~18~

Dante aguardaba el resultado de los análisis, el medico le había dicho que estos tardaban al menos unos días pero el insistió en que fuera antes, por supuesto el dinero todo lo puede y el agradecía tenerlo ahora que su carrera iba en ascenso. No le importaba terminar con el ultimo centavo que tenia en el banco con tal de salvar a su hijo, lo haría, lo usaría y sacrificaría lo que debiera sacrificar.
Miro una vez mas hacia la puerta de entrada, Simon llevaba un buen rato de haberse ido y no aparecía ni él, ni Veronica, su jefe se tuvo que marchar por lo tarde que era y por primera vez en mucho tiempo, desde el nacimiento de su hijo, se sentía muy solo.

Recostó la cabeza contra la pared y cerro los ojos, se sentía también agotado, pero su cansancio no era físico, sino mental. Desde el almuerzo llevaba sentado allí, estaban por dar las ocho de la noche y todavía no había noticias, pudo entrar a ver a su hijo en dos ocasiones y luego conformarse con permanecer en el corredor de su habitación mientras terminaban de hacerle los estudios, ya tocaba volver adentro y su corazón empequeñecía tan solo de pensar en su carita pálida y sus ojos temerosos.

De pronto un delicioso aroma a café llamo su atención, estaba muy cerca así que abrió los ojos y vio el vaso de café que permanecía tentador justo a la altura de su rostro, pero olvido por completo el café, al elevar un poco la mirada, sus ojos se encontraron con otro par de ojos que lo observaban y unos labios que mantenía una leve sonrisa. Se puso en pie lentamente, tomo el vaso de café y lo coloco en la silla donde antes estuvo sentado y sin poder evitarlo, tomo entre sus brazos a esa mujer que con tan solo su presencia había logrado que tuviera esperanzas.

―Gracias por venir ―musito junto a su oído, al tiempo que la mantenía fuertemente abrazada a su cuerpo ―no te imaginas lo bien que me hace... ―le confeso agradecido por su presencia permaneciendo en silencio por un largo tiempo ―... tengo miedo, ¿Que voy a hacer si algo le pasa a mi hijo?

La voz calma y cálida de Laura se escucho entonces junto a su oído, al mismo tiempo que sintió su mano en la espalda palmeandolo para darle ánimo, como un amigo le haría a otro.

―Nada malo le sucederá a tu hijo, el estará bien.

―Sinceramente estoy aterrado ―le dijo Dante estremecido sin poder contenerse ―Después de todo lo que perdí... ―dijo manteniendo implícito que ella era parte importante de esa perdida ―mi único consuelo es que lo tengo a el, su sonrisa, su alegría... ―se separo de ella pero mantuvo el contacto de su mano sobre su cuerpo, pues necesitaba tocarla para estar seguro de que era real y no un sueño, por lo cual, dejo descansar ambas manos sobre los hombros de Laura ― siempre fue un niño tan despierto e inteligente para su corta edad...

―Estoy segura de que es así como dices y por ese motivo se salvara, el niño luchara para quedarse contigo, solo debes mantener la fe y no perder las esperanzas.

―¿Como supiste que estaba aquí? ―pregunto obligándose a regresar a la cruel realidad, ella era una mujer casada, ella estaba prohibida ―te hacia en camino a Isla Victoria, le dijiste al señor Queen que hoy te ibas.

―Eso pensaba hacer pero surgió un imprevisto que me obligo a permanecer en la ciudad, y con respecto a lo que le sucede a tu hijo...

―Señor Kim ―escucharon sobresaltados que decía el medico.

Laura miraba directamente a los ojos de Dante mientras hablaban, el mantenía las manos en sus hombros y parecía mas controlado, ambos olvidaron que estaban en el corredor de la sala de espera de un hospital.

―Doctor, por favor dígame que ya terminaron y que puedo quedarme en la sala de mi hijo permanentemente.

―Señor Kim, hay un asunto que tenemos que atender, pero no se si deba ser frente a su esposa... es que... ―dudaba el doctor mirando a Laura de manera imposible de descifrar del todo, era como si estuviera avergonzado por lo que debía decir.

―No, doctor yo no soy... ―comenzó a decir Laura, entonces Dante se adelanto y miro intensamente al facultativo.

―Lo que tenga que decir dígalo frente a ella, no es mi esposa, no estoy casado con la madre de Ezekiel ―aclaro con tono duro ―Laura es solo una buena amiga, por favor continué ―lo insto.

―Comprendo pero esto es delicado, por favor tenga la amabilidad de entrar en la sala ―pidió entrando y sacando a la enfermera con un gesto de cabeza.

―Ve, yo aquí espero ―le dijo Laura con una media sonrisa ―parece importante, no te retrases.

Dante la tomo de la mano y la llevo arrastrando al interior.

―Ven conmigo, si el resultado no es bueno no podre con esto, te necesito mas que nunca.

Laura no respondió, solo se dejo llevar.
Una vez dentro, el medico se tomo el tiempo de atender que todo estuviera en orden, como si hiciera tiempo, buscando el modo de decir lo que diría, el niño dormía y en la habitación tan solo se escuchaba el sonido apagado del oxigeno, el se asemejaba a un globo perdiendo aire.

―Esta muy enfermo ¿verdad? ―interrogo Dante.

Laura pudo percibir en su tono de voz lo mucho que le estaba costando mantener la compostura.

―¿Tendrán que operarlo? ¿Es eso? Si es así, solo dígalo, ¡por favor dígame!

El doctor lo miro directamente a los ojos, cuadro los hombros y dejo salir el aire con suma lentitud, luego dijo:

―Señor Kim los análisis de compatibilidad salieron negativos, usted no puede donarle al pequeño la médula y efectivamente necesita una operación, por fortuna su estado no es avanzado, si conseguimos un donante es posible que no empeore, sino... pues...

―Lo encontrare, encontrare quien done la médula para Ezekiel ―aseguro Dante.

―Se que así sera, de todos modos ya esta en la lista con una alta prioridad, pero hay otro asunto que no se si este al tanto.... yo no se como decirlo ―le dijo dudando y mirando a Laura.

―Es de confianza, es una muy buena amiga mía ―comunico Dante comprendiendo la reticencia del medico.

―Señor Kim, debió informarme que usted no es el padre biológico del pequeño sino su padre adoptivo, las pruebas hubieran sido mas sencillas, mas rápidas y económicas también.

―¿Se volvo loco? ―pregunto Dante manteniendo el tono bajo mirando de soslayo a su hijo que continuaba durmiendo ―Ezekiel es hijo mio, mi hijo biológico, no adoptado.

―Pues, no se explicar entonces porque los resultados de las pruebas dieron negativas, le tomamos la muestra y la sangre etiquetando todo como si usted fuera su padre pero los resultados arrojaron un resultado negativo a la paternidad, pensamos que nos equivocamos, así que volvimos a hacer las pruebas, usted pago mucho dinero para hacerlo rápido así que pensamos que en el apuro algo salio mal, yo mismo me encargue de hacer la segunda prueba y nuevamente el resultado dio negativo por falta de parentesco, de igual modo que el resultado de su amigo, no entiendo que sucede entonces.

Laura no podía ni respirar y Dante estaba tan tenso que de manera inconsciente la había tomado de la mano y apretaba esta hasta casi dejarle los dedos rotos por la fuerza que estaba ejerciendo sobre ella.

―Dante mi mano ―balbuceo estirándola para que la soltara.

El la soltó pestañeando repetidas veces, luego negó con la cabeza, sus pensamientos estaban claros y se reflejaban en su rostro, el medico bajo la mirada hacia el suelo, Laura lo tomo del brazo pero Dante se soltó bruscamente alejándose.

―Es imposible, me hice una prueba de adn, un genetista reconocido llevo acabo el...

―¿Seria tan amable de decirme su nombre?

Dante se lo quedo mirando extrañado.

―¿Porque?

―Si las pruebas las hizo un genetista en este estado del país, sabre llegar al fondo del problema, pues solo contamos con dos profesionales en nuestro país dedicados a este campo y ambos son amigos míos ―informo el medico con suma seguridad ―veremos donde es que surgió la confusión.

―No hay ninguna confusión ―replico Dante elevando apenas la voz por los nervios ―Ezekiel es mi hijo.

―Dígame por favor el nombre del niño y la fecha en que se hizo los estudios de adn para poder comunicarme con mi colega.

―Yo... yo...

Laura no se atrevía a pronunciar una sola palabra, no podía creer lo que estaba sucediendo.

―Tengo aquí la prueba, la llevo en mi cartera por un asunto personal ―dijo Dante a modo de explicación sacando el análisis perfectamente doblado de su cartera para luego pasarle este al medico.

De inmediato este lo tomo y reviso el papel, asintió moviendo la cabeza y tomo su teléfono móvil del bolsillo, haciéndoles seña de que aguardaran un momento.
Dante camino hasta el costado de la cama de Ezekiel, tomo su manito entre las suyas y permaneció en silencio, en tanto Laura se mantenía en su sitio como si sus pies se hubieran clavado allí.
Escucharon al medico hablar en voz baja pero urgente, su tono apremiado, escucharon repetir el nombre de Dante y de Ezekiel varias veces, asentir y esperar mirándolos de soslayo, volver a hablar después de unos largos, aterradores y eternos minutos que alcanzaron el total de 15 y cuando al fin colgó, su mano paso nerviosa por su cabello, su mirada busco la de Dante y en ese preciso instante Laura supo la verdad... el niño no era el hijo de Dante, no lo era.

―Creo que debería hablar con la madre del pequeño.

―¿Porque?

―Porque mi colega asegura que jamas realizo un estudio a nadie con su nombre, lo busco en su base de datos, y asegura que no le hizo a usted un estudio genético.

―Claro que si, yo mismo fui con mi hijo a hacerme los estudios en su clínica privada hace dos años y medios, allí dice la dirección, allí dice que soy su padre.

―Mi colega esta sumamente preocupado señor Kim, pues el único nombre que esta adjunto a un estudio realizado en su clínica es de otro hombre, con otro nombre y no fue mi colega quien lo realizo, sino un antiguo estudiante que ya no trabaja mas allí, quien lo hizo, alguien uso su sello y falsifico su firma, en este mismo instante esta en camino a hacer la denuncia ante el consejo medico.

―¿Que intenta decirme, que nombre estaba adjunto al de mi hijo entonces?

―Henry... Henry Erickson

Laura respingo al escuchar el nombre, su mente ato cabos de inmediato y su mirada subió hasta la de Dante, el también la miro y sus ojos se apagaron por completo en un instante al darse cuenta del alcance de ese asunto.

―El único archivo que tienen registrado es uno realizado hace dos años y medio a Henry Erickson y Ezekiel Kim, la firma es claramente falsa según mi colega, aunque el sello no, dijo que en esa época se encontraba en una conferencia sobre genética en Atlanta, que puede probarlo y que ira hasta el fondo con este tema, pues ni el sabia sobre este grave incidente, le pide disculpas y se apersonara para hablar con usted hoy mismo después de...

El medico no termino de decir eso, pues Dante de pronto salio corriendo de la habitación a toda velocidad, Laura intento seguirlo pero era demasiado rápido y ella llevaba tacones, así que antes de que lograra alcanzarlo, Dante ya se había ido tomando un taxi.

―¿Laura?

―¡Simon! ―replico con intenso alivio al verlo ―¡Sigue ese taxi, es Dante, temo que vaya a hacer una locura, por favor apresurate, no dejes que lo haga!

―¿Porque, que sucede?

―¡Solo ve, no hay tiempo!

Simon asintió, volvió a subir a su auto y espero poder alcanzar el taxi en el cual iba su amigo.
Laura regreso al interior del hospital, fue a la habitación del pequeño y se sentó a su lado, tomo su mano y se quedo allí, no quería dejarlo solo.
Estuvo un rato sentada pero el pensamiento de que Dante podría estar cometiendo una locura la estaba volviendo loca, así que tomo el móvil y estaba por marcar cuando escucho del pasillo es sonido de unos zapatos, giro poniéndose en pie, y se quedo parada mirando a la persona que acaba de entrar como si estuviera viendo a un fantasma.

―Tu... ―susurro, entrecerrando los ojos con furia contenida.

No podía creer que tuviera el descaro de presentarse en ese sitio.
Laura se acerco levanto la mano y descargo todo el enojo y la furia que la consumía, no solo por lo que acaba de saber, sino por el acumulativo de varios años de frustración y engaño.
Henry se llevo la mano al rostro, donde ella acaba de abofetearlo, la miro de arriba abajo y sonrió de manera socarrona.

―No esperaba encontrarte aquí ―le dijo entrando en la habitación, deteniéndose a unos pasos de la cuna.

―¿Como tienes el descaro de venir hasta aquí sabiendo que puedes encontrarte a Dante? ¡Eres una basura! ― replico interponiéndose entre la cuna y él ―alejate del niño.

Henry la miro con curiosidad, se alejo unos pasos y volvió a sonreír.

―¿Te convertiste en su cuidadora?

―Eres un descarado, eres un maldito desgraciado, y un hipócrita de la peor calaña, yo misma me sentí mal por ti por el modo en que Domi te trato pero ahora sé, que el tenia razón y aun se quedo corto en sus expresiones, tu no vales la pena.

El no pareció afectado por sus palabras, simplemente dibujo una media sonrisa y metió las manos dentro del bolsillo de su pantalón.

―Por favor ten la amabilidad de irte ―pidió Laura controlando la respiración lo mejor que podía, pues estaba realmente muy enfadada en ese momento.

―No aun, no ahora que tengo la oportunidad de decir lo que deseaba.

―No pienso escucharte, vete Henry.

Giro para alejarse, pero él la tomo del brazo con fuerza y la detuvo, mirándola con una expresión siniestra que a Laura le causo un estremecimiento.

―Suéltame ―ordeno intentando liberar su mano pero sin conseguirlo.

―Te dije que no ―respondió mordiendo las palabras y tomándola del otro brazo también ―ahora me escucharas.

Laura contuvo el aliento cuando la acerco tanto, que sus rostros quedaron a tan solo centímetros.

―No me gusta que huyeras de mi, no me gusta que te casaras... ¡Dos veces! No me gusta como me miras ni como cambiaste, tu eres mía, siempre lo fuiste y siempre lo seras, te lo advierto Laura si no te divorcias pronto de ese mequetrefe, te prometo que en poco tiempo seras viuda.

Laura no podía ni pestañear, ni respirar al escuchar su amenaza, de pronto su corazón se detuvo al imaginar que el pudiera cumplir su palabra.

―No serias capaz...

―Soy capaz de eso y un mas, te lo dije, esperame un año, solo era un maldito año y todo seria mejor para ambos, pero te rehusaste, me dejaste y te fuiste, no logro superar tu rechazo, me niego a perderte, aun te amo...

Se inclino a presionar sus labios sobre los de Laura en un esfuerzo por obligarla a responderle, apretando fuertemente los dedos sobre su piel, lastimandola.
Desesperada por alejarlo de ella, Laura lo mordió y pateo su espinilla al mismo tiempo, empujándolo después, mirándolo agitada y temblorosa.

―¡Basura! ―se limpio la boca asqueada con el dorso de la mano ―no me explico como es que una vez pensé amarte, como pude estar tan mal por tu engaño, no te equivoques conmigo Henry, no soy la misma idiota que fui en el pasado, ahora se defenderme, y te juro que si te atreves a hacerle daño a mi esposo ―recalco la palabra con toda intención ―me encargare de que lo pagues caro, no me temblara el pulso para hacerlo.

―Muy osada te volviste ―rio el tocándose el labio que sangraba apenas por el mordisco que ella le dio momentos antes.

―Te lo debo a ti Henry, tu y solo tu eres responsable, admira tu obra mi querido fantasma, ahora no eres mas que parte de un pasado que desearía poder olvidar para siempre, ahora vete de aquí o te juro que gritare y llamare la atención de todo el hospital.

―No lo harás porque el niño esta durmiendo.

―Si a ti no te importa tu propio hijo porque iba a importarme a mi ―dejo la frase flotando en el aire con saña.

―¿Que.. que quieres decir con...?

―Lo se todo, se lo que tu y esa arpía inventaron, sobre este pobre niño, sobre la mentira que crearon, entiendo el motivo ―sonrió con malicia acomodándose el cabello ―como ves conmigo no funciono, porque no volví contigo, y entiéndelo no lo haré ni aunque amenaces la vida del hombre que amo, si le haces algo, simplemente me suicidare y me iré con el, tu no me tendrás, no lo harás.

Laura sabia que lo del suicidio ya era una exageración, pero al menos la expresión de Henry le dijo que eso evitaría que lastimara a Domi, lo que le daba cierto alivio, aun así, sentía aprensión por lo que estuviera pasando por la mente enloquecida de su ex, ya que no podía calificar de otro modo a su manera de manejarse y hablar.

―Mientes ―murmuro el.

―Pruebame ―retruco ella con firmeza.

―¿Como lo supiste? ¿Quien mas lo sabe?

―Si tu pregunta es, si Dante lo sabe, si lo sabe y los de la clínica y también se esta realizando en estos momentos la denuncia pertinente.

Henry no respondió, miro apenas un segundo hacia la cuna del niño, nuevamente Laura se interpuso en medio entre el hombre y el pequeño, el adulto simplemente movió la cabeza y luego se alejo de la habitación.
Laura respiro entonces con alivio, tomo de inmediato el teléfono móvil para llamar a Domi, necesitaba tenerlo cerca, necesitaba su apoyo, pero su móvil daba una y otra vez con la contestadora, lo cual le pareció extraño pues jamas lo apagaba, luego pensó que quizás se le acabo la batería y colgó, el niño se movió inquieto y abrió los ojos, Laura se acerco sonriendole para infundirle confianza y tomo su mano.

―Descuida cariño, no te dejare solito, me quedare a tu lado hasta que tu papi regrese, pero hablo de tu padre verdadero, de Dante, quien se que te ama mas que a nada en el mundo.

El niño parecía comprender lo que ella decía, porque apretó sus dedos y volvió a cerrar los ojos para volver a dormir, sin soltarla para nada.

*
*

Azoto la puerta al entrar sobresaltando a Clare quien regresaba de la cocina con un vaso de agua. Dante no la vio, fue directamente a la alcoba de Veronica, volvió a azotar la puerta pero se quedo en el umbral sin encontrar a nadie allí, giro y casi se llevo por delante a la niñera.

―Señor Kim...

―¿Donde esta?

―No lo se, la señora no se encontraba cuando llegue a su casa ―respondió viendo como entraba, sacaba las maletas de Veronica y comenzaba a lanzar toda la ropa que estaba en el armario dentro de manera descuidada.

En un momento dejo lo que estaba haciendo y comenzó a gritar con furia, lanzando todo lo que le pertenecía a Veronica contra las paredes, tomo las cobijas de la cama y las arranco lanzandolas a un lado, golpeo los muebles con los puños cerrados sin importarle si se hacia daño, rompió el espejo de cuerpo completo con los perfumes, destrozo las almohadas y abrió la ventana para lanzar todos los zapatos que encontraba a mano, así como la ropa y objetos sobre la mesa de noche.
Cuando termino de destrozar todo en esa habitación, se dejo caer en el suelo sollozando.

―¡Maldita!

―Señor...

―Entra ―ordeno poniéndose en pie, secando sus lagrimas con el puño y acomodando su cabello de manera mecánica ―ayudame, quiero todo lo que es de... de Veronica fuera de mi casa... no detente ―la detuvo cuando ella se disponía a obedecer ―primero ve a cambiar la clave de la puerta, ni siquiera quiero que entre aquí de nuevo.

―Si señor, pero que clave pongo.

―Lo que sea, después me dices cual, solo cambiala.

―Esta bien.

Mientras Clare iba a hacer lo que el le pidió, continuo lanzando todo lo que le pertenecía a Veronica dentro de la maleta, al menos lo que no lanzo por la ventana, sin importar mucho el orden en que lo hacia, los perfumes restantes, la ropa, los zapatos, las joyas, todo en el mismo montón y lo que no cabía debido al desorden, lo puso en bolsas de consorcio.
Una vez que hubo acabado se llevo todo afuera de su casa, lo dejo a un lado de la puerta fuera de su casa y cerro, busco a la niñera con la mirada y esta se quedo quieta pero sumamente nerviosa, pues su jefe parecía haberse vuelto loco.
El timbre de pronto sonó sobresaltándola.

―Dante soy Simon, abre, se que estas allí.

Dante se encamino a la puerta, abrió y lo jalo al interior, Clare aprovecho y se marcho, pero sentía mucha curiosidad por el modo en que su jefe estaba actuando, así que se quedo escuchando lo que ellos hablaban de manera discreta.

―¡Me engaño! ¿Te das cuenta de lo que sucede? ―casi grito Dante.

―Calmate, no se que es lo que sucede, llegaba al hospital y Laura me envió a buscarte, estaba muy preocupada por ti... ¿Podrías explicarme tu que es lo que esta pasando? ―interrogo mirando las manos lastimadas y sangrando de su amigo.

―¡Ezekiel no es mi hijo!

Clare se llevo la mano a la boca silenciando así una exclamación de sorpresa.
¿El niño no era su hijo?

―Eso no es verdad, te hiciste la prueba...

―La falsifico, me mintió, me engaño para alejarme de Laura... ¡La muy perra me engaño!

Simon no respondió, no sabia que decir y la niñera se mordió el labio inferior al escuchar eso que decían.

―¿Como te enteraste? ―quiso saber al fin Simon con tono bajo.

―Los estudios de compatibilidad para la operación de Ezekiel, no puedo donarle ―se dejo caer en el sillón mas cercano que tenia, se llevo ambas manos a la cabeza y comenzó a llorar como un niño pequeño ―no puedo salvarlo, no soy su padre... ahora que voy a hacer... el era todo lo que tenia.

―Aun lo tienes, bajo las leyes tu eres su padre, lo reconociste como tal, pelea por el.

―No se como, ya no se como...

Simon se sentó a su lado.

―Escucha, Ezekiel siempre sera tu hijo aunque no lleve tu sangre, tu lo amas y me consta que el pequeño te ama a ti, entonces no puedes permitir que muera, o que se lo lleve la madre, sabes que no lo ama, lucha por el, tienes mi apoyo en cuanto decidas hacer.

Dante levanto la mirada hacia su amigo y asintió secándose las lagrimas.

―Tienes razón, no se lo daré a Veronica, ella no lo quiere.

―Debes regresar con él ahora entonces.

―Rayos lo deje solo ―Dante se paso las manos por el rostro ―estaba tan furioso que no pude evitarlo.

―Creo que no esta tan solo ―sonrió Simon.

―¿Crees que Veronica este allí?

―¡Claro que no! Pero me pareció ver a Laura volver al interior del hospital después de pedirme que fuera tras de ti.

―Si, ella estaba allí, fue a verme.

―Ya ves, no estas solo, me tienes a mi y a Laura.

Dante asintió.

―Vamos regresemos al hospital, necesitas que te curen las manos.

―Si, esta bien pero antes... señorita Clare ―llamo a la niñera.

Esta se mordió la mano y se contuvo para no salir corriendo, escucho que la volvía a llamar y ahí recién disimulando fue hasta la sala.

―¿Si señor?

―Si Veronica vuelve cuando yo no este, no le abres la puerta, no importa lo que diga ni como amenace, tu no abres, si lo haces es mejor que también empaques y te vayas ¿Entiendes?

―Si, si señor.

―Dime que clave pusiste en la puerta ―pidió.

La niñera le dijo, Dante asintió, tomo un papel de la mesita junto a la puerta y anoto un numero, luego se lo dio a la chica.

―Cuando me vaya lo vuelves a cambiar por este numero, el otro era demasiado sencillo, ahora puedes irte a descansar, lamento lo de... lo que...

―Descuide señor.

―Vamos, tus manos están muy lastimadas ―comento Simon.

Cuando ambos hombres se fueron Clare puso la nueva clave, camino hacia la que una vez fue la habitación de la madre de Ezekiel, observo el desastre que quedo después de que su jefe lo destrozara todo y sonrió esbozando una leve sonrisa.

―Que mujer mas idiota termino siendo Veronica ―murmuro entrando para recoger un vestido muy costoso que estaba tirado en el suelo, lo sacudió y lo coloco delante de su cuerpo mirándose en un pedazo de espejo roto en el suelo ―si yo hubiera sido tu querida, aprovechaba al máximo a este hombre tan sensual y hermoso ―suspiro inclinándose a tomar una fotografía donde estaba Dante y el niño del suelo, sacudió el vidrio en ella y lo miro fijamente ―pero tu oportunidad ya se fue y ahora, quizás si me mire a mi como llevo tanto deseando que me mire...

Dejo caer el vestido una vez mas al suelo, giro y regreso a su habitación, llevándose la fotografía, con una amplia sonrisa en los labios.

*
*

Dominik miro la hora en su reloj, se paso la mano por el cabello y luego encendió el móvil, tenia varias llamadas perdidas de Laura, resoplo y se paso la mano por el rostro, luego condujo hacia el hotel, era bastante tarde y tenia que pensar en lo que le diría a Laura.

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