~15~

Laura llego media hora mas tarde en un taxi, Luna se subió y se sentó en silencio meditando sobre lo sucedido y recordando el rostro de la niña de cabello oscuro y mirada idéntica a la de Mikael. Definitivamente esa niña era su hija, estaba segura, lo cual era un alivio porque había cumplido su promesa de estar a su lado hasta que la encontrara, ahora era libre, si el pretendía otra cosa estaba loco, ya no toleraría mas.
El silencio era tan abrumador que Luna miro a Laura dándose cuenta de que estaba como ida, entonces se pregunto que le estaría pasando pero antes de que le pudiera formular la interrogante el auto se estaciono delante de la clínica en donde se haría la prueba.

―¿Lista para esto? ―pregunto Laura tomándole la mano cuando iban entrando.

―No.

Laura sonrió y suspiro.

―Bueno ya no hay vuelta atrás, ¿que te parece si nos hacemos la prueba las dos?

―¿Tu también?

Laura se encogió de hombros.

―Solo para darte animo, no creo estar embarazada ―suspiro ―solo es para que no te sientas sola.

―Esta bien.

Ambas se hicieron la prueba entonces, les extrajeron la sangre y luego se fueron a esperar los resultados a la cafetería donde permanecieron en silencio las dos por un prolongado tiempo, ya que estaban sumidas por completo en sus propios pensamientos y recuerdos de los eventos pasados en ese mismo día.

―Bueno ya ―dijo de pronto Laura ―tu cuéntame que paso y yo te contare también lo que me sucedió ―la verdad era que necesitaba decirle a alguien, lo que paso o se volvería loca.

―Creo que encontramos a la hija de Mikael en ese orfanato.

―¿En serio? ―Laura se quedo sorprendida por completo ―fue bastante sencillo después de todo, yo pensé que después de tantos años, seria imposible dar con esa criatura.

―Para que veas, ella... porque es niña ―aclaro ―estuvo en el mismo sitio todo el tiempo sin embargo y debido a que la madre de Veronica se encargaba de sobornar a los investigadores de Mikael todas las veces, estos le daban pistas falsas.

―¡Infelices! ―replico furiosa Laura ―¿como es la niña?

―Si la vieras... es simplemente igual a Mikael, su misma mirada, su cabello, su sonrisa, es como un calco pero en una versión pequeña y femenina ―le contesto riendo bajo.

―Pero eso es bueno ¿porque pareces tan apática?

―Porque una vez que la encontramos las cosas repentinamente cambiaron, el trato era permanecer juntos hasta hallar a la criatura, sin embargo ahora debo casarme con el a la fuerza.

―¿Que?

―Si... ―dudo en continuar, luego bebió despacio su te y soltó sin mas ― lo que pasa es que convenció a la madre superiora de permitir que le hicieran el adn a la niña con el.

―Eso esta bien, así se confirmara que es su hija.

―Claro pero si va a un juez, entonces esa serpiente, porque no puedo llamarla de otro modo, intentara sacar provecho de eso, Mikael es un heredero después de todo, tiene el suficiente dinero como para que ella se interese repentinamente en su hija.

―No la mueve solo el dinero créeme ―respondió amargamente Laura ―¿que piensa hacer entonces?

―Simplemente quiere el adn para una confirmación de lo que ambos pensamos, esa niña si es su hija, luego la adoptara de ese modo no le dará tiempo ni espacio a esa maldita de reclamar nada.

―Es un plan perfecto, no veo como te afec... ¡Oh rayos! Necesita una esposa para que la adopción sea posible.

―Así es.

―Y tu eres la escogida para ese pequeño trabajo.

―Si.

Laura se hundió en su silla y la miro pensativa.

―Acepta ―dijo de pronto sentándose mas derecha.

―¡Claro que no! ¿Como crees, te volviste loca?

―Tu lo amas.

―Pero el a mi no.

―¿Y?

―¿Como y, que clase de mal consejo es ese?

―Vamos Luna, no es un mal consejo piénsalo, tu lo amas, el te necesita para adoptar a su hija, usa eso en tu beneficio conquistalo, eres hermosa, inteligente, seras una madre perfecta yo lo se, lo fuiste para mi durante tanto tiempo... solo debes animarte, creer en ti misma, yo se que al final lograras que Mikael te ame ―le dijo, aunque ella pensaba que de hecho ya se amaban pero eran tan tercos los dos que jamas lo admitirían.

―¿Tu crees?

―Claro que si, ni siquiera debes esforzarte para hacer que se casen, el te necesita casi como el aire para vivir, entonces tienes el 80% ganado, solo falta el leve toque de amor... se que podrás hacerlo.

―Quizás... podría funcionar...

―¡Funcionara, confía en mi!

Luna se mordió el labio inferior asintiendo con la cabeza levemente, era posible que Laura tuviera razón, después de todo no perdía nada con intentar... solo el corazón para siempre, pero este ya le pertenecía de todos modos a Mikael así que...

―Si, lo haré lo intentare, voy a hablar con Mikael y le diré que acepto ser su esposa para que pueda adoptar a Ileana.

―Es un bonito nombre.

―La niña es adorable.

Laura sonrió y suspiro pesadamente.

―Y bien ¿cual es tu problema? ―pregunto entonces.

―Tengo un nuevo editor.

―¿Pero y el señor Queen?

―Se piensa jubilar.

―Es un hombre mayor, necesita descansar.

―Lo se, no es eso lo que me tiene así, sino mi nuevo editor.

―¿Y quien es?

―Dante Kim.

Luna dejo la taza sobre el platillo con mas fuerza de la necesaria, haciendo que este sonara y atrajera la atención de los demás comensales.

―¿Que?

―No sabia que Dante se dedicaba a esto de la editorial, resulta que es editor y al parecer según el señor Queen el mejor, por eso el mejor editor para la mejor escritora ―lo dijo con sarcasmo e irritación.

―Dile que renuncie.

―Lo hice pero se niega, dice que siempre fuimos buenos amigos y que se lo debo por marcharme sin siquiera despedirme, que el estuvo cuando mas lo necesite pero yo lo deje solo cuando fue al contrario y tiene razón, fui muy egoísta.

―Necesitabas marcharte, todo te hacia demasiado daño.

―No viene al caso, la verdad es que no me molesta que Dante sea mi editor, es verdad que todo fue extraño entre nosotros en el pasado, pero me fui, hice mi vida y el continuo con la suya, amo a mi esposo, en verdad que si, y es ahí donde radica el problema.

―Dominik no entenderá que es parte del pasado ―sentencio Luna.

―No, siempre sintió celos de Dante, nunca se tomo el trabajo de ocultarlo, al contrario, uno de los motivos por los cuales no tenia intención de regresar es para no encontrarnos ni con Dante y mucho menos con Henry.

―Vamos, eso es infantil, el debería confiar mas en ti.

―En mi confía, es en ellos en quienes no lo hace.

―Lo entiendo por el lado de Henry, tu lo amabas tanto que hasta enfermaste cuando hizo lo que hizo, pero Dante si fue un buen amigo, no merece ser tratado como paria, no es Henry.

―Eso mismo pienso yo.

―Entonces díselo a Dominik, el debe entender, no puede celar a todos los hombres que se te acercan o fueron parte de tu vida, entonces que pensara del pobre de Thomas que fue tu primer...

―¡Shhh! ―la silencio Laura riendo ―callate, el es como Lucifer si lo nombras aparece espontáneamente ―se rio.

―Es cierto, recuerdo cuando eran novios en la universidad, parecía que se materializaba de la nada ―se rio Luna ―¿que sera de el?

―Lo ultimo que supe fue que se había ido al extranjero y tenia una novia allí, me enviaba correo, pero después de que lo cerré por lo de Henry, la verdad no supe mas.

―Seria agradable volver a verlo, era tan sencillo reír cuando el estaba presente, era muy ocurrente.

―Si...

―Regresando al tema de Dante, mi opinión es que hables con tu esposo, dile la verdad, el debe comprender que nada malo sucederá, tu estas casada, lo amas y el te ama, no debe haber problema alguno.

―Tienes razón, eso mismo pensé, pero de todos modos siento esta opresión en el pecho que no se como explicar.

―Estará todo bien solo relajate, ya veras que nada malo sucederá.

―Es cierto Domi es un hombre maravilloso, el sera comprensivo.

―Ya ves, te preocupas en vano.

―Mira que hora es, creo que por el costo de los estudios ya deberían estar.

―Es verdad, vayamos a ver que resultado nos tienen.

―Luna... ¿estarás bien?

―Lo estaré... eso creo.

Fueron por los resultados, estos aun no estaban pero no tuvieron que esperar mucho, 20 minutos mas tarde ambas tenían el sobre en sus manos.
Laura estaba confiada de que los suyos serian negativos, pero estaba casi segura de que los de su hermana serian positivos.

―A la cuenta de tres los miramos a la vez ―propuso Laura cuando los sacaron del sobre.

―Si.

―¿Lista?

―Lista.

―Uno, dos... ¡tres!

Ambas abrieron los papeles y Laura escucho el jadeo de su hermana, mientras sus ojos se quedaban pegados al papel que como si este fuera un extraño insecto.

―Negativo ―susurro Luna ―¡Que alivio por dios santo!

―¿Error en el diagnostico, se recomienda chequeo medico completo urgente? ― leyó Laura en voz alta ―Eso dice aquí.

―No puede ser ―Luna le saco el papel de las manos a Laura y lo leyó ―es verdad... pero, no entiendo.

―Tampoco yo, ven... ―tomo el papel y camino hacia la recepción ―señorita disculpe, necesito ver a un medico urgente.

―¿Tiene cita?

Laura negó con la cabeza.

―Señora entonces...

―Solo es una consulta mínima, pagare lo que sea necesario ―insistió Laura.

―Pero señora...

―Deja, yo atenderé a la señora.

Laura y Luna levantaron la mirada hacia el alto medico que se acerco y sonrieron al reconocerlo.

―Que te dije ―replico Laura ampliando la sonrisa ―es como Lucifer.

―¿Que yo que? ―pregunto el hombre elevando una ceja.

―¿Thomas? ―interrogo incrédula Luna ―¿Eres Thomas?

―El mismo, vengan pasen a mi consultorio ―les respondió mirando a Laura con insistencia ―que agradables es volver a verlas...

Luna miro asombrada a Laura y esta se encogió de hombros siguiendo al alto muchacho de bata blanca que un día fuera su novio.

―Pasen tomen asiento.

―Pensé que estabas en el extranjero ―musito Laura sentándose ―eres doctor... no lo puedo creer.

―Si, estuve en Canadá y en Estados Unidos una temporada después de que rompí con Sam mi novia de ese entonces, fue cuando me dije: Thomas... ¿que harás de tu vida? En esa época mi padre enfermo, regrese y supe lo que tenia que hacer.

―¿Como esta tu padre? ―pregunto Laura mirándolo fijamente.

El continuaba siendo el de siempre, si acaso ahora parecía mas maduro y responsable, mucho mas con su bata de doctor.

―Lamentablemente falleció, cáncer ―dijo observando la fotografía que estaba sobre su escritorio con nostalgia ―ahora descansa, sufrió mucho.

―Lo siento tanto Tom.

―Esta bien, ya de eso ha pasado mucho tiempo, pero... díganme que es tan urgente que debes tratar con un medico.

Laura recordó los resultados y se los paso.

―Veamos...

Thomas reviso los estudios, levanto la vista hacia ella cuando noto el nombre y el motivo del examen, luego miro los resultados enarcando una ceja.

―No estas embarazada ―le dijo pero eso ella al parecer ya lo sabia porque simplemente asintió levemente ―pero encontraron algo anormal en tu análisis, como se hicieron pruebas solo de embarazo es normal que no saliera nada mas pero al mismo tiempo arrojaron una advertencia sobre cosas que no están bien.

―Una enfermedad ―murmuro Luna.

―Podría ser, o simplemente alguna infección que por suerte se descubrió a tiempo gracias al estudio que te hiciste, mi recomendación al igual que aquí, es que vayas con tu medico de cabecera y te hagas un chequeo completo para descartar todas las posibilidades y así saber que es lo que tienes, mientras mas pronto, mas rápido podrás comenzar a tratar el problema.

―Entiendo, gracias Thomas.

―No te preocupes, debe ser una nimiedad, tu siempre has sido una mujer fuerte.

―Eso es cierto ―apoyo Luna ―quedate tranquila.

―Así que te casaste...

―Si, hace poco mas de un año.

―En hora buena, te felicito.

―Gracias ¿y tu?

―Estoy divorciado, fue una tontería de niños creo yo ―sonrió ―no lo pensamos mucho estamos enamorados del amor ―rio bajo ―apenas unos meses nos tomo darnos cuenta del error, somos buenos amigos ahora.

―Eso me alegra, no lo del divorcio ―corrigió Laura riendo ―sino que sean amigos.

―Toma ―le paso su tarjeta persona ―allí esta mi numero, eres una mala amiga, te perdí el rastro hace tantos años que pensé nunca mas te volvería a ver.

―Lo siento, este día me han llamado así dos veces, comenzare a pensar que es verdad ―musito agobiada.

―Bueno, llamame, te invito un café, trae a tu esposo, me encantaría conocerlo.

―No vivo en la ciudad, si alguna vez vas para Isla Victoria, este es el hotel de mi familia política, pero dentro de poco regreso a Escocia.

―¿Escocia?

―Si, allí viviré con mi esposo.

―¡Vaya!

―Lo se ―rio Laura ―¿que puedo decir? me gusta el país.

―Entonces al menos llamame de vez en cuando y cuando pases por estos lados a visitarme.

―Lo haré, lo prometo, gracias Thomas, fue bueno volver a verte.

Se despidieron y ambas regresaron al hotel donde Mikael y Dominik las esperaban.
Mientras avanzaba Laura le susurro a Luna.

―Se lo diré esta noche, lo de Dante.

―Y yo que acepto ser su esposa.

―Suerte.

―Igualmente...



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