~13~
El día lunes llego, Luna y Mikael estaban visiblemente tensos.
La noche anterior fue la primera que pasaron cada uno en su habitación después de que comenzaran su relación mas intima. Ella dijo no sentirse bien y que prefería dormir en esa ocasión en su propia alcoba, el noto que era una mentira pero lo acepto, pues tenia sus propios demonios que mantener a raya en esa ocasión y como habían quedado en ir a la capital con Laura y Dominik tampoco tuvieron la oportunidad de estar a solas para conversar.
Durante el vuelo, Luna fingió dormir y Mikael fingió no darse cuenta de que mentía, ya en la ciudad, esperaba poder hablar con ella cuando fueran al orfanato, mientras Laura y Dominik se ocupaban de sus cosas. Pero le fue imposible hacerlo porque Luna no estaba dispuesta a hablar, ya que al primer avance de el para intentar investigar que estaba sucediendo ella simplemente le dijo que no tenia deseos de hablar al respecto y que por favor fuera considerado y la dejara en paz.
¿Que podía hacer ante tales palabras tan duras?
Se guardo su amargura y se concentro entonces en lo que había ido a hacer.
Encontrar a su hijo o hija.
*
*
Dominik se despidió de Laura dejándola en la oficina del editor, mientras el iba a hablar con la inmobiliaria por los departamentos de ambos, pensando en el lio en el que se estaba metiendo por culpa de Mikael y esperando que esto no afectara su matrimonio.
En tanto Laura se reunía con su editor...
―Señor Queen, no sabe lo preocupada que estaba por su salud, en verdad pensé que algo le sucedía, pero se ve perfectamente bien y eso me da un gran alivio ―le decía Laura mientras la secretaria de su editor les traía un café.
―Estoy perfectamente pequeña, pero si lo que debo decirte quizás te sorprenda un poco.
Laura ya comenzaba a inquietarse de nuevo.
El señor Queen llevaba casi un mes pidiéndole que regresara al país para hablar con ella frente a frente y tanta vuelta ya estaba haciendo que su imaginación volara hacia posibilidades increíbles.
―Me asusta ―confeso cuando estuvieron a solas ―¿Es grave?
―No querida, no lo es, simplemente tenia que decírtelo en persona.
―Entonces hable, por favor ya me siento muy nerviosa.
―Pienso jubilarme en breve.
Laura se lo quedo mirando sin saber como reaccionar.
―Mi esposa me esta pidiendo que deje de trabajar tanto, quiere viajar un poco, la verdad es que lo postergue siempre por causa del trabajo, ya somos mayores los dos, como sabes no pudimos tener hijos, y creo que es tiempo de dedicarme a ella.
―Lo comprendo ―balbuceo Laura con la mente apabullada de ideas.
―No pongas esa cara mi pequeña, tu sabes que si bien no tuve hijos, siempre te considere como una y no me iría así sin mas sin dejarte protegida debidamente.
―Gracias por tanto señor Queen, también lo quiero como si fuera un padre para mi.
―Entonces la pregunta seria ¿Confías en este viejo para dejarte en las mejores manos para que tu carrera continué siendo tan fructífera como hasta ahora?
―Claro que si, confío ciegamente en usted.
―Es un alivio saberlo, porque arregle con la firma legal un contrato con el mejor editor que pude encontrar en todo el país, el hará que tu seas aun mas reconocida.
―¿Eso significa que no deberé preocuparme? ¿Este nuevo editor se encargara de mi por completo?
―Si, ya lo arregle todo, trabajaran juntos a la par, legalmente el solo podrá trabajar para ti por el tiempo de dos años, luego si tu sientes que es lo correcto y logras tener una buena relación laboral con el, pueden volver a firmar un contrato ya con tus condiciones.
―Me parece perfecto.
―Es un intenso alivio que lo aceptaras mi querida, en vista de que no regresabas mas al país, tuve que tomar las decisiones solo, atándote a este editor sin consultarte.
―Descuide, siempre ha tomado las mejores decisiones para mi y mi futuro, confío en que nos llevaremos bien. ¿Cuando cree usted que podre conocerlo? ¿Ya le explico que después de pasar una temporada aquí me instalare en Escocia y el tendrá que ir a verme la mayor parte del tiempo?
―Lo sabe, le explique todos los detalles, eres una exclusividad para nuestra editorial, vendes mas libros que nadie en todo el país y por supuesto eres nuestra niña mimada.
Laura sonrió agradecida he hizo una leve reverencia, mientras el señor Queen miraba el reloj.
―Lo conocerás en unos minutos, le pedí que viniera para que se conozcan.
―Perfecto porque solo estaré en la ciudad hasta mañana en la tarde, luego regresate a Isla Victoria.
―Lo supuse... ―un leve golpe en la puerta se escucho, entonces el señor Queen dio las indicaciones para que entraran y sonrió poniéndose en pie, Laura también se paro y giro al tiempo que su mirada se cruzaba con la de ese hombre que conocía a la perfección.
―Laura te presento a tu nuevo editor, el es Dante Kim, se encargara de que tu y tu carrera lleguen tan alto como sea posible, Dante ella es nuestra escritora estrella, cuida bien de nuestra querida Laura, vale su peso en oro.
―Estoy seguro de eso ―respondió Dante adelantándose y tomando la mano de Laura para estrecharla a pesar de que ella no se había movido un solo centímetro, ni había articulado palabra, por lo sorprendida que estaba de verlo allí ―es un placer señorita.
―Señora ―corrigió el señor Queen ―Lleva casada poco mas de un año pero sino me equivoco hace una semana repitió los votos nupciales a pedido de su suegra, antes era Laura Collins, ahora es Cameron.
―¿Cameron? ―pregunto Dante aun sosteniendo la mano de Laura con toda intención ―me suena el apellido.
―Por supuesto que si, su esposo es el menor de los Cameron, los mas importantes hoteleros de todo el país, aunque tengo entendido que por ahora quien se encarga de los negocios es tu cuñado ¿verdad?
Laura reacciono apenas, liberando su mano casi de un tirón algo brusco, y asintiendo con la cabeza.
―Tomen asiento, quiero que se conozcan mejor, estarán trabajando codo a codo en los siguientes dos años, cuando mejor se lleven pues mejor sera el trabajo que realicen juntos.
―Descuide señor Queen, se que nos llevaremos perfectamente bien.
―Yo también tengo el presentimiento ―le contesto en tanto Laura se sentaba como autómata en el sillón y miraba de soslayo a Dante.
La secretaria asomo la cabeza por la puerta, sonriendo con amabilidad.
―Señor Queen, lamento interrumpir pero tenemos un problema con los diseñadores de portadas, dicen que se perdieron archivos importantes se la novela de la señora Woo.
―¿Los que deben salir mañana?
―Si señor.
El hombre se levanto de inmediato y miro a Dante con una leve sonrisa.
―Te dejare en buenas manos, ella te dirá todo lo que debes saber, debo atender esto un segundo, regresare en cuanto sea posible, no veo la hora de que llegue mi reemplazo.
―Vaya tranquilo, aquí nos quedaremos conociéndonos mejor ―le aseguro Dante con una sonrisa.
Cuando se quedaron a solas, Laura giro la mirada hacia Dante, en tanto este la observaba detenidamente.
―Estas hermosa ―dijo el.
―¿Que pretendes? ―dijo ella al mismo tiempo.
Ambos se quedaron en silencio un segundo y luego Laura ya repuesta de la inicial sorpresa se puso en pie y se alejo unos pasos.
―¿Porque Dante?
―Porque que Laura ―replico a su vez poniéndose en pie.
―¿Porque aceptaste este trabajo?
―¿Porque no? Ya lo escuchaste eres la escritora estrella de todo el país, es muy conveniente para mi carrera trabajar contigo, un buen aporte a mi hoja de vida laboral.
―Pero sabes que esto no esta bien.
―No, realmente no pienso que este mal, fuimos buenos amigos en el pasado, te fuiste sin dejarme despedir siquiera pero aun te considero mi amiga.
―Estoy casada ―dijo sin saber porque razón lo hizo ―y amo a mi esposo.
―Es un hombre afortunado.
Se miraron en silencio unos segundos.
―No creo que funcione, tendrás que renunciar.
―No pienso hacer eso.
―¡Dante por favor!
―¿A que le temes?
―No le temo a nada.
―No lo parece, estas tan nerviosa que te tiembla el cuerpo, ¿es que sucede algo en especial?
―A Domi... ―lo miro pasando saliva con dificultad ― a Dominik no le agradara saber que trabajamos juntos.
―¿Porque no?
―Pues porque... bueno nosotros...
―¿Nosotros que? ―insistió Dante dando unos pasos hacia ella.
Laura por instinto retrocedió la misma cantidad de pasos, entonces en ese momento regreso el señor Queen y Dante fingió estar caminando por la oficina.
―Tienes una oficina muy bonita señor Queen ―le dijo, regresando a su sitio en la silla.
―Lamento la interrupción ―les decía el hombre ―es casi la hora del almuerzo, ¿que les parece si comemos juntos y así se conocen mejor y de paso hablamos sobre el libro en el que estas trabajando.
―Lo siento señor Queen pero tengo un compromiso, mi hermana y yo iremos a ver a mi madre ―mintió ―en otra ocasión sera.
―Es una pena, pero me alegra que Luna y tu se acerquen a tu madre, enviale saludos de mi parte y dile que espero poder verla antes de irme a Europa.
―Se lo diré.
―Muy bien muchacho, entonces seremos solo tu y yo para almorzar.
―Lo lamento también tengo un compromiso, mañana si quiere y tiene tiempo...
―Claro, claro... por cierto ¿como esta ese muchachito tan apuesto que es tu hijo?
Laura dirigió la mirada hacia Dante, este sonrió mirando al anciano consciente de que ella tenia la vista fija en el.
―Ezekiel continua perfectamente bien ―respondió ―se esta recuperando de una gripe pero ya esta mejor, esta tarde debo llevarlo al pediatra.
―Eres un padre muy responsable, ese niño tiene mucha suerte en tenerte.
―Se lo agradezco.
Laura se adelanto a besar la mejilla del anciano como era su costumbre y luego se despidió con un ademan de cabeza de Dante, alejándose apresurada hacia el elevador.
Apretó el botón insistente hasta que la puerta se abrió, entonces se metió dentro sintiendo alivio pero este se esfumo al ver como una mano de dedos largos y cuidados evitaba que se cerrara.
La puerta se cerro al final pero con Dante dentro y Laura giro a mirarlo con cierto enojo.
―¿Que es lo que pretendes?
―¿A que te refieres?
―Sabias que era yo, sabias que me aleje por un motivo, entonces porque aceptaste el empleo.
―Ya te lo dije es por mi conveniencia, no veo cual es el problema, solíamos ser buenos amigos en el pasado, hasta que huiste y desapareciste como si la tierra te tragara.
―Necesitaba hacerlo, todo era muy doloroso para mi, lo de Henry, lo de esa mujer, luego el bebé... yo ―dudo, luego lo miro con valentía ―estaba comenzando a sentir cosas por ti, pero no podía permitir que esos sentimientos crecieran, tu tenias responsabilidades y yo debía irme lejos para evitarme un nuevo dolor.
―Fuiste muy egoísta Laura, cometiste un grave error al irte sin dejarme hablar.
―Estoy segura que no, que lo que hice fue lo mejor para ti, para mi y para tu... para tu hijo.
―Pues te equivocas, quizás solo fue lo mejor para ti, después de todo olvidaste lo que comenzabas a sentir por mi, me dejaste solo cuando mas te necesite y yo jamas lo hice contigo, soporte y aun soporto cosas que no te imaginas por ese niño que no tiene culpa de nada, pero definitivamente tu fuiste egoísta, no sabes la falta que me hacia tenerte cerca, tu eras mi torre, mi fortaleza, te fuiste y me dejaste en la nada.
―Lo siento Dante, lo lamento mucho ―se disculpo conteniendo las lagrimas a duras penas ―en verdad pensé que lo mejor para todos era que me fuera.
―Fuiste cobarde, aun lo eres porque no quieres enfrentarme... fuimos buenos amigos ―le dijo dulcificando la voz y sonriendo ―¿es tan duro para ti ser mi amiga que huyes de este modo?
―Claro que no, pero... yo ahora...
―¿Es por tu esposo, es que no le dijiste la verdad sobre nuestra relación?
―Si, Dominik lo sabe, pero no se como lo tome ahora.
―¿Lo amas? ¿Realmente lo amas?'
―Si ―no lo dudo un solo instante ―lo amo Dante, el logro alejar de mi todo el dolor, el pasado que me atormentaba y me dio un nuevo motivo para vivir, para sonreír, tengo bonitos recuerdos de nuestra amistad, pero ni siquiera por eso deseo arriesgar mi matrimonio, de solo pensar que pudiera perder a Dominik siento que algo muere en mi.
―Entiendo.
―¿Renunciaras? Les diré que anulen el contrato, te prometo que no saldrás perjudicado, yo misma...
―No pienso renunciar.
―Pero Dante, ya te dije que...
―Te escuche perfectamente, no veo que puede ser tan malo en trabajar juntos, una vez fuimos amigos, tu esposo debe confiar en tus sentimientos hacia el y en ti, tengo mucho mas que perder que tu si renuncio Laura, lo lamento, no lo haré, busca el modo de explicarle a tu esposo que tu y yo simplemente fuimos amigos y que ahora trabajaremos juntos.
―No puedes hacerme esto, por favor se razonable.
―Hay algo mas importante para mi que todo sobre la tierra y ese es mi hijo, de este trabajo depende el que al fin sea libre con el, no permitiré que nada lo obstaculice, acostumbrate, los próximos dos años me veras muy seguido.
La puerta del elevador se abrió, Dante salio y la dejo allí sin saber exactamente que hacer, entonces salio a su vez y se quedo mirando la espalda amplia del que una vez fuera su amigo hasta que se perdió fuera del edificio.
Estaba segura de que Dominik no lo comprendería, siempre sintió celos de Dante, incluso cuando le contó toda la verdad sobre la relación ficticia que tuvieron, las pocas veces que tocaban ese tema sus reacciones no eran buenas, si ahora sabia que tendría que trabajar continuamente con el, se sentiría amenazado y no solo eso sino que sus perfecta relación comenzaría a tener quiebres, pero en una cosa tenia que admitir y era que Dante tenia toda la razón. Dominik debía confiar en ella, en lo que sentía por el, ella en verdad lo amaba, lo había escogido para ser su compañero de vida, y no quería tener secretos que perjudicara su relación, así que suspiro, comenzó a caminar en dirección a la salida y supo que debía decirle la verdad, confiando en que el amor que ambos sentían fuera mas fuerte que unos celos infundados.
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