijo sentándose junto a ella en la silla ―llamare a la enfermera ―estiro la mano para pulsar el botón de enfermería pero Laura pestañeo los ojos repetidas veces, más lagrimas rodaron por sus mejillas.

Preocupado por la intensidad de su llanto, sabiendo que Luna no regresaría tan pronto, se acerco a ella y le dio un beso en la frente, luego acaricio su mejilla.

―Calmate por favor, no estas sola.

Laura deseaba gritarle que deseaba haber muerto en ese accidente antes que despertar y recordar lo que Dominik le hizo pero no podía.

―No pienses en eso ahora, estabas tan mal que pensé que morirías, Luna esta muy preocupada, Mikael también... ¿Sabias que tienes una bonita sobrina que resulta es hermana de mi hijo? ―le decía como para darle ánimos.

Laura pestañeo y Dante le sonrió.

―Aun no hay novedades con el trasplante pero no pierdo la esperanza, espero que pronto tu y Ezekiel se recuperen para que nos vayamos de paseo ¿Te gustaría eso? A mi si ―le sonrió ―y no lo mal interpretes, seremos solo amigos como siempre, pero ya ves que juntos sabemos curar nuestras heridas, yo necesito que te mejores porque en verdad extraño a mi amiga, la que me daba buenos consejos y se que tu me necesitas también, por eso es que continuo aquí.

Laura pareció sonreír, entonces Dante pulso el botón de la enfermería, se corrió a un lado cuando la enfermera entro, miro a Laura y luego salio apresurada para regresar con el medico, en el momento en que Luna regresaba de la cafetería.

―¿Despertó? ―le pregunto mientras veía al medico y a la enfermera trabajar.

―Si, esta mal, no paraba de llorar.

―Supongo que no perdió la memoria ―comento con amargura.

―No.

―No se que es peor, que recuerde o que llore.

―Dale tiempo, ya se repondrá.

―Gracias, Dante―le sonrió Luna ―se que ella apreciara tu compañía. ¿Como sigue tu hijo?

―Igual, necesita el trasplante pero aun no hay nada.

―Lo siento... no pierdas la fé.

―Para nada, se que debo ser paciente.

―Y... ¿Veronica? ―pregunto terminando el café que había ido a buscar ―no la vi en el hospital, ayer pase a ver a tu hijo antes de irme pero solo estaba Simon con el.

―Estamos igual que tú, solo Simon y yo cuidamos de Ezekiel, la niñera renuncio hace unos días, no se porque.

Luna desvió la mirada, aun le costaba hablar de Dominik.

―Tu cuñado tampoco a venido, lo note ―insistió con delicadeza Dante.

―Y no creo que venga.

―¿Acaso él es culpable de lo que le sucedió a Lau?

―En cierto modo si, no le levanto la mano pero es como si lo hubiera hecho, la verdad es que no pensé que hiciera lo que hizo.

―¿Y que fue?

―Eso no me corresponde decirlo a mi, lo siento Dante, comprende.

―Lo entiendo.

El medico se acerco a ellos, por eso dejaron la conversación y prestaron atención a lo que les diría.

―La señora esta mejor, le sacamos los soportes de vida, respira bien por si misma y al parecer tiene buenos reflejos motrices, al menos los que puede mover por el momento ―explicaba ―se repondrá, mas adelante le haremos otros estudios pero creo que lo peor ya paso.

Luna sonrió aliviada, secándose las lagrimas que estaba conteniendo.

―¡Gracias doctor!

―Es una joven fuerte, mañana cuando se sienta mejor y asimile lo que le sucedió, la llevaremos para hacerle otros estudios de rutina.

―Esta bien, muchas gracias doctor ―repitió Luna.

―Pueden entrar a verla, pero intenten evitar que hable, le dolerá un poco la garganta por el soporte de vida.

―Si, la cuidaremos.

El doctor se fue, Luna entro y corrió a abrazar a su hermana, mientras Dante se retiraba para llamar a Simon y avisarle lo que había sucedido. Pero antes de que lo hiciera vio que Henry se acercaba hacia la habitación de Laura. Volvió a guardar el móvil en el bolsillo, camino directamente hacia él y lo derribo de un puñetazo, luego lo tomo del saco y le dio dos mas. Henry reacciono, se saco a Dante de encima de una patada y se le fue encima para golpearlo pero unos enfermeros se acercaron para separarlos, Luna salio de la habitación corriendo, noto la presencia de Henry, vio su labio partido y comprendió lo que estaba sucediendo.

―¡Basta señores! ―replico uno de los enfermeros.

―¡Ese hombre, no tiene derecho a estar aquí, el acosa a mi hermana!

―¡Solo vine a ver como sigue! ―se defendió Henry.

―Mientes maldito bastardo, no te atrevas a acercarte a ella!

―Ya cálmense todos, esto es un hospital ―dijo un medico que se acerco a ver a que se debía tanto escándalo.

―Lo siento doctor ―se disculpo Luna ―pero no permitiré que este hombre este cerca de mi hermana, es un ex novio que no entiende que ya no tiene cabida en su vida, por favor si usted no hace algo, me veré en la obligación de hablar con el director del hospital y... ¿Thomas? ―se detuvo al ver que el otro medico que se acercaba era el amigo de su hermana de los tiempos de universidad.

―Luna Collins ―sonrió ―¿Sucede algo?

Luna asintió, se acerco a el, lo llevo aparte y le dijo como estaban las cosas. Dante los miraba mientras los enfermeros se mantenían frente a él y a Henry para impedir que se fueran a los golpes de nuevo.
Thomas miraba a Luna, cada tanto a los otros dos que se miraban como fieras y luego a la habitación de Laura. Después de un rato, llamo con la mano a su compañero, le dijo una par de cosas y este asintió.
Luego todos regresaron junto a Dante y Henry.

―Este hombre no tiene el permiso de la familia para ver a la señora que se encuentra en esa habitación ―decía el superior de Thomas ―de ahora en mas si lo ven acercarse por favor deben evitarlo, es de vital importancia que cumplan esto.

―¿Usted sabe quien soy yo? ―le dijo en furia contenida Henry.

―Si lo se, y lo siento señor pero la señora aquí dice que tiene una orden judicial para evitar que usted y otra señorita se acerquen a la paciente.

Dante miro a Luna confuso.

―Si se acerca tendremos que llamar a la policía, lo siento.

―Esto no se queda así ―le advirtió a Dante tocándose el labio lastimado, apretó los músculos faciales con fuerza, se arreglo el cabello y se marcho de allí sin mirar atrás.

Los enfermeros se fueron y Luna siguió a Tom hasta la habitación de Laura, al igual que Dante.

―¿Tienes una orden de restricción contra ese bastardo?

―Si ―corto Luna ―fue una recomendación de Mikael, dijo que era mejor evitar que se acercaran, ademas nos evitamos estos disgustos. También contra Veronica.

Mientras ellos hablaban, el medico se acerco a su amiga, acariciaba su cabello y mejilla y le sonreía.

―Hola mi preciosa, como estas.

―Tom... ―respondió Laura con voz rasposa.

―Mi amor, ¿Que es lo que te sucedió?

―Yo...

―Esta bien, descuida no lo digas, ahora que se que estas aquí vendré a verte seguido, y cuidare de ti como en los viejos tiempo.

Laura solo sonrió.

―Bueno amor mio, debo regresar a mis labores pero antes de irme a casa pasare a verte.

Laura asintió y sonrió, Luna también le sonrió.
Dante se sintió aprensivo por la familiaridad de ese hombre con ambas hermanas pero sobre todo con Laura.
¿Porque le decía mi amor y ella lo aceptaba?

―¿Que paso ahí fuera? ―pregunto Laura mirando a Dante con suma atención ―¿Con quien peleabas?

Dante sonrió y meneo la cabeza encogiéndose de hombros.

―Con nadie ―intervino Luna ―solo fue un mal entendido.

Laura no parecía convencida pero no insistió.

―¿Como esta Ezekiel?

―Igual, necesitara un trasplante.

―Lo siento.

―Lo superaremos ―le dijo con confianza ―ya veras, que tu y el saldrán de aquí muy pronto.

―Para ir de paseo ―sonrió recordando sus palabras anteriores.

―Si, nos iremos muy lejos.

―¿Donde piensan ir ustedes sin mi? ―tercio Luna con una amplia sonrisa.

―De viaje, a una montaña...

―Creo que es buena idea ―acepto Dante―ya no mas playas.

Laura se mordió los labios y asintió.
Dante y Luna se miraron entre si.

―Bueno... debo ir a ver a mi hijo, seguro Simon se pasa por aquí mas tarde, a estado al pendiente de ti todo este tiempo, le dará gusto saber que comienzas a recuperarte.

―Gracias.

Dante volvió a mirar a Luna, esta desvió la mirada y luego le sonrió a su hermana.

―¿Crees que ya es tiempo de firmar el yeso?

Dante se marcho dejándolas a solas, se quedo del lado de afuera de la habitación y las observo. Recordó el doctor que tanta familiaridad tuvo con Laura, apretó los puños y se alejo de allí.

¿Es que la vida se empeñaba en alejar a la mujer que amaba de el?

No sabia cual había sido la relación que tuvo con ese doctor, pero estaba segura de que no era nada parecida a la que tuvo con Henry y eso lo volvía un peligro para el. Se estremeció ante los celos que se apoderaron de el, descarto la idea después de unos minutos, pensando que ella no estaría con ánimos para esa clase de relación y se apresuro a ir con su hijo.
Y apenas terminaba de bajar del ascensor, vio que Simon y Henry estaba discutiendo en la puerta de la habitación de Ezekiel, se apresuro a ir allí y se interpuso entre ellos, mirando con fiereza a Henry.

―¿Que haces aquí?

Henry sonrió de costado, se paso los dedos por el labio partido y miro a Dante directamente a los ojos antes de responder.

―Vine a ver a mi hijo.

―¡Maldito! ―replico Dante cerrando el puño listo para darle otro golpe pero Henry sabiendo que haría eso, lo esquivo y le dio con el puño en el estomago haciendo se que doblara sobre si mismo, luego se inclino hacia su oído y le dijo casi en un susurro.

―Te lo quitare por el simple placer de verte sufrir, te lo dije, esto no se queda así.

Simon se adelanto hacia Henry pero este giro sobre si y se alejo de allí, entonces ayudo a su amigo a ponerse derecho.

―¿Que significa eso? ―pregunto mirando la espalda de Henry.

―Intento ver a Laura, se lo impedí y creo que solo logre que se enfureciera.

Simon suspiro.

―¿Todavía no tienes noticias de Veronica y esos papeles?

―No.

―¿Intentaste comunicarte con ella al hotel?

―Si, pero solo me da largas.

―Tendremos que contratar un abogado entonces, esto podría complicarse.

―Tienes razón, no podemos esperar que ella cumpla su palabra, es mejor si nos adelantamos.

―Intentare buscar el mejor para ti, tu solo concentrate en tu hijo, yo me encargo.

―Gracias amigo.

―¿Como sigue Laura, aun no hay novedades?

Por primera vez en mucho tiempo Simon vio un atisbo de sonrisa genuino en su amigo.

―Ella despertó, dicen los médicos que se recuperará.

―¡Esa es una muy buena noticia!

―Si.

―No pareces muy convencido, ¿Sucedió algo mas?

Dante negó con la cabeza, se tocaba el estomago mientras entraba a la habitación de su hijo y se paraba junto a su cuna.

―Simon... Ezekiel es lo único que en verdad me pertenece, no quiero perderlo, por favor amigo, ayudame.

―Lo haré, no te preocupes.

―Gracias.

Simon lo miro extrañado pero no insistió, ya le diría que sucedía a su debido tiempo.

―Debo irme ahora, veré que me recomienda mi madre con respecto al abogado, ya sabes que ella tiene contactos.

―Enviale mis saludos.

―Por cierto ¿Y tu madre?

―Le dije que la mantendría informada, no tiene caso que se la pase aquí todo el tiempo, la llamo una vez al día, sabes cuanto quiere a Ezekiel.

―Si.

―Anda ve, descansa un poco también, gracias por cuidar a Ezekiel.

―Para eso están los amigos, ademas es mi ahijado, sabes que lo quiero también.

―Eres un buen amigo ―le decía al tiempo que daba unas palmadas a su hombro.

Simon asintió, tomo su abrigo y salio, iría a ver a Laura antes de marcharse del hospital y con un poco de suerte también vería a Luna, sin que este su esposo con ella.

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